[Hitch_baja]

El cliente y la masajista

Se había acostumbrado a sus masajes... con final feliz.

Al principio algo distantes, sin demasiada complicidad ni empatía. Además, había rechazado, como hacía siempre por precaución, el francés que ella le ofreció de forma un tanto mecánica. Una lástima, pensó sin agobiarse, porque debajo de ese vestido entallado se adivinaba un cuerpo prometedor. Pero tras algún tiempo de ausencia, dedicado a explorar con suerte diversa otras alternativas, la cercanía y la calentura le llevaron de nuevo de vuelta.

Con pocas esperanzas pero mayor atrevimiento, vio con sorpresa que sus manos se metían fácilmente por el escote o bajo la falda. Y a la media vuelta, ya sin ninguna oposición, subiendo sujetador y bajando bragas, vio en los ojos cerrados y la boca entreabierta de la masajista, la señal que necesitaba para continuar. Con los labios comprobando el sabor de sus pezones y una mano agarrada a ese culo duro que intuía, se dedicó a masturbarla con ansia, hasta que los movimientos convulsos de su cuerpo y las uñas clavadas en la espalda anunciaron la llegada de los primeros espasmos…

Las siguientes visitas se desarrollaron con un guión parecido. Se saludaban con una sonrisa cómplice y, mientras ella le metía mano sin complejos, él aprovechaba para desabrocharle el sujetador y llegar a esos pechos naturales que tanto le gustaban. Tras un inicio con masaje insinuante, ella se estiraba en la camilla y, agarrada al miembro erecto, se abandonaba a sus caricias entre gemidos y palabras extranjeras. Después del primer orgasmo, con ella todavía todavía jadeante, a él le gustaba retrasar su recompensa hasta conseguir el segundo y el tercero, que llegaban sin mucha dificultad.

En una visita, la sorprendió con un preservativo y la cara de espanto no cesó hasta saber que, ahora sí, quería probar su francés. Y de pie, ya enfundado, con una mano en sus pechos y la otra en la humedad de sus piernas, dejó que se la chupara, cada vez más dura, y chupara, hasta correrse con un grito ahogado de placer.

Hasta que un día sucedió: ella acostada, semidesnuda, con las piernas abiertas y mojadas; él a su lado, con todo el armamento preparado… cuando tras un momento de duda, se sube a la camilla y la penetra con suavidad, primero con movimientos leves, luego más profundos, que se van volviendo frenéticos, ella le pone la mano en la boca para reducir el sonido de sus jadeos mientras aprieta con fuerza los muslos y se corre calladamente. Él se siente poderoso, no quiere acabar todavía, quiere disfrutar de un momento único. La folla con pasión y con deseo sí, pero también con el amor de ese instante… Se estira sobre ella, que lo abraza con fuerza, acompasa el ritmo de sus embestidas al de sus caderas… y se corren a la vez en un orgasmo memorable… Se para el tiempo, y mientras recuperan la respiración, todavía abrazados, él hace un gesto de moverse, ella le retiene… Cuando por fin se separan, no saben qué decir, nadie lo había previsto... o quizá sí. Ella le reconoce que es la primera vez que lo hace como masajista, él no sabe si es verdad, pero todo es tan irreal que hasta le parece bonito…

En cualquier caso y a partir de este momento, se empezó a acostumbrar a sus masajes... con final especial.

[Lombardo]

La almohada

La almohada

Se cierra la puerta detrás de mi. Acabo de llegar a mi destino, un apartamento en el centro de la ciudad donde ella me esperaba tan sensual y provocativa como siempre, con sus labios carnosos pidiendo saludarme y su lengua humedeciendo mi boca.

"He perdido las bragas"

Mis ojos no pueden evitar ver el impresionante vestido con el que ella me esta esperando, un corse apretado que sus pechos deben estar maldiciendo, a punto de salirse de la presión. Unas medias y un liguero complementan un formidable cuerpo que destacan lo que ella me ha confirmado al principio. Se gira regalándome una visión de sus extremas curvas traseras mientras se dirige a la nevera para servirme una copa, pero yo no puedo dejar de mirarla. Nos sentamos a conversar y mientras ella, siempre sonriente, me clava su mirada gatuna, a la vez que acaricia mis piernas y coge mi mano.

No tardamos demasiado en empezar a besarnos, a acariciarnos y a explorar de nuevo nuestros cuerpos. No consigo ni quiero conseguir que mi soldado empiece a dar muestras de lo que quiere, hoy parece especialmente nervioso y con muchas ganas de ser el protagonista de esta aventura. Después de una ducha eterna, nos sentamos en la cama y me pide que le desabroche el corse. Contemplo y acaricio su espalda, siempre suave y con un tacto fabuloso a la piel, mientras por fin sus pechos han conseguido escapar de su prisión. Su héroe empieza a besarlos y acariciarlos para comprobar que se encuentran en perfecta forma, y ellos responden endureciendo sus pezones y dando mucho placer a mis labios.

Acaricio y beso su espalda, la beso en el cuello con pasión mientras nuestras lenguas no paran de encontrarse en nuestra búsqueda por dar placer el uno al otro. Ella entonces me enfunda al soldado y comienza un suave francés con maestria, hasta profundizar al máximo en su garganta toda mi artillería. Nos regalamos palabras dulces al oído, no paramos de jadear hasta que nuestros cuerpos se unen de nuevo. Ella introduce casi sin ayuda mi soldado en su trinchera y comezamos a mover nuestros cuerpos al son de la pasión, en un eterno movimiento que marca el compas de nuestros latidos y aumenta nuestra temperatura.

Ella gira su cuerpo y me ofrece su extraordinaria parte trasera para continuar la pasión mientras nos mirábamos en un gran espejo que coronaba nuestra cama. En ese momento veo su mano coger la almohada y me sorprende observar la fuerza con la que esta apretándola, nunca la había visto disfrutar tanto de esta posición, nunca la había visto en todos nuestros momentos de pasión contornearse tan y tan fuerte como esta vez. Ella jadea sin parar y noto sus contracciones en mi soldado, la pasión nos desborda a los dos y explotamos de placer.



La almohada estaba completamente arrugada, su mano aun seguía marcada en ella, y me dice: "Nunca la había notado tan dura como hoy"

Descansamos mientras nuestro cuerpo recupera sus latidos y nos besamos como premio a un acto fabuloso. Decidimos salir a descansar un rato para poder recuperar fuerzas y nos quedamos un tiempo hablando, hasta que nuestros cuerpos nos vuelven a pedir pasión de nuevo. Ella se dirige al cuarto de baño para lavarse y yo me tumbo de nuevo mientras veo tras la puerta del baño como se sienta. No consigo distinguir lo que hace pero a veces veo su parte trasera moverse de forma natural, lo cual me termina de ofrecer la excitación suficiente para volver a empezar.

Ella se tumba a mi lado, nos volvemos a encontrar de nuevo, y yo decido esta vez masturbarla con pasión mientras los dos nos besamos. Esta muy relajada, tiene muchas ganas de pasarlo bien y hoy me daba la sensación quiere disfrutar realmente. Me pide que continúe masturbándola sin cesar, me coloca los dedos en la posición exacta y yo continuo moviéndolos sin apretar, de forma suave, dejando que ella se relaje. En ese momento noto como mi mano empieza a mojarse con sus fluidos, ella hace movimientos cada vez mas fuertes y jadea mientras me indica que siga, que no pare, que siga asi...



"joder .. uf ... si, sigue asi"

De repente ella coge mi mano fuerte, la aparta y empieza a cortornearse de manera violenta durante varios segundos. Acaricio con la otra mano su parte trasera a la vez que noto que sus fluidos han llegado también hasta allí, toda su parte baja (la mitad de su culo) esta completamente mojada, nunca la había visto mojarse tanto.

Ella recupera el aliento mientras me regala palabras de agradecimiento, y se gira para coger un condón y devolverme la misma pasión. Empieza de nuevo con un francés muy suave, mientras se pone otro condón en la otra mano y acaricia mi ano para introducirme sus dedos de forma suave. Mientras ella combinaba sus labios y su lengua con su mano en mi soldado, sus otros dedos habían encontrado mi próstata y la estimulo constantemente durante un buen rato. Esa combinación no tardo en hacerme explotar de nuevo de pasión una vez mas. Volvemos a besarnos agradecidos por el momento. Bebemos una bebida mientras seguimos hablando y ha llegado el momento de despedirnos hasta otra vez que nos volveremos a ver.

Cuando salgo viene a mi mente de nuevo una imagen que se me ha quedado grabada. La almohada. Nunca la había visto coger la almohada de esa forma, quizás esta vez había disfrutado mucho mas que otras veces.

[Axelross]

Una Navidad diferente

LA COMIDA

El sopor se había apoderado de ella durante un rato. Ahora parecía que recuperaba plenamente la consciencia, pero sin saber con certeza si había llegado a quedarse dormida. Miró el reloj del móvil y vio que todo estaba bajo control.

A su lado Giulietta dormía profundamente con la boca completamente abierta. Y delante de ella Alberta y Fedra estaban hablando más calmadamente de lo habitual. Aquellas mujeres que siempre eran unos ciclones parecían ahora unas damas parsimoniosas.

Recordaba con complacencia las horas anteriores. Había sido una divertida comida navideña. La mezcla de farofa, feijoá, hallaca, pavo relleno, flan de calabaza y brigadeiros habían convertido aquella mesa en un festival multicolor de manjares de diversas procedencias. Solamente los turrones eran típicos de la tierra que las había acogido. Y Fedra había disfrutado como una niña de este extraño postre que no había visto nunca.

Las cervezas durante la preparación de tanta comida, los espumosos de acompañamiento principal y el ron, whisky y tequilas de la sobremesa, junto con la abundante comida, habían producido una digestión pesada y resacosa, feliz resultado de la reunión de unas chicas que se otorgaron compañía, muchas risas y algunas lágrimas por la lejanía de sus seres queridos. Había sido una bonita Navidad.

LA FAMILIA

Pero en este mundo tan grande y redondo la Navidad se celebra varias veces al día. Y a Zoraida le llegaba el momento de conectar con los suyos, que en estos momentos estarían en plena faena con los preparativos de su comida. Se dirigió al baño y allí se retocó el maquillaje para quedar perfecta.

