[Gandry]

Iniciado por Ptha

Últimamente no dejo de pensar en un grupo de foreras que ofrecían performance
Además tanto encierro me está volviendo muy místico y creo que podríamos empezar un nuevo culto, hay much@s foreros para iniciarse en el mismo
Empezaría con un grupo de foreras y una performance, accederian a pasearme en un ataúd, ellas en bolas bailando palo enterradores de Ghana y luego follarme todas hasta mi _resurrección" después de tres días de sexo salvaje,
Apartir de ese hecho creamos una religión donde yo sea el Mesías y se diga en misa" toma y traga porque está es la leche de mi leche" y cosas del estilo..
O se hablen de milagros como la multiplicación de las birras y los condones
O como converti , smint en viagras
Etc etc

Con diez, mandamientos del palo
1. Follaras al prójimo@ como a ti mixmo
2.No tomarás el sexo en vano
3. Desearas a la pareja del vecin@
4. Evidentemente follaras con la pareja del vecin@
5. Avisarás al resto de vecinos para participar de la orgía
6. Los pensamientos impuros , solo son pecado si no intentas ponerlos en práctica
7. Santificaras las fiestas, con sexo , claro!!
8. No hay acto impuro si las partes consienten
9. Honrarás el sexo sobre todas las cosas
10. Monogamia y castidad son pecados mortales

Como aún no los he grabado en piedra son susceptibles de modificación y abiertos a cualquier mejora o sugerencia
Eso sí, la Epifanía es mia y me pido ser el mesias
Líder del pthataismo

Buena idea la verdad

[Baja_134832]

Iniciado por Ptha

Las faltas siempre se notan, y el escribir aclara las ideas, gracias por no fallar
Hoy día del friki, no ha sido el día que muchos esperaban,
No eres el primero al que oigo o leo decir que si no nos despertamos no pasa nada, creo que estos días todos lo hemos pensado en algún momento, la edad, la situación, las experiencias vividas , todo eso junto nos hace pensar que lo pasado no volverá y que muchos empezamos la caída en picado hacía la fosa, que olemos menos a Colacao y acné que a tierra húmeda y madera de pino
La pitopausia, en solitario es algo que ya vivo hace unos años, no me apetece ni cascarmela, pero en la compañía adecuada todo revive

En lo referente a desaparecer, en mi caso hasta tengo claro el como irme, y hasta calculado cómo hacerlo para que el seguro no se libre de pagar a mis descendientes,asumido eso, no hay prisa, todos nos iremos en un momento u otro, lo único es que algunos queremos decidir el como
Desde hace unas semanas, está conversación es recurrente con un forero al que aprecio mucho, y que está pasando por un mal momento, como no creo en chorradas de autoayuda, lo único que le he pedido es un abrazo y unas birras antes de que tome ninguna decísion, así que como mínimo le sacaré eso y un abrazo, ya he perdido demasiada gente sin despedirme,
Así que ahora cada noche hago una reflexión, y si creo que he ofendido a alguien a quien quiero, le digo que lo quiero
La vida es muy puta, pero todos aguantamos mucho más de lo que pensamos
Si llegáis al fondo del pozo, veréis tierra removida, algunos seguimos cavando al llegar allí, aún así, salimos, en ocasiones por el otro lado, en un mundo diferente y extraño, pero la novedad ayuda a vivir
PD por menos de lo que os gastais en una hora con una señorita, un notario os hace un testamento y dejáis todo arreglado

Justo a posts como este es a los que me refería en la respuesta a Pippin. Letras que no salen del teclado, sino de muy adentro de algun@ de nosotr@s. En un foro de sexo. ¿Es normal eso? No sé si es normal. Pero fabuloso lo es un rato.

Ptha, me encantan tus reflexiones... Y de tu fortaleza, ya ni hablemos...

---

bump

Iniciado por Lara È

Tú y yo tenemos uno pendiente...

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bump

Medio Siglo, a veces sí hay dos sin tres... Aunque igual hubiera sido mejor seguir con la tendencia a la baja...

Romita, día 2 de la Fase 1 del Desconfinamiento

Con los huevos a punto de reventar por simple efecto acumulativo, sale de casa arqueando en exceso las piernas para no rozarlos pero con un objetivo claro en mente. Hace una semana cerró la cita previendo, acertadamente, que hoy lunes entrarían en fase 1. La cagó con lo de las distancias, porque está a punto de saltarse dos zonas sanitarias de esas, pero que le den por culo al distanciamiento social, los límites inter e intraprovinciales, las zonas sanitarias, al Fernando Simón, al Illa y al mismísimo dios todopoderoso encarnado en alcaldesa progre de la Ciudad Condal! Hoy sale dispuesto a follar y va a follar así se esté acabando el mundo...

Se coloca mascarilla y guantes y baja al metro que le queda más cerca, el de la línea gris marengo. ¡Santamaríamadredios! ¿Pero esto qué es? Decenas de personas aguardan al convoy, parece imposible mantener los dos metros de rigor entre ser y ser... Aprovechando que faltan un par de minutos para la llegada del tren, se fija en la gente que aguarda y le parece ver a un par de tíos que, como él, caminan con las piernas arqueadas y las manos sospechosamente metidas en los bolsillos...

Llega el metro y se mete como puede. Le sobreviene un conato de ataque de pánico. No queda ni un asiento libre de modo que se agarra a la barra y de inmediato la suelta, como si estuviera poseída. ¡Mierda, que es un foco de virus latentes! Ostias, pero el metro arranca y está a punto de perder el equilibrio, como no se sostenga de alguna manera al final acabará esmochándose contra la multitud y será peor el remedio que la enfermedad. Haciendo gala de una agilidad impropia de su edad, entrelaza los pies con la barra situada entre los bancos de asientos como si fuera una bailarina de pole dance. Como lleva las piernas arqueadas desde que ha salido de casa, la raja del culo presenta una obertura más generosa de lo habitual, de modo que aprovecha la coyuntura para insertar el frío metal entre el hueco de las cachas y asirse fuertemente haciendo un movimiento de presión con los glúteos. Se alegra de las clases de yoga online a las que ha asistido durante el confinamiento, por fin le han servido para algo...

Cuando llega a la parada de Les Cortesanes baja para hacer transbordo. El firme agarre cular había hecho ventosa y al soltarse para abandonar el metro ha parecido como si alguien descorchara una botella de vino, pero el gentío era tal que nadie parece haberse percatado. Cruza interminables pasillos de conexión hasta llegar al andén de la parada de la línea Rosa Palo. La mascarilla la lleva pegada a la nariz como si fuera una segunda piel, porque el andén parece la primera fila de un concierto de Txarango, en esa época pretérita en la que se podía ir a un concierto... Está sudando como un pollo al horno, siente el aliento en el cogote de la mujer que aguarda justo detrás de él y está empezando a arrepentirse de la cruzada en la que se ha embarcado con tal de echar un polvo... ¡Total, si ya no venía de una paja!

Cambia rápido de pensamiento, porque en cuestión de minutos estará llamando a la puerta de su increíble amante de pago. De pronto, al final de la calle, descubre que hay una pareja de urbanos pidiendo la documentación a los y las transeúntes que por allí pasean. ¡Ostias, y él se acaba de saltar dos zonas sanitarias de golpe! Mira a izquierda y derecha y ve un Condis. Se mete de cabeza, afectado de unos tembleques extraños producto de los nervios. Las cajeras lo miran asustadas cuando entra. Recorre los pasillos plagados de productos con gran nerviosismo, y finalmente decide comprar una Caja Roja de bombones, una botella de vino tinto, una de blanco, una de cava del bueno, un bote de gel hidroalcohólico, un sobre con mascarillas de un solo uso, un paquete de rollos de papel higiénico, dos kilos de harina, uno de arroz, dos pechugas de pollo "fileteadas, por favor", como le dice al chico enmascarado que lo atiende en el mostrador de la charcutería, una merluza de kilo y medio "cortada a rodajas", tres sobres de jamón ibérico, un Sanytol, un paquete de café Saimaza y un saco de carbón para la barbacoa, aunque no tiene ni un triste balconcillo en casa. Todo sea por disimular.

Pide el tiquet correspondiente, se lo coloca entre los dientes y sale de vuelta a la calle dando tumbos y arrastrando bolsas como buenamente puede. Con la tontería ya va tarde, pero no quiere arriesgarse a que lo multen y luego tenga que dar sospechosas explicaciones en casa...

