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Antiguo 14/03/2021, 12:20   #121
Baja_134832
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Iniciado por Jaason Ver Mensaje
¡¡EL SIGUIENTE!!

"¡¡Vete ya, maldito!! ¡¡vete de una puta vez!! Que no eres la única persona del mundo…". Son sus pensamientos, mientras se fuerza a mantener su sonrisa. Finalmente el tipo calla, como esperando una respuesta que nunca se producirá. Mientras él camina de espaldas sin dejar de mirarla, saliendo al rellano, ella cierra la puerta, con suavidad, pero con los músculos tensos.

Ella se apoya momentáneamente en la pared y exhala el aire retenido en su interior. Por fin se ha ido. "¿Que habré hecho yo para tener como cliente a semejante capullo?" Es un tipo que no llama para nada la atención, pero que se cree el rey del mundo. El típico imbécil que no para de preguntar '¿esto te gusta, verdad que sí?' mientras están follando. El mierdas que cree saberlo todo y hacerlo todo bien. Un pavo real que no sabe más que hablar de los viajes que se pega por el mundo, de los dineros que gana, del nuevo coche que se ha comprado…. "¿Por qué cojones tengo yo que aguantar a este capullo? Si no fuera porque paga bien, y las pelis porno que se monta en su cabeza no le duran más de dos golpes de cadera y se corre enseguida… ¡En fin! Se ha largado. A la mierda. Hasta la próxima…". "Es igual, algún día desaparecerá como han desaparecido tantos otros" se intenta convencer. El problema es que sabe que otro capullo aparecerá para ocupar el nicho que deja éste….

Vuelve despacio a la habitación, con desgana, casi arrastrando los pies. "No estoy físicamente cansada, sólo es la carga mental". Se mete en la ducha por cuarta vez hoy, y deja que el agua le anime un poco. Y lo consigue.

Sin quererlo, empieza a pensar en aquel cliente que tuvo hace algunos años, con el que empezó a compartir una vida en común. Ni fue su primera pareja, ni fue la última. Pero fue de las que más le dejaron marca.

Le gustaba su polla. Le gustaba metérsela en la boca, acariciar con la lengua el prepucio y los bordes del glande. Lamer el frenillo. Acariciar con sus dedos aquél pene en erección lleno de venas, bajar los dedos hasta los testículos y sopesarlos en la palma de la mano. Apretarlos suavemente. Notar en la punta de sus dedos como, durante el orgasmo, el canal uretral se llenaba de semen y se desplazaba hacia adelante. Sentir en la palma de sus manos las pulsiones del pene que intentaba vaciarse del todo.
Era la polla ideal para su coño. Ni pequeña, ni excesivamente grande. Una polla del diámetro justo para encajarse en su vagina sin molestar demasiado. Placer y molestia. Con una cierta curvatura hacia arriba que acariciaba su punto G al entrar y salir. Provocando unos intensos orgasmos que la dejaban al borde de perder la consciencia.
El gran error fue enchocharse con él, acabar aceptando sus propuestas. Empezó a compartir con él más tiempo que el de los servicios. Unos cigarrillos o unos porritos, unas cervezas en el bar, una cena de tanto en tanto. Se lo pasaba bien con él, y reía feliz. Todo fueron promesas que nunca se cumplieron. Empezaron a vivir juntos y ella dejó de ser escort para intentarlo en una fábrica de piezas de plástico. Todo el día embalando piececitas, una tarea repetitiva, sin sentido, por un sueldo de mierda que apenas llegaba a fin de mes. Al menos, volviendo a casa, ella esperaba que el amor le llenara las ganas de vivir el día siguiente; pero él no servía para nada más que follar. Él no era más que un puto vago aprovechado, que en cuanto la tuvo fija como chocho y como ingreso, acabó perdiendo la gracia y el empleo. Siempre estaba fumado, estirado en el sofá rodeado de ceniceros sin vaciar y vacíos envases de cerveza. Toda su gimnasia se reducía a bajar al bar con cualquier excusa a levantar copas o cervezas, y a follarla de tanto en tanto, cuando el alcohol y la droga no le habían embotado demasiado el cerebro.


Ahora todo ha pasado y queda muy lejos en el tiempo. Ahora vive sola y mucho más feliz.

Tras secarse después de la ducha, limpia un poco el baño y recoge la habitación haciendo un montoncito con las ropas para lavar. Mira la agenda. El próximo llegará en unos 20 minutos. Vuelve a mirar la anotación y recuerda que han pedido servicio para una pareja. Junto al teléfono y el alias que había usado para la anotación, había escrito "me parecen extraños"

No tiene mucha experiencia trabajando con parejas. Sí que hace tríos con alguna de sus compañeras, pero no siente nada con ni por ellas, sólo es parte de la falsedad que envuelve su labor. Pocas veces se ha sentido comprometida a cumplir con una mujer. No le gustan demasiado. Mientras se viste, recuerda la primera pareja con la que estuvo.

Era un tipo con una mujer realmente bella. Cuando les abrió la puerta le llamaron poderosamente la atención los labios y la melena rubia de la mujer. Quien dominaba era el tipo, pero quien enamoraba era ella. Saludos, presentación y al lío. El tipo dijo que prefería empezar mirando y si se animaba, ya haría; que de momento se quedaba sentado en el sillón. Le pareció bien. Realmente la presencia de aquella belleza la estaba excitando. Tampoco tenía en aquel momento muchas experiencias lésbicas, ni le gustaban particularmente las mujeres, pero ésta le llamaba mucho la atención. Se desnudaron mutuamente. Despacio, con delicadeza, cubriéndose mutuamente de besos por todo el cuerpo. Medio desnudas, sus bocas se encontraron, sus lenguas empezaron un baile frenético, mientras sus manos recorrían mutuamente sus pieles. Acarició sin cansarse los pezones de la otra mujer, notando como sus pechos se calentaban al contacto con sus manos. Las manos de la mujer bajaron a su pubis, y empezaron a acariciar su monte de venus y sus ingles con mucha suavidad. Su sexo empezó a humedecerse sin control, se abandonó un poco a esa sensación. Miraron las dos al tipo y vieron como éste mientras desabrochaba su bragueta y sacaba el pene para masturbarse, les hacía una indicación para que siguieran ellas dos solas.
Le pidió a la mujer que se tumbara y ahí enterró su cabeza entre las piernas de ella. Los labios vaginales de la esposa eran casi tan bonitos y sabrosos como los de la boca. Estuvo lamiendo un ratito el pliegue entre los labios mayores y menores, deslizando la lengua en plena obertura de la vagina, como lamiendo un helado de su gusto favorito; pegando pequeños mordisquitos suaves en los bordes de los labios menores, y con la punta de la lengua, haciendo espirales que se abrían y cerraban buscando donde se escondía su clítoris. Chupando de tanto en tanto. Cuando iba a introducir uno de los dedos en aquella obertura chorreante de la mujer, se estropeó todo.
Sin darse ni cuenta, el tipo se había levantado y puesto detrás de ella. Con rudeza, estaba intentando penetrarla analmente. Se giró y le dijo con firmeza que no estaba preparada y que ella no hacía ese servicio. El tipo empezó a ponerse nervioso. Empujó a su mujer con algo de violencia, diciendo "pues entonces chúpamela a mi como se lo haces a ella". Empezó una felación e invitó a la esposa, pero él la rechazó, empujándola. No, sólo la quería a ella. Miró la cara de la mujer, parecía que estaba enfadándose. Dijo que la habían contratado para estar con los dos, y que él estaba intentando acaparar. Empezó una discusión a tres bandas. La pareja vomitando la amargura que había crecido entre ellos con los años. Ella discutiendo, para que callaran, que sólo quería hacer su servicio y nada más. Acabó un rato y dos portazos después: el que dio la mujer al irse diciendo que no lo quería volver a ver más, y el que dio él un momento después, tras reprocharle que ella lo había estropeado todo. Al menos había cobrado su dinero.


Vestida, recoge las ropas para lavar y echa las toallas y la sábana en la lavadora. Mientras, decide fumar un cigarrillo. Ahora piensa que se está enamorando. Desde hace unos meses, le atrae poderosamente uno de sus clientes, un dibujante/pintor que la contrata siempre por tiempos largos, para que pose para él desnuda mientras él la dibuja en un bloc que siempre trae consigo. Después de varios croquis y dibujos, hacen el amor.

Físicamente, no le gusta el pintor; pero no sabe por qué, se siente muy atraída por él. Quizá por esa pinta de hombre enfermo, de varilla que se va a romper en cualquier momento. De palo de bandera que no soporta su cometido cuando sopla el viento.
Le gusta abrazarlo y notar como él se relaja como un niño en brazos de su madre hasta casi dormirse.
El pintor es extremadamente delgado. Un esqueleto con piel. Entre sus flacas piernas, cuelga un pene y unos testículos que parecen uvas pasas de tan arrugados. Pero le gusta hacer el amor con el pintor. Es lento en sus movimientos, la acaricia de arriba a abajo como si fuera un ciego intentando leer un mapa, y eso a ella le gusta. Busca todas las imperfecciones y cambios de textura de la piel con la punta de los dedos y se recrea allí: en los pequeños granitos que aparecen y desaparecen, en la pequeña cicatriz del brazo y en la de la rodilla, en sus cejas y el nacimiento del pelo, en sus aureolas y pezones, en las ingles, en los labios, en la nariz y las orejas… La besa con tal suavidad que no sabe si toca su lengua o sólo nota la humedad del aire dentro de sus bocas conectadas. La penetra despacio, como recreándose en los movimientos. No es un gimnasta de los que se pasan el rato probando posturas, ni tiene complejo de taladro percutor. Balancea las caderas como se balancean los columpios olvidados del parque los días de brisa ligera. Los orgasmos con él, no siempre llegan; pero cuando lo hacen, son lentos y pausados, profundos, dejando tras de sí una sensación de paz. Como la marea que sube y cubre toda la playa, dejando una superficie limpia y renovada al irse de nuevo.
El pintor es muy serio, poco dado a la risa. Aunque de vez en cuando sonríe de una manera cálida, llenando de luz todo lo que le rodea. La misma luz que le brilla en los ojos cuando la estudia para pintarla. No habla mucho, apenas sabe nada de él. Sólo que pinta, que no pasan más de tres semanas sin que aparezca pidiendo cita y que comenta que tuvo una infancia triste de la que no quiere hablar, pero que ahora es más feliz. Le ha regalado alguno de sus dibujos, de los croquis que hace cuando ella posa y algunos otros apuntes de bodegones que lleva en el bloc. También le ha regalado un cuadro pintado que ella ha colgado en su habitación: un paisaje urbano, de alguna ciudad del sur de España.
A veces cree que se está enamorando del pintor. Pero también se retrae, pensando que no quiere empezar una vez más.


Se acaba el cigarrillo. Se siente mucho mejor. Ya están al llegar. Se enjuaga la boca para quitar los olores del tabaco. Mientras está en el baño, llaman a la puerta. "Que aburrimiento, no tengo ganas de más sexo". Tarda un momento en ir a abrir.

En la pareja que hay delante, la mujer es notablemente más alta que el hombre; cosa que la sorprende un poco. Su cuerpo es muy masculinizado, con unos hombros con músculos marcados y más anchos que las caderas, y una cara de rasgos duros. Tiene algo de travestido. El hombre por el contrario, le recuerda algo al pintor en su timidez y retraimiento, en sus maneras suaves de moverse y en una piel suave y muy cuidada. Tiene un lado femenino muy desarrollado. Hacen un rápido intercambio de saludos, nombres y dineros, y pasan a la habitación donde empiezan a desnudarse.

Y sí. Ve que la pareja tiene los roles cambiados. La mujer, despojándose rápidamente de un vestido realmente bonito, se queda en lencería, mostrando unos pechos pequeños y un pene que el tanga no oculta del todo. Él tiene un cuerpo donde apenas hay indicios de vello en pecho y espalda. Las caderas son, proporcionalmente, un poco más anchas de lo que deberían. Los músculos parecen hechos de duras horas de gimnasio y las tetillas tienen las marcas de haber extirpado lo que antes debían unos senos femeninos. Al quitarse el boxer, ve que el pene nunca había existido allí.

Sólo un pensamiento viene a su cabeza, un grito alegre que le sale desde el fondo de su alma: "¡¡Algo nuevo para probar!! ¿Quién quiere estar siempre en la zona de confort?"
Buff!!! ¡BRA-VO!

reverenciareverencia

Última edición por Baja_134832; 14/03/2021 a las 12:21.
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Cranston (14/03/2021), Jaason (14/03/2021)
Antiguo 14/03/2021, 15:27   #122
Petrov
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Wenas girlhi

Yo soy de contacto físico.... pero con vuestros relatos me pongo tontorrón guino

.
hihat Petrov
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Baja_134832 (16/03/2021), Cranston (14/03/2021), Jaason (14/03/2021)
Antiguo 16/03/2021, 14:17   #123
Cranston
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Me han invitado a una fiesta de
cumpleaños de unos conocidos al mediodia....me da pereza pero me dirijo hacia allí a 100 km de mi casa , tengo 41 años en aquel entonces y no sé que pinto en esta reunión social....pero bueno allá voy.