Durante la conexión vivió el torrente de emociones del emigrante. Se sintió feliz de ver a sus hijos tan guapos, a sus hermanos tan felices y responsables y a su padre renqueante pero con la luz de la alegría en sus ojos. Y a una pléyade de amigos sonrientes y deseosos de contar en unos minutos las vivencias de todo un año. Zoraida rió, lloró y terminó agradeciendo a Dios que la vida siguiera con pulso firme.

Y la vida sigue. Así que fue a ducharse para sentirse nuevamente con energía renovada. Luego se vistió con una lencería sugerente y se maquilló con su contrastada eficacia.

EL TRABAJO

Ya en su habitación prendió el móvil profesional. Leyó los 3 WhatsApp de felicitaciones navideñas de clientes agradecidos, los respondió con suma amabilidad y vio algunas llamadas perdidas del mediodía. Luego conectó el portátil, dispuesta a activar nuevamente sus anuncios. Al pulsar el OK del primero, sonó su teléfono. Curioso. A nadie le pudo dar tiempo de verlo. Miró la pantalla del móvil y vio que era un número que no tenía registrado. Contestó.

- Hola, guapa. Feliz Navidad.

Zoraida oyó al otro lado una voz rasposa, trémula. Indiscutiblemente era la voz de un anciano.

- Hola, buenas noches. Igualmente.

- Te llamaba para saber si podrías recibirme en media hora.

- Por supuesto. Cuando llegue al número X de la calle X, me llama para darle el piso. Así que, ¿en media hora?

- Sí. Querría estar hora y media contigo. ¿Cuánto cuesta?

- Por hora y media tengo una promoción de 200 euros.

- De acuerdo. Quiero avisarte de que soy un hombre de muy avanzada edad, con dificultades en la movilidad. ¿Puedes hacerme el servicio en estas condiciones?

- Por supuesto. Le atenderé sin problemas.

- Muchas gracias. Hasta ahora, guapa.

LOS PREPARATIVOS

A Zoraida le quedaba tiempo de sobras para organizarlo todo. La habitación ya la tenía bien recogida. Se dirigió al salón, donde Giulietta seguía durmiendo profundamente. La despertó con suavidad para avisarle de que le venía un cliente en media hora. Que si quería quedarse en el salón o irse a su habitación. Giulietta respondió con desgana que iba a la habitación. Así que la ayudó a levantarse y la acompañó, agarrándola del brazo, hasta su cama. Los efectos del alcohol habían perjudicado sensiblemente a su compañera.

Luego fue a la habitación de Fedra. Estaba viendo una peli en la tablet y Alberta estaba, como siempre, discutiendo con su novio por teléfono. Les avisó de la llegada de un cliente, a lo que ellas asintieron con un simple gesto.

Cerró las puertas del salón y de la cocina, que estaban patas arriba, y dispersó ambientador para disimular el olor a comida, tabaco y maría. Encendió unas velas de incienso, volvió al baño para una última revisión, repasar el maquillaje y ajustarse el top. Volvió a la habitación, donde mató el tiempo consultando las tonterías que unos foreros habían escrito. Inexplicablemente, se sentía más feliz y satisfecha que de costumbre. El optimismo y la alegría rondaban por su mente.

A la media hora justa de la llamada, volvió a sonar el teléfono. La voz trémula se repitió en el auricular. A los pocos segundos de indicarle el piso, sonó el interfono. Ella abrió inmediatamente y esperó en el recibidor. Cuando oyó la detención del ascensor en el rellano, entreabrió la puerta permitiendo la entrada al nuevo cliente.

EL CLIENTE

Al verlo, disimuló su contrariedad con una sonrisa ensayada miles de veces. Delante de ella se exponía un anciano muy enclenque, con un grueso abrigo que cubría la nada, un sombrero que permitía la visión de algunas canas y un bastón que impedía la caída de aquel saco de huesos. Pensó: "¡Ay! que se me va a quedar en la habitación" y "¿Pero qué pretende este viejo?". Tirando de tablas, le saludó respetuosamente y le dio un amable beso en la mejilla. El anciano la miraba sonrientemente y exclamó: "¡Qué guapa que eres!"

Le acompañó hasta la habitación muy lentamente. El trayecto duró 2 minutos cuando normalmente dura 20 segundos, a menos que el cliente fuera muy sobón. Una vez dentro del cuarto, el hombre se quedó parado contemplándola, con una amplia sonrisa que remarcaba sus abundantes arrugas. Ella rompió el violento silencio para preguntarle qué quería beber. Él le dijo que trajera un vaso de agua. Ella salió hacia la cocina, se sirvió y al volver a la habitación él seguía completamente vestido. Dejó el vaso en la mesilla donde ya estaba colocado el dinero del servicio.

Ella se acercó al anciano para besarle suavemente en las mejillas. Agarró sus temblorosas manos para posarlas en sus pechos. Como él permanecía inerte, acompañó sus manos por su cintura, su cadera, hasta situarlas en sus nalgas. Ella se acercó y lo abrazó suavemente. Por fin comenzó a notar que él movía las manos con fruición mientras sentía sus besos en la parte visible de los senos.

Ella le invitó a bañarse. Él comenzó a desnudarse con evidente lentitud. Zoraida, sin decir nada, se prestó a ayudarle poniéndose detrás suyo. Primero las mangas del abrigo, luego el jersey, la camisa... él se dejaba hacer. Y así hasta quedarse con los calzoncillos puestos. Le acompañó al cuarto de baño y él exhaló un suspiro de satisfacción al comprobar que el baño era una simple ducha en la que no tenía que escalar un infranqueable muro.

Ella lo dejó solo y volvió a la habitación para guardar el dinero y desplegar la cama. A los cinco minutos volvió al baño. Él ya estaba fuera secándose. La visión de aquel cuerpo castigado por la edad era desagradable, y el colgajo del pubis era todo un reto para una profesional experimentada como ella. Tras tomarse el colutorio, él la besó por primera vez en los labios, muy suavemente, casi de forma temerosa. Él echó la cara atrás para comprobar su reacción, como culpable de haber hecho algo indigno. Ella le sonrió y le devolvió un beso más picantón. Le tendió la mano y lo arrastró nuevamente a la habitación.

EL SERVICIO

Allí ella tomó nuevamente la iniciativa. Se acercó a él para que notase su cuerpo firme. Él iba ganando en seguridad. La besaba con suavidad mientras sus manos recorrían su cuerpo con la delicadeza de alguien que descubre un regalo sin querer romper el envoltorio.

Ella se sentó en la cama y comenzó una felación. Al principio le angustiaba aquel trozo de pellejo, pero comprobó que en seguida aquello reaccionaba. Sus artes maestras consiguieron que en menos de un minuto aquella masa blanda y deforme se convirtiera en un mástil endurecido. Hasta una experta como ella se sorprendió de la gran metamorfosis producida.

Su polla era enorme, reluciente, dura como el acero. De una turgencia envidiable. Siguió con su faena con la íntima satisfacción de haber obrado otro milagro.

Lo ayudó a estirarse en la cama. Él se puso cara arriba con la evidente intención de dejar que ella trabajara. Zoraida se desnudó completamente. Sus grandes pechos quedaron liberados, provocando una exclamación de entusiasmo en el anciano. Zoraida sacó un preservativo de su envoltorio y lo calzó con maestría en aquella enorme polla. Se sentó encima de él y horadó su vagina. Y lentamente comenzó a bombear.

El hombre permanecía mudo, con su eterna sonrisa de agradecimiento. Y posó de forma fija sus manos en los preciosos pechos de Zoraida. Ella se concentró en hacer su excelente trabajo. Y tanto roce comenzaba a producirle cierto cosquilleo. Sentía la fuerte presión de aquella inmensa verga, y le gustaba. Cambió el arriba-abajo por un movimiento más cíclico, de forma que sintiera en todas las posiciones posibles aquel bendito regalo. En ocasiones iba sacando el durísimo pene para restregarlo contra su clítoris. Se estaba poniendo muy perra.

Notaba que quería concentrarse en su propio placer. Y contemplar aquella cara desencajada por la edad no la ayudaba. Así que se dio media vuelta sin sacarla, se agarró a sus tobillos y volvió con un ritmo cada vez más frenético de bamboleo. Aquel mástil parecía cada vez más grande y más duro. Y esto la excitaba enormemente. Comenzaba a sentir palpitaciones y cómo la transpiración era cada vez más evidente. Sudaba de intenso placer. Notaba un calor intensísimo en la cara. Se lo estaba pasando divinamente.

Y aquello no bajaba. Al contrario. Se sentía llena a rebosar. Siguió un ritmo trepidante. Ya no podía aguantar los jadeos. Se estaba dejando llevar. Su vagina estaba muy húmeda. Chorreaba. Cobraba vida propia y trataba de cerrarse para sentir el máximo contacto. Y llegó. De forma apoteósica. Hacía mucho tiempo que no sentía un orgasmo tan intenso. Quedó paralizada por sus propias contracciones.

Tras unos instantes de recuperación, notó que aquello seguía durísimo. Así que inició nuevamente una salvaje cabalgada cuando percibió unos ligeros golpeteos en sus nalgas. Ella se giró y vio como el hombre le hacía un gesto cruzando las manos, clara indicación de que parase.

- ¿Se ha corrido? - preguntó ella.

- Aún no. ¿Puedes masturbarme para ayudarme?

Sin dudarlo un momento, se abalanzó a chupar y manosear aquella inmisericorde polla. Le producía un enorme placer sentir aquella hermosura en su boca y en sus manos. Se decidió a hacerle una felación enloquecida hasta que notó el semen en su boca. Le pareció ambrosía. Se lo tragó como si fuera maná caído del cielo y sorbió y aspiró hasta que quedó todo bien limpio.

Satisfecha y saciada completamente, se incorporó y se puso a su lado, en plan muy afectuoso. Lo acariciaba suavemente mientras él le decía lo feliz que se sentía. Que tener una mujer así a su lado era una bendición del cielo. Se pusieron a hablar. Se hicieron muchas confidencias. Aquel anciano le generaba una enorme confianza. Se enfrascaron de tal manera que fue él quien la recordó que ya debía haber pasado el tiempo.