Para su sorpresa, la pareja de urbanos ha desaparecido y ahora tiene paso franco hasta el piso. Se alegra solo en parte, porque ahora qué cojones hace con la compra. Se la regalará a su querida escort, no le queda otra...

Finalmente llega ante la puerta, llama al timbre y asoma Rigoberta Escort. O eso supone, porque la capelina de plástico amarilla, el gorro quirúrgico y la mascarilla FPP2 no le permiten ser muy preciso en sus apreciaciones.

“¡Vecina, el del Condiiiiis!”, vocifera Rigoberta, y le señala la puerta de enfrente al tiempo que cierra la suya propia.

Lo ha confundido con el repartidor. Vuelve a llamar al timbre, esta vez acompañando el gesto de un lamentable quejido: “Rigoberta, ¡abre, soy yo! ¡Gomita!”.

La puerta se abre de nuevo. “Coño, Gomita, no te he reconocido, llegas tarde, mi amol. ¿Y dónde vas con tantas bolsas?” “Es largo de explicar”, responde Gomita, que suelta las bolsas de inmediato y hace ademán de abrazarse a la que parece una trabajadora de planta radiactiva...

“Quita, quita, dónde vas gañán…” y lo aparta con cajas destempladas. “Hay que seguir los protocolos de seguridad”.

Lo obliga a quitarse los zapatos en el rellano, los rocía con un combinado de lejía y agua, se los hace meter en una bolsa de plástico, lo hace pasar al descansillo, allí le dice que tiene que desnudarse a punta de pistola difusora de desinfectante y, cuando lo tiene en pelota picada, le entrega una bolsa negra de basura y le dice que lo meta todo dentro.

Todavía a punta de pistola, lo lleva hasta la ducha y allí se queda, observándolo fijamente mientras procede. Le dice que se aplique gel hidroalcohólico en “la punta de la cosita”, palabras textuales. “Te va a escocer un poco, mi amol, pero ya verás qué rico…”

¡Riquísimo! Suelta un alarido tarzanesco y se le pone la punta de un color rojizo tirando a lava vesubiana. La idea de la paja en casa cada vez le parece más deseable…

Una vez secado con una toalla desechable, que le deja medio cuerpo a ronchas, se dirige a la sala de autos, con las manos en alto puesto que Rigoberta sigue apuntándole con la pistola difusora…

Deja por fin la pistola sobre la mesilla. Se fija en el reloj. Ya han pasado veinte minutos. “Ahora sí vamos a disfrutar, cariño”, le dice Rigoberta con la voz tomada por la máscara, que parece Darth Vader hablando con su hijo…

“Cierra los ojos, mi amol”. Y acto seguido le coloca una mascarilla que le tapa nariz y boca, un chubasquero amarillo de esos que venden en los bazares cuando caen cuatro gotas, y unas manoplas de las de sacar la bandeja del horno. “Es que en la farmacia ya no les quedaban guantes de nitrilo para hoy”.

Entre que no se ha secado bien y que hace un calor de mil demonios, el chubasquero se le pega al cuerpo como si fuera una segunda piel. Rigoberta se arrodilla ante él, le coge la polla con la mano enguantada y empieza a pajearlo, con tan mala suerte que el nitrilo de su guante, en uno de los movimientos de vaivén, queda enganchado entre la piel del prepucio y la carne de la punta, de manera que tras un tenso estirón se rompe, soltándole un latigazo en el glande equivalente a un bastonazo con una vara flexible.

Expele un “¡ay! que se propaga por todo el edificio. Cae sobre la cama y se acurruca en posición fetal llevándose las manos a la entrepierna con un dolor inmenso. Rigoberta le echa bronca. “¡Mira lo que has hecho, me has roto los guantes! ¡Vaya como me hayas contagiado!”

Se da cuenta de que está siendo excesivamente dura, se traga los miedos y le dice… “No te preocupes mi amol, que esto lo solucionamos ahora mismito”. Lo estira boca arriba, le arremanga el chubasquero y le deja la polla a la vista. Está flácida y alicaída. Rigoberta se lleva a las manos a la máscara y abre una especie de gatera que tiene sobre la boca. Jamás había visto ese modelo de máscara. Al levantar la solapa, ésta le tapa los ojos y necesita tres intentos para llevarse el pene de Gomita a la boca. En los dos primeros engulle un jirón de plástico del chubasquero, para empezar, y una mata de pelo púbico aledaño a los huevos, justo después.

Finalmente empieza a churrupar pero, tras cada cuatro comidas, Rigoberta se la saca de la boca y la rocía con gel hidroalcohólico, con el consiguiente escozor y laceración del prepucio. Gomita no puede más y le dice que pare. “Esto no funciona, vamos a follar directamente”

“Está bien”, responde Rigoberta, “pero solo podemos hacerlo en las posturas que protegen de posibles contactos”. Se coloca a cuatro patas sobre la cama, se ajusta la capelina alrededor de glúteos y piernas y, con un bisturí quirúrgico recién esterilizado, realiza una incisión justo encima de donde, más o menos, le queda el chirri.

Gomita intenta cogerse el miembro para insertarlo por la primera ranura plástica, que ha de conducirle a la segunda y postrera ranura cárnica, pero entre que tiene la polla caída como un lirio ajado y que las manoplas que le ha dejado Rigoberta le van tres tallas grandes, lo único que consigue es restregar la punta del nardo contra las arrugas del plástico, escociéndose aún más, si es que eso era posible, el mástil.

Finalmente, chorreando de sudor, con las manoplas del revés, el chubasquero arrebujado sobre los cachetes del culo, la polla roja como un tomate y los huevos a punto de estallar, tensos como membrana de tambor, Gomita desiste.

“Esperemos a la Fase 3, Rigoberta”. Cejijunto y huraño, se despoja de la capelina chorreante, se viste con la poca dignidad que le queda, deja lo pactado sobre la mesita de noche y regresa, triste y dolorido, a la realidad inconcebible de la calle. Terrazas llenas. Adolescentes abrazándose, besándose. Supermercados abarrotados. Abuelos, niños, jóvenes y adultos compartiendo espacios por doquier. Y él, con las piernas arqueadas, la entrepierna escocida y un dolor en el alma inabarcable.

Se sienta en una terraza que tiene una mesa libre y pide una cerveza. Mientras se la traen, se coloca el saco de carbón sobre el regazo, mete la mano bajo la botonera del pantalón y empieza a pajearse pensando en la Rigoberta pre-confinamiento…

[limon]

¡Oh, dones joves i grans que seguiu a les triomfals legions romanes, que endolciu les nits dels centurions fatigats i calmeu el dolor en el cos del soldat travessat per una sageta parta; que feu pujar al filòsof grec allà on no arriba amb la seva saviesa; que sou a la cambra encoixinada de sedes del sultà o en el llit espartà d'un home humil. Oh, dones joves i grans, no m'abandoneu mai!

[Trauet]

Iniciado por Xasel

Eso es lo que dice la norma...
Ahora que le expliquen la norma a los de la calle Riera Blanca, que una acera es Barcelona y la otra Hopitalet... (pobres, no pueden cruzar la acera... )

Tienes razón.!!!

[Medio Siglo]

Hoy estoy que me salgo!!!!!!!



Tranquilos, el pelo es una peluca

Hoy voy a jugar a pádel , es el primer indicio de mi vuelta a la normalidad no me puedo imaginar, cómo estaré, cuando pueda......



Seguro que me salgo!!!!!

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bump

Iniciado por Romita

Justo a posts como este es a los que me refería en la respuesta a Pippin. Letras que no salen del teclado, sino de muy adentro de algun@ de nosotr@s. En un foro de sexo. ¿Es normal eso? No sé si es normal. Pero fabuloso lo es un rato.

Ptha, me encantan tus reflexiones... Y de tu fortaleza, ya ni hablemos...

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bump

Tú y yo tenemos uno pendiente...

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bump

Medio Siglo, a veces sí hay dos sin tres... Aunque igual hubiera sido mejor seguir con la tendencia a la baja...