Llego , saludo , hablo con conocidos y mis ojos se dirijen hacia una joven muy atractiva; es bajita, pelo castaño, muy guapa de cara , con una hermosa sonrisa y un cuerpo proporcionado y apetitoso: generosos pechos muy bien operados parecen a simple vista y la guinda del pastel es un trasero espectacular.
Ella se da cuenta que la observo , me aguanta la mirada y sonrie.

Al cabo de un rato coincidimos en la mesa de las bebidas, le sirvo un gin tonic de g-vine y me preparo otro para mi mientras nos presentamos y nos vamos conociendo. Es una seductora nada y yo entro en su juego de seducción ....me divierte la situación , me pregunto que la motivará a una chica de 22 años , estudiante de un máster de derecho mercantil jugar con un hombre de la edad de su padre, pero bueno nos dejamos llevar y la cosa va fluyendo.

Dos gin tonics más tarde, me va confesando cosas más íntimas, al parecer su novio de toda la vida es un Nini , que fuma porros todo el dia y juega a la play. Me da a entender que la vida sexual que tienen es más aburrida que un documental de la 2.

Yo no tengo pareja estable ni rollete en este momento y me dejo llevar.....está siendo muy divertido y agradable para los dos.

En un momento dado ne dice que va al servicio y me mira fijamente....sin decir nada más , me lo ha dado a entender todo.

Dos minutos más tarde estoy en la puerta del baño , entro, cierro la puerta y nos morreamos salvajemente , la pongo sobre el lavabo , le aparto el tanga y le hago un cuni cómo si no hubiera un mañana.....ella lo está disfrutando pero se controla con los gemidos para no alertar a la gente. .....siento sus espamos y contracciones y tiene un fantástico orgasmo. Me dice que tenemos que seguir en otro sitio, sale del baño, yo me quedo un par de minutos más y después abandonamos la fiesta escalonadamente y ya en el coche recibo la ubicación de una casita de campo de su madre dónde podremos proseguir la fiesta.

Follamos como salvajes y tenemos varios orgasmos cada uno. Un sensacional after después de la fiesta de cumpleaños jajajajajajaa

Las próximas semanas tenemos nuevos encuentros en esta casita .
Tras estos encuentros no consigo contactar con ella en el movil, a todas horas apagado y fuera de cobertura , y un dia acudo a la casita- picadero y resulta que los nuevos propietarios son un matrimonio alemán de avanzada edad que no sabian nada de la chica de 22 . triste

Nunca más he sabido de ella , ni los asistentes en la fiesta me han podido dar referencias de ella ni nada. Un misterio sin resolver pero hay que reconocer que fué divertida la fiesta de cumpleaños y el after de después risarisa
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Baja_134832 (16/03/2021), Jaason (16/03/2021), JaSex (16/03/2021), Petrov (16/03/2021), Simon (16/03/2021), swimmer15 (19/03/2021), yoyo (16/03/2021)
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Antiguo 16/03/2021, 16:29   #124
Simon
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Me han invitado a una fiesta de
cumpleaños de unos conocidos al mediodia....me da pereza pero me dirijo hacia allí a 100 km de mi casa , tengo 41 años en aquel entonces y no sé que pinto en esta reunión social....pero bueno allá voy.

Llego , saludo , hablo con conocidos y mis ojos se dirijen hacia una joven muy atractiva; es bajita, pelo castaño, muy guapa de cara , con una hermosa sonrisa y un cuerpo proporcionado y apetitoso: generosos pechos muy bien operados parecen a simple vista y la guinda del pastel es un trasero espectacular.
Ella se da cuenta que la observo , me aguanta la mirada y sonrie.

Al cabo de un rato coincidimos en la mesa de las bebidas, le sirvo un gin tonic de g-vine y me preparo otro para mi mientras nos presentamos y nos vamos conociendo. Es una seductora nada y yo entro en su juego de seducción ....me divierte la situación , me pregunto que la motivará a una chica de 22 años , estudiante de un máster de derecho mercantil jugar con un hombre de la edad de su padre, pero bueno nos dejamos llevar y la cosa va fluyendo.

Dos gin tonics más tarde, me va confesando cosas más íntimas, al parecer su novio de toda la vida es un Nini , que fuma porros todo el dia y juega a la play. Me da a entender que la vida sexual que tienen es más aburrida que un documental de la 2.

Yo no tengo pareja estable ni rollete en este momento y me dejo llevar.....está siendo muy divertido y agradable para los dos.

En un momento dado ne dice que va al servicio y me mira fijamente....sin decir nada más , me lo ha dado a entender todo.

Dos minutos más tarde estoy en la puerta del baño , entro, cierro la puerta y nos morreamos salvajemente , la pongo sobre el lavabo , le aparto el tanga y le hago un cuni cómo si no hubiera un mañana.....ella lo está disfrutando pero se controla con los gemidos para no alertar a la gente. .....siento sus espamos y contracciones y tiene un fantástico orgasmo. Me dice que tenemos que seguir en otro sitio, sale del baño, yo me quedo un par de minutos más y después abandonamos la fiesta escalonadamente y ya en el coche recibo la ubicación de una casita de campo de su madre dónde podremos proseguir la fiesta.

Follamos como salvajes y tenemos varios orgasmos cada uno. Un sensacional after después de la fiesta de cumpleaños jajajajajajaa

Las próximas semanas tenemos nuevos encuentros en esta casita .
Tras estos encuentros no consigo contactar con ella en el movil, a todas horas apagado y fuera de cobertura , y un dia acudo a la casita- picadero y resulta que los nuevos propietarios son un matrimonio alemán de avanzada edad que no sabian nada de la chica de 22 . triste

Nunca más he sabido de ella , ni los asistentes en la fiesta me han podido dar referencias de ella ni nada. Un misterio sin resolver pero hay que reconocer que fué divertida la fiesta de cumpleaños y el after de después risarisa
Eso con todas las variantes lógicas me ha pasado dos o tres veces, parece lo de la chica de la curva que hace auto stop y te avisa de una curva peligrosa y luego desaparece pero lo cierto es que a veces la vida es cruel, te enseña la patita y luego te la quita para siempre.
Si ves alguna serie con risas enlatadas, lo más probable es que estés escuchando a gente muerta reír, pues las grabaciones realmente son viejas.
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Baja_134832 (16/03/2021), Cranston (16/03/2021)
Antiguo 16/03/2021, 17:52   #125
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Iniciado por Simon Ver Mensaje
Eso con todas las variantes lógicas me ha pasado dos o tres veces, parece lo de la chica de la curva que hace auto stop y te avisa de una curva peligrosa y luego desaparece pero lo cierto es que a veces la vida es cruel, te enseña la patita y luego te la quita para siempre.
Si si fué muy curioso , incluso probablemente la casita de campo no era ni siquiera de su madre sinó que por circunstáncias que se me escapan la chica tenia la llave y podia disponer de ella durante un par de semanas. Coincidimos en el cumpleaños , le apeteció que tuviéramos una pequeña aventura y tras un par de semanas despareció del mapa.
Durante estas semanas , la verdad es que me lo pasé muy bien con ella, era divertida, ingeniosa y a nivel sexual muy completa........misterios de la vida.
Intenté sacarla de aquellas cuatro paredes en un par de ocasiones pero ella fué reticente......después entendí los motivos.....no queria que yo supiera de ella más de lo estrictamente necesario.
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Baja_134832 (16/03/2021), Simon (16/03/2021)
Antiguo 16/03/2021, 17:54   #126
Baja_134832
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Os leo y me dais una rabia que no os podéis ni imaginar... amenaza

Vaya vida aburrida la mía... deprimido
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Cranston (16/03/2021)
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Antiguo 16/03/2021, 18:10   #127
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Iniciado por Romita Ver Mensaje
Os leo y me dais una rabia que no os podéis ni imaginar... amenaza

Vaya vida aburrida la mía... deprimido
Mi vida tambien es bastante aburrida, las ocasiones que ha sonado la flauta han sido pocas, hay mucha monotonia y aburrimiento.

Un saludo
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Baja_134832 (16/03/2021)
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Antiguo 16/03/2021, 18:13   #128
Baja_134832
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Iniciado por Cranston Ver Mensaje
Mi vida tambien es bastante aburrida, las ocasiones que ha sonado la flauta han sido pocas, hay mucha monotonia y aburrimiento.

Un saludo
¿La flauta? ¿Eso qué es?

memondo

Un abrazo! saludos
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Cranston (16/03/2021)
Antiguo 16/03/2021, 18:31   #129
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¿La flauta? ¿Eso qué es?

memondo

Un abrazo! saludos
Jajajajajajajaja

Un abrazo
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Baja_134832 (16/03/2021)
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Antiguo 18/03/2021, 09:35   #130
Jaason
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EL ÚLTIMO VALS


Sólo tengo presente. Ya no tengo pasado, me he deshecho de él. Apenas me queda futuro. No sé cuánto futuro tengo, pero aquí todos sabemos que es poco. Paso los días lo mejor que puedo, colgado de un poste lleno de máquinas con lucecitas y tubitos que me administran las drogas que hacen que me parezca que estar vivo aún es una opción.

¿Cómo empezó todo? Un dolor en la cadera. Pensaba que era la postura o algo del deporte. Visitas al doctor, calmantes, pruebas y más visitas. Hasta que un día el traumatólogo me dijo algo así como que ahí había algo raro. Y me mandó con Ramírez. Ramírez es un tío simpático, jovial, tan buena persona que no hubiera querido perderlo nunca de vista, pero en la puerta de su despacho pone "Oncología" y siempre quise que nuestra relación durara poco. Aún nos vemos a menudo.

Pruebas. Ramírez confirma lo que es. Terapias con venenos, una intervención en la cadera (ahora es metálica), más porquerías en mi sangre; más pruebas para que Ramírez confirme que estamos perdiendo la batalla. Mientras tanto, dolor, un dolor que crece y que no quiere separarse de mi lado. Más tratamientos y otra intervención en la rodilla (más metal). Lágrimas, gritos, rabia, impotencia. Finalmente me hago a la idea: es una batalla perdida. La última. El mal negro gana.

Durante un tiempo cumplo mi plan. Yo no voy a ganar, pero no quiero arrastrar a nadie conmigo. Hablo con la familia y les pido que no me acompañen, que el futuro que les espera no es bueno. Muchos no me hacen caso. Otra batalla que no voy a ganar. Es igual. Me deshago de todo lo que tengo, mi legado; el que nunca veré disfrutar a los que se lo quedan. Intento borrar de mi mente todo aquello que me ha formado, no atarme a nada, ¿Cómo era aquello? ¿'Mis recuerdos desaparecerán como lágrimas en la lluvia'? Algo así.… Dejo de hacer planes para un futuro que no veré. Me puedo ir tranquilo, pues. Me dedico a vivir sólo el presente. Y es en el aquí y ahora donde siento paz conmigo mismo.

En todo este tiempo, de autodestrucción por fuera y por dentro, he conocido a Cucurella. Lo conocí en la operación de rodilla. Un señor alto, serio, con más cara de enterrador que de sanador. En la primera intervención, cuando estaba en la camilla no me dijo nada. Me miró serio, me exploró sin que sus ojos ni labios mostraran la más mínima emoción. Tras varios minutos, mirándome como una oveja mira a un poste de la luz en medio del campo, se inclinó con su cara circunspecta y me preguntó al oído: "¿Qué quieres soñar?". Sólo pude responder tres monosílabos: "Con el mar". Y rápidamente caí en un sueño profundo encima de una barquita amarrada en una playa de aguas cristalinas. Yo descansaba con los pies y manos en el agua, sintiendo el balanceo de las olas, con los rayos de sol acariciando mi piel en un día de principios de verano. La más completa felicidad.

Y ese es Cucurella, es el tipo que me da la felicidad. El que me suministra los sueños. El camello del hospital, ja ja ja…. Nuestra relación se ha acrecentado bastante, es el doctor que me administra los fármacos para que muera sin dolor. Curas paliativas le llaman. Con la magia de Cucurella he volado por todo el mundo, el sistema solar y la Vía Láctea. Me ha hecho pequeño para poderme colar por todos los resquicios y meterme allí donde siempre se me había negado el paso. Me ha hecho ver la verdadera alma de la gente con las cosas que me inyecta en vena.

A cambio, yo le he explicado mi historia. Sin olvidarme de nada. He abierto todos los armarios de mi alma y le he enseñado todos los tesoritos que guardaba en los cajones. He levantado el suelo de mi sótano y he sacado los cadáveres que había escondido para enseñárselos a Cucurella. En este intercambio, siempre he salido ganando. Cucurella me ha hecho seguir viviendo y me ha proporcionado oportunidades para hacer lo que siempre había deseado. Con sus pócimas, mi cuerpo ha respondido para poder aguantar todos aquellos esfuerzos y emociones que siempre quise tener. Acabar con todos mis asuntos pendientes. Tachar todos los puntos de la lista.