LA PROLONGACIÓN

Él preguntó si esperaba a algún cliente. A su respuesta negativa, le pidió abonar una hora más, cosa que ella asintió. Se incorporó con dificultad, fue hacia el abrigo, le abonó la hora extra, se dirigió a una cartera que llevaba y sacó una bolsa de ella.

- ¿Puedes hacerme un favor? Ve al lavabo y ponte esto que llevo en esta bolsa - le dijo él con una sonrisa acompañada de un guiño.

Ella agarró la bolsa y quiso abrirla para saciar su curiosidad. Pero él en seguida le dijo que no era el momento. Que entrara en el baño y allí descubriría lo que había. Ella aceptó el reto, paseó su hermoso cuerpo desnudo por delante de él, le dio un beso en la frente y se encaminó al cuarto de baño.

Desenvolvió la bolsa y sonrió. Era un conjunto sexy de Mama Noel. Una faldita roja muy cortita, un corpiño blanco muy ceñido y la típica gorrita con la borla. Se contempló desnuda en el espejo con la ropa en sus manos y se vio hermosa. Aún notaba el rubor en sus mejillas del buen rato que había pasado. Se gustaba. Y mucho. Así que se puso con ganas la ropa. Se miró de frente, de perfil, de espaldas.. y se sorprendió al verse tan bonita.

Seguía tan excitada que comenzó a masturbarse como poseída por un impulso irrefrenable. Tenía ganas de follarse a sí misma. Era tal su grado de lujuria que en dos minutos alcanzó un nuevo orgasmo, tan intenso como el anterior. No podía creer lo que le estaba sucediendo.

Tras recuperarse del nuevo subidón, salió del cuarto de baño con la ilusión de una colegiala y al entrar en la habitación no encontró al anciano. No estaba su ropa, ni la cartera. Había desaparecido. Salió a preguntar a sus compañeras si habían visto salir a aquel hombre. Pero estaban demasiado enfrascadas en sus propias cuitas para darse cuenta de nada.

EL ABANDONO

Zoraida volvió a su habitación. Se quedó sentada en la cama, con su traje de Mama Noel, entre sorprendida y decepcionada. Vio que el dinero de la hora extra seguía en la mesilla. Quizás alguna urgencia había determinado la fuga de aquel buen hombre.

Siguiendo con la mente en blanco, sin entender lo que había pasado, oyó el ligero pitido de un WhatsApp en su móvil. Cogió el teléfono y comprobó que era el anciano que le escribía lo siguiente:

- ¿Puedes hacerte una foto y enviármela?

Ella se quedo sorprendida. No le gustaba que un desconocido tuviera una foto de ella. Como si alguien leyera su pensamiento, recibió otro WhatsApp.

- Puedes taparte la cara. Pero te doy mi palabra de que esta foto es solamente para mí.
- Te quedaría muy agradecido. Quiero un recuerdo de una fantástica muchacha como tú.

La prudencia le aconsejaba hacer oídos sordos a esta propuesta. Pero una extraña intuición le decía que podía confiar en él. Así que con determinación comenzó a hacerse selfies. Miraba cada una con interés, encontrando siempre algún defecto, hasta que en la 19ª prueba logró la foto perfecta. Y la envió al desconocido sin dudarlo.

Pasaron unos minutos en blanco. Ella seguía mirando el móvil esperando algún agradecimiento, alguna despedida. Necesitaba una última palabra de aquel extraño individuo.

Cuando estaba a punto de desistir, recibió otro WhatsApp.

- Muchas gracias. Por haber sido tan buena conmigo vas a tener un premio.

Ella se quedó sorprendida. Pero esta vez no quiso quedarse a la espera.

- No tiene por qué dármelas. Ha sido un placer compartir mi tiempo con usted. Le deseo lo mejor.

- Claro que te doy las gracias. Por un instante le has devuelto la alegría y la ilusión a alguien que se le acaban las horas.
- Además de preciosa, eres una buena mujer. Tú te mereces lo mejor.
- Mira detrás de la mesilla de noche.

EL FINAL DE UN CICLO

Sorprendida por el nuevo giro de la situación, ella se levantó y arrastró la mesilla. Vio que apoyado en la pared había un gran sobre. Lo levantó, se sentó y lo puso en el regazo. Lo abrió y vació su contenido. Había dos sobres más pequeños.

Abrió el primero, el más abultado. Sus ojos no dieron crédito a lo que vieron. Varios gruesos manojos de billetes de 500, cuidadosamente agrupados mediante precintos, se exhibían impúdicamente en sus manos. Hizo un rápido cálculo de lo que podía haber y le pareció una fortuna.

Abrió el otro sobre y encontró 3 billetes de avión de First Class. Uno de Barcelona a Madrid. Otro de Madrid a la capital de su país. Y un tercero de la capital al pequeño aeropuerto cercano a su lugar de origen. Y todos fechados para el día 27 e inscritos a su nombre real.

En el mismo sobre había un pequeño papel doblado. Lo desdobló y vio escrito lo siguiente:

"Las buenas almas merecen buenas vidas."

Estando aún en estado de shock, oyó el pitido de un nuevo WhatsApp.

- Sé que nunca más nos volveremos a ver.
- Quiero que aproveches mi presente para que seas feliz y transmitas esta felicidad a los tuyos.
- No es un hasta luego. Es un adiós lleno de agradecimiento por tu generosidad.

Ella respondió en seguida.

- Gracias, muchísimas gracias. Nunca sabré cómo agradecerle esto.

Esperó unos minutos. Sin respuesta. No lo podía creer. Un desconocido le cambió la vida sin saber el porqué.

Tenía que reaccionar. Quedaban pocas horas para el viaje y muchas cosas por recoger. El fruto de muchos años de itinerancia que ahora iban a terminar.

Tenía que conectar nuevamente por Skype. Y esta vez para darles una enorme sorpresa. El Año Nuevo pintaba muy bien.

MAMMA MIA! The Movie - "Dancing Queen" - Subtitulado al Español - YouTube

[Peterpan69es]

Aventura con las dos hijas de mi asistenta

No hace mucho tiempo, al empezar este verano, me sucedió algo inesperado pero que fue una experiencia encantadora, excitante y muy placentera.

En casa tenemos a una señora que nos viene a hacer trabajos de limpieza una vez a la semana y para daros unos detalle importantes ella es sudamericana y se llama Luisa. Hace un año aproximadamente se fue a buscar a una de sus hijas y la trajo a España y así ha ido haciendo viajes para traer a toda su familia, 3 hijas y 2 hijos para acá.

No cabe decir que necesita ese trabajo y busca, para una de sus hijas, casas para trabajar y hacer de asistenta porque con toda esa familia, necesita dinero para subsistir.

Buscaba trabajo para una de sus hijas, una que tiene 20 años. Las otras tienen 18 y 15, con lo que no quiere que trabajen aun.

María es la hija que tiene 20 años y algunas de las veces que llegaba a casa y encontraba a Luisa, la encontraba acompañada de su hija que la ayudaba a hacer las tareas. Eso la hace ir más rápido y puede acabar el trabajo antes pudiendo ir a más casa que es lo que le interesa.

Un día llegué a casa y estaba solamente María porque su madre no había podido venir a casa. María ese día llevaba puestos unos shorts con los que destacaban sus lindas y largas piernas así como una camiseta de tirantes. Estaba en plena faena cuando llegué y sudorosa me saludó. Al cabo de un rato le ofrecí una bebida y empezamos a hablar. María se mostró ante mí como la hija obediente pero con carácter independiente y a la que no gustaba tener que depender tanto de su madre. Como no tenía mucho trabajo para ella sola, dependía del dinero de su madre para ella y eso ya vi que no le gustaba demasiado. Charlamos y reímos de cosas sin ningún tipo de malicia ni intencionalidad por mi parte de nada.

Mi cabeza empezó a pensar y realmente había momentos en los que imaginaba a María y fantaseaba como me la cogería… ya sabéis, imaginaciones que tenemos los hombres muchas veces, jajaja.

Coincidimos en más de una ocasión en la que ella estaba sola y seguimos charlando a ratos hasta que un día la encontré en shorts y con una camiseta con tirantes pero sin nada debajo. Tenía unos buenos pechos, la verdad y ese día al verme se quedó paralizada porque no me esperaba tan pronto.

Al verla de esa manera y ver la sorpresa que le produjo mi llegada la invité a un refresco para calmar el calor que llevaba encima. Su camiseta se pegaba a su piel marcando sus pezones y al reír se movían que daba un gustazo verlos. Mis ojos se iban detrás de esas tetas, no podía evitarlo y en un momento de la conversación, salió de nuevo el tema del dinero y de su mami, como le llamaba ella.
Yo le comentaba que tenía que buscar trabajo ella sola y ella me comentaba que era muy difícil.

Le confesé que era una chica preciosa y que seguro que tenía que encontrar un trabajo pronto, Por mi interior pensé en si empezar a proponerle una forma rápida de ganar dinero conmigo pero no me atrevía ya que no sabía cual sería su reacción. Pensé en una estrategia y simplemente le pregunté si ella vendría sola la siguiente semana. ME dijo que sí ya que su mami estaba en su país para traer a su hermana más pequeña que aun no había llegado. Era mi oportunidad.

Ese día esperé en casa antes de que ella llegara y al oír que abría la puerta entré en la ducha para darme un refrescón y salí de ella con la toalla atada a mi cintura. Ella subió a la planta de arriba porque oía un ruido y como no, no se esperaba encontrarme de esa manera. Yo aproveche para dejar caer mi toalla al girarme del susto que hice ver que me daba.

Yo: Dios mío que susto me has dado María… Uy, perdona por recibirte así pero es que…
María: No te preocupes yo también me asusté al oír ruido aquí arriba.

Me dijo esto sin quitarme la vista y recreándose en mi polla que ya me había yo preocupado que estuviera un poquito morcillona.

Ella ese día volvía a ir sin nada bajo su camiseta y de nuevo con unos shorts cortísimos.