Romita, día 2 de la Fase 1 del Desconfinamiento

Con los huevos a punto de reventar por simple efecto acumulativo, sale de casa arqueando en exceso las piernas para no rozarlos pero con un objetivo claro en mente. Hace una semana cerró la cita previendo, acertadamente, que hoy lunes entrarían en fase 1. La cagó con lo de las distancias, porque está a punto de saltarse dos zonas sanitarias de esas, pero que le den por culo al distanciamiento social, los límites inter e intraprovinciales, las zonas sanitarias, al Fernando Simón, al Illa y al mismísimo dios todopoderoso encarnado en alcaldesa progre de la Ciudad Condal! Hoy sale dispuesto a follar y va a follar así se esté acabando el mundo...

Se coloca mascarilla y guantes y baja al metro que le queda más cerca, el de la línea gris marengo. ¡Santamaríamadredios! ¿Pero esto qué es? Decenas de personas aguardan al convoy, parece imposible mantener los dos metros de rigor entre ser y ser... Aprovechando que faltan un par de minutos para la llegada del tren, se fija en la gente que aguarda y le parece ver a un par de tíos que, como él, caminan con las piernas arqueadas y las manos sospechosamente metidas en los bolsillos...

Llega el metro y se mete como puede. Le sobreviene un conato de ataque de pánico. No queda ni un asiento libre de modo que se agarra a la barra y de inmediato la suelta, como si estuviera poseída. ¡Mierda, que es un foco de virus latentes! Ostias, pero el metro arranca y está a punto de perder el equilibrio, como no se sostenga de alguna manera al final acabará esmochándose contra la multitud y será peor el remedio que la enfermedad. Haciendo gala de una agilidad impropia de su edad, entrelaza los pies con la barra situada entre los bancos de asientos como si fuera una bailarina de pole dance. Como lleva las piernas arqueadas desde que ha salido de casa, la raja del culo presenta una obertura más generosa de lo habitual, de modo que aprovecha la coyuntura para insertar el frío metal entre el hueco de las cachas y asirse fuertemente haciendo un movimiento de presión con los glúteos. Se alegra de las clases de yoga online a las que ha asistido durante el confinamiento, por fin le han servido para algo...

Cuando llega a la parada de Les Cortesanes baja para hacer transbordo. El firme agarre cular había hecho ventosa y al soltarse para abandonar el metro ha parecido como si alguien descorchara una botella de vino, pero el gentío era tal que nadie parece haberse percatado. Cruza interminables pasillos de conexión hasta llegar al andén de la parada de la línea Rosa Palo. La mascarilla la lleva pegada a la nariz como si fuera una segunda piel, porque el andén parece la primera fila de un concierto de Txarango, en esa época pretérita en la que se podía ir a un concierto... Está sudando como un pollo al horno, siente el aliento en el cogote de la mujer que aguarda justo detrás de él y está empezando a arrepentirse de la cruzada en la que se ha embarcado con tal de echar un polvo... ¡Total, si ya no venía de una paja!

Cambia rápido de pensamiento, porque en cuestión de minutos estará llamando a la puerta de su increíble amante de pago. De pronto, al final de la calle, descubre que hay una pareja de urbanos pidiendo la documentación a los y las transeúntes que por allí pasean. ¡Ostias, y él se acaba de saltar dos zonas sanitarias de golpe! Mira a izquierda y derecha y ve un Condis. Se mete de cabeza, afectado de unos tembleques extraños producto de los nervios. Las cajeras lo miran asustadas cuando entra. Recorre los pasillos plagados de productos con gran nerviosismo, y finalmente decide comprar una Caja Roja de bombones, una botella de vino tinto, una de blanco, una de cava del bueno, un bote de gel hidroalcohólico, un sobre con mascarillas de un solo uso, un paquete de rollos de papel higiénico, dos kilos de harina, uno de arroz, dos pechugas de pollo "fileteadas, por favor", como le dice al chico enmascarado que lo atiende en el mostrador de la charcutería, una merluza de kilo y medio "cortada a rodajas", tres sobres de jamón ibérico, un Sanytol, un paquete de café Saimaza y un saco de carbón para la barbacoa, aunque no tiene ni un triste balconcillo en casa. Todo sea por disimular.

Pide el tiquet correspondiente, se lo coloca entre los dientes y sale de vuelta a la calle dando tumbos y arrastrando bolsas como buenamente puede. Con la tontería ya va tarde, pero no quiere arriesgarse a que lo multen y luego tenga que dar sospechosas explicaciones en casa...

Para su sorpresa, la pareja de urbanos ha desaparecido y ahora tiene paso franco hasta el piso. Se alegra solo en parte, porque ahora qué cojones hace con la compra. Se la regalará a su querida escort, no le queda otra...

Finalmente llega ante la puerta, llama al timbre y asoma Rigoberta Escort. O eso supone, porque la capelina de plástico amarilla, el gorro quirúrgico y la mascarilla FPP2 no le permiten ser muy preciso en sus apreciaciones.

“¡Vecina, el del Condiiiiis!”, vocifera Rigoberta, y le señala la puerta de enfrente al tiempo que cierra la suya propia.

Lo ha confundido con el repartidor. Vuelve a llamar al timbre, esta vez acompañando el gesto de un lamentable quejido: “Rigoberta, ¡abre, soy yo! ¡Gomita!”.

La puerta se abre de nuevo. “Coño, Gomita, no te he reconocido, llegas tarde, mi amol. ¿Y dónde vas con tantas bolsas?” “Es largo de explicar”, responde Gomita, que suelta las bolsas de inmediato y hace ademán de abrazarse a la que parece una trabajadora de planta radiactiva...

“Quita, quita, dónde vas gañán…” y lo aparta con cajas destempladas. “Hay que seguir los protocolos de seguridad”.

Lo obliga a quitarse los zapatos en el rellano, los rocía con un combinado de lejía y agua, se los hace meter en una bolsa de plástico, lo hace pasar al descansillo, allí le dice que tiene que desnudarse a punta de pistola difusora de desinfectante y, cuando lo tiene en pelota picada, le entrega una bolsa negra de basura y le dice que lo meta todo dentro.

Todavía a punta de pistola, lo lleva hasta la ducha y allí se queda, observándolo fijamente mientras procede. Le dice que se aplique gel hidroalcohólico en “la punta de la cosita”, palabras textuales. “Te va a escocer un poco, mi amol, pero ya verás qué rico…”

¡Riquísimo! Suelta un alarido tarzanesco y se le pone la punta de un color rojizo tirando a lava vesubiana. La idea de la paja en casa cada vez le parece más deseable…

Una vez secado con una toalla desechable, que le deja medio cuerpo a ronchas, se dirige a la sala de autos, con las manos en alto puesto que Rigoberta sigue apuntándole con la pistola difusora…

Deja por fin la pistola sobre la mesilla. Se fija en el reloj. Ya han pasado veinte minutos. “Ahora sí vamos a disfrutar, cariño”, le dice Rigoberta con la voz tomada por la máscara, que parece Darth Vader hablando con su hijo…

“Cierra los ojos, mi amol”. Y acto seguido le coloca una mascarilla que le tapa nariz y boca, un chubasquero amarillo de esos que venden en los bazares cuando caen cuatro gotas, y unas manoplas de las de sacar la bandeja del horno. “Es que en la farmacia ya no les quedaban guantes de nitrilo para hoy”.

Entre que no se ha secado bien y que hace un calor de mil demonios, el chubasquero se le pega al cuerpo como si fuera una segunda piel. Rigoberta se arrodilla ante él, le coge la polla con la mano enguantada y empieza a pajearlo, con tan mala suerte que el nitrilo de su guante, en uno de los movimientos de vaivén, queda enganchado entre la piel del prepucio y la carne de la punta, de manera que tras un tenso estirón se rompe, soltándole un latigazo en el glande equivalente a un bastonazo con una vara flexible.

Expele un “¡ay! que se propaga por todo el edificio. Cae sobre la cama y se acurruca en posición fetal llevándose las manos a la entrepierna con un dolor inmenso. Rigoberta le echa bronca. “¡Mira lo que has hecho, me has roto los guantes! ¡Vaya como me hayas contagiado!”

Se da cuenta de que está siendo excesivamente dura, se traga los miedos y le dice… “No te preocupes mi amol, que esto lo solucionamos ahora mismito”. Lo estira boca arriba, le arremanga el chubasquero y le deja la polla a la vista. Está flácida y alicaída. Rigoberta se lleva a las manos a la máscara y abre una especie de gatera que tiene sobre la boca. Jamás había visto ese modelo de máscara. Al levantar la solapa, ésta le tapa los ojos y necesita tres intentos para llevarse el pene de Gomita a la boca. En los dos primeros engulle un jirón de plástico del chubasquero, para empezar, y una mata de pelo púbico aledaño a los huevos, justo después.