Cucurella me lo ha dado casi todo, pero todavía le pido que me conceda un último deseo. Le he pedido estar con la mujer de mis sueños, esa mujer alta que he visto siempre en los anuncios. Esa, la que con grandes pechos y culo redondo oculta su cara en las fotos tras un difuminado. Su tarifa es prohibitiva, pero puedo pagarla; y sólo será una vez. Llevo mucho tiempo obsesionado con ella, casi desde antes de mi enfermedad. Pero nunca lo había conseguido. Cucurella últimamente me ha dicho que será muy complicado. Una cosa es hacerme soñar y otra es hacer que me levante, en mi estado ya no se me permiten ajetreos, corro mucho riesgo si lo intento. Y si lo intento será lo último que haga. Le he insistido mucho, le he dicho que me es igual, que ya no tengo nada que perder, que creo que merece la pena, aunque sea la última. Ayer se lo volví a pedir. Cucurella me miró, serio, como siempre, y no dijo nada. Se levantó pesadamente y sin despedirse, como siempre, salió de la habitación.

Un par de horas volvió. Me miró, serio, como siempre, y sólo dijo una palabra: "Mañana"

Hace un momento ha venido la enfermera. Sé que la ha enviado Cucurella. Sólo me ha dado los buenos días y se ha puesto a trastear en una cajita con unos botecitos. Veo como está preparando una jeringa que acopla a uno de los tubitos conectados a mi cuerpo, empiezo a notar una gran relajación…

… y noto también como mi cuerpo se tensa. Por primera vez en un tiempo, me siento fuerte. Noto todos mis músculos y mi esqueleto. La enfermera me mira, sonríe y desconecta todos los tubitos que me alimentan de sedantes. Pero sigo sin notar dolor. Me puedo poner en pie. Puedo caminar. Puedo ponerme la ropa y salir del hospital.

Estoy en un rellano oscuro. Parece un edificio viejo, muy mal iluminado. Toco el timbre. Es donde ella recibe las visitas. Se abre la puerta. Sólo veo la luz de sus ojos (¡qué ojos más brillantes, me cuesta dejar de mirarlos!) y el brillo de su sonrisa (¡qué sonrisa más bonita, que dientes más perfectos!). Paso, y con un gesto, me indica que la acompañe por un pasillo aún más oscuro que el rellano del edificio. Al final del pasillo, llegamos a una habitación donde tampoco hay mucha luz, aunque la puedo ver perfectamente. Ella abre la bata negra que la cubría y se muestra desnuda ante mí. Su piel blanca, su cabello rubio, sus pechos y caderas perfectas. En el centro de su cuerpo un pequeño triángulo invertido es la flecha que indica mi objetivo.

Me desnudo yo también.

Nos abrazamos. Su cuerpo está algo más frío de lo que esperaba, pero aun así desprende mucha energía. No noto sus huesos cuando la abrazo, pero incluso con eso, su cuerpo es firme, prieto. Parece hecha sólo de músculo. Me acaricia la cabeza cuando me abraza. Es extraño, noto como me acaricia por "dentro" de la cabeza, como sus dedos tocan las raíces de mi pelo, a la vez que las meninges. Esa caricia me transmite una relajación profunda.

Nos besamos. Su lengua entra en mi boca y ocupa todo el espacio vacío. Es húmeda y no para de moverse dentro. Sobre mi lengua deja un rastro de todos los sabores posibles: dulces, salados, ácidos y amargos. Es picante y refrescante a la vez. Se mueve rápido, explorando todos los huecos que hay entre mis dientes y mis encías. Enredándose en mi lengua. Acariciando mi paladar y mi campanilla.

Abrazados, mis brazos en su espalda parecen hundirse en su carne. Sus larga cabellera, que ya no se si es rubia o pelirroja se enreda con el vello de mis brazos. Es como una unión de cables que transmite pequeños chispazos que recorren los nervios de mis brazos hasta llegar a mi columna vertebral, donde noto una corriente eléctrica de gran intensidad.

Acerco mis caderas a las suyas lo máximo que puedo. Parece como si de su pubis hubieran crecido dos pares de manos más. Un par de manos agarra mi pene y empiezan una masturbación lubricada y lenta. El otro par, agarra mis testículos y empieza a jugar con ellos: sopesándolos, estirándolos hacia abajo, apretándolos suavemente, moviéndolos de un lado a otro.

Mis manos se desplazan a la zona baja de su cuerpo. Sus manos siguen acariciando mi espina dorsal, provocando una descargas eléctricas que me llenan de energía a la vez. Su húmeda vagina parece haberse convertido en una boca que chupa mis dedos cuando se introducen en ella.

Nos dejamos caer en el colchón. Nos revolcamos mientras la penetro, los dos intentamos ganar la posición de arriba, sometiendo al otro. Somos como dos masas de pan, informes, dotadas de energía propia, amasándose mutuamente.

Noto como estoy llegando al final. Mientras pierdo las fuerzas, eyaculo. Noto que no sólo mis testículos se vacían, me vacío todo yo. Mis riñones, mi hígado, mis pulmones, mi corazón, la espina dorsal, mi cerebro, el tuétano de los huesos que tengo y de los que ya no. Todo mi yo se estremece y se vacía con mi orgasmo a través de mi pene. Soy como un calcetín que se da la vuelta para acabar dentro de ella.

Ahora me siento super relajado. Mis ojos apenas la pueden enfocar mientras ella se levanta. Yo le pido que no se vaya aún. "Es mi destino, ir a por el siguiente" me contesta "yo soy la que soy y me debo a mi labor". Y, cuando enfoco la mirada, la veo vestirse con una capa negra, y coger un palo que no es el de la escoba, sino que es el mango de su guadaña. Sus ojos, se han vuelto dos grandes y profundos agujeros negros y su tez más pálida tiene algo de horrible, pero no me da miedo. Desaparece por el pasillo, por un momento me parece verla irse cabalgando un caballo gris.

El suelo ya no es el suelo. Es la superficie de un lago. Miro hacia abajo, y veo a mi familia, rodeando mi cuerpo en el lecho del hospital. Algunos lloran. Por el agua se acerca un barquero que me llama por mi nombre.

Ahora sé lo que es el orgasmo de la muerte. Lástima que no lo puedo repetir.
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Baja_134832 (18/03/2021), Baja_137095 (18/03/2021), Cranston (18/03/2021), david_75bcn (22/03/2021), Elicat (18/03/2021), JaSex (18/03/2021), Simon (18/03/2021), yoyo (18/03/2021)
Antiguo 18/03/2021, 10:17   #131
Simon
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Es muy bueno ! Me gusta ! ok
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Cranston (18/03/2021), david_75bcn (22/03/2021), Jaason (18/03/2021)
Antiguo 18/03/2021, 14:16   #132
Cranston
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Es un relato genial!!!! ok
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Aida_ (18/03/2021), david_75bcn (22/03/2021), Jaason (18/03/2021)
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Antiguo 18/03/2021, 15:24   #133
Jaason
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Es un relato genial!!!! ok
Gracias!! Viniendo de vosotros que también escribis vuestros buenos relatos, es un halago.
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Cranston (18/03/2021), Simon (18/03/2021)
Antiguo 19/03/2021, 17:49   #134
neko534
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hola, soy nuevo en el foro y me gusta escribir relatos eroticos, este es el primer relato que comparto en este foro, ojala les guste

Relajo laboral

Antes de empezar, declaro que estoy harto de la creencia mediática de que la anorexia y los esteroides son sinónimos de belleza...

Comencé a trabajar hace poco aquí... el dinero es bueno, nunca pensé que la muerte era un negocio tan bueno, es uno de los llamados "cementerios parque", en resumidas cuentas, vendo tu ultimo dormitorio, tu ultima cama... no es malo, recorrimos Santiago buscando la desgracia y anunciando lo único certero que tiene la vida... la muerte... y obviamente haciendo negocio de ello. No hablaba mucho, debido a que era nuevo, mis compañeros son simpáticos, así que me rio bastante (algo bastante irónico tomando en cuenta el oficio)... a las pocas semanas, llego ella... Elizabeth... Ely... un poco más baja que yo, de piel blanca, pelo castaño claro, que parecía una cascada de miel bajando por esos pechos enormes y generosos, caderas grandes como para bailar un buen lento, bien pegados, un poco gordita, pero con una carita tan hermosa... parecía una muñequita de porcelana, labios finos, nariz fina, pómulos pronunciados y unos gigantes ojos color azabache, que eran el fiel reflejo del misterio de la noche... y esos kilitos de más, le daban un aire de niñita, como de esas muñecas antiguas que tenía mi mama... "peponas" creo que le decían... cuando la vi, me quede mirándola... con cara de estúpido, para ser honesto... era tan linda... pero como sé que tengo buena suerte, probablemente ya tenga alguien, o este casada, o quién sabe...

Así que solo me concentre seguir trabajando... quizás me manosee un poco pensando ella antes de dormir. Los días que vinieron, lo hicieron sin pena ni gloria, nos dividíamos en parejas para trabajar... y un día me toco con ella... habíamos conversado un poco, lo que sabía es que vivía en otra comuna, que hablaba de su mama, de que quería seguir estudiando y que tenía algunas deudas, esa era toda la información que tenia de ella. Cuando llegamos al lugar que teníamos que trabajar (golpear puertas y ofrecer ataúdes "lindos") caminamos juntos, al principio no hablamos nada, era uno de esos silencios incomodos lo que había ahí... y mientras más caminábamos, me sentía mas incomodo, hasta que por fin se quebró el hielo. Una mujer con la que estábamos hablando dijo "¿Y qué hacen con los huesitos de la gente?", "por eso no se preocupe, usted compra ese lugar, por lo que los restos quedan ahí" respondió ely, después de que termino la conversación, nos alejamos y le dije a ely "la pregunta hueona de la señora... ¿Qué cree que vamos a hacer con algo así, cazuela?... si claro... vamos a tirar los huesitos a la parrilla" ella me miro y nos reímos al unísono, eso derritió el hielo... al día siguiente, antes de salir a terreno de nuevo, ely dijo "voy con Alejandro", eso me sorprendió, mucho... nos fuimos haciendo amigos, a veces me abrazaba, nada raro con eso... excepto que cuando sentía sus muslos carnosos, sus pechos infladitos cerca de mi cuerpo, la erección era enorme...

Y me daba un poco de vergüenza pensar en si se daba cuenta. Un día pasamos a comer a un local de comida rápida, ella comió pollo y yo una hamburguesa, nos sentamos uno a lado del otro, "¿Esta rico?" Le pregunte, ella sin darme tiempo, introdujo su dedo índice en mi boca "¿Esta rico, no?"... no lo podía creer, su carita de inocencia cambio a una risa picarona y demasiado sensual... acaricie lentamente su dedo con la punta de mi lengua, solo la puntita pasaba por su dedito... un par de segundos que parecían eternos... ella lo saco despacio... "si, esta rico, más de lo que pensé", solo se limitó a reír, yo hice lo mismo... "esta es la mía, pensé"... me acerque a su oreja, rozándola con mis labios, dije en infantiles susurros "oye, ¿Porque hiciste eso? Me pasan cosas muy húmedas" al terminar, la puntita de mi lengua acaricio su orejita... sentí su respiración agitándose, de a poco... cerré mi boca y roce su orejita delicadamente terminando con un pequeño besito, un pequeño "muack", que sonó como un globo de goma de mascar y que reventó lo que ambos sentíamos... me aleje, para seguir comiendo, con expresión frívola volví a mirar el plato, disimuladamente mire su rostro, también trataba de disimular entre tanta gente, sus pómulos estaban colorados... de repente, en esa hipócrita frivolidad, sentí sus deditos recorriendo mi muslo, apretando despacio, cada centímetro, era un palpitar más de mi pene.. Era insoportablemente rico, no podía hablar, solo podía tratar de pasar desapercibido...

Mientras ambos mirábamos sus respectivos platos... de a poco se acercaba más y más, no me pude contener y me mordí los labios, la puntita de su dedito empezó a acariciar mi verga dura y húmeda, cerré los ojos para contenerme, sus pulgar y su índice apretaron delicadamente el extremo de mi pene... entre la gente y el bullicio típico del centro, entre todo eso, abrí un poco la boca y deje escapar un suspiro ahogado... me tenía en sus manos... mi brazo empezó a jugar en el suyo, ella entendió el mensaje y lo levanto un poco, para que pudiera meterlo por debajo, cuando lo hice, los dos últimos dedos de mi mano tocaban sus grandes y ricas tetas por el costado, las rasguñaba despacito con mis uñas, poco a poco me acercaba más y más a su pezón, ella seguía comiendo, yo también y ninguno de los dos podía mirarse a la cara... despacio subía mis dedos en esa carne suave, sentía como palpitaba, ella apretaba más y más la punta de mi verga, mi bóxer estaba completamente húmedo, acerque mi pulgar a su pezón, y con este y el índice lo empecé a apretar despacio, como mamando... ella se recogió... el hambre de comida se había transformado en un hambre distinta, hambre de gemidos, de sudor, de rasguños y caricias.. "¿Terminemos de comer, de acuerdo?" Dijo acomodándose, tratando de que todo volviera a la normalidad, yo le seguí... pero, ya no se podía... en silencio y rápido terminamos de comer, ella me tomo la mano, doblamos por una esquina y me detuve, le tome sus caderas grandes...