Y así estábamos.. . Yo con mis ojos en sus tetas y tapándome el rabo y ella intentando ver lo que mi mano no podía tapar.

Ese era el momento y le dije:

Yo: María… Sabes que eres muy guapa y hace días vienes sin nada debajo y eso me pone muy caliente. Lo sabes porque no pudo disimular mirarte continuamente tus tetas debajo de esas camisetas que llevas. Mira… Hace días quería proponerte que si quieres, es decir si necesitas dinero extra, podrías, podrías, déjalo no me hagas caso María.

María: Que, dime que es lo que me quieres decir, Santi

Yo: Mira. Ahora mismo me apetece que me hagas una buena mamada porque como ves, después de verte tengo la polla bastante dura y no me apetece bajar esa dureza solo. Si quieres puedo darte algo de dinero para que hagas esto que te pido, pero no te lo tomes a mal ni te ofendas María ,solo es para ayudarte y…

Sin dejar de mirarme la polla, se arrodilló, me apartó la mano y atrapó mi rabo empezando a hacerme una paja que me sabía a gloria.
ME miró a a la cara y me pregunto

“Cuanto me darías por ese trabajo que pides, 30 €?”
“Podemos empezar por ese precio y si lo haces bien, lo podemos intentar cada semana y podemos ir aumentando la oferta dependiendo de lo que me hagas”

Dicho esto se puso mi polla en su boca y empezó a lamerla desde la base de mis huevos hasta la punta de mi polla. Empezó a darme un masaje con sus manos con ese vaivén tan placentero, arriba y abajo, arriba y abajo, cada vez con más ritmo y a ratos se ponía toda la punta de mi glande en su boca y empezaba a darle un movimiento a su lengua alrededor de la punta de mi polla que me estaba transportando a las nubes. Sentía el calor de su boca en mi punta y era delicioso, mmmmm.

“Mmmmm, ohhhhh, María. Que bien lo haces cielo. Que bien la chupas María, ahhh, mmmm, me estás llevando al cielo María, bufff, buffff, sigue así pequeña que me gusta demasiado para que paresss aaaggg ufffff, Dios mío cómetela entera cielo que como sigas así te daré propina porque me estás matando con esta mamada tan rica, ufff, ufff…”

Seguía con su excelente mamada y me atreví a tocarle sus pechos de la manera que pude pellizcándole sus pezoncitos que estaban durísimos. Me estaba volviendo loco, me estaba matando la cabrona de María y me gustaba lo que me hacía, Estaba apunto de correrme.

“Diossshhhh, Diossshhh, como la chupas cielo, como me gusta tu lengua, trágatela toda y sigue con más ritmo que me matas, María, ufff, uffff, como me gusta cielo, como me gusta cielooohhhh, ohhhhh, ahhhhhhh ahhhhhgggggg, me corro niña, me corroooooo”

Y me corrí de forma brutal derramando parte de mi semen en su boca y parte de él cayéndose en su camiseta que quedó muy mojada ya que se limpió su boquita con ella.

Me tumbé en la cama extasiado y vi como se levantaba e iba al lavabo a enjuagarse la boca.

Le indiqué que esa camiseta estaba muy manchada y que le prestaba otra mía y delante de mí, se sacó la puesta para ponerse una que había en mi armario… Solo deciros que sus tetas eran espectaculares.

Le di las gracias y le dije que le daría esos 30 € pactados y que podíamos hacerlo algún que otro día a lo que ella dijo que sí. Le propuse hacer otras cosas pero a esa proposición me indicó que no, que ella era virgen y así quería llegar a su matrimonio. Que solo aceptaba hacer eso, que la viera desnuda de cintura arriba y que la tocara, pero que solo ella me haría cosas a mi y que ese era el trato.

Quedamos así y repetimos varias veces sin saber que en una de esas veces, su hermana pequeña, Olga de 18 años, nos vió escondida al llegar y estar nosotros arriba con la función exlicada antes.

Yo lo supe un día que estaba su madre en casa y ella fue a ayudarla. En un momento en que estaba en el estudio, Olga me vino y me dijo que nos había visto a María y a mi. Que ella también necesitaba dinero y que si no se lo daba se lo diría todo a su mami.

Bufff. Menudo lío que me había buscado.

Olga al contrario de María, tenia una carita de buscona y atrevida que no os podéis imaginar. Además estaba un poco más gordita que su hermana pero tenía un culazo impresionante además de unas tetas más grandes que su hermana.

Le dije que no podíamos hablar en ese momento porque estaba su mami con nosotros pero que se pasara al día siguiente para hablar del tema a ver que podíamos hacer.

Llegó esa tarde de ese día siguiente y apareció Olga en la puerta de mi casa. Llevaba un vestido con faldita corta y un escote de vértigo. La hice pasar y la invité a un refresco mientras nos sentábamos en el sofá.

Cuéntame cual es tu propuesta, Olga… Estoy en tus manos, le dije haciéndome un poco la víctima.

La miré y su falda subió hasta dejarme ver toda la plenitud de sus piernas. Miré esas piernas y miré ese escote para intimidarle un poquitín pero la chica tenia más recursos que su hermana y como ya os he dicho anteriormente, su manera de ser era más zorrona que la de su hermana.

“He visto lo que te hace mi hermana para ganarse más dinero y yo también puedo hacer eso porque también necesito ese dinero. Lo hago mejor que ella y si no aceptas hacerlo conmigo se lo contaré a mi mami. Además me gusta el sexo y me encantan los maduros como tu así que yo lo quiero pasar mejor que la tonta de mi hermana, aunque eso te costará más dinero, claro”

La zorrita se me estaba ofreciendo como una autentica putita, ¿habrase visto la niñata esa? Jajaja.

“Mira Olga, no quiero problemas y tampoco quiero que tu madre se entere de esto. Te propongo hacer cosas pero sin llegar a la penetración.

“De acuerdo”, me dijo “Podemos empezar ahora mismo si quieres”.

“Olga… Quiero un streptease tuyo y que luego subas a mi cama y te tumbes boca abajo esperando a que yo suba. Por lo de hoy puedo darte lo mismo que a tu hermana para empezar e iremos subiendo depende de lo que hagamos. ¿aceptas?”

“Quiero 40 € Santi”

“Serás zorra!!!... jajaja… Ok 40 euros pero empieza ya que estoy nervioso”

Y empezó. Se quitó ese vestido quedándose en tanga y sujetador. Se quitó ese sujetador y Dios mío que par de tetas que tenía esa chica, jodeeeerrrr. Se dio la vuelta y se quitó su tanguita dejándome ver su culazo… Diooosssss, que culo tenia esa niña, jodeeeeerrrr.

Se dirigió a la escalera y subió hacia la habitación.

ME quité la ropa y la seguí. Entré en la habitación y me la encontré boca abajo como le dije. Me tumbé encima y empecé a restregar mi polla dura entre sus nalgas blanditas, empecé a simular el movimiento de follármela simplemente con mi polla entre sus dos nalgas. Me estaba haciendo una soberana paja con ese culazo tremendo de Olga y me estaba empezando a poner muy caliente mientras iba hacia arriba y hacia debajo de ese culo en el que mi polla encajaba a la perfección, bufff. Me estaba poniendo al borde del orgasmo. Ella acompañaba mis movimientos subiendo y bajando su pelvis y apretando sus nalgas para presionarme entre ellas mi polla durísima.

Después de unos 10 minutos así, le di la vuelta y le dije “quiero hacerme una paja entre tus tetas, Olga” y ella se puso boca arriba en la cama y se sujetó sus tetas con las manos para pellizcarme mi polla entre ellas y seguí con el movimiento típico arriba y abajo follandome esas dos tetas mientras ella las sujetaba con sus manos y sujetaba mi polla con sus dedos para que no se escapara. En algún momento su lengua mojaba mi capullo mientras yo seguía con el movimiento de arriba y abajo en esas tetazas.

“Vamos Santi… fóllame mis tetas que me gusta sentir tu polla dura entre ellas y quiero sentir como te fundes en ellas con tu lechita caliente, vamos mi amor que quiero ver como derramas tu placer en mis pechos y sentir tu quemazón entre ellas, muévete amor mío que me estás poniendo muy cachondita y necesitaré polla en mi conchita cuando termines de correrte, voy a vaciarte entero mi amor, vamos sigue, sigue cielo”

“Ahhh, ahhh, Olga que tetas tienes mas ricas y como sabes hacerme esa pajota con ellas, estoy al borde de correrme mi niña, como me gusta frotarte la polla en ellas y excitarme de esa manera, ohhhh, ohhhh niña como me gusta estooohhhhm, ohhhhh, por Diosshhh, que placer me estás dando zorrita mía, ohhh, guauuuu, ohhhh, me corro niña, me corrooohh”

Cuando le dije esto la muy zorra hizo un rápido movimiento y se metió toda mi polla en su boca haciéndome una soberana mamada y haciendo que terminara en esa boquita de zorra que tenía “ahhh, ahhhh, que haces niña, pero que haces, que me corro en tu bocaaahh ahhhh, no puedo massshhhh, trágate toda mi leche zorritahhh zorraaahahhh, ahhh, ahhhh, ahhhhhh que me corroooooooohhhhhhh”.

Menuda corrida amigas y amigos. Esa niña se tragó toda mi leche sin caérsele ni una gotita y sonriendo me dijo que se había ganado 50 €, jajaja.

Se los di encantado y seguimos viéndonos algunas semana alternando las mamadas de su hermana con las travesuras de Olga que ya os contaré pero son mucho más que mamadas.

Espero que os haya gustado mi relato y espero vuestros comentarios.

Hasta la próxima

[Nina Sweet]

100 cepilladas antes de dormir.

Os dejo ese pequeño relato de un libro que me gusto mucho basado en hecho reales

[Peterpan69es]

Como aprobé la asignatura a mi malvada alumna de 20 años

Dejadme empezar diciendo que siempre me han encantado los relatos de profesores y alumnas, (siempre han formado parte de mis fantasías) y aunque he dudado de algunos de ellos, me ha encantado ver que existen esas situaciones teniendo la suerte de poder vivir una de ellas… Os cuento.