Finalmente empieza a churrupar pero, tras cada cuatro comidas, Rigoberta se la saca de la boca y la rocía con gel hidroalcohólico, con el consiguiente escozor y laceración del prepucio. Gomita no puede más y le dice que pare. “Esto no funciona, vamos a follar directamente”

“Está bien”, responde Rigoberta, “pero solo podemos hacerlo en las posturas que protegen de posibles contactos”. Se coloca a cuatro patas sobre la cama, se ajusta la capelina alrededor de glúteos y piernas y, con un bisturí quirúrgico recién esterilizado, realiza una incisión justo encima de donde, más o menos, le queda el chirri.

Gomita intenta cogerse el miembro para insertarlo por la primera ranura plástica, que ha de conducirle a la segunda y postrera ranura cárnica, pero entre que tiene la polla caída como un lirio ajado y que las manoplas que le ha dejado Rigoberta le van tres tallas grandes, lo único que consigue es restregar la punta del nardo contra las arrugas del plástico, escociéndose aún más, si es que eso era posible, el mástil.

Finalmente, chorreando de sudor, con las manoplas del revés, el chubasquero arrebujado sobre los cachetes del culo, la polla roja como un tomate y los huevos a punto de estallar, tensos como membrana de tambor, Gomita desiste.

“Esperemos a la Fase 3, Rigoberta”. Cejijunto y huraño, se despoja de la capelina chorreante, se viste con la poca dignidad que le queda, deja lo pactado sobre la mesita de noche y regresa, triste y dolorido, a la realidad inconcebible de la calle. Terrazas llenas. Adolescentes abrazándose, besándose. Supermercados abarrotados. Abuelos, niños, jóvenes y adultos compartiendo espacios por doquier. Y él, con las piernas arqueadas, la entrepierna escocida y un dolor en el alma inabarcable.

Se sienta en una terraza que tiene una mesa libre y pide una cerveza. Mientras se la traen, se coloca el saco de carbón sobre el regazo, mete la mano bajo la botonera del pantalón y empieza a pajearse pensando en la Rigoberta pre-confinamiento…

Menos mal que todo es fruto de tu imaginación, verdad?

Se le quitan a uno las ganas de follar

[Pippin]

Pues como siempre me demostrais, os tengo que dar las gracias, a todos y de manera especial a Ptha y Romita.

Ni me acorde de que ayer era el dia friki.
Con lo que soy yo.

Una de las obras que llevó siguiendo desde los 15 años es One Piece.
No la sigo por las peleas, ni por las mujeres de grandes pechos.
La sigo, principalmente, porque casa perfectamente con mis valores.
En dicho manga, su protagonista no juzga, simplemente actúa. A veces de manera estúpida y divertida.
Pero en dicho manga queda reflejado su personalidad.
Aborrece la injusticia, la esclavitud, la marginación, el racismo... Y lucha con todas sus fuerzas para la causa que considera justa sin importarle su propia integridad.
Puede que en el manga haya muchos poderes increíbles.
Pero para mi, el mayor poder de su protagonista es convertir a sus enemigos en aliados. Solo por demostrarles su determinación.

Hace unos meses un verdadero amigo me dijo que soy la persona más leal que conoce.
Me dejó a cuadros.
Solo se que defiendo lo que creo con una pasión que hasta me hace daño. Exactamente así

YouTube (Short URL)

Para que entendais el contexto, os explicó que el hombre de arena es intangible si no se le toca con agua.
La sangre en las manos del chico de rojo, al ser líquida, es lo que hace posible que lo golpee.
Todo por defender a su amiga y su país de la tiranía del hombre de arena.

Por eso estoy así. Por ansioso. Deseo más libertad de la que nos están ofreciendo.
He vivido más en tres años que en treinta, solo porque me he permitido el lujo de querer vivir, cosa que antes no hacia.
Y si lo hacía, me sentía culpable por ello, y a veces me lo hacían sentir.
Pero eso cambie y aproveche la oportunidad.
¿Podria haberlo hecho antes? No sin ver a gente que quiero sufrir. Por eso no lo hice. Me duele como propio ver sufrir a la gente que quiero.

Ptha, no me preocupa la pitopausia. Me preocupa que soy consciente de que ni en la mejor compañia va a arreglarse.
Me dirás que no puedo saberlo hasta que me vea en esa situación. Y yo te responderé que puede que pase más de un año hasta que lo averigüe.
Tiempo de sobra para acostumbrarme a una vida asexual y dejar de recurrir a este tipo de servicios.

Y si volvería a ver a alguna de ellas no sería buscando sexo. Lo haría para reencontrarme con una persona a la que quisiera darle las gracias en persona por última vez.

Lo que dices del testamento, hace meses deje hecho el mío y corroboró tus cálculos. No cuesta nada dejar las cosas bien hechas para los que se queden aquí. Luego sino es un follón. Y lo se por mi hermano.

Vómito largo. Pero aún quedaba de soltar ciertas cosas, y vuestras palabras me han hecho meditar.

Me levante con el derecho, pero no basta un solo día para quitar esto.
Solo queda comer y seguir ordenando ideas.

Hacedme un favor vosotros que podéis. Disfrutad de la vida. Yo prefiero escribir un poco más hoy.

Hasta mañana

[Baja_134832]

Perdonad que pase otra vez por aquí, hoy estoy pesaíto... Pero es que me he acostumbrado a explicar mis cosas en este hilo, y ahora que me ha pasado algo pues he pensado... El otro día estaba girado, ya lo pudisteis comprobar. Pues me propuse dejarme de tonterías y ponerle buena cara a la vida, que a fin de cuenta son dos días...

Y más ahora. Que ya podemos salir. A la hora que nos dé la gana; es una imbecilidad lo de los horarios de paseo, porque simplemente diciendo que vas a tomarte una birra puedes estar en la calle a cualquier hora. Puedes reunirte con la familia. Puedes reunirte con los amigos. Las tiendas están abiertas, hace tiempo de verano… Si pudiera escaparme a hacerme un masaje esto sería la reostia. En definitiva, que ya podemos hacer una vida más o menos normal…

Pues siempre tiene que pasar algo que te agríe la fiesta.

Yo soy un tipo que suelo llevarme bien con la gente. No es que caiga bien o mal, simplemente es que paso desapercibido porque, a fuerza de timidez, podría decirse que no molesto. En mis círculos más cerrados de amistades, me suelto más y a veces ejerzo incluso de graciosete. El típico que siempre dice payasadas. Se me da bien escuchar, y de vez en cuando hay quien me cuenta sus cosillas, casi siempre mujeres, no sé, debo inspirarles más confianza. Pero en líneas generales, mis interacciones sociales en los diversos grupos (amigos, trabajo, deporte…) son más bien tirando a superficiales.

Ya me estoy yendo por las ramas. Lo que quería decir es que, por mi carácter, me cuesta horrores forjar una amistad de verdad. Lo que vendría siendo un amigo o una amiga del alma. Recuerdo tener alguna en la adolescencia. A partir de ahí, amistades superficiales toda la vida. Te llevas bien, te lo pasas en grande, pero no te lo explicas todo. De hecho, en toda mi vida adulta no recuerdo una sola persona a la que le haya contado nada personal. Todo me lo he guardado siempre para mí.

Hasta hace muy poco años. Casualmente, coincidiendo, más o menos, con mi estreno en el mundo del sexo de pago. Pergeñé, muy poco a poco, una amistad de las de verdad. Con una compañera del trabajo. Amistad, que quede claro. Nada más. Hasta el punto que no tengo (tenía) ni un solo secreto con ella. Se lo he contado todo. TODO.

Ayer se acabó esta amistad. Saltó en mil pedazos. En pleno confinamiento. Vía mail. Porque resulta que he estado viviendo en la inopia. Porque parece ser que yo no sé qué significado tiene la palabra “amistad”. “Amistad es algo más que lo que tenemos tú y yo”. Normal, no había tenido ninguna en toda mi vida adulta. Resulta que en realidad somos, simplemente, compañeros. Colegas del trabajo. No sé, yo a un simple compañero del trabajo no le hubiera contado jamás en la vida según qué cosas. Que a ella sí se las he contado. Jodida manía de esperar cosas. Jodida manía de pretender que los demás actúen como a nosotros nos gustaría que lo hicieran.