Y la apreté contra mi cuerpo, ella bajo la cabeza, acerque mi rostro, nuestras frentes chocaron, y susurro "estoy un poco nerviosa", "yo también" le respondí... le tome su perita, y acerque la punta de mi nariz a la suya, ella rio un poco, acerque mis labios, no la bese, solo roce mis labios en su boca, sintiendo cada comisura de sus labios rojos y húmedos, con el labio superior empuje el suyo hacia arriba, obligándola a abrir su boca... y la bese... sentí su lengua acariciando la mía, jugando, peleando, todo a la vez... sus brazos gorditos me rodearon y me apretaron fuerte, yo le tome su cabeza, mis dedos se perdieron en su cabellera de miel, mi otra mano fue bajando por su espalda, llego a sus glúteos, con mis uñas comenzó a rasguñarle su culito grande y suave, ella no me detuvo.. Puse toda mi mano en carne blanca y apreté con fuerza...ella no me detuvo...me apretó más fuerte, sus caderas me empujaban, por instinto, como animales en celo... un eterno volcán al medio de una calle indiferente, de una ciudad fría... "¿Vamos?, quiero estar solita contigo" me dijo al oído, mordiendo mi oreja... ya no aguantaba más...

Caminamos hacia uno de los tantos moteles de Santiago, entramos a uno. Un pasillo largo daba la invitación a un salón, pague, ambos dejamos el carnet en la recepción y subimos a una habitación, no era muy lujosa, pero estaba bien, con la calentura que teníamos... al entrar le di un agarrón picaron en el trasero, ella se dio vuelta y con fuerza me tomo la cara y me beso... en la soledad de la pieza, le subí la falda, le apreté su culito suave, ella me tomo los testículos y los acaricio con sus dedos, mi verga estaba demasiado dura, ella la masturbaba con sus manitos blancas, mientras nuestras lenguas peleaban, mis manos apretaban sus tetas grandes y níveas... "aaahh" solo eso salía de su boca... su carita de muñeca estaba rojita, lánguida de excitación, su boquita entreabierta jadeando, su pelo desordenado caía en sus pechos... gordita o no, era una de las cosas más hermosas que había visto en mi vida... "me quiero duchar... pero contigo", no le dije nada, solo me acerque y la desnude mientras la besaba y claro, me saque la ropa también... nos fuimos besando y caminando a la ducha, sin separar nuestros labios, riendo cada vez que alguno de los dos tropezaba... llegamos a la ducha, entre agarrones, frases calientes y coquetas, risas tiernas... no había tiempo, solo dos cuerpos perfectamente imperfectos, tratando de llegar al cielo juntos... el agua tibia de la ducha caía en ambos, dejamos que lo hiciera mientras ella me masturbaba, mientras yo chupaba sus pechos...

Rasguñaba sus pezones con mis dientes y abría los labios suaves y esponjosos de su vagina... sin mirar, busque su clítoris, sus labios estaban tan mojados, que mi dedo se deslizaba a través de ellos, hasta que llegue donde quería, a esa pequeña cosita de carne rosada, y la empecé a acariciar, ella alejo su cara de mí, abrió los ojos como si de una sorpresa se tratara, y "aaahh, mi amor, esta rico"... yo dibujaba círculos con mi dedo alrededor del clítoris, cerró los ojos y siguió gimiendo, luego deslice otro dedo, y atrape el clítoris entre ambos, lo sujetaba, lo estiraba, ella me tomo los brazos y sus caderas empezaron a moverse, como si me estuviera cogiendo, solo le miraba su carita de exquisita angustia, mientras el agua le masajeaba la espalda, el ruido de la ducha, escondía sus gemidos, que ya a esta altura eran mucho más fuertes, no me importaba si me tocaba o no.. Era mía... mía... gimiendo con dulzura me dijo "ya, ya, ay ay... mi amor, estoy llegando, ay, ay.... aaaahhh"... admirar ese pequeño lapso de tiempo, en que todo lo que eres se olvida, y todo lo que tienes es la viciosa sensación del orgasmo... es simplemente genial... la abrace, le bese su frente, sus pómulos, le arregle el pelito que había en su cara, "oye, estamos recién empezando, yo todavía no llego" ella picaronamente me dijo "y crees que quiero parar?"... si hay algo por lo que envidio a las mujeres es eso, nosotros tenemos las balas contadas, y solo en raras ocasiones, podemos disparar seguido...

Mmmm... "¿Quieres más?", "si" dijo regalándome una sonrisa tierna, "quieres que hagamos algo rico" "ya" me dijo, la di vuelta, y la deje mirando directo al agua, ella no decía nada, me acerque por su espalda, deslice mi verga dura entre su culito suave y le dije al oído, "mira, dobla un poquito las rodillas y ábrete los labios de tu conchita" cuando lo empezó a hacer, tome el mango de la ducha y con una mano y la acerque a su vagina, con la otra, mantuve los labios abiertos... dirigí la presión de agua tibia a su clítoris, ella dejo caer su cabeza en mi cuello, sus brazos acariciaban mi pelo, mis brazos, con mi verga, le acariciaba el culito, su ano, con pequeños empujoncitos, solo jadeaba, solo gemía.. A medida que se perdía en la caricia del agua, yo movía mi verga más y más, entrando en su culito, abriéndolo, despacio... sus carnes me apretaban el miembro, pequeñas gotitas de semen lubricaban para entrar un poquito más cada vez, ella movía sus caderas nuevamente, empecé a gemirle a su oído... quería que llegara de nuevo... "así cosita, dale, dale, cógeme rico mi amor" le decía con voz grave al oído, mientras más se movía, más cosas le decía... empecé a gemir como si de un perro en celo se tratara, como una bestia con su miembro duro y goteando, buscando a su hembra para montarla, a la fuerza si era necesario... ella se había perdido en la calentura, de repente me apretó un brazo, yo seguí moviendo las caderas, mantuve firme el chorro de agua en su clítoris… sentía como su cuerpo se recogía, se tensaba, "ay.. Mi amor... ay, ay"... al parecer otro más... yo solo seguí haciendo lo mismo... "ya, ya... aaahh" sentía como su cuerpecito se moría en mis brazos... "¿Salgamos de la ducha?", "si" me dijo con cara de cansancio... salimos, le seque su espalda, el cabello, yo también me seque, obvio. Se sentó en la cama, con soltura, la seguí y me quede mirándola un rato, sus piecitos eran finos, al igual que sus manos. Me dijo "¿Un cigarrito?", "bueno" respondí... mientras fumábamos, conversamos un poco del trabajo, nos reímos poniéndole sobrenombres a nuestros compañeros, de repente me dijo "oye, tú no has llegado... quiero verte llegar"... sin decir palabra, me abrazo, me beso y hecho mi cuerpo hacia atrás, sus manitos me tomaron la verga, me masturbaba despacio, sin apuro, yo quería seguir chupándole sus tetas, ni siquiera se lo tuve que pedir, sola acerco su pecho grande y blanco a mi boca, yo solo cerré mis ojos y lo comenzó a libar, como si de un bebe se tratara, sus dedos se mojaban más y más con las gotas de semen que salían cada vez que me movía la verga, después ella acerco su boca a mi verga, empezó a lamerla con su lengua, mientras me miraba a los ojos, yo le acariciaba el pelo, la espalda, ella lo metió en su boca tibia, sus labios subían y bajaban, su lengua acariciaba todo, los bordes, el prepucio, el agujerito del pene...

Yo solo me limitaba a disfrutarlo... le dije "quiero 69, ¿Quieres?", "ya" cruzo sus piernas por encima de mi torso... su culito hermoso estaba en mi cara, los labios rojos de su concha estaban al alcance de mi boca... con la lengua los separe, los abrazaba con mis labios, le frotaba el clítoris, le metía la lengua y saboreaba los juguitos de su concha... ella seguía chupándomela, pasaba su lengua por mis bolas... "mi amor, quiero que entres" dijo de repente, "ok" le respondí, se paró, cambio de posición, se acomodó encima de mi verga, la tomo en sus manos para que entrara bien... Era exquisito, su vagina húmeda, caliente y palpitante, rodeo mi miembro duro... ella me miro con expresión tierna y comenzó a moverse, yo miraba sus tetas bailar, su pelo desordenados más y más, veía como se movía su pancita, cerca de mi cuerpo, solo gemía, solo me miraba, le agarre el culo con fuerza, para que pudiera moverse más rápido, para que el roce fuera más brusco, sus jugos me mojaban las caderas, los muslos, tiro su cuerpo hacia adelante "chúpame, chúpame" decía, sin pensarlo, busque su pezón y lo comenzó a chupar lo más fuerte que pude "ay papito, así, así"... el roce húmedo me estaba haciendo llegar, pero aun no quería... no así... "cosita, ¿A lo perrito te gusta?" Le pregunte, "si" me dijo, nos acomodamos, me puse de pie al lado de la cama, ella tomo posición para que la penetrara, su potito carnoso y blanquito estaba ahí, a mi merced... no espere nada, acerque mi verga a su concha y empuje lo más fuerte que pude "uy, bruto" dijo riéndose....

"No importa, eres mía" le tome los muslos y empecé a cogérmela lo más fuerte que pude, veía sus tetas moverse bajo la espalda, los gemidos eran más y más fuertes, descarados, mientras me la cogía más y más rápido... ya estaba a punto de llegar... mis piernas tiritaban de calentura, pero no me detenía, no quería, no podía.. Ella agarro las sabanas y las apretó, su concha húmeda, se tensó y me apretaba la verga, estaba más estrecha, eso me calentó más, y lo hacía más fuerte, más bruto... y lo sentí... sus jugos ardientes chorreándome la verga... sus quejidos que parecían de tortura llenaban la habitación... no puedo más, no puedo más... mis bolas se tensaron, y salió un chorro copioso de leche caliente, la apreté contra mí, con los ojos cerrados y gimiendo, jadeando, un siseo salió de su boca... nos quedamos así un momento, nuestros genitales palpitaban... le acaricie la espaldita.. Saque despacio mi verga de su conchita... ella solo se dejó caer en la cama, me acomode a su lado y la abrace... solo nos reímos... nada más... conversamos un poco, ella entro a ducharse, después entre yo... salimos de la mano, nos tomamos un café, la acompañe al metro y nos despedimos con un beso largo y tierno... si... si es que no, la mejor cogida de mi vida...
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Baja_134832 (19/03/2021), Cranston (19/03/2021), Jaason (21/03/2021), Petrov (19/03/2021), Simon (19/03/2021), Trauet (20/03/2021)
Antiguo 20/03/2021, 00:42   #135
neko534
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hay algun limite acerca de las temáticas de los relatos?... porque he escrito acerca de varios temas (vouyerismo, zoo, incesto), y no es la idea molestar a nadie

por cierto, mi telegram es @neko534, me gusta conversar de estos temas

aqui va otro relato...

Mojito Cubano

La conocí en uno de mis trabajos, había llegado de cuba hace un par de años, morena, cabello ondulado y espeso, de labios finos y sonrisa hermosa, un cuerpo envidiable a sus 45 años, bonito trasero, caderas delgadas, muslos ricos como para apretarlos, pechos redondos y bien formados... aunque claro si hablamos de "escala masculina" yo no estoy ni cerca de eso, si hablamos de belleza... menos si tomamos en cuenta que pasaba con ojeras por el trabajo... al verla lo primero que pensé "es tan rica esta tipa, que dudo que se fije en mi"... a veces la miraba en el casino de la empresa, veía como los demás tipos se "hacían los lindos" con ella, yo solo le decía "hola" cuando la veía pasar, un par de veces conversamos un poco... hasta que un día... a mí me gusta el terror, películas, series, libros, una tarde estaba leyendo en el trabajo, ella estaba cerca y me pregunto que estaba leyendo, le respondí "el hijo de Rosemary, de ira levin", pensé que solo me preguntaba de curiosa, pero respondió "no me gustan los libros de terror, me gustan las novelas policiales" la mire sorprendido... "O sea, sabe lo que estoy leyendo, interesante" pensé... esa pequeña conversación dio a lugar a más cosas de las que esperaba...