Doy clases en una universidad de mi ciudad, en el último curso de la carrera para ser más exactos y en cada curso me encuentro un poco de todo. Chicos y chicas de 22 a 25 años generalmente y entre las chicas que es en lo que se centra mi relato, también encontramos un poco de todo… Hippies, pijitas, guapas, feas, serias, estudiosas, cara duras y provoconas.

Una de las cosas que al iniciar el curso comentamos los profes es el ganado que tenemos en ese año y siempre hay dos o tres de ellas que destacan por guapas, sexys o por cuerpazos extraordinarios y que además algunas no dudan en mostrar.

Pues bien. Hablemos de Claudia que es la chica en la que se basa esta historia, (su nombre real no es ese, por supuesto).

Claudia era la típica alumna guapísima de 20 añitos y con un cuerpazo de vértigo. No solo se contentaba con poseer ese regalo divino sino que además era de las alumnas que mostraba lo que debía y más. Seria con sus compañeros, era además la típica alumna que hace la pelota a los profes para beneficiarse de mejores notas y favores como retrasos en entregas de trabajos, etc.

Por poneros un ejemplo, os explicaré que acostumbraba a ir con tops ajustados y sujetador tipo balcón y generalmente shorts o faldas muy cortas. Eso resaltaba sus pechos, sus piernas y su encantador movimiento de trasero del que habitualmente, se notaba que llevaba tanga ya que el movimiento de sus nalgas era espectacular y demasiado libre para llevar braguitas normales.

No os quiero aburrir. Intentaré exponeros el caso para centrarnos en lo que fue mi venganza que es donde disfrutareis y espero que vuestras braguetas se abran o vuestras faldas se suban y empecéis con vuestras masturbaciones leyendo mi aventura.

Claudia se presento al examen de mi asignatura y le salió fatal. Sacó un 3.5 y suspendió. Una vez vio su nota, vino a la revisión de examen para intentar su aprobado. Ese día vino con una camisa muy ancha y con más botones desabrochados de lo normal, con lo que se le veían perfectamente sus pechos asomando por un sujetador de encaje que le sentaba de perlas, juntamente con una falda de lo más corta que jamás había visto.

Yo: Que quieres Claudia
Claudia: Vengo a ver mi examen ya que esperaba aprobar, profe.
Yo: Tu examen está muy mal y yo mismo me he quedado sorprendido pero no puedo aprobarte
Claudia: Si pero… todo el trimestre he ido bien y no se que me pasó ese día que me bloqueé y no me salía nada
Yo: Ya pero solo tengo ese examen y tus trabajos para demostrar que tienes el mínimo nivel

Ella veía que no estaba dispuesta a aprobarla y desesperada dijo

Claudia: Profe… Seguro que podemos hacer alguna cosa, ¿no?

Yo, que no le sacaba ojo de sus piernas y su escote pensé que era un buen momento para probar a esa chica y ver si eran reales las historias de todorelatos o eran imposible de llevar a cabo. Le pregunté que estaba intentando decirme, que se explicara…

Sorprendentemente y dejándome medio paralizado, acerco su cabeza y poniendo una mano en mi muslo muy cerquita de mi entrepierna me dijo en voz baja “Si me aprueba aceptaré una cita con usted en el sitio que usted me diga y haciendo lo que me proponga, profe”.

Mi polla dio un respingo alucinante y acepté el reto. Le dije que le pondría un 5 para aprobarla y que el viernes de esa semana le diría donde tenia que ir.

Al irse sonrió y se levantó su falda enseñándome todo su trasero con una tanga que hacia juego con ese sujetador que llevaba. No pude más que hacerme una paja y pensar en como sería esa cita. ¡¡¡ Que tonto fui !!!

Cambie su nota, firmé las actas y salieron en los tablones esas notas con su aprobado.

Ese mismo miércoles la encontré y al saludarla le comenté que ese viernes la esperaba en un bar cercano a la escuela y que ya tenía el plan preparado. Una cena, unas copas y ya veríamos, (no tenia intención de mucho más de lo que saliera pero si de pasarlo bien con aquel monumento divino).

Con una sonrisa dijo que esa cita no se llevaría a cabo ya que su nota era oficial y que me conformara con la vista de su escote y culo que era lo que merecía un profe tonto como yo. Grgrgrgr, la hubiera matado en ese momento ya que HABIA JUGADO CONMIGO LA MUY ZORRA!!!

Ya con más tranquilidad tracé ese plan del que os hablaba.

En la segunda convocatoria, la de final de curso, ella no hizo examen al estar aprobada, pero en la junta de profesores, donde se revisan las notas y exámenes, expuse que tenía que cambiar su nota porque me debía un trabajo que me aseguró entregar en 15 días después de esa primera convocatoria y no me lo entregó. Que ya estaba hablado con ella y que no podía consentir que no hubiera cumplido con su promesa. La mayoría de profes aceptaron ese suspenso, ya que si algo no toleramos, son esos alumnos que mienten o engañarnos. La única que puso algún reparo fue la jefe de estudios, pero dado que mi asignatura comparte la nota final con otra que se realiza en el segundo trimestre, legalmente podíamos hacer que su nota final fuera ese suspenso aunque sus dos notas parciales fueran de aprobado, (es un poco liado pero lo comento porque tiene que ver con el desenlace final de mi historia ya que ese profe con el que comparto nota fue mi cómplice en todo esto)

En la revisión de exámenes vino a verme. Yo ya la esperaba y ella no entendía ese cambio de nota. Ese fue su despiste ya que nunca pensó que podía encontrarse con eso y al verme me pidió explicaciones.

Yo le dije muy seriamente: “Claudia me tomaste el pelo y lo sabes. No creerías que me iba a quedar sin hacer nada, ¿verdad?. Hoy hay revisión y tengo de tiempo hasta mañana para cambiar las notas definitivas. Esta noche te quiero ver en el hall del Hotel Princesa Sofia a las 9h y que me sigas cuando me veas entrar por la puerta. Quiero que vengas con falda y sin bragas ni sujetador. Si quieres aprobar vienes conmigo al ascensor, si quieres suspender no vengas o no subas y esa será tu nota”

Me levanté y me fui sin mediar palabra quedándose ella sentada en la silla con cara de sorpresa y medio sollozando.

Reservé una habitación en ese hotel porque intuía que vendría y pasadas las 9h entré por la puerta del mismo. Revisé todo el espacio y vi a Claudia bellísima. Iba con esa misma blusa de esa primera revisión y con una falda no tan corta como la de ese día. Iba maquillada y con unos zapatos altos, repito guapísima. La miré, sonreí y fui a recepción para pedir la llave. ME dirigí a los ascensores y ella me siguió. No me lo podía creer pero estaba delante de mí en ese ascensor y mirándome me quiso decir algo pero con mi dedo le tapé sus labios y le dije “Hoy solo hablo yo y tú obedecerás para aprobar mi asignatura. Eres una mala alumna y mereces un castigo ejemplar, así que limítate a obedecer y esa nota será la que finalmente merezcas, ¿has entendido niña?”

Respondió con un “Sí. profe”. Esa respuesta era esperanzadora pero contenía cierta dosis de duda.

Entramos en la habitación y le dije que esperara sentada mientra me duchaba. Lo hice y al terminar me envolví con un albornoz saliendo del baño y viéndola sentada en los pies de la cama.

La miré y le dije que iba a comprobar si estaba preparada para aprobar o sacar buena nota al obedecer mis primeras órdenes. Me acerqué y le fui desabrochando su camisa para ver si llevaba o no sujetador y NOOO, no llevaba nada y vi unas tetas magnificas, duras, grandes y con unos pezones alucinantes.
Le quité la camisa y empecé a sobarle con mis manos esas tetas espectaculares mientras le decía en voz bajita:

“Veo que has sido obediente, zorrita. Que lindos pechos tienes y que duritos son. Me gustan, me gustará tocártelos, chupártelos y mordértelos, mmm, que buena estás Claudia. Vamos a seguir con esto si quieres, Claudia. Si no quieres, puedes vestirte y salir de esta habitación”

Hubo un silencio y luego Claudia dijo “Sigamos con esto profe… me lo merezco”

Mientras le tocaba los pechos me arrodillé delante suyo y comprobé la segunda orden que le había dado. Estaba con mi polla apunto de reventar y se notaba debajo de ese albornoz ya que esa chica estaba a mi merced y la visión de esas tetas y de mis manos tocándolas era super excitante. Le subí la falda hasta pasado su culo aunque me ayudó levantándose un poco de la cama y delante mío encontré un coño depiladito, con una sola línea de vello, rosadito, tierno y que rezumaba un olorcito a sexo joven. Acerqué una de mis manos y acaricié su rajita hasta abrirla un poco. Me chupé el dedo para humedecerlo y seguí abriendo lentamente sus labios para acariciar ese bultito que hacía el clítoris y lo empecé a masajear suavemente. Entré uno de mis dedos dentro lentamente y noté su humedad. Entré despacito y vi como sus ojos brillaban y como sus jugos empezaban a ser más abundantes acompañándolo todo de un leve gemido.

“Mmm profe. Como ve cumplí su segunda petición. ¿Voy bien para el aprobado?”

“Cállate de momento zorrita. Esta acaba de empezar y tengo más planes para ti” Le dije dejando de tocarla. Puse mi voz lo más dura que pude y le dije:

“Desnúdate sin quitarte eso zapatos, zorra. No me mires a los ojos si yo no te lo pido y no quiero oírte en todo el rato que estés aquí conmigo. Cuando termines agáchate y empieza a comerte mi rabo que está que se muere de ganas de correrse en esa boca de putita que tienes. Tu me engañaste y vas a pagar caro ese aprobado estúpida”

Mientras le decía eso se desnudó y ya la tenía de rodillas con sus dos manos en mi polla y mientras una acariciaba mis huevos la otra empezaba el leve movimiento de masturbación acompañándolo de unos tímidos lengüetazos que estaban empezando a matarme de gusto. Su movimiento se aceleraba y engullía toda mi polla haciéndome una mamada espectacular. Mientras yo le decía:

“Que rico zorrita. Ya veo que no es la primera vez que haces esto. La de favores y aprobados que has debido conseguir haciendo de puta como ahora, ¿verdad?. Ahhh como me gusta tu boquita. Ahhhh que bien la chupas putita.”