A tomar por culo. Educadamente, porque la rabia y la mala ostia me las guardo para mí, le he dicho que OK. Que compañeros, que estaría equivocado yo. Que se acabaron las confesiones y el explicarle ni una mierda sobre lo que me haga estar mal o tremendamente feliz. Chascarrillos del curro y para de contar.

Me duele en el alma. Porque la quiero y la aprecio muchísimo. Pero esto no me lo esperaba. Y no me da la gana. Y voy a pensar únicamente en mí.

Me queda una persona a la que le cuento mis cosas, y que llegó después de esta compi del curro. Con ella es más fácil, porque en primer lugar sé que no espera nada, y en segundo lugar ya tengo claro que no considera lo nuestro una amistad clásica. Es algo diferente, tal vez raro. Ella no diría que somos amigos. Pero yo le cuento mis cosas y ella a mí las que quiere. Y nos escuchamos y nos ayudamos. Ella a mí, seguro. Yo a ella, creo que también. Espero que me dure más. El no esperar nada es un seguro de vida.

No obstante, estoy jodido. Mal momento para perder a una persona…

¿Qué es para vosotr@s la amistad? ¿Esperáis demasiado de un/a amigo/a? ¿Esperáis algo en realidad? ¿Tenéis amig@s de verdad? No sé, igual daría para otro hilo, esto. No hace falta que contestéis, son idas de olla mías…

[Aramis 43]

Iniciado por Romita

¿Qué es para vosotr@s la amistad? ¿Esperáis demasiado de un/a amigo/a? ¿Esperáis algo en realidad? ¿Tenéis amig@s de verdad? No sé, igual daría para otro hilo, esto. No hace falta que contestéis, son idas de olla mías…

Pues yo si digo algo. Otra cosa sería que hubieses escrito que si que contestemos.

Ahora en serio...

Se ha escrito mucho sobre la amistad, creo que cada uno lo ve a su manera,
Hay muchas frases... "los amigos se pueden contar con los dedos de una mano" "hay amigos, conocidos, compañeros y saludados"

En el fondo es lo que tu das y lo que esperas. Si no esperas nada no te afecta lo que pueda ocurrir.
Hay dos partes. la tuya y la de la otra persona.
La amistad que tu das es activa depende de ti, la que recibes ya es pasiva no eres el que eliges como actuar.

Yo mismo he tenido muy pocos amigos a lo largo de mi vida, diría que tres y dos ya murieron, uno no hace mucho. Conocidos y compañeros a cientos.

Para mi es difícil de explicar lo que representa tener un amigo, se cuando lo es pero más difícil poder explicarlo.
De todo lo que he escuchado sobre la amistad me quedo con....

Si pierdes un amigo, es que no era amigo.

Y lo aplico sin tener en cuenta el género, ya sea hombre o mujer.

[CritiGastronomi]

Iniciado por Medio Siglo

Hoy estoy que me salgo!!!!!!!

Tranquilos, el pelo es una peluca
Hoy voy a jugar a pádel , es el primer indicio de mi vuelta a la normalidad no me puedo imaginar, cómo estaré, cuando pueda......

Asi, que hoy "padel tro", si señol
Mas que salirte, va a ser que te entras
Cuidado con las agujetas, que alas 21:30, toca caminar

[Ptha]

Iniciado por Romita

Perdonad que pase otra vez por aquí, hoy estoy pesaíto... Pero es que me he acostumbrado a explicar mis cosas en este hilo, y ahora que me ha pasado algo pues he pensado... El otro día estaba girado, ya lo pudisteis comprobar. Pues me propuse dejarme de tonterías y ponerle buena cara a la vida, que a fin de cuenta son dos días...

Y más ahora. Que ya podemos salir. A la hora que nos dé la gana; es una imbecilidad lo de los horarios de paseo, porque simplemente diciendo que vas a tomarte una birra puedes estar en la calle a cualquier hora. Puedes reunirte con la familia. Puedes reunirte con los amigos. Las tiendas están abiertas, hace tiempo de verano… Si pudiera escaparme a hacerme un masaje esto sería la reostia. En definitiva, que ya podemos hacer una vida más o menos normal…

Pues siempre tiene que pasar algo que te agríe la fiesta.

Yo soy un tipo que suelo llevarme bien con la gente. No es que caiga bien o mal, simplemente es que paso desapercibido porque, a fuerza de timidez, podría decirse que no molesto. En mis círculos más cerrados de amistades, me suelto más y a veces ejerzo incluso de graciosete. El típico que siempre dice payasadas. Se me da bien escuchar, y de vez en cuando hay quien me cuenta sus cosillas, casi siempre mujeres, no sé, debo inspirarles más confianza. Pero en líneas generales, mis interacciones sociales en los diversos grupos (amigos, trabajo, deporte…) son más bien tirando a superficiales.

Ya me estoy yendo por las ramas. Lo que quería decir es que, por mi carácter, me cuesta horrores forjar una amistad de verdad. Lo que vendría siendo un amigo o una amiga del alma. Recuerdo tener alguna en la adolescencia. A partir de ahí, amistades superficiales toda la vida. Te llevas bien, te lo pasas en grande, pero no te lo explicas todo. De hecho, en toda mi vida adulta no recuerdo una sola persona a la que le haya contado nada personal. Todo me lo he guardado siempre para mí.

Hasta hace muy poco años. Casualmente, coincidiendo, más o menos, con mi estreno en el mundo del sexo de pago. Pergeñé, muy poco a poco, una amistad de las de verdad. Con una compañera del trabajo. Amistad, que quede claro. Nada más. Hasta el punto que no tengo (tenía) ni un solo secreto con ella. Se lo he contado todo. TODO.

Ayer se acabó esta amistad. Saltó en mil pedazos. En pleno confinamiento. Vía mail. Porque resulta que he estado viviendo en la inopia. Porque parece ser que yo no sé qué significado tiene la palabra “amistad”. “Amistad es algo más que lo que tenemos tú y yo”. Normal, no había tenido ninguna en toda mi vida adulta. Resulta que en realidad somos, simplemente, compañeros. Colegas del trabajo. No sé, yo a un simple compañero del trabajo no le hubiera contado jamás en la vida según qué cosas. Que a ella sí se las he contado. Jodida manía de esperar cosas. Jodida manía de pretender que los demás actúen como a nosotros nos gustaría que lo hicieran.

A tomar por culo. Educadamente, porque la rabia y la mala ostia me las guardo para mí, le he dicho que OK. Que compañeros, que estaría equivocado yo. Que se acabaron las confesiones y el explicarle ni una mierda sobre lo que me haga estar mal o tremendamente feliz. Chascarrillos del curro y para de contar.

Me duele en el alma. Porque la quiero y la aprecio muchísimo. Pero esto no me lo esperaba. Y no me da la gana. Y voy a pensar únicamente en mí.

Me queda una persona a la que le cuento mis cosas, y que llegó después de esta compi del curro. Con ella es más fácil, porque en primer lugar sé que no espera nada, y en segundo lugar ya tengo claro que no considera lo nuestro una amistad clásica. Es algo diferente, tal vez raro. Ella no diría que somos amigos. Pero yo le cuento mis cosas y ella a mí las que quiere. Y nos escuchamos y nos ayudamos. Ella a mí, seguro. Yo a ella, creo que también. Espero que me dure más. El no esperar nada es un seguro de vida.