De a poco fuimos conversando más, de literatura, música, política, a pesar de lo que pensé en un principio, era una persona muy cultivada, muy inteligente, y extremadamente pragmática... las conversaciones se hacían más largas... nos dimos los números de teléfono... recuerdo que un día en la noche, empezamos a conversar de literatura erótica, la conversación se puso más y más atrevida, yo por miedo a ir muy rápido no insinué nada, pero escuchaba su voz alegre y dulzona decir palabras tan calientes... se me venían a la cabeza sus pechos firmes y redondos, sus caderas perfectas caminando con elegancia y soltura, era una de esas pocas mujeres, que con cualquier cosa que se pusiera se veía apetecible... estuve más de media hora con una erección que me llego a doler de lo hinchado que estaba. Terminamos de conversar de madrugada, me fue imposible no masturbarme esa noche pensando en sus labios, su cabello espeso cayendo por su cuello largo y hermoso...

obviamente nos fuimos haciendo amigos, caminábamos juntos al metro, almorzábamos juntos, lo típico... un día, con otros compañeros de trabajo, nos organizamos para ir a un local que quedaba cerca, obviamente fuimos juntos, tomamos unas cervezas, nos reímos bastante, pero debido a una ley de mi país, no se puede fumar en espacios públicos, así que como tenía ganas de fumar, salí a hacerlo, ella me siguió... ya estábamos un poco tocados por la cerveza, casi no recuerdo de que nos reíamos, de repente, sin aviso, se acurruco en mi pecho, de una forma tan sutil, tan tierna... yo la abrace sin decir nada, su cabello me rozaba la barbilla, sentía sus pezones rozar mi pecho al respirar, empecé a tener una erección casi al instante, ella seguía con su cabecita mirando hacia abajo, tan sumisa, le tome su carita y en silencio roce mis labios con los suyos, despacio, lentamente abrí un poco más la boca y nos sumergimos en un beso largo y cálido, sus manos me apretaban la espalda, yo le acariciaba el cabello y le sujetaba las caderas con fuerza, empujándola hacia mí, mi verga que ya estaba demasiado dura, pasaba por los pliegues de su vagina, al sentir esto ella solo decía "mmmm..." mientras nuestras lenguas se acariciaban suavemente y con calentura... nos separamos un momento, nos miramos a la cara, reímos de quien sabe que, volvimos con nuestros compañeros de trabajo, como si no pasara nada, la velada siguió tan amena como empezó y obviamente se hizo tarde... y obviamente nos fuimos juntos...

Caminamos en la noche fresca de una ciudad indiferente y solitaria, abrazados en algunos tramos, de la mano en otros, pero cada cuantos pasos, la agarraba fuerte de las caderas y la besaba, ella reía... su sonrisa era tan hermosa... pasamos por el lado de un callejón oscuro, la arrime contra el muro mientras la besaba, ella se dejaba querer, mi boca se fue moviendo de los labios hacia su cuello, por debajo de su oreja, le daba pequeños mordiscos escondidos entre la respiración caliente y agitada, mis manos apretaban sus caderas, y subían lentamente por su vientre, acariciando su piel entre la tela y mis manos, sus piernas se abrieron un poco, para recibir mis caderas y mi verga dura que estaba prisionera bajo mi pantalón... podía sentir el calor de su vagina, moviéndose por instinto, queriendo coger, sus uñas largas se enterraban en mi espalda, me dolía, pero no me importaba... no estábamos ahí... estábamos en otro lugar, en un sueño de sudor y carne, de suspiros y embistes calientes... de a poco mis manos subieron y pude tocar el contorno de sus tetas morenas y suaves, sus manos bajaron de golpe, una en cada nalga, me las apretó fuerte, y me empujaba a su concha ansiosa... ya no aguantaba más... "estoy que reviento" le dije al oído esbozando una sonrisa picarona, "¿Y tú crees que yo no?" me dijo riendo con su voz alegre de la habana... y volvimos a besarnos, esta vez más fuerte, más rápido... mis dedos apretaron sus pezones duros, los frotaba entre la tela áspera y mis yemas, una de sus manos se posó en mi entrepierna, sus uñas rasguñaban mi pene... el tronco, la cabeza, mis testículos... y entre las lenguas desesperadas de calentura, se escapaban gemidos de ambos... casi sin darme cuenta, sus deditos hábiles desabotonaron mi pantalón y se fueron directamente a mi verga... la carne buscaba a la carne... al hacerlo me bajo un poco los pantalones, lo suficiente para masturbarme, sus manos apretaban mi verga con fuerza, yo me aleje un poco y la mire a los ojos... no pude decir nada, solo abrir la boca y dejar escapar un suspiro ahogado... metí mis manos bajo su polera, su piel canela estaba hirviendo y sus tetas suaves solo lo estaban más... le levante el sostén, chupe esos pezones duros como si quisiera tomar leche de ellos, ella gimió fuerte y me pajeaba con fuerza, su pulgar empezó a apretar la cabeza de mi verga y se empezó a mojar con las primeras gotas de semen que salían... el sonido y las luces bajas de un auto pasaron al lado de nosotros y en medio de toda esa calentura, recordé que estábamos en plena calle, apoyados en un muro poco iluminado, pero en vez de preocuparme... solo me calentó más... y quería que ella se calentara más, en un movimiento rápido, desabotone sus jeans, y me agache para quedar justo en su concha, acerque mi boca y pude sentir en la oscuridad esa carne suave del pubis... y nada de pelito, suave y tersa... mmm... mis manos bajaron su calzón ya mojado de excitación y su pantalón, dejando su concha desnuda a mi merced, entre besos y lengüetazos, abrí los labios de esa concha madura y ansiosa, y con mi lengua encontré el clítoris, estaba tan mojada, luego de acariciarlo con mi lengua, chupe ese pequeño botoncito de carne como si fuera un pezón... fuerte, mamándolo, una y otra vez, apretándolo desesperadamente con mi boca. Mire levemente hacia arriba, ella también me estaba mirando lánguida de calentura, aguantándose gemir, con sus manos se apretaba las tetas con fuerza, mientras sus caderas se movían hacia adelante y atrás, le lleve el ritmo a su conchita de canela... mientras sus jugos me mojaban la barbilla y los labios. "sube" me dijo gimiendo, al estar cara a cara y los genitales al aire en plena calle, me dijo "métemelo, ya no aguanto, mételo ahora"... no fue difícil... mi verga y su concha estaban completamente húmedas de calentura... pero había un detalle, una de las ventanas del edificio contiguo, estaba iluminada y la silueta de una sombra se veía en esta... eso, ese pequeño detalle, encendió el morbo a decir basta.

sin parar de besarla, abrí un poco las piernas y doble las rodillas, por el ansia di un par de empujones en su pubis, ella tomo mi verga con su mano, y la puso justo en medio de su vagina... el solo contacto de las carnes ardientes nos hizo suspirar a ambos, pude sentir como el contorno de pene mojado acariciaba su clítoris, como el borde de la cabeza pasaba por encima de ese botoncito de carne rosada... rápido... muy rápido... solo empujaba, por instinto, mi mano apretaba su teta carnosa, su pezón duro de excitación, mi otra mano estaba en su nuca, acariciándole el pelo... tomándola como mía... le mordí su orejita despacito mientras cogíamos y le dije al oído "nos están mirando, mira hacia la ventana"... la silueta seguía ahí, se podía ver como corrió un poco la cortina, para no dejarse ver, pero admirar todo el espectáculo, ella hizo un siseo prolongado y me agarro el culo con ambas manos, casi enterrándome las uñas, y empujaba mis caderas para que pudiera entrar más profundo... no aguante el morbo... y le dije "está mirando hace rato, se está tocando... si es hombre o mujer, se está pajeando, te gusta cochinita?, que te miren culeando en la calle como perrita caliente"... si antes me empujaba, ahora ella movía su culo casi sin control, no decía nada, solo gemía, pasaban y pasaban los autos y no podíamos detenernos, "dale mami, culeame rico, dale, en la calle, culeame rico putita" le susurre al oído... con solo esas palabras, la mujer tranquila, simpática y sencilla, se volvió una bestia que prácticamente me estaba violando en plena vereda... cogíamos como desesperados, ansiosos ya no por escondernos, si no, porque nos estaban mirando... los jugos de su concha me mojaban las bolas, rápido, desesperante, fuerte, caliente, suave... mas... mas... "échame la leche papa" me dijo al oído... de a poco me tense por completo, sentía su conchita apretarme la verga, sin parar de coger, sin parar de empujar, "ya papi, ya" me dijo abrazándome con fuerza... ya no podía aguantar... solo sentí el chorro de semen mojándole los labios, el clítoris, la concha entera... juntamos nuestras mejillas, cada uno gimiendo en un orgasmo húmedo y desesperado... sin mirarnos a los ojos sabíamos que por un momento fuimos uno...

Nos quedamos ahí un momento... sudando... sintiendo las gotas de semen y fluidos bajar por nuestros muslos... "primera vez que lo hago en la calle" le dije, "yo también" me respondió, nos miramos y nos reímos a carcajadas... "vámonos, me bajo toda la vergüenza" yo entre risas le dije "es un poco tarde para eso, no crees?", nos acomodamos la ropa, y caminamos rápido para dar vuelta en la esquina, de la mano, con una sonrisa gigante en la cara, "hay un local por aquí cerca que está abierto, ¿Quieres un café?", "bueno" me dijo sin dejar de sonreír, después de eso la fui a dejar a su casa... pero lo de esa noche, no fue lo único que ocurrió...
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Baja_134832 (20/03/2021), Cranston (20/03/2021), Jaason (21/03/2021), Trauet (20/03/2021)
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Antiguo 20/03/2021, 07:38   #136
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hay algun limite acerca de las temáticas de los relatos?... porque he escrito acerca de varios temas (vouyerismo, zoo, incesto), y no es la idea molestar a nadie

por cierto, mi telegram es @neko534, me gusta conversar de estos temas

aqui va otro relato...

Mojito Cubano

La conocí en uno de mis trabajos, había llegado de cuba hace un par de años, morena, cabello ondulado y espeso, de labios finos y sonrisa hermosa, un cuerpo envidiable a sus 45 años, bonito trasero, caderas delgadas, muslos ricos como para apretarlos, pechos redondos y bien formados... aunque claro si hablamos de "escala masculina" yo no estoy ni cerca de eso, si hablamos de belleza... menos si tomamos en cuenta que pasaba con ojeras por el trabajo... al verla lo primero que pensé "es tan rica esta tipa, que dudo que se fije en mi"... a veces la miraba en el casino de la empresa, veía como los demás tipos se "hacían los lindos" con ella, yo solo le decía "hola" cuando la veía pasar, un par de veces conversamos un poco... hasta que un día... a mí me gusta el terror, películas, series, libros, una tarde estaba leyendo en el trabajo, ella estaba cerca y me pregunto que estaba leyendo, le respondí "el hijo de Rosemary, de ira levin", pensé que solo me preguntaba de curiosa, pero respondió "no me gustan los libros de terror, me gustan las novelas policiales" la mire sorprendido... "O sea, sabe lo que estoy leyendo, interesante" pensé... esa pequeña conversación dio a lugar a más cosas de las que esperaba...

De a poco fuimos conversando más, de literatura, música, política, a pesar de lo que pensé en un principio, era una persona muy cultivada, muy inteligente, y extremadamente pragmática... las conversaciones se hacían más largas... nos dimos los números de teléfono... recuerdo que un día en la noche, empezamos a conversar de literatura erótica, la conversación se puso más y más atrevida, yo por miedo a ir muy rápido no insinué nada, pero escuchaba su voz alegre y dulzona decir palabras tan calientes... se me venían a la cabeza sus pechos firmes y redondos, sus caderas perfectas caminando con elegancia y soltura, era una de esas pocas mujeres, que con cualquier cosa que se pusiera se veía apetecible... estuve más de media hora con una erección que me llego a doler de lo hinchado que estaba. Terminamos de conversar de madrugada, me fue imposible no masturbarme esa noche pensando en sus labios, su cabello espeso cayendo por su cuello largo y hermoso...

obviamente nos fuimos haciendo amigos, caminábamos juntos al metro, almorzábamos juntos, lo típico... un día, con otros compañeros de trabajo, nos organizamos para ir a un local que quedaba cerca, obviamente fuimos juntos, tomamos unas cervezas, nos reímos bastante, pero debido a una ley de mi país, no se puede fumar en espacios públicos, así que como tenía ganas de fumar, salí a hacerlo, ella me siguió... ya estábamos un poco tocados por la cerveza, casi no recuerdo de que nos reíamos, de repente, sin aviso, se acurruco en mi pecho, de una forma tan sutil, tan tierna... yo la abrace sin decir nada, su cabello me rozaba la barbilla, sentía sus pezones rozar mi pecho al respirar, empecé a tener una erección casi al instante, ella seguía con su cabecita mirando hacia abajo, tan sumisa, le tome su carita y en silencio roce mis labios con los suyos, despacio, lentamente abrí un poco más la boca y nos sumergimos en un beso largo y cálido, sus manos me apretaban la espalda, yo le acariciaba el cabello y le sujetaba las caderas con fuerza, empujándola hacia mí, mi verga que ya estaba demasiado dura, pasaba por los pliegues de su vagina, al sentir esto ella solo decía "mmmm..." mientras nuestras lenguas se acariciaban suavemente y con calentura... nos separamos un momento, nos miramos a la cara, reímos de quien sabe que, volvimos con nuestros compañeros de trabajo, como si no pasara nada, la velada siguió tan amena como empezó y obviamente se hizo tarde... y obviamente nos fuimos juntos...