Claudia chupaba toda mi polla relamiendola desde la base hasta la puntita y metiendosela enterita en su boca dentro, fuera, dentro, fuera. ME estaba dando un placer inimaginable mientras acariciaba mos huevos y yo seguía tocando y pellizcando sus tetas y pezones que estaban durísimos. Estabamos los dos muy excitados:

“Como me gusta tocarte las tetas mientras me estas llevando a la gloria, sigue, sigue, sigueeee que me estoy corriendo niña. Eres mía ahora y quiero ver como me llevas a la gloria, mmm. Mmmm, despacito que aun no quiero correrme, niña, mmm, ahhhg, buufff…Como me gusta follarte esa boquita y sentir tus manos en mis huevos, ahhh, ahhhh, ahhhh, quiero que te tragues toda esa leche que empieza a salir, igue, sifue zorrita, ahhh, ahhhhh, ahhhh, aaaauuugggggggghhhhh…”

Derramé toda mi leche en su boca y la muy cerda se la tragó todita entera relamiéndose y limpiando las pequeñas gotitas que quedaban en mi polla.

¡¡¡QUE CORRIDA!!!

Después de unos segundos de relax, le dije: “Vete al baño y aseate un poco que esto acaba de empezar”.

Como os conté antes y delante de la posibilidad de tener presiones o amenazas de Claudia, me copinché con el otro profesor que compartía nota final de asignatura conmigo. Él es un tipo joven y sin escrúpulos y con ganas de mucha marcha por decirlo de alguna manera. Él estaba a punto de llegar y era mi cómplice para si por un casual ella se atrevía a decir o confesar lo sucedido, yo y Jordi declararíamos que estábamos juntos ese día en su casa de la playa y no habría posibilidad de creer la posible versión de Claudia. Ella no sabía nada de todo esto, claro está.

Cuando estaba en el baño, mandé un sms a Jordi para que subiera a la habitación y que esperara en la puerta hasta mi aviso.

Cuando salió Claudia le anuncié que íbamos a seguir con el exámen y su nota pero que de momento íbamos bien. Le dije que ahora venía lo siguiente y que eso le iba a hacer subir la nota mucho si se portaba bien. LE vendé los ojos con una cinta negra que tenía preparada y le até las manos con unas esposas y una cuerda sujetándola en un soporte de la pared para dejarla de espaldas a esa pared y con los brazos en alto.

“Que vas a hacer, profe. Lo de antes me gustó pero esto me está asustando un poco”
“Callate zorra” le dije dándole un pequeño pero sonoro bofetón. “te dije que ni palabra y que colaboraras en todo para ese aprobado y repito que ahora viene el plato fuerte”.

Fui a la puerta y hice entrar a Jordi, el cual ya sabia que no podía hablar para que ella no lo reconociera. Cerré la puerta de un portazo para que ella lo escuchara y a continuación le hable a Jordi en voz alta y le dije:

“Esta chica es la alumna mala que te comenté. Necesitaba una lección y está a mi merced para conseguir el aprobado que necesita para acabar su carrera. Se portó muy mal conmigo y necesito darle caña con tu ayuda ya que con lo zorrita que es y lo que le gustan las pollas, yo solo no podré con ella. Puedes empezar cuando quieras”

Claudia se quejó “Que está pasando aquí y quien es este tipo que está con usted. Ni se les ocurra ponerme una mano encima. Esto ya pasa de lo que yo quiero. No quiero seguir profe, estoy asustada y no quiero seguir”

Me acerque y le susurré “Todo está bajo mi control, no te asustes. Lo pasaremos bien los tres y te aseguro que será una experiencia que no olvidarás. No hables más y goza como tú sabes hacer, putita mía. Tu merecido y aprobado pasa por probar dos pollas a la vez y cuatro manos tocándote por todo tu cuerpo. Ahora me relajaré sentado mientras nuestro invitado hace contigo lo que quiere”

Jordi se acerco a Claudia y empezó a tocarle su cintura y sus pechos. Empezó a lamerlos aunque ella intentaba con movimientos evitarlo, el con sus manos la sujetó por su cintura y empezó a comerse sus tetas con unos lengüetazos y lametones espectaculares. Los ruidos de los chupetones se oían y animaban en ambiente. Bajó suavemente por su cintura hasta su sexo y siguió ahí con su trabajo. LE levantó una pierna y empezó a comerle su coño a base de lametones, besos y metiendo uno de sus dedos en su coño húmedo y mojado.

Me acerque a ella y le pregunte “¿te gusta o no te gusta zorra?”. Me contestó con un simple “Si, profe” mientras yo le cogía con mi mano la nuca y le daba un morreo que duro unos dos minutos, fundiendo mi lengua con la suya. Empecé a sobarle sus pechos que tenían unos pezones durísimos mientras seguía besándola y mientras Jordi seguía su trabajo con su coño al que ya le tenía metidos dos dedos y sobándole su culo con sus dos manos no paraba de chupar su clítoris con un sonido excitante. Seguí con mi trabajo y al seguir besándola notaba como empezaban a escaparse gemiditos de su boca entre mis labios. “Se que esto te gusta un montón… Voy a pedirle a mi compi que te folle como mereces niña mala. Cuando él termine te follaré yo terminando dentro de ti. Eso sí, no te preocupes que como en el fondo te apreciamos, usaremos preservativos para no dejarte embarazada. Siempre soñé con tener para mi una putita como tu.”

Me separe y le hice una seña a Jordi para que empezara a follar a Claudia.

Apoyó su cuerpo contra el suyo aplastando la espalda de Claudia contra la pared mientras levantaba una de sus piernas para meterle toda su nada despreciable polla, (de uns 20 cm aprox), dentro de su coño. Empezó suave pero a los 10 segundos ya estaba bombeándola de una manera espectacular. La vista os la podéis imaginar. De espalda Jordi con el movimiento típico y de frente Claudia, atada de manos, indefensa y con los ojos vendados, mordiéndose sus labios para no delatar su placer mientras sus dos tetas se movían al compás de la follada. Empecé a pajearme y Claudia no pudo esconder su placer y empezó a gemir cada vez más y más “Aggg, mmm, mmm, uuuyyy”.

Jordi no pudo aguantar más y se corrió dentro de ella sin dejar que ella pudiese llegar al orgasmo.

Jordi salió y se fue al baño a asearse para irse en seguida, tal y como habíamos planeado.

Yo fui a ocupar su plaza y sin levantar su pierna, empecé a buscar su coño con mi polla hasta que empecé a entrar en su cueva aún mojada. Empecé a bombear lentamente mientras besaba su cuello, sus labios y con mis manos sujetaba sus dos nalgas para acompañar el movimiento. Mientras le decía:
“Que coño tienes tan mojado zorra. Estás disfrutando de verdad pero me necesitas para correrte, ¿no es así?. Que bien lo estoy pasando y como me gusta follar a mi alumna mala de esta manera, ¿te gustó lo que te hizo mi amigo? La verdad es que te oia gemir y me has puesto cachondo de verdad. En el fondo se que te gusta esto putita mía y yo voy a hacer que te corras como una guarra, como lo que eres de verdad, mmm, que culazo que tienes chica. Te lo follaría ahora mismo pero no te preocupes que con tu coño tengo suficiente, aunque si quieres un 9 o un 10 me tendrás que dar tu culo, niña, mmm, mmm, como me gusta follarte aplastándote en la pared, ohhhh, ohhh”

Seguí bombeando subiendo sus dos piernas y sosteniendo todo su peso con mis manos mientras hundía una y otra vez mi polla en su coño. Mi sudor empezó a mezclarse con el suyo y volví a la carga con un beso intenso, guarro, con lengua acompañado de mis gemidos y de nuestras respiraciones agitadas. Era excitante y una gozada follarme a esa belleza de esa manera.

“Profe, no puedo más. Reconozco que me está gustando estooohhhh, mmm mmmm buuuuuffff. Mi culito no se lo puedo dar, me conformaré con un aprobado, ohhhh bufff, buuuufff. Siga y no pare que su amigo me dejó a medias y necesito correrme, creo que lo merezco. Así, asíííi´, asíííi profe no pare que estoy a puntito de correrme como su putita, síiii, ebuuuff, buuffff, no pare profe, no pàre, más, más, máááásssss que me corroooohhhhhhh ahhhhhh ahhhhhh”

“Dios mio Claudia yo también me corroooohhhh. Que bien folla mi putitaaaaahhhh, ahhhhh, ahhhhhh”

Y nos corrimos los dos de una manera bestial. Desaté sus manos y me tumbé en la cama. Ella se acerco quitándose la venda de sus ojos y se tumbó a mi lado diciéndome:

“Me ha gustado profe aunque me asusté al oír la llegada de su amigo. Creo que merecía ese castigo y espero que tenga ya ese aprobado que merezco. Siento haberle engañado pero mereció la pena aprobar la carrera así. Voy a ducharme y si usted me deja me iré a mi casa esperando ver mi nota en las listas de mañana”

Me dio un beso y cuando desperté, estaba solo en la habitación. Me fui al baño y había una nota que decía:

“Lástima que mi culito aun sea virgen.Me hubiera encantado conseguir ese 10 gracias a él pero no estaba preparada para ello. Gracias por respetarlo profe. Claudia”

Las notas salieron y al lado del nombre de Claudia salió un 8. Mereció esa nota, ¿no lo creéis así?

[redbull]

The art

Me ofrecen un trabajo, efectivamente en el mundo escénico, hay casillas, y cada persona que nos dedicamos a ello tiene un registro. Un director te propone un papel, en el cual debes representar que encandilas a una mujer joven. Casualmente la persona escogida para interpretarla a ella era 9 años menor que yo, bajita, 150 cm, pero con un cuerpo impresionante, con 19 añitos nada mas.