No obstante, estoy jodido. Mal momento para perder a una persona…

¿Qué es para vosotr@s la amistad? ¿Esperáis demasiado de un/a amigo/a? ¿Esperáis algo en realidad? ¿Tenéis amig@s de verdad? No sé, igual daría para otro hilo, esto. No hace falta que contestéis, son idas de olla mías…

Yo por suerte tengo unos cuantos amigos, pocos pero testados en las peores situaciones
Que es para mí un amigo,
Alguien con el que puedes estar meses sin hablar, al que encuentras por casualidad un día y la podeis pasar la tarde de copas sin recriminaciones, solo disfrutando el momento
Un amigo es alguien por el que dejarías cualquier cosa si lo necesitase, y que haría lo mismo por ti sin necesidad de que nadie lo pida
Un amigo es el que te dice aquello que no quieres escuchar, pero que necesitas saber, es el que te pone en tu sitio cuando pierdes el norte
Un amigo es aquel al que quieres y respetas con todos sus defectos y virtudes
Es alguien diferente a ti, que te da otra visión de la vida diferente
Pero quizás sea por mí forma de ver la vida, no creo que un amigo tenga que saberlo todo de ti, como en las parejas sentimentales, el conocimiento absoluto aburre
No es alguien que es igual a ti, sino alguien que te complementa
Como dijo alguien"un amigo es como tú mujer pero sin follar"
Discrepo con aramis, un amigo se puede perder, porque pese a tener 1000 cosas en común, la gente cambia, se ve influenciada por el entorno, y eso pasa factura
Y si hablamos de la relación de amistad entre diferentes sexos, eso ya es mucho más difícil
Siempre habrá una tensión sexual que llevará a equívocos, pero eso es otro tema y necesitaría otro rollo como este para definirlo
Pd tengo una gran amiga de la infancia, y creo que como es igual que yo, funciona, pese a que hemos follado , pero siempre por placer no por amor
Creo que en esta etapa de mi vida y dentro de este foro, he conocido a algunas personas, que me han hecho creer que se pueden hacer nuevos amig@s, y a l@s que espero tener en mi vida muchos años, si es que tengo esos años

[CritiGastronomi]

Iniciado por Romita

bien tirando a superficiales.

No obstante, estoy jodido. Mal momento para perder a una persona…
¿Qué es para vosotr@s la amistad? ¿Esperáis demasiado de un/a amigo/a? ¿Esperáis algo en realidad? ¿Tenéis amig@s de verdad? No sé, igual daría para otro hilo, esto. No hace falta que contestéis, son idas de olla mías…

Te entiendo, siempre es mal momento, perder a alguien a quien quieres (como amigo, como persona, sexualmente...) y mas en estos momentos
Por desgracia, hoy día, oyes a gente decir "tengo xxx... amigos", cuando tan siquiera se conocen en persona, todos a través de las redes sociales
Para mi, la amistad, es estar cuando esa persona te necesita (bajón psicológico, enfermedad, económica) y en los buenos momentos (risas, juergas...) y viceversa, lo importante es que tu actúes con esa carencia y si eres correspondido, ya tienes una "AMISTAD", tu la has dado, así que siéntete bien

[Xasel]

Iniciado por Romita

Y más ahora. Que ya podemos salir. A la hora que nos dé la gana; es una imbecilidad lo de los horarios de paseo, porque simplemente diciendo que vas a tomarte una birra puedes estar en la calle a cualquier hora. Puedes reunirte con la familia. Puedes reunirte con los amigos. Las tiendas están abiertas, hace tiempo de verano…

Una IMBECILIDAD en mayúsculas que es para hacérselo mirar...

---

bump

Iniciado por Romita

¿Qué es para vosotr@s la amistad? ¿Esperáis demasiado de un/a amigo/a? ¿Esperáis algo en realidad? ¿Tenéis amig@s de verdad? No sé, igual daría para otro hilo, esto. No hace falta que contestéis, son idas de olla mías…

La amistad ni espera ni se plantea, la amistad es aquello que se da... ni más ni menos.
Quien no está a la altura demuestra que no sabe que es ese valor tan preciado...

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bump

Iniciado por Aramis 43

Si pierdes un amigo, es que no era amigo.

Y lo aplico sin tener en cuenta el género, ya sea hombre o mujer.

Gran verdad esa...

[Baja_19632]

Iniciado por Romita

Perdonad que pase otra vez por aquí, hoy estoy pesaíto... Pero es que me he acostumbrado a explicar mis cosas en este hilo, y ahora que me ha pasado algo pues he pensado... El otro día estaba girado, ya lo pudisteis comprobar. Pues me propuse dejarme de tonterías y ponerle buena cara a la vida, que a fin de cuenta son dos días...

Y más ahora. Que ya podemos salir. A la hora que nos dé la gana; es una imbecilidad lo de los horarios de paseo, porque simplemente diciendo que vas a tomarte una birra puedes estar en la calle a cualquier hora. Puedes reunirte con la familia. Puedes reunirte con los amigos. Las tiendas están abiertas, hace tiempo de verano… Si pudiera escaparme a hacerme un masaje esto sería la reostia. En definitiva, que ya podemos hacer una vida más o menos normal…

Pues siempre tiene que pasar algo que te agríe la fiesta.

Yo soy un tipo que suelo llevarme bien con la gente. No es que caiga bien o mal, simplemente es que paso desapercibido porque, a fuerza de timidez, podría decirse que no molesto. En mis círculos más cerrados de amistades, me suelto más y a veces ejerzo incluso de graciosete. El típico que siempre dice payasadas. Se me da bien escuchar, y de vez en cuando hay quien me cuenta sus cosillas, casi siempre mujeres, no sé, debo inspirarles más confianza. Pero en líneas generales, mis interacciones sociales en los diversos grupos (amigos, trabajo, deporte…) son más bien tirando a superficiales.

Ya me estoy yendo por las ramas. Lo que quería decir es que, por mi carácter, me cuesta horrores forjar una amistad de verdad. Lo que vendría siendo un amigo o una amiga del alma. Recuerdo tener alguna en la adolescencia. A partir de ahí, amistades superficiales toda la vida. Te llevas bien, te lo pasas en grande, pero no te lo explicas todo. De hecho, en toda mi vida adulta no recuerdo una sola persona a la que le haya contado nada personal. Todo me lo he guardado siempre para mí.

Hasta hace muy poco años. Casualmente, coincidiendo, más o menos, con mi estreno en el mundo del sexo de pago. Pergeñé, muy poco a poco, una amistad de las de verdad. Con una compañera del trabajo. Amistad, que quede claro. Nada más. Hasta el punto que no tengo (tenía) ni un solo secreto con ella. Se lo he contado todo. TODO.

Ayer se acabó esta amistad. Saltó en mil pedazos. En pleno confinamiento. Vía mail. Porque resulta que he estado viviendo en la inopia. Porque parece ser que yo no sé qué significado tiene la palabra “amistad”. “Amistad es algo más que lo que tenemos tú y yo”. Normal, no había tenido ninguna en toda mi vida adulta. Resulta que en realidad somos, simplemente, compañeros. Colegas del trabajo. No sé, yo a un simple compañero del trabajo no le hubiera contado jamás en la vida según qué cosas. Que a ella sí se las he contado. Jodida manía de esperar cosas. Jodida manía de pretender que los demás actúen como a nosotros nos gustaría que lo hicieran.

A tomar por culo. Educadamente, porque la rabia y la mala ostia me las guardo para mí, le he dicho que OK. Que compañeros, que estaría equivocado yo. Que se acabaron las confesiones y el explicarle ni una mierda sobre lo que me haga estar mal o tremendamente feliz. Chascarrillos del curro y para de contar.

Me duele en el alma. Porque la quiero y la aprecio muchísimo. Pero esto no me lo esperaba. Y no me da la gana. Y voy a pensar únicamente en mí.

Me queda una persona a la que le cuento mis cosas, y que llegó después de esta compi del curro. Con ella es más fácil, porque en primer lugar sé que no espera nada, y en segundo lugar ya tengo claro que no considera lo nuestro una amistad clásica. Es algo diferente, tal vez raro. Ella no diría que somos amigos. Pero yo le cuento mis cosas y ella a mí las que quiere. Y nos escuchamos y nos ayudamos. Ella a mí, seguro. Yo a ella, creo que también. Espero que me dure más. El no esperar nada es un seguro de vida.

No obstante, estoy jodido. Mal momento para perder a una persona…

¿Qué es para vosotr@s la amistad? ¿Esperáis demasiado de un/a amigo/a? ¿Esperáis algo en realidad? ¿Tenéis amig@s de verdad? No sé, igual daría para otro hilo, esto. No hace falta que contestéis, son idas de olla mías…

Difícil añadir nada a lo que han dicho los compañeros, yo solo decirte que se aprende a base de hostias, eso dicen, yo tengo 65 años y todavía no e aprendido, en casos como el tuyo me sentiría muy decepcionado y lo que más me jode es las vueltas que le daria a la cabeza, quizás ahora estoy empezando a distinguir un poco, Romita no te perdiste nada con esa muchacha, estoy seguro que ella sí perdió mucho.