Caminamos en la noche fresca de una ciudad indiferente y solitaria, abrazados en algunos tramos, de la mano en otros, pero cada cuantos pasos, la agarraba fuerte de las caderas y la besaba, ella reía... su sonrisa era tan hermosa... pasamos por el lado de un callejón oscuro, la arrime contra el muro mientras la besaba, ella se dejaba querer, mi boca se fue moviendo de los labios hacia su cuello, por debajo de su oreja, le daba pequeños mordiscos escondidos entre la respiración caliente y agitada, mis manos apretaban sus caderas, y subían lentamente por su vientre, acariciando su piel entre la tela y mis manos, sus piernas se abrieron un poco, para recibir mis caderas y mi verga dura que estaba prisionera bajo mi pantalón... podía sentir el calor de su vagina, moviéndose por instinto, queriendo coger, sus uñas largas se enterraban en mi espalda, me dolía, pero no me importaba... no estábamos ahí... estábamos en otro lugar, en un sueño de sudor y carne, de suspiros y embistes calientes... de a poco mis manos subieron y pude tocar el contorno de sus tetas morenas y suaves, sus manos bajaron de golpe, una en cada nalga, me las apretó fuerte, y me empujaba a su concha ansiosa... ya no aguantaba más... "estoy que reviento" le dije al oído esbozando una sonrisa picarona, "¿Y tú crees que yo no?" me dijo riendo con su voz alegre de la habana... y volvimos a besarnos, esta vez más fuerte, más rápido... mis dedos apretaron sus pezones duros, los frotaba entre la tela áspera y mis yemas, una de sus manos se posó en mi entrepierna, sus uñas rasguñaban mi pene... el tronco, la cabeza, mis testículos... y entre las lenguas desesperadas de calentura, se escapaban gemidos de ambos... casi sin darme cuenta, sus deditos hábiles desabotonaron mi pantalón y se fueron directamente a mi verga... la carne buscaba a la carne... al hacerlo me bajo un poco los pantalones, lo suficiente para masturbarme, sus manos apretaban mi verga con fuerza, yo me aleje un poco y la mire a los ojos... no pude decir nada, solo abrir la boca y dejar escapar un suspiro ahogado... metí mis manos bajo su polera, su piel canela estaba hirviendo y sus tetas suaves solo lo estaban más... le levante el sostén, chupe esos pezones duros como si quisiera tomar leche de ellos, ella gimió fuerte y me pajeaba con fuerza, su pulgar empezó a apretar la cabeza de mi verga y se empezó a mojar con las primeras gotas de semen que salían... el sonido y las luces bajas de un auto pasaron al lado de nosotros y en medio de toda esa calentura, recordé que estábamos en plena calle, apoyados en un muro poco iluminado, pero en vez de preocuparme... solo me calentó más... y quería que ella se calentara más, en un movimiento rápido, desabotone sus jeans, y me agache para quedar justo en su concha, acerque mi boca y pude sentir en la oscuridad esa carne suave del pubis... y nada de pelito, suave y tersa... mmm... mis manos bajaron su calzón ya mojado de excitación y su pantalón, dejando su concha desnuda a mi merced, entre besos y lengüetazos, abrí los labios de esa concha madura y ansiosa, y con mi lengua encontré el clítoris, estaba tan mojada, luego de acariciarlo con mi lengua, chupe ese pequeño botoncito de carne como si fuera un pezón... fuerte, mamándolo, una y otra vez, apretándolo desesperadamente con mi boca. Mire levemente hacia arriba, ella también me estaba mirando lánguida de calentura, aguantándose gemir, con sus manos se apretaba las tetas con fuerza, mientras sus caderas se movían hacia adelante y atrás, le lleve el ritmo a su conchita de canela... mientras sus jugos me mojaban la barbilla y los labios. "sube" me dijo gimiendo, al estar cara a cara y los genitales al aire en plena calle, me dijo "métemelo, ya no aguanto, mételo ahora"... no fue difícil... mi verga y su concha estaban completamente húmedas de calentura... pero había un detalle, una de las ventanas del edificio contiguo, estaba iluminada y la silueta de una sombra se veía en esta... eso, ese pequeño detalle, encendió el morbo a decir basta.

sin parar de besarla, abrí un poco las piernas y doble las rodillas, por el ansia di un par de empujones en su pubis, ella tomo mi verga con su mano, y la puso justo en medio de su vagina... el solo contacto de las carnes ardientes nos hizo suspirar a ambos, pude sentir como el contorno de pene mojado acariciaba su clítoris, como el borde de la cabeza pasaba por encima de ese botoncito de carne rosada... rápido... muy rápido... solo empujaba, por instinto, mi mano apretaba su teta carnosa, su pezón duro de excitación, mi otra mano estaba en su nuca, acariciándole el pelo... tomándola como mía... le mordí su orejita despacito mientras cogíamos y le dije al oído "nos están mirando, mira hacia la ventana"... la silueta seguía ahí, se podía ver como corrió un poco la cortina, para no dejarse ver, pero admirar todo el espectáculo, ella hizo un siseo prolongado y me agarro el culo con ambas manos, casi enterrándome las uñas, y empujaba mis caderas para que pudiera entrar más profundo... no aguante el morbo... y le dije "está mirando hace rato, se está tocando... si es hombre o mujer, se está pajeando, te gusta cochinita?, que te miren culeando en la calle como perrita caliente"... si antes me empujaba, ahora ella movía su culo casi sin control, no decía nada, solo gemía, pasaban y pasaban los autos y no podíamos detenernos, "dale mami, culeame rico, dale, en la calle, culeame rico putita" le susurre al oído... con solo esas palabras, la mujer tranquila, simpática y sencilla, se volvió una bestia que prácticamente me estaba violando en plena vereda... cogíamos como desesperados, ansiosos ya no por escondernos, si no, porque nos estaban mirando... los jugos de su concha me mojaban las bolas, rápido, desesperante, fuerte, caliente, suave... mas... mas... "échame la leche papa" me dijo al oído... de a poco me tense por completo, sentía su conchita apretarme la verga, sin parar de coger, sin parar de empujar, "ya papi, ya" me dijo abrazándome con fuerza... ya no podía aguantar... solo sentí el chorro de semen mojándole los labios, el clítoris, la concha entera... juntamos nuestras mejillas, cada uno gimiendo en un orgasmo húmedo y desesperado... sin mirarnos a los ojos sabíamos que por un momento fuimos uno...

Nos quedamos ahí un momento... sudando... sintiendo las gotas de semen y fluidos bajar por nuestros muslos... "primera vez que lo hago en la calle" le dije, "yo también" me respondió, nos miramos y nos reímos a carcajadas... "vámonos, me bajo toda la vergüenza" yo entre risas le dije "es un poco tarde para eso, no crees?", nos acomodamos la ropa, y caminamos rápido para dar vuelta en la esquina, de la mano, con una sonrisa gigante en la cara, "hay un local por aquí cerca que está abierto, ¿Quieres un café?", "bueno" me dijo sin dejar de sonreír, después de eso la fui a dejar a su casa... pero lo de esa noche, no fue lo único que ocurrió...
Yo creo que puedes aportar sobre el tema que quieras, siempre y cuando sea erótico y no hagas apología de ilegalidades grito-whatsapp. Si a alguien le molesta una ficción, pues que se vaya a leer al confesionario, que allí todo es muy real...

Amos, digo yo... (que soy un mindundi).

Gracias por escribir! PC
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Antiguo 26/03/2021, 17:11   #137
neko534
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ok, despues de una amena conversacion con uno de los organizadores, les dejo otro relato y tambien la direccion de mi blog por si hay problemas sobre la autoria de los relatos (no sean maricas, se los comparto gratis, hay gente que cobra, si tienen algun problema, diganmelo)

https://sabanasyletras.blogspot.com/?m=1

bueno, para no tener ningun problema, el que desee leer ese tipo de relatos, me puede contactar en telegram @neko534

Mojito cubano 2da parte

Lo que esa noche paso con mi amiga cubana, además de genial, fue el comienzo de la perdida de la vergüenza, casi por completo.

Como todos los días, la esperaba a que saliera del trabajo, ya que mi horario era diferente y salía un poco más temprano. Aunque para no despertar sospechas y evitar comentarios de metiches, nos juntábamos en una plaza cerca, fumaba un par de cigarrillos y estaba atento al lugar desde donde tenía que venir... con su pelo suelto al viento, su carita con una sonrisa radiante, y sus caderas bailando coquetamente hacia nuestra "discreta" reunión...

como conté antes, era una mujer muy cultivada y no solo físicamente, así que el tiempo se pasaba volando... obviamente la primera noche que tuvimos algo, aun me daba vueltas en la cabeza, fue imposible no llevarlo a la conversación, además ya había confianza así que entremedio de un beso le dije al oído, "oye... no puedo olvidarme de lo del otro día.." ella me miro a los ojos y me dijo en un susurro, esbozando una sonrisa picarona "yo también me acuerdo, y me calienta recordarlo"... la erección fue automática, prácticamente como pasar el cambio en un auto... "de verdad?" le respondí, siguiéndole el juego, me acerque, nos besamos... pero esta vez, su manito juguetona iba en dirección de mi verga, que ya palpitaba de excitación, por instinto, puse mi mochila encima, para poder esconder sus caricias de la gente... que pasaba justo enfrente de nosotros, "mmm... eres todo un oportunista" me dijo maliciosamente, mientras sus dedos apretaban suavemente la cabeza de mi verga por encima del pantalón, me acomode disimuladamente en la banca del parque, para que pudiera usar mejor su mano, abrí un poco las piernas, sus uñas subían y bajaban por el tronco de mi verga, solo la miraba en silencio, con la respiración agitada, ella seguía, mordiéndose los labios, despacio se acercó a mi oído "¿Y si voy un poquito más lejos?", al decir esto, sus dedos desabotonaron mi pantalón, yo la mire sorprendido, pero estaba tan caliente que ni siquiera pensé en detenerla, sus dedos se metieron en mi pantalón, debajo de la ropa interior, el cierre se abrió por si solo al meter ella la mano y yo me levante ligeramente, para que el pantalón bajara un poco, aunque... tenía que disimular... al frente mío pasaba gente, hablando por teléfono, conversando, caminando apurados... mientras la yema de sus dedos acariciaba la cabeza de mi pene y se mojaba con las gotas de semen que salían por sus caricias... se acercó a mi oído y susurro bien cerca de mi oreja "esta durita... que rico, quédate quieto papi, para sacarle lechita", la corriente tibia de su aliento me recorrió el cuello y solo por reflejo, mi verga se movió y se hincho más de lo que ya estaba, sus dedos empezaron a masturbarme suavemente, yo trataba de que la agitación no se notara, quería cerrar los ojos y tirar la cabeza hacia atrás, para poder disfrutarlo mejor, pero no podía, esos movimientos me delatarían, me desesperaba, pero eso era exactamente lo que más me calentaba... y ella se daba cuenta... mientras me hacia la paja más rica de mi vida, sonreía con una malicia exquisita, sus ojos brillaban como los de una niña traviesa, su mirada solo decía una cosa... "eres mío"... y sus dedos seguían moviendo la carne de mi verga, hacia arriba, abajo, una y otra vez, soltando más y más gotas de semen, de repente bajo un poco más, sus uñas me rasguñaban las bolas despacito... ella me seguía conversando, como si nada pasara, como si todo lo que estuviéramos haciendo, fuera de lo más normal, mientras yo trataba de no gemir, mirándola intentando llevar una conversación, me agarro la verga con la mano y siguió pajeándome, mas rápido, apretándola fuerte, por suerte la mochila tapaba bien, pero aun así, yo no me podía aguantar, le agarre el muslo fuerte, ya estaba a punto de llegar, abrí mis ojos, respiraba fuerte, la calentura simplemente me quito la vergüenza, ella... más rápido, más fuerte, con descaro, me susurraba al oído "dame la leche papito, así dámela" y daba unos siseos ricos y calientes mientras mis muslos se tensaron por completo, encogí los hombros y cerré los ojos, mientras la agonía del placer me tomaba por completo, de repente, con su otra mano, me agarro la cara y me beso... y en ese beso exquisito, descargue la leche caliente en su mano, esa leche que ella tanto quería, mientras me daba pequeños mordiscos en los labios, mi verga escupía semen ardiente mientras tiritaba en sus manos... suspire en su boca un gemido ahogado y me quede quieto, ella lentamente saco su mano, que estaba cerrada para que no se viera lo que tenía, yo aun seguía en silencio, con esa típica cara de feliz que pones después de un orgasmo, ella abrió su cartera con la otra y saco un paquetito de pañuelos de papel, saco uno y se secó la palma de su mano, solo sus dedos quedaron manchados... me miro y me dijo "que rica tu leche papi" y acerco uno a uno sus dedos a su boca y los chupo mientras me miraba con su carita de caliente insaciable... yo me sorprendí... era exquisito mirarla chupar mi semen en sus dedos... enfrente de los transeúntes del parque...