La exigencia del director de meternos en el papel nos llevó a tener que hacer ensayos por libre, fuera de los programados, ya que ella era novata y no lo pillaba. Le repetí mil y una veces las palabras del director "déjate llevar por él" pero mi mente sobrepasó el límite de la representación y iba mas allá... Era la típica niña que, al acabar los ensayos, aparecía su padre a recogerla... O sea que muy puesta en fiestas no estaba. Para conseguir ganarme su confianza, empecé a quedar con ella fuera de los ensayos, tomar algo, comer, llegando incluso a salir un fin de semana a cenar y tomar unas copas.

Esa táctica llevo a que el director se contentara, habíamos logrado el nivel de interpretación que él quería, pero mi mente iba mas allá. Y no pude remediarlo. Un día al salir del local le propuse que la llevaría yo a su casa, así ahorraríamos el viaje de su padre. En principio no quiso, pero accedió rápido al saber que, algunos días, el resto del equipo íbamos a tomar una copa al acabar, con la condición de no regresar tarde a casa.

Un dia, a la vuelta, le pregunté que sensaciones tenia en los ensayos y me confesó que había un punto en que se excitaba de tal manera que, textualmente "me desnudaría delante tuyo"... Eso llevó a que un fin de semana, quedé con ella para ensayar nuevamente y le propuse que hiciera lo que la mente le pidiera.

Efectivamente, a la segunda pasada de las escenas, ella, empieza a deslizar su ropa, dejándola caer y quedando cada vez mas cuerpo al aire. Yo no sabia como reaccionar ¿puede una novata bloquearme a mi? No! Así que ataqué y me lancé encima. Eso llevo a saltarnos todo el guion y empezar con roces, abrazos, caricias... En un momento dado, yo abrazándola por detrás, no pude evitar rozarla con mi arma en guardia, dura, rozando su culito cubierto por ese culotte y notar esos pezones queriendo romper la lycra de su top.

La cosa se pone cada vez mas caliente y me veo, en pocos minutos, apoyado de pie en la pared con ella quitándome los pantalones y acariciando mi arma. Yo iba loco por follarmela y no podía mas, así que en un arrebato la levanto, la llevo sobre unas colchonetas y empiezo a lamer su ya liberado triangulo. Ella se retuerce, se extremece aprieta mi cabeza contra sus ingles. Cuando subo a besar sus pechos, aprovecho para rozar suavemente su clítoris con mi capullo y al notarlo húmedo, empiezo a clavarlo suavemente, notando algo raro tanto al entrar mi polla como en su cara, su reacción. Para no romper el momento, sigo suavemente, con besos, con caricias constantes, hasta que la giro, la pongo a 4 patas y me deleito viendo entrar mi polla suavemente. Al final aumento el ritmo y exploto sobre el final de su espalda, ella jadeando, sudada. En ese momento se deja caer de golpe quedando boca abajo y yo, que estaba medio apoyado en ella, caigo encima, tumbado sobre su espalda.

Es en ese momento cuando le susurro a la oreja que podría haber dicho que era su primera vez, a lo que ella responde "y perder este momento?" añadió "prefiero una primera vez con un hombre seguro de lo que hace que con un niñato que aprende por YouTube"

A partir de ese momento, los encuentros a solas aumentaron, los polvos también, pero lo que conseguimos fue el que el director dijera "habéis conseguido lo que quería".

Ahí empezó una relación que, durante 8 años, nos llevó a esta moza y a mi juntos, compartiendo algo mas que escenarios, mas trabajos y producciones conjuntas y miles de horas de camerinos, viajes y ensayos que, en una inmensa mayoría, acabaron en polvos y mas polvos. Su energía era inagotable en este sentido.

Tal vez algún dia pueda hacer un listado de los lugares emblemáticos que has sido testigos de tanto sexo, pero ahora, recordando todo esto, se me pone nuevamente morcillona, así que os dejo para tender mis necesidades biológicas.

PD: tanto ella como yo hemos dejado la escena, ella es una jurista prometedora y yo no doy pistas de mis actuales ocupaciones, pero lo contado real es.

[redbull]

L4 del Metro

Metro, tarde. Vuelvo de currar. Es una línea de metro que cruza un par de zonas de ocio de la ciudad. Acostumbra a pasar que al llegar a esa parada a esa hora baja mucha gente del metro y te quedas casi solo. En esa ocasión no. Se queda una chica que, pese a tener pinta de ir a la zona de ocio, no baja. Está en la otra punta del vagón, y al ver que solo quedamos los 2, a parte de 5 personas mas repartidas por todo el tren, se acerca y se sienta frente a mi. Tendrá unos 27-30 años, y me pone la situación, tanto que decido guardar el móvil y mirar fijamente a los ojos a esa gata.
Ella, atrevida, aguanta la mirada hasta un momento en que se muerde el labio. Se acerca su parada, y cuando se levanta se acerca a mi y me toca la cara. Se va a puerta. No puedo aguantar y la sigo. Se va el metro y quedamos solos en el anden. Me empieza a hablar, es medio latina. Deducible porque solo las latinas tienen ese culo curvado hacia el exterior, esta no era de culo exagerado, pero prometedor. En lugar de ir por las escaleras, decidimos salir al exterior por el ascensor y allí me hace una propuesta que no puedo denegar.
Ya en la calle, sin cámaras del metro por todas partes, me besa suavemente. Nos metemos en un callejón y entre dos coches no puedo evitar empezar a besarla, a manosearla, levantando ese vestido y palpando un tanga que tiene menos ropa que un kleenex. Ella desabrocha mi cinturón y mete la mano. Lógicamente está dura. Total que me veo en un callejón, entre dos coches, con ella bajando a comerme. Morbo no, lo siguiente. Incluso le aprieto la cabeza para clavarla hasta la campanilla y la moza ni protesta. Cuando le digo que pare para no correrme me dice que vale pero que quiere mas. Me encantaría comerle a ella, pero la situación es extraña, así que decido humedecer mis dedos con su boca y empezar a tocar. Noto que le gusta, y la muy bruta me dice que quiere mas, así que la recostó en el capó de un coche, boca abajo, levanto el vestido y apartando esa cuerdecita del tanga, empiezo a frotar mi capullo contra su clítoris. Empieza a retorcerse y cuando veo que está a punto de irse, le clavo la puntita. Suave. Lento. Y estoy así, entrando y saliendo un rato, hasta que me dice que la clave toda de golpe y la reviente. No lo dudo y ante esa petición accedo. A eso ella se corre de tal forma que empieza a dar golpes al capó del coche. No puedo mas y me corro dentro de ella.
Al cavar caemos los dos recostados encima del capó, yo sobre ella. La saco, me aparto, me coloco la camisa, pantalón, me abrocho el cinturón… Ella se arregla el pelo, sonríe y me mira. A eso que un vecino, despertado por los golpes del capó, aplaude mientras dice “bravo campeones”. Eso nos hace salir corriendo como dos adolescentes nuevamente hacia el metro. Al llegar allí me dice que no tiene dinero para el billete y que si le puedo pagar uno. Para que no vaya sola, me ofrezco a acompañarla, pero se niega. Me dice que sabe ir sola por el mundo. Bajamos al anden, ella en una dirección y yo en otra de la línea de metro. Reimos hasta que llega el metro. Primero el mío. Subo y desde la ventana la miro. Al entrar en el túnel un hombre sentado en el vagón me dice “tampoco llevaba dinero para el metro hoy?”… Y sonríe…
No he sido el único, lo se. Ni seré el último…. Le debe molar la situación.

[Baja_69912]

Bueno, vale, tenéis razón.

Veamos unos ejemplos con exclusivamente animus iocandi. (Puntuación del 1 al 10, siendo 1 "horrible" y 10 "soberbia").

Posible expe de puntuación 1:

"Me veo con resaca (no puedo decir que me levanto porque no me he acostado) porque anoche salí con las amigas y lo petamos. De pronto, recuerdo que el cliente de las 14 horas (¡Cómo pasa el tiempo!) está al caer. Y cae, porque oigo con toda claridad en el rellano un: ¡nenaaaaa! seguido de un cuerpo desplomándose. En bata, abro a toda prisa y me encuentro tirado en el suelo, doliéndose, un hombre que por su edad debe ser de los tiempos del general (Espartero). Le ayudo a levantarse y más que invitarle le sostengo hasta el sofá, tarea especialmente dificil teniendo en cuenta el sobrepeso del sujeto. Bien es cierto que una vez acomodado, lo ameno de su charla eclipsa lo demás; me cuenta con todo lujo de detalles el partido que enfrentó en tercera regional al Dènia FC con el Badajoz. Con cualquier excusa acudo a la nevera donde me coloco una bolsa de hielo en la cabeza envuelta en una toalla con la vana esperanza de disimular. Vuelvo a donde está el caballero que se ha quedado dormido, roncando ruidosamente y con un hilillo de baba cayendo. Aprovecho para volver al baño donde ingiero a toda prisa un comprimido de Nolotil, solamente para oir un: ¡nenaaaaa, que ja m´he pres la pastilla, vineeeee! Al llegar, constato que el buen señor se habrá equivocado de comprimido porque la cosa está más floja que un martillo de plastilina, así que, como puedo y más fe que el alcoyano, intento darle un poco de vida al asunto. Tras ochenta minutos largos, sin conseguir mi propósito y con el buen hombre otra vez dormido, desisto. Le despierto -no sin esfuerzo, recurriendo incluso a echarle por encima un vaso de agua-, y él solo comenta: -Nena, ha estat genial. Em permets que baixi al caixer un moment? Tras unas cuantos tropezones, logro meterle en el ascensor. Lo último que recuerdo de él son unas voces en la calle: ¡Perdoni, que em podria dir on soc??"



No, no es buena idea.

[Giocondo]

Sinceramente...a mi me encantaría que lo hicieran.

Pero creo que si fueran sinceras de verdad se jugarían la pasta a saco.

Y no están aquí pa eso.