[medved69]

Iniciado por Romita

Perdonad que pase otra vez por aquí, hoy estoy pesaíto... Pero es que me he acostumbrado a explicar mis cosas en este hilo, y ahora que me ha pasado algo pues he pensado... El otro día estaba girado, ya lo pudisteis comprobar. Pues me propuse dejarme de tonterías y ponerle buena cara a la vida, que a fin de cuenta son dos días...

Y más ahora. Que ya podemos salir. A la hora que nos dé la gana; es una imbecilidad lo de los horarios de paseo, porque simplemente diciendo que vas a tomarte una birra puedes estar en la calle a cualquier hora. Puedes reunirte con la familia. Puedes reunirte con los amigos. Las tiendas están abiertas, hace tiempo de verano… Si pudiera escaparme a hacerme un masaje esto sería la reostia. En definitiva, que ya podemos hacer una vida más o menos normal…

Pues siempre tiene que pasar algo que te agríe la fiesta.

Yo soy un tipo que suelo llevarme bien con la gente. No es que caiga bien o mal, simplemente es que paso desapercibido porque, a fuerza de timidez, podría decirse que no molesto. En mis círculos más cerrados de amistades, me suelto más y a veces ejerzo incluso de graciosete. El típico que siempre dice payasadas. Se me da bien escuchar, y de vez en cuando hay quien me cuenta sus cosillas, casi siempre mujeres, no sé, debo inspirarles más confianza. Pero en líneas generales, mis interacciones sociales en los diversos grupos (amigos, trabajo, deporte…) son más bien tirando a superficiales.

Ya me estoy yendo por las ramas. Lo que quería decir es que, por mi carácter, me cuesta horrores forjar una amistad de verdad. Lo que vendría siendo un amigo o una amiga del alma. Recuerdo tener alguna en la adolescencia. A partir de ahí, amistades superficiales toda la vida. Te llevas bien, te lo pasas en grande, pero no te lo explicas todo. De hecho, en toda mi vida adulta no recuerdo una sola persona a la que le haya contado nada personal. Todo me lo he guardado siempre para mí.

Hasta hace muy poco años. Casualmente, coincidiendo, más o menos, con mi estreno en el mundo del sexo de pago. Pergeñé, muy poco a poco, una amistad de las de verdad. Con una compañera del trabajo. Amistad, que quede claro. Nada más. Hasta el punto que no tengo (tenía) ni un solo secreto con ella. Se lo he contado todo. TODO.

Ayer se acabó esta amistad. Saltó en mil pedazos. En pleno confinamiento. Vía mail. Porque resulta que he estado viviendo en la inopia. Porque parece ser que yo no sé qué significado tiene la palabra “amistad”. “Amistad es algo más que lo que tenemos tú y yo”. Normal, no había tenido ninguna en toda mi vida adulta. Resulta que en realidad somos, simplemente, compañeros. Colegas del trabajo. No sé, yo a un simple compañero del trabajo no le hubiera contado jamás en la vida según qué cosas. Que a ella sí se las he contado. Jodida manía de esperar cosas. Jodida manía de pretender que los demás actúen como a nosotros nos gustaría que lo hicieran.

A tomar por culo. Educadamente, porque la rabia y la mala ostia me las guardo para mí, le he dicho que OK. Que compañeros, que estaría equivocado yo. Que se acabaron las confesiones y el explicarle ni una mierda sobre lo que me haga estar mal o tremendamente feliz. Chascarrillos del curro y para de contar.

Me duele en el alma. Porque la quiero y la aprecio muchísimo. Pero esto no me lo esperaba. Y no me da la gana. Y voy a pensar únicamente en mí.

Me queda una persona a la que le cuento mis cosas, y que llegó después de esta compi del curro. Con ella es más fácil, porque en primer lugar sé que no espera nada, y en segundo lugar ya tengo claro que no considera lo nuestro una amistad clásica. Es algo diferente, tal vez raro. Ella no diría que somos amigos. Pero yo le cuento mis cosas y ella a mí las que quiere. Y nos escuchamos y nos ayudamos. Ella a mí, seguro. Yo a ella, creo que también. Espero que me dure más. El no esperar nada es un seguro de vida.

No obstante, estoy jodido. Mal momento para perder a una persona…

¿Qué es para vosotr@s la amistad? ¿Esperáis demasiado de un/a amigo/a? ¿Esperáis algo en realidad? ¿Tenéis amig@s de verdad? No sé, igual daría para otro hilo, esto. No hace falta que contestéis, son idas de olla mías…

como decían los inigualables Les Luthiers, léase con acento argentino, si un amigo te apuñala por la espaldaa, desconfía de su amistad....

[Kaito]

Iniciado por Romita

Perdonad que pase otra vez por aquí, hoy estoy pesaíto... Pero es que me he acostumbrado a explicar mis cosas en este hilo, y ahora que me ha pasado algo pues he pensado... El otro día estaba girado, ya lo pudisteis comprobar. Pues me propuse dejarme de tonterías y ponerle buena cara a la vida, que a fin de cuenta son dos días...

Y más ahora. Que ya podemos salir. A la hora que nos dé la gana; es una imbecilidad lo de los horarios de paseo, porque simplemente diciendo que vas a tomarte una birra puedes estar en la calle a cualquier hora. Puedes reunirte con la familia. Puedes reunirte con los amigos. Las tiendas están abiertas, hace tiempo de verano… Si pudiera escaparme a hacerme un masaje esto sería la reostia. En definitiva, que ya podemos hacer una vida más o menos normal…

Pues siempre tiene que pasar algo que te agríe la fiesta.

Yo soy un tipo que suelo llevarme bien con la gente. No es que caiga bien o mal, simplemente es que paso desapercibido porque, a fuerza de timidez, podría decirse que no molesto. En mis círculos más cerrados de amistades, me suelto más y a veces ejerzo incluso de graciosete. El típico que siempre dice payasadas. Se me da bien escuchar, y de vez en cuando hay quien me cuenta sus cosillas, casi siempre mujeres, no sé, debo inspirarles más confianza. Pero en líneas generales, mis interacciones sociales en los diversos grupos (amigos, trabajo, deporte…) son más bien tirando a superficiales.

Ya me estoy yendo por las ramas. Lo que quería decir es que, por mi carácter, me cuesta horrores forjar una amistad de verdad. Lo que vendría siendo un amigo o una amiga del alma. Recuerdo tener alguna en la adolescencia. A partir de ahí, amistades superficiales toda la vida. Te llevas bien, te lo pasas en grande, pero no te lo explicas todo. De hecho, en toda mi vida adulta no recuerdo una sola persona a la que le haya contado nada personal. Todo me lo he guardado siempre para mí.

Hasta hace muy poco años. Casualmente, coincidiendo, más o menos, con mi estreno en el mundo del sexo de pago. Pergeñé, muy poco a poco, una amistad de las de verdad. Con una compañera del trabajo. Amistad, que quede claro. Nada más. Hasta el punto que no tengo (tenía) ni un solo secreto con ella. Se lo he contado todo. TODO.

Ayer se acabó esta amistad. Saltó en mil pedazos. En pleno confinamiento. Vía mail. Porque resulta que he estado viviendo en la inopia. Porque parece ser que yo no sé qué significado tiene la palabra “amistad”. “Amistad es algo más que lo que tenemos tú y yo”. Normal, no había tenido ninguna en toda mi vida adulta. Resulta que en realidad somos, simplemente, compañeros. Colegas del trabajo. No sé, yo a un simple compañero del trabajo no le hubiera contado jamás en la vida según qué cosas. Que a ella sí se las he contado. Jodida manía de esperar cosas. Jodida manía de pretender que los demás actúen como a nosotros nos gustaría que lo hicieran.

A tomar por culo. Educadamente, porque la rabia y la mala ostia me las guardo para mí, le he dicho que OK. Que compañeros, que estaría equivocado yo. Que se acabaron las confesiones y el explicarle ni una mierda sobre lo que me haga estar mal o tremendamente feliz. Chascarrillos del curro y para de contar.

Me duele en el alma. Porque la quiero y la aprecio muchísimo. Pero esto no me lo esperaba. Y no me da la gana. Y voy a pensar únicamente en mí.

Me queda una persona a la que le cuento mis cosas, y que llegó después de esta compi del curro. Con ella es más fácil, porque en primer lugar sé que no espera nada, y en segundo lugar ya tengo claro que no considera lo nuestro una amistad clásica. Es algo diferente, tal vez raro. Ella no diría que somos amigos. Pero yo le cuento mis cosas y ella a mí las que quiere. Y nos escuchamos y nos ayudamos. Ella a mí, seguro. Yo a ella, creo que también. Espero que me dure más. El no esperar nada es un seguro de vida.