Me paso un pañuelo para que me secara, agradezco que la mochila no se moviera, porque tampoco hubiese parado... jejeje... me limpie, saque un cigarro, conversamos un poco más y caminamos hacia el metro, mientras íbamos me dijo "yo también la quiero pasar bien", "si se, no te preocupes por eso". La lleve al metro, nos despedimos... de todas maneras, mañana nos veríamos de nuevo en el trabajo...
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Jaason
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NO QUERíA


Él no quería estar allí. Ya había pasado media vida escapando de los policías de su país, y no tenía ninguna gana de venir a tocarle los cojones a los policías de éste. No le apetecía tener más problemas de los que ya tenía, que eran muchos.

Pero el hambre aprieta. Malamente había comido ese día para tener la barriga entretenida y sentirse con energía. Algo que había llegado a la vivienda ocupada que compartía con otros desesperados como él. Todos habían pasado días peores. Mientras comía ese algo insípido y aburrido, uno de sus compañeros le dijo si quería acompañarlo esa noche a las manifestaciones.

Él no entendía por qué se hacían esas manifestaciones cada noche. Vivía ajeno a lo que piensan y quieren las gentes de éste país. Las manifestaciones, llevaban unos cuantos días produciéndose por la noche, acabando con batallas entre policías y manifestantes. Y él no tenía ganas de guerra con los policías. Pero su compañero le explicó que una vez la policía empieza con los manifestantes, dejan de controlar el entorno, y se puede "entrar y coger" algunas cosillas de las tiendas, para luego poder revender y ganar unos dinerillos. Su educación le decía no hacer esas cosas, pero la perspectiva de poder ganar algo de dinero….

Ella no tenía muchas ganas de estar allí. Pero se dejó arrastrar por las amigas. Fue el impulso luchar y protestar, ir en contra de ese futuro que sólo veía pintados de matices de negro, más claros o más oscuros, pero todos negros.

Al salir de secundaria, todo había ido de mal en peor. Conseguir trabajo durante unos meses en una zapatería, le había permitido que las amargas discusiones con sus padres se acabaran en el momento en que les anunció que se marchaba de casa para irse a vivir con sus amigas en el piso compartido que ellas tenían. En realidad el único que se había alegrado era su noviete, que veía pista libre para estar con ella cuando quisiera. Pero eso no duró mucho. En seguida descubrió que el pájaro no era honesto. Entre lloros de ambos la relación se había deshecho.

También llegó la crisis y se acabó el trabajo en la zapatería, que cerró sus puertas un tiempo después que ella se vio en la calle. Unos pocos meses cobrando el paro mientras encontró un trabajo temporal para verano en un supermercado. Después de verano sólo había tenido ingresos, escasos y espaciados.

Y ahora ella estaba allí. En la manifestación. Una reunión multitudinaria, una alegría de gente que se muestra mutuo apoyo, grupos que protestan gritando consignas y versos improvisados, mostrando carteles y divertidos atuendos en algunos casos. Una alegría, una cierta festividad, que se extiende por la calle.

Pero, poco a poco, las cosas cambiaron de cariz. Unos gritos al fondo las atrajeron a ella y a sus amigas, y se desplazaron entre la multitud para ver que ocurre, curiosas. Algunos manifestantes habían identificado a policías camuflados, y los acorralaron en una esquina. Mientras la gente les gritaba para que se fueran, policías uniformados empezaron a rodearlos y protegerlos. Los ánimos se calentaron rápidamente mientras con los uniformados exhibiendo agresividad y los camuflados chulería. Un poco de revuelo más allá. Un objeto salió volando hacia los policías. Inmediatamente empezaron a desplegarse, aporreando a la gente. Más policías aparecieron desde detrás de los anteriores y desde la izquierda, como en una actuación preparada de antemano. Todos disfrazados de modernos luchadores de kendo, usando porras en vez de espadas; repartiendo golpes hacia todo ser humano que se ponía al alcance. La mayor parte de la gente empezó a correr despavorida en la dirección que le parecía más segura. Algunos se detuvieron para iniciar fuegos con las basuras o seguir arrojando todo lo que encontraron a los policías.

Él se lo estaba mirando desde lejos, apoyado en la pared de una esquina, intentado pasar desapercibido lo mejor posible. Cuando se produjeron los primeros gritos sintió la necesidad de acercarse a mirar. Inmediatamente notó el brazo de su compañero apoyado en su pecho, reteniéndolo. Decidió que lo mejor era hacerle caso. Y allí estaban los dos, intentando mostrar calma, alejados de la gente que corría escapando de las luces azules más hacia el centro de la calle. Disimularon lo mejor posible que ellos no tenían nada que ver con los manifestantes. Los policías pasaron corriendo a su altura, afortunadamente sólo recibieron un par de miradas airadas; estaban lo suficientemente alejados como para que mereciera la pena desviar la carrera. Las furgonas con las sirenas llenando todo de color azul, pasaron inmediatamente detrás.

Él no vio de donde, pero su compañero agarró una piedra grande, que estrelló contra el cristal de una tienda. Dos o tres piedras más volaron hacia el mismo cristal desde algunos individuos como ellos. El cristal se vino abajo entre las pedradas y un par de patadas de acompañamiento. Un salto, y dentro de la tienda, igual que los demás. Ahora sólo se trataba de coger lo que pareciera más valioso y salir corriendo lo más deprisa posible.

Ella y sus amigas habían corrido lo más deprisa posible en cuanto la policía empezó la carga. Giró la primera esquina a la derecha sin tener claro si sus amigas la seguían o no. Un momento de descanso, para analizar la situación, detrás de ella seguía viniendo gente y unas luces azules que bailaban como las de discoteca. Siguió corriendo; nuevo giro de a la derecha medio obligada por el pelotón de gente que la rodeaba, para girar de nuevo en la siguiente esquina, intentando rodear la manzana y deshacerse del grupo principal.

Casi no quedaba nadie dentro de la tienda. Él cogió impulso para saltar por donde había entrado y en medio del vuelo, una vez pasado el umbral, vio a cámara lenta como se estrellaba con alguien que venía corriendo por la calle desde un lado. Rodaron ambos por el suelo. Intentó levantarse lo más deprisa posible y ayudar a la chica con la se había estrellado, mientras unas ráfagas de luces azules llenaban la calle. Fue instinto, pero agarró a la chica por el brazo y empezó a correr en sentido contrario a donde venía la gente protegiéndola como pudo de un par de golpes de porra en la línea de la policía. Uno de ellos impactó en su cadera, descargando un chispazo por todo su cuerpo, pero siguió corriendo tirando de la chica.

Corren hasta no poder más en un sprint loco. Y al parar, ven que la policía no les sigue, ha continuado en dirección contraria. Continúan caminando hacia adelante, intentando recuperar la respiración y el pulso. Él empieza a cojear al notar como crece el dolor en su pierna. Ella mira hacia atrás para asegurarse de que ya ha pasado todo, o al menos, no hay peligro evidente. Poca gente en la calle, toda moviéndose en la misma dirección que ellos con una cierta calma, alejándose de la zona de combate. Ambos sienten una cierta preocupación por los amigos que se han quedado nadie sabe dónde, pero ahora lo principal son ellos mismos. Ella también se preocupa por él, viendo que su cojera arrecia.

Él se deja llevar un poco. Ahora es ella quien tira de él. Le pregunta algo que no entiende; entiende poco del lenguaje autóctono, no lleva tanto tiempo aquí. Ella le señala la pierna. Le empuja hacia el lado, haciéndolo entrar en el jardincillo que rodea un edificio. Allí quedan medio ocultos de la gente que pasa tras unos arbustos tan altos como descuidados. Ella le pide ver. Él se baja un poco el pantalón por la cadera, mostrando un moratón de más de un palmo que empieza a oscurecer. Ella lo mira serio. Él sabe que serán sólo unos días de cojera, afortunadamente. Ella se compadece y lo abraza. Él descubre que nunca lo había abrazado una chica de esa manera, que nunca había notado tanto calor ni bienestar desde que su tía lo abrazaba cuando era poco más que un bebé. Él nota que su pene se pone un poco tenso. Ella se da cuenta, pero no le importa, lo sigue abrazando e intenta besarlo. Él no entiende mucho de besos, se limita a abrazarla fuerte intentando no perder ese calor que ella desprende y que hace que se le olvide el dolor de la cadera. Nota como las manos de ella le acarician la espalda, nota como sus manos se meten por debajo de su ropa, nota toda esa electricidad que le recorre la piel, acabando en sus pezones. Ella nota la torpeza de él, cómo se está poniendo rígido y coge una de las manos de él para meterla debajo de su jersey, nota que la mano de él se pone más rígida todavía, que no tiene una piel muy suave en las manos, pero que necesita caricias en su espalda. Mientras él recibe su primera lección de besos, donde se siente torpe, descubre que su erección crece hasta límites que él nunca había conocido, ni cuando se alivia cuando se queda sólo en la habitación que comparte con los otros dos. Ella nota esa erección cerca de su vientre, dura, irradiando calor; sin saber cómo sus manos se van a la entrepierna de él, buscando esa cosa dura, caliente y ligeramente humedecida; nota como ella también se está humedeciendo. Él se da cuenta de hacia donde se dirigen las manos de ella e intenta hacer lo mismo. Nota el calor del bajo vientre de ella, nota un poco de vello, nota la suavidad de piel, nota en la punta de sus dedos unos pliegues rugosos bañados en fluido viscoso que no conocía. Él nota como ella le está bajando los pantalones e intenta hacer lo propio con los de ella. Se da cuenta de que su erección ya no la protege la ropa, sólo las manos de ella que lo acarician suavemente.

De repente, él ve como ella se detiene. Y como da un pequeño paso hacia atrás. Oye como ella le pregunta algo con una palabras que no entiende del todo. Algo relacionado con protección. Él se encoge de hombros, sin saber que responder. Ella pone cara de decepción y se sube los pantalones. Él no sabe cómo responder, pero nota que su erección está desapareciendo. También se sube los pantalones, sin saber por qué.

Con algo de decepción, con algo de preocupación, ella se pondrá a caminar hacia casa. Él la seguirá, intentando acompañarla. Ella seguirá sintiéndose extraña, sin reconocerse en sus actitudes, ni la anterior ni la actual. Preguntándose si quería o no quería. Él seguirá a su lado, callado, pero haciéndose mil preguntas a sí mismo sobre lo que él quería y sobre lo que ella hubiera querido. Hasta que se crucen con las amigas de ella, donde al ver como saludan desde lejos, él se desviará en diagonal y desaparecerá por la otra acera. Ella volverá al piso que ellas comparten, llena de preguntas igual que él. Él se detendrá de tanto en tanto en su camino de vuelta. Le parecerá que entre las sombras de los portales y esquinas, y en los jardines mal iluminados de los edificios de ese barrio, hay parejas follando como salvajes.

Mañana sólo será otro día. Otra vez. Quizá
_________________

El Instituto Nacional de Estadística, ha publicado un estudio que muestra que tras las protestas del Otoño pasado, y los graves incidentes que las acompañaron, se han disparado el número de nacimientos nueve meses después; aproximadamente en un 5%. Esto corrobora las hipótesis de un estudio de la Universidad de Princetown y otro de la Universidad de Liubliana que corroboran que tras grandes manifestaciones y/o revueltas violentas se suele producir un aumento de la tasa de natalidad de, al menos, entre un 1 y un 3 por ciento. Ambos estudios se basan en el análisis de más de una treintena de casos acontecidos entre el Siglo XX y XXI en diferentes partes del mundo.
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Antiguo 02/04/2021, 07:49   #139
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NO QUERíA


Él no quería estar allí. Ya había pasado media vida escapando de los policías de su país, y no tenía ninguna gana de venir a tocarle los cojones a los policías de éste. No le apetecía tener más problemas de los que ya tenía, que eran muchos.

Pero el hambre aprieta. Malamente había comido ese día para tener la barriga entretenida y sentirse con energía. Algo que había llegado a la vivienda ocupada que compartía con otros desesperados como él. Todos habían pasado días peores. Mientras comía ese algo insípido y aburrido, uno de sus compañeros le dijo si quería acompañarlo esa noche a las manifestaciones.

Él no entendía por qué se hacían esas manifestaciones cada noche. Vivía ajeno a lo que piensan y quieren las gentes de éste país. Las manifestaciones, llevaban unos cuantos días produciéndose por la noche, acabando con batallas entre policías y manifestantes. Y él no tenía ganas de guerra con los policías. Pero su compañero le explicó que una vez la policía empieza con los manifestantes, dejan de controlar el entorno, y se puede "entrar y coger" algunas cosillas de las tiendas, para luego poder revender y ganar unos dinerillos. Su educación le decía no hacer esas cosas, pero la perspectiva de poder ganar algo de dinero….

Ella no tenía muchas ganas de estar allí. Pero se dejó arrastrar por las amigas. Fue el impulso luchar y protestar, ir en contra de ese futuro que sólo veía pintados de matices de negro, más claros o más oscuros, pero todos negros.