[Baja_69912]

Ya que nadie se anima, sigo con mi monólogo de graciosete aburrido:

Experiencia de nivel 5 (ni fú ni fa)

"Me había ido a dormir bastante tarde porque tenía que presentar una PAC, pero aunque tarde, dormí con la conciencia tranquila. Así que al levantarme a las ocho y media para recibir al primero de la mañana, estaba fresca y descansada. Me arreglé y cuando justo acababa, sonó el timbre. El regalito se trataba de un hombre de unos cuarenta y cinco años, ni gordo ni delgado, con una leve alopecia que no llegaba a hacerle parecer bola de billar; estatura normal, ni feo ni guapo, en fin, un fofisano de lo más corriente. Esbozó una leve sonrisa y en vez del piquito de rigor me sorprendió que me diera unos castos dos besos en la mejilla, bastante contradictorios con el objetivo de la visita. Se sentó en el sofá y cuando le pedí qué quería tomar me soltó que por ser un día especial se permitiría un agua con gas. Comenzó con una charla insustancial sobre que el calor en Madrid es más seco y tal y de pronto me espetó que si pagaba por adelantado creía que se merecía un descuento. Le dije "ya, pero es que aquí todos pagan por adelantado", a lo que, sonrojándose me pidió disculpas y me dejó el dinero en la mesita, sin rechistar más. Una vez desnudos, en seguida comprobé que se ponía en plan oso amoroso, abrazándome y dándome besitos inocentes. Sin mucho disimulo, me apliqué el gel y entonces comenzó con un misionero de lo más convencional, con la cabeza hundida en la almohada, lo que permitió examinarme la pintura de uñas con todo detalle mientras él refocilaba. Acabó rápido, en siete minutos. Se quedó un rato mirando al techo musitando que era el polvo de su vida, mientras yo repasaba mentalmente la compra del mercadona: tallarines, aceite de oliva, guacamole, salsa de tomate....apenas percibí que estaba ya vestido y pidiendo un vaso de agua. Me incorporé, se lo tendí y le acompañé a la puerta pensando en que podía aprovechar para sacar a pasear al perro. Al final opté por esperar cinco prudentes minutos para sacar al bueno de Bobbi, que ya ladraba detrás de la puerta de la habitación donde siempre esperaba a que acabara mis polvos. En la calle con Bobbi me dí cuenta que ni recordaba la cara del cliente que había despedido cinco minutos antes."

[Hartmann]

Iniciado por Alejandrohh

Ya que nadie se anima, sigo con mi monólogo de graciosete aburrido:

Experiencia de nivel 5 (ni fú ni fa)

"Me había ido a dormir bastante tarde porque tenía que presentar una PAC, pero aunque tarde, dormí con la conciencia tranquila. Así que al levantarme a las ocho y media para recibir al primero de la mañana, estaba fresca y descansada. Me arreglé y cuando justo acababa, sonó el timbre. El regalito se trataba de un hombre de unos cuarenta y cinco años, ni gordo ni delgado, con una leve alopecia que no llegaba a ser bola de billar, estatura normal, ni feo ni guapo, un [...]

Se te da bien, mamón...
Colaría en un capítulo de una novela de Manuel Vázquez Montalbán...

Saludos!!

[Baja_69912]

Gracias, Hartmann, es que el tema me inspira. Ya estoy trabajando en la expe de nivel 10.

[Baja_70058]

Iniciado por Alejandrohh

Gracias, Hartmann, es que el tema me inspira. Ya estoy trabajando en la expe de nivel 10.

Quiero leer esa experiencia nivel 10 xD

[Hartmann]

Iniciado por Savannah

Quiero leer esa experiencia nivel 10 xD

Un clásico, las presiones al escritor por parte de la editorial...

Acostumbrate si te quieres dedicar...

Saludos!!

[Baja_69912]

Pues ahí va:

Experiencia nivel 10:

Al principio me quedé un poco preocupada cuando mi médico de confianza me indicó, a la vista de los análisis, que tenía que tomarme un respiro sexual de un mes por una infección “sin demasiada importancia”; pero al salir de la consulta y conforme me acercaba a casa pensé que ya tenía la excusa perfecta para ese planeado y siempre pospuesto viaje a Bali. Daba la casualidad de que mi mejor amiga se tomaba tres semanas de vacaciones, así que llamarla y acudir a la agencia de viajes fue cosa de pocas horas. Salimos para Bali a los tres días y fue una vivencia encantadora. No escatimamos en gastos: el mejor hotel de Bali, todo lujo y ambiente chillout frente a unas playas de ensueño. Nos sentíamos las reinas de la isla tomando unas caipirinhas en nuestras tumbonas bajo las palmeras. La única sombra, si se puede llamar así, fue que mi forzado reposo sexual me impidió imitar a mi amiga en sus escarceos nocturnos con aquellos espectaculares suecos que poblaban las discotecas de la isla. Tampoco puede decirse que me resultara insoportable, porque al fin y al cabo, al contrario que mi amiga, descansaba de mi actividad laboral. Pero sí que es cierto que, siendo una persona muy sexual, cuando me reincorporé a la vuelta del viaje iba ya más salida que la punta de una plancha. Así que mientras preparaba la camilla para recibir al primer cliente del día, a las diez de la mañana, tras dos días de reposo del viaje, me sentía llena de energía, como si fuera a comerme el mundo. Si no fuera porque no llevaba, al abrir la puerta casi se me caen las bragas al suelo. Frente a mí, esbozando una tímida sonrisa, tenía un pedazo de hombre de sus buenos metro ochenta y cinco de estatura, bronzeado, cara angulosa, cabellera castaña y cuerpo que se adivinaba cincelado bajo su traje de Armani. Podía haber sido perfectamente el hermano guapo de Ryan Gosling, para que os hagáis a la idea. Invitándole a sentarse en el sofá y mientras saboreaba una tónica, me contó que era agente de bolsa y que venía con ganas de relajarse. De pronto, una sombra de duda le cruzó la cara y me comentó con suavidad: "Mira, te iba a pagar pero he recordado que sólo llevo billetes de quinientos, es que con esto de que los retiran los estamos acumulando…", pero en seguida me dijo: “Bueno, no importa, quedátelo, yo tampoco sabría que hacer con él y a una dama no se le pide cambio”. Entonces, poniendo cara traviesa me dijo: “Sabes, antes de dedicarme a bróker era masajista en una sauna gay (era por dinero, soy hetero) y me muero de ganas de probar mis artes con una mujer, te importa si lo pruebo contigo?” Yo estaba como flotando en una nube, con sensación de que no podía estar pasándome a mí; pero lo estaba. Me hizo pasar a mi propia camilla, me desnudó con delicadeza y me untó sabiamente con los aceites esenciales que yo misma había preparado. Se notaba que conocía el oficio, no se limitaba a acariciarme sino que intuía perfectamente qué partes de mi cuerpo necesitaban esos pases enérgicos y precisos. Resiguió con maestría todo mi cuerpo: omóplatos, espalda, glúteos… Yo ya estaba caliente perdida con las cosas que me hacía aquel hombre. Así que cuando me dio la vuelta y comenzó a reseguirme la parte interior de los muslos me sentí literalmente arder. Pero ya su lengua recorría mi vulva hasta llegar al clítoris; era una lengua experta, de amante experimentado y generoso. Sus manos, en mis pezones untados de aceite, eran gloria celestial. Al cabo de unos minutos de extasis, me hizo recostar en la camilla, mi espalda contra la pared y él me penetró estando de pie; en seguida comprobé que era uno de esos hombres que tiene la rara virtud de dominar pefectamente los músculos de su miembro, en unos movimientos que me hacían estremecer de placer, al tiempo que su pelvis me masajeaba con acierto el clítoris. Se había sacado la camisa y así podía apreciar un pecho inmaculadamente depilado y fibrado, con unos pectorales en su punto justo de fortaleza sin parecer un culturista y unos abdominales bien marcados. Y como no podía ser de otro modo, al poco rato me corrí salvajemente, en uno de los mejores orgasmos de mi vida. Ni siquiera quiso que le ayudara a correrse, comentó que eso no se pide a una dama. Me dijo que ya tendría tiempo de correrse en una próxima visita, que aún tenía muchos billetes de 500 de los que desprenderse.

[Marina Bauman]

Marina Bauman

Alejandrohh ....

Mi más absoluto respeto y admiración ......!!
Has considerado la posibilidad de convertirte en biógrafo oficial del reino ??.

Espero con impaciencia la número 11 (y siguientes).

Un beso grande.
Marina.

[Donovan]

Alejandrohh

No se donde, creo haberte leído interpretar el papel de un bombero

Prepara la manguera...para algunas que esto está que arde :silvido:

PD: Graaande, gran relato si no sabes donde poner los "binladens" ya te los guardo yo

[Hartmann]

Iniciado por Alejandrohh

Pues ahí va:

Experiencia nivel 10:

Al principio me quedé un poco preocupada cuando mi médico de confianza me indicó, a la vista de los análisis, que tenía que tomarme un respiro sexual de un mes por una infección “sin demasiada importancia”; pero al salir de la consulta y conforme me acercaba a casa pensé que ya tenía la excusa perfecta para ese planeado y siempre pospuesto viaje a Bali. Daba la casualidad de que mi mejor amiga se tomaba tres semanas de vacaciones, así que llamarla y acudir a la agencia de viajes fue cosa de pocas horas. Salimos para Bali a los tres [...]

El relato está muy bien. Tienes la virtud de tocar varios géneros.
Pero me gusta más tu estilo más oscuro y tragicómico del segundo relato, de novela de Pepe Carvalho.
Yo te invito a escribir más historias de nivel 5. Será porque yo soy también un poco tragicómico...

Un saludo!!

[Bonsai]

Nivel 5

Iniciado por Hartmann

El relato está muy bien. Tienes la virtud de tocar varios géneros.
Pero me gusta más tu estilo más oscuro y tragicómico del segundo relato, de novela de Pepe Carvalho.
Yo te invito a escribir más historias de nivel 5. Será porque yo soy también un poco tragicómico...

Un saludo!!

Estoy con Hartmann. Nivel 5 creo que se acerca más a la realidad cotidiana de muchos y muchas de los aquí presentes, ja,ja. Además, con lo bien hecho que está el relato, es que te imaginas las escenas y yo me estaba partiendo el culo imaginando la situación.

Felicidades Alejandrohh por el buen rato que me has proporcionado. El problema lo tengo yo ahora porque cuando esté con alguna de las chicas, pensaré "¿está por mí o está llegando al Mercadona?"