No obstante, estoy jodido. Mal momento para perder a una persona…

¿Qué es para vosotr@s la amistad? ¿Esperáis demasiado de un/a amigo/a? ¿Esperáis algo en realidad? ¿Tenéis amig@s de verdad? No sé, igual daría para otro hilo, esto. No hace falta que contestéis, son idas de olla mías…

Interesantes preguntas, para debatir y debatir.

Un cosa es la amistad y otra un amigo, amistad tengo con mucha gente, amigos...poquísimos.
Para mi un amigo es aquel que el día que necesitas algo...está, y a necesitar me refiero a no es solo algo material. Tampoco he tenido un amigo a quién se lo contase todo, y es porque yo no he querido, por lo tanto es recíproco y tampoco tengo a algún amigo que me lo cuente todo.

Si que tengo un amigo que cuando en su momento lo necesite allí estuvo, el sabe que si me necesita allí estaré,
pero no tenemos la necesidad de contarnos lo todo, los dos somos mas introvertidos que extrovertidos, pero digamos que a raíz de un seceso hace muchos años nos quedó una fidelidad mutua.

Con las mujeres es diferente, me pasa como a ti, me explican sus historias, y yo escucho
También tengo una amiga que se puede decir que nos lo contamos todo, es tal vez con la persona que tengo mas confianza.

De un amigo espero que no me de una puñalada como dice Medved, y no espero mas, y que esté si algún día lo necesito, y esto es reciproco.

[Aramis 43]

26 de maig. dimarts.

Poco para contar hoy. Todo ha ido sobre ruedas.
Mira si ha sido normal que no me he discutido con nadie.

Esta tarde hemos comentando sobre la amistad, bien, así diversificamos un poco.
La semana pasada en casa de mi hermana mi sobrino adolescente me enseñaba su telef. y salió en la conversación la cantidad de amigos que tenía.
Le dije...
- Quants en tens?
- UI! mes de tres-cents.
- Però si la majoria no els coneixes?
- No ho entens això tiet, tu ets d'un altre temps.

Ni le constesté. Alma de cántaro. (será capullo )

Es curioso el concepto que tienen de la amistad, debe ser cosa de generaciones distintas. Bueno, es lo que hay.

Durante unos días por la tarde me ha salido un trabajillo para hacer desde casa, lo he aceptado, está bien pagado y en 15 días me lo ventilo.
La pasta va directa para gastar en Barcelona

Y por hoy poco más.

Salut i força!

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[Baja_19632]

72 dias
Hoy día movido, salida matinal al campo unas tres horas, y después de compras, comida para los animales irracionales y comida para los animales racionales, la duda que tengo es quién es quién.
En el Carrefour delante mío una pareja que preguntaba si había que ponerse mascarilla, al contestar el vigilante que si, le han preguntado dónde las daban, no tenían ni idea de que iba la cosa, bueno hay muchos que tampoco se aclaran y son los que mandan.
Buenas noches coleg@s que os vaya la cosa moderadamente bien, no seamos muy exigentes

[Pippin]

Me iba a la cama pero antes decidí pasarme por aquí y leer a Romita me hace escribir de nuevo.

Para mi la amistad la ha definido Ptha perfectamente.
De hecho cuando puse esta tarde lo que escribi de un verdadero amigo, casi podría decir que mas un hermano mayor que nunca tuve.
Nos hemos tratado como tales. Y fuera de mi familia, quizás es el hombre que más quiero en el mundo.

Romita, no estés triste, aunque se que es difícil hacerlo.
El confinamiento ha sacado lo mejor y lo peor de mucha gente. Y la vuelta a la vida normal hará lo mismo.
Mucha gente va a cambiar después de esto.
Yo hice una promesa hace tiempo a una persona muy especial de que no tenía que cambiar. Me asombra un poco pero lo hago a pesar de mis muchos defectos.

Piensa en esto.

No quiero que cambies. No es una obligación, sino un deseo.
Estamos aquí siempre leyendote e incluso nos has dado ánimos a los que nos hemos caído varias veces.
Tienes derecho a seguir siendo como eres.
La gente que te quiera te querrá por como eres incluido tus defectos.

Y si bien somos imperfectos, eso nos hace especiales. Únicos.

Como dice tu nuevo avatar: a por ellos tigre.

Espero leerte mañana de mejor humor. Y yo si me pongo con el libro en serio un par de tardes en vez de caer en la melancolía, espero que sirva para distraerte durante el fin de semana.

Quiero que lo sigas leyendo, y dejarte con más ganas aún. A todos, pero a ti de manera especial. Porque has sido uno de los motores de este barco en el que me he metido desde el principio, gracias a tu motivación.

Esto ya es personal. Te lo debo, compañero.

[Sandman]

Gabon grupo. Antes de empezar os voy a decir lo que pienso de la amistad. Un amigo es una persona que esta contigo en los momentos buenos y en los malos. Es esa persona que te dice las cosas sin dobleces aunque sean duras de oirlas, gente que te da lo mejor de si mismo sin pedir nada a cambio, esa persona por la que me cortaría un dedo sin pensarlo. Eso es como si te toca la lotería. De esos tengo pocos pero muy buenos.

73 día de confinamiento. 24-5-2020.

Yo me pasé todo el día jugando al The Witcher 2 y a la noche risoterapia con Me resbala.

74 día de confinamiento 25-5-2020.

Hoy ha sido un día grandioso. Mi madre ha venido a la óptica aquí en Bilbao. He ido andando hasta la estación de autobuses que esta a menos de 15 minutos andando desde mi casa y se ha notado el confinamiento: mi pierna izquierda estaba sobrecargada. Mi madre y yo nos hemos sentado en una terraza y todo ha ido de fábula. Cuatro mesas con su separación reglamentaria. El pincho de tortilla delicioso. Al volver para casa he pasado por la librería de segunda mano y por cinco pavos me he pillado la Comunidad del Anillo edición de bolsillo. También ha caído mi dosis de revistas de historia. A la tarde he ido al FNAC y joder que impresión me ha dado ver la poca gente que había por la Gran Vía a las seis de la tarde. En el FNAC me he pillado El Último Deseo, el primer volumen de cuentos de la Saga de Geralt de Rivia, imprescindibles antes de leerse las novelas. Al venir me he visto a ver la peli Sleepy Hollow y algo del Monty Phyton's Flying Circus y por hoy basta.

P.D.: Pippin no me he olvidado de ti camarada, mañana te contesto con mas tranquilidad, cuídate y si necesitas algo aquí me tienes.

[Kaito]

Martes 26 de Mayo 2020, Cuaderno de Bitácora.

Por la mañana temas laborales me han tenido fuera de casa hasta el mediodía, la ciudad va recobrando la vida, no esta en su plena normalidad pero no le falta mucho, andando por la calle me vienen imágenes de ciudades de China, Singapur, etc, cuando veía a la gente años atrás con mascarilla y pensaba....que exagerados son.

Esta tarde he visto un Borussia Dortmund-Bayern de la liga alemana, bonito partido aunque prefería que ganase el Dortmund, pero no hay pasión, no hay nada.

Leo una frase de Fernando Simón, "Aún nos quedan unos cientos de muertos por ubicar", no se si reír, llorar, o guardar un minuto de silencio.

Oigo por la radio que ahora la Generalitat esta pensando hacer una sola zona sanitaria en Bcn............cada vez tengo mas claro que alguien del gobierno catalán esta espiando lo que aquí se dice, creo que era Xasel ayer que decía sobre los que viven en la calle Riera Blanca..........también ha pasado con algún otro tema.

Todos mas o menos hemos pasado altibajos durante este encierro, pero también los teníamos antes en condiciones normales, pero ya sea por el trabajo, o los amigos o la familia, o nuestras foreras, nos olvidábamos mas rápido de ellos, si resultará y todo que el estrés controlado será beneficioso.

Han aumentado los problemas matrimoniales durante el confinamiento, incluso una abogada decía el otro día que ya había hecho separaciones express por videollamada.

Volverá todo, sí con mascarilla y distancia de seguridad, pero ya está volviendo la vida que dejamos hace un par de meses.

Venga arriba esos ánimos.