Al salir de secundaria, todo había ido de mal en peor. Conseguir trabajo durante unos meses en una zapatería, le había permitido que las amargas discusiones con sus padres se acabaran en el momento en que les anunció que se marchaba de casa para irse a vivir con sus amigas en el piso compartido que ellas tenían. En realidad el único que se había alegrado era su noviete, que veía pista libre para estar con ella cuando quisiera. Pero eso no duró mucho. En seguida descubrió que el pájaro no era honesto. Entre lloros de ambos la relación se había deshecho.

También llegó la crisis y se acabó el trabajo en la zapatería, que cerró sus puertas un tiempo después que ella se vio en la calle. Unos pocos meses cobrando el paro mientras encontró un trabajo temporal para verano en un supermercado. Después de verano sólo había tenido ingresos, escasos y espaciados.

Y ahora ella estaba allí. En la manifestación. Una reunión multitudinaria, una alegría de gente que se muestra mutuo apoyo, grupos que protestan gritando consignas y versos improvisados, mostrando carteles y divertidos atuendos en algunos casos. Una alegría, una cierta festividad, que se extiende por la calle.

Pero, poco a poco, las cosas cambiaron de cariz. Unos gritos al fondo las atrajeron a ella y a sus amigas, y se desplazaron entre la multitud para ver que ocurre, curiosas. Algunos manifestantes habían identificado a policías camuflados, y los acorralaron en una esquina. Mientras la gente les gritaba para que se fueran, policías uniformados empezaron a rodearlos y protegerlos. Los ánimos se calentaron rápidamente mientras con los uniformados exhibiendo agresividad y los camuflados chulería. Un poco de revuelo más allá. Un objeto salió volando hacia los policías. Inmediatamente empezaron a desplegarse, aporreando a la gente. Más policías aparecieron desde detrás de los anteriores y desde la izquierda, como en una actuación preparada de antemano. Todos disfrazados de modernos luchadores de kendo, usando porras en vez de espadas; repartiendo golpes hacia todo ser humano que se ponía al alcance. La mayor parte de la gente empezó a correr despavorida en la dirección que le parecía más segura. Algunos se detuvieron para iniciar fuegos con las basuras o seguir arrojando todo lo que encontraron a los policías.

Él se lo estaba mirando desde lejos, apoyado en la pared de una esquina, intentado pasar desapercibido lo mejor posible. Cuando se produjeron los primeros gritos sintió la necesidad de acercarse a mirar. Inmediatamente notó el brazo de su compañero apoyado en su pecho, reteniéndolo. Decidió que lo mejor era hacerle caso. Y allí estaban los dos, intentando mostrar calma, alejados de la gente que corría escapando de las luces azules más hacia el centro de la calle. Disimularon lo mejor posible que ellos no tenían nada que ver con los manifestantes. Los policías pasaron corriendo a su altura, afortunadamente sólo recibieron un par de miradas airadas; estaban lo suficientemente alejados como para que mereciera la pena desviar la carrera. Las furgonas con las sirenas llenando todo de color azul, pasaron inmediatamente detrás.

Él no vio de donde, pero su compañero agarró una piedra grande, que estrelló contra el cristal de una tienda. Dos o tres piedras más volaron hacia el mismo cristal desde algunos individuos como ellos. El cristal se vino abajo entre las pedradas y un par de patadas de acompañamiento. Un salto, y dentro de la tienda, igual que los demás. Ahora sólo se trataba de coger lo que pareciera más valioso y salir corriendo lo más deprisa posible.

Ella y sus amigas habían corrido lo más deprisa posible en cuanto la policía empezó la carga. Giró la primera esquina a la derecha sin tener claro si sus amigas la seguían o no. Un momento de descanso, para analizar la situación, detrás de ella seguía viniendo gente y unas luces azules que bailaban como las de discoteca. Siguió corriendo; nuevo giro de a la derecha medio obligada por el pelotón de gente que la rodeaba, para girar de nuevo en la siguiente esquina, intentando rodear la manzana y deshacerse del grupo principal.

Casi no quedaba nadie dentro de la tienda. Él cogió impulso para saltar por donde había entrado y en medio del vuelo, una vez pasado el umbral, vio a cámara lenta como se estrellaba con alguien que venía corriendo por la calle desde un lado. Rodaron ambos por el suelo. Intentó levantarse lo más deprisa posible y ayudar a la chica con la se había estrellado, mientras unas ráfagas de luces azules llenaban la calle. Fue instinto, pero agarró a la chica por el brazo y empezó a correr en sentido contrario a donde venía la gente protegiéndola como pudo de un par de golpes de porra en la línea de la policía. Uno de ellos impactó en su cadera, descargando un chispazo por todo su cuerpo, pero siguió corriendo tirando de la chica.

Corren hasta no poder más en un sprint loco. Y al parar, ven que la policía no les sigue, ha continuado en dirección contraria. Continúan caminando hacia adelante, intentando recuperar la respiración y el pulso. Él empieza a cojear al notar como crece el dolor en su pierna. Ella mira hacia atrás para asegurarse de que ya ha pasado todo, o al menos, no hay peligro evidente. Poca gente en la calle, toda moviéndose en la misma dirección que ellos con una cierta calma, alejándose de la zona de combate. Ambos sienten una cierta preocupación por los amigos que se han quedado nadie sabe dónde, pero ahora lo principal son ellos mismos. Ella también se preocupa por él, viendo que su cojera arrecia.

Él se deja llevar un poco. Ahora es ella quien tira de él. Le pregunta algo que no entiende; entiende poco del lenguaje autóctono, no lleva tanto tiempo aquí. Ella le señala la pierna. Le empuja hacia el lado, haciéndolo entrar en el jardincillo que rodea un edificio. Allí quedan medio ocultos de la gente que pasa tras unos arbustos tan altos como descuidados. Ella le pide ver. Él se baja un poco el pantalón por la cadera, mostrando un moratón de más de un palmo que empieza a oscurecer. Ella lo mira serio. Él sabe que serán sólo unos días de cojera, afortunadamente. Ella se compadece y lo abraza. Él descubre que nunca lo había abrazado una chica de esa manera, que nunca había notado tanto calor ni bienestar desde que su tía lo abrazaba cuando era poco más que un bebé. Él nota que su pene se pone un poco tenso. Ella se da cuenta, pero no le importa, lo sigue abrazando e intenta besarlo. Él no entiende mucho de besos, se limita a abrazarla fuerte intentando no perder ese calor que ella desprende y que hace que se le olvide el dolor de la cadera. Nota como las manos de ella le acarician la espalda, nota como sus manos se meten por debajo de su ropa, nota toda esa electricidad que le recorre la piel, acabando en sus pezones. Ella nota la torpeza de él, cómo se está poniendo rígido y coge una de las manos de él para meterla debajo de su jersey, nota que la mano de él se pone más rígida todavía, que no tiene una piel muy suave en las manos, pero que necesita caricias en su espalda. Mientras él recibe su primera lección de besos, donde se siente torpe, descubre que su erección crece hasta límites que él nunca había conocido, ni cuando se alivia cuando se queda sólo en la habitación que comparte con los otros dos. Ella nota esa erección cerca de su vientre, dura, irradiando calor; sin saber cómo sus manos se van a la entrepierna de él, buscando esa cosa dura, caliente y ligeramente humedecida; nota como ella también se está humedeciendo. Él se da cuenta de hacia donde se dirigen las manos de ella e intenta hacer lo mismo. Nota el calor del bajo vientre de ella, nota un poco de vello, nota la suavidad de piel, nota en la punta de sus dedos unos pliegues rugosos bañados en fluido viscoso que no conocía. Él nota como ella le está bajando los pantalones e intenta hacer lo propio con los de ella. Se da cuenta de que su erección ya no la protege la ropa, sólo las manos de ella que lo acarician suavemente.

De repente, él ve como ella se detiene. Y como da un pequeño paso hacia atrás. Oye como ella le pregunta algo con una palabras que no entiende del todo. Algo relacionado con protección. Él se encoge de hombros, sin saber que responder. Ella pone cara de decepción y se sube los pantalones. Él no sabe cómo responder, pero nota que su erección está desapareciendo. También se sube los pantalones, sin saber por qué.

Con algo de decepción, con algo de preocupación, ella se pondrá a caminar hacia casa. Él la seguirá, intentando acompañarla. Ella seguirá sintiéndose extraña, sin reconocerse en sus actitudes, ni la anterior ni la actual. Preguntándose si quería o no quería. Él seguirá a su lado, callado, pero haciéndose mil preguntas a sí mismo sobre lo que él quería y sobre lo que ella hubiera querido. Hasta que se crucen con las amigas de ella, donde al ver como saludan desde lejos, él se desviará en diagonal y desaparecerá por la otra acera. Ella volverá al piso que ellas comparten, llena de preguntas igual que él. Él se detendrá de tanto en tanto en su camino de vuelta. Le parecerá que entre las sombras de los portales y esquinas, y en los jardines mal iluminados de los edificios de ese barrio, hay parejas follando como salvajes.

Mañana sólo será otro día. Otra vez. Quizá
_________________

El Instituto Nacional de Estadística, ha publicado un estudio que muestra que tras las protestas del Otoño pasado, y los graves incidentes que las acompañaron, se han disparado el número de nacimientos nueve meses después; aproximadamente en un 5%. Esto corrobora las hipótesis de un estudio de la Universidad de Princetown y otro de la Universidad de Liubliana que corroboran que tras grandes manifestaciones y/o revueltas violentas se suele producir un aumento de la tasa de natalidad de, al menos, entre un 1 y un 3 por ciento. Ambos estudios se basan en el análisis de más de una treintena de casos acontecidos entre el Siglo XX y XXI en diferentes partes del mundo.
Coitus interruptus. Me gusta mucho ese final. Gracias! aplaudir
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Antiguo 02/04/2021, 16:18   #140
Cranston
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LUCIA LA BELLEZA ITALIANA QUE ME DESVIRGÓ A LOS 17 AÑOS

Yo por aquel entonces tenia 17 años y trabajaba en verano en el comedor de un hotel . Era algo tímido, imberbe y que solo habia tenido un par de " novietas " con las que nos habíamos besado sin pasar a mayores.

Una tarde estaba yo reponiendo los postres del buffet cuando vi a Lucia: una belleza transalpina morena de 24 años, alta , con un cuerpo natural espectacular y que atesoraba una clase , una elegancia vistiendo y un saber estar impresionantes, era de estas mujeres que sólo con verla ya enamoraba.

Llegó a cenar un poco tarde y ya estábamos a punto de cerrar el comedor, me pidió por favor si era posible que le sacara un helado de sabor nata- fresa que ya no quedaban y que eran sus favoritos.
Raudo y veloz por complacerla entré en la cocina, me meti en la cámara y le saqué dos helados de su sabor favorito.

Se alegró mucho con el detalle y con su elegancia innata se acercó a mi mejilla y me dió un beso de agradecimiento, yo me puse super colorado y aluciné con este hermoso gesto que tuvo.

Pasaron los dias y ella solia venir tarde a cenar y nos quedábamos un rato charlando al lado del buffet de muy buen rollo .

Una tarde se acercó y me dijo : hoy es mi última noche de vacaciones y no quiero pasarla sola, cuando acabes ven a la habitación 117. Me moría de ganas de ir pero estaba algo cohibido ya que Lucia me habia pedido hacer algo que los empleados teníamos prohibido por completo, pero decidi jugármela y al acabar el turno , a escondidas fuí hasta la 117.

Toqué tímidamente a la puerta y me abrió vestida con una espectacular lenceria negra, me hizo pasar y nada más cerrar la puerta ya me estaba morreando salvajemente y yo la iba acariciando con una mezcla entre ansiedad e inexperiencia. Nos dirijimos a la cama y allí le practiqué el primer cunni de mi vida, ella me iba guiando con caricias en mi cabeza y al cabo de unos minutos tuvo un intenso orgasmo.

Cogió mi miembro y me practicó una felación antológica con la que tuve que hacer esfuerzos titánicos para no correreme , a continuación me puso un preservativo, me tiró en la cama y empezó a cabalgarme intensamente , después cambiamos a un apasionado misionero y finalmente acabé dándole duro a 4 patas.

Esta noche echamos 4 magníficos polvos que constituyeron mi bautismo de oro en el mundo del sexo.
Fué magnífico dormir junto a ella , admirar la perfección de su cuerpo y despertarnos viendo la salida del sol por la ventana.

Nos despedimos con un cálido y apasionado beso y ella ya tenia que salir hacia el aeropuerto y yo ir a cambiarme de ropa a casa y entrar de nuevo a trabajar.

Mantuvimos contacto mediante cartas , en aquella época no habia móviles ni whatsap ni instagram ni nada de esto.

No nos volvimos a ver y un dia la comunicación por carta se acabó , imagino que se debió casar y formar una familia , pero toda mi vida recordaré a Lucia , la magnífica belleza italiana que me desvirgó a lo grande a los 17 años. Lucia una mujer que marca al pasar por la vida de un hombre y mucho más si constituye la primera experiencia sexual de tu vida.

Última edición por Cranston; 03/04/2021 a las 07:17.
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Baja_134832 (04/04/2021), Jaason (02/04/2021), Petrov (02/04/2021), Trauet (03/04/2021)
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