02/11/2008, 20:36 | #23 |
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Mr. Dollar
La primera vez que entré en ese conocido local fue el día de la despedida de soltero de mi hermano. Las chicas se pensaron que era yo el que se casaba y eso me provocó a volver más adelante. No deja de ser un local de alterne con cabinas que hacen el papel de reservados, en el que se predispone al personal a dicho alterne mediante el striptease de las chicas en un escenario del que dispone el local. Pero también se prestaban a jolgorios como el de aquella fiesta, sacando al novio al estrado para desnudarlo. En sus tiempos debió de ser pionero, creando su dueño una cadena de varios locales entre los que están Panams, NewYork y Starlets. Además del Dolar, yo conozco y fui asiduo por épocas del Starlets. La apertura de locales como Bailén 22 o Bacarrá debieron ser un mazazo para ese negocio pero el hecho es que todavía continuan abiertos, aunque hace mucho que no voy y desconozco como están ahora. En ambos locales pasé muy buenos momentos disfrutando de los shows y resistiendo el asalto de las pseudo bailarinas que pretendían ser invitadas a una copa para empezar. Salía bien de los lances. Además de la entrada que incluía la primera consumición una invitación podía costar 40€ o 60 si era de supuesto cava. Por supuesto que alguna vez invité a alguna "artista" pero fueron las menos; yo iba allí a divertirme con el espectáculo porque para follar de lumerío ya había otras posibilidades. Alguna vez incluso llegué a ir con alguna amiga. Pero yo he iniciado este relato para contar alguna que otra experiencia que tuve y el caso es que mientras escribo esta introducción he ido recordando las diferentes situaciones y no me siento capaz de continuar hoy, de modo que por hoy solo añado: continuará... |
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03/11/2008, 13:31 | #24 |
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Apoyó la cabeza en mi hombro y un mechón rebelde me hizo cosquillas en la nariz. Aparté la cabeza y miré al espejo antiguo que había al otro lado de la habitación y a la mujer que estaba reflejada por delante de mí. Tenia la silueta de una montaña rusa de las antiguas -las de madera, que tanto me gustan- las piernas formaban una suave pendiente que caía con brusquedad al llegar al trasero redondeado y volvía a ascender para caer con brusquedad a la altura de los hombros, parcialmente ocultos por una media melena cobriza.
-¿Estás nervioso? -¿Por qué lo dices? -El corazón te va a mil por hora -No... Es que late muy fuerte, hay que mantener el calor -Ya lo veo, estás ardiendo. Cualquiera diría que tienes fiebre... Me volví hacia ella y puse mi cara frente a la suya. Le dí un beso tímido que ella me devolvió con descaro, la abrazé y bajé un poco más para ponerme a la altura de su pecho. Tenía unos pezones grandes y suaves. Con cuidado me meti uno en la boca disfrutando más la textura que el sabor -aún no tenía ese punto que da el sudor sobre la piel de una mujer. Poco a poco noté como se iba poniendo duro y jugué a intentar agarrarlo con la lengua. Pasó una pierna por encima de mi cintura y me puso bajo ella, le dediqué tiempo al pecho que había desatendido mientras restregaba su entrepierna por mi cada vez más ansioso amiguito. Se deslizó rozando mi cuerpo con el suyo y empezó a besar mi cintura, cerré los ojos y la incandescencia dió paso a una sensación húmeda, como si todo el bochorno de un dia de verano se hubiese concentrado en mi bajo vientre. Me mordí el labio para contener un gemido, el siguiente se encargó ella de ahogarlo besándome como si fuera a morir al dia siguiente. Bajó una mano y me guió camino a su interior, se puso a horcajadas, empezó a moverse con un ritmo suave, con cuidado, como si fuera a romperme. -Espera, deja que me ponga yo encima... Se tumbó y separó las piernas. Me quedé mirando el vello recortado con gracia que adornaba su sexo y acerqué mis labios, la besé y dejé que mi lengua se deslizara por todos los rincones. Me agarró del pelo y me obligó a subir la cabeza -Te quiero dentro... Me coloqué entre sus piernas y me atenazó con los muslos, me empujó dentro de ella y empecé a moverme lentamente. Poco a poco sus caderas empezaron a marcar un bombeo más frenético, las mías intentaban seguir el ritmo mientras mi cerebro daba órdenes para retrasar el orgasmo lo más posible. Cerré los ojos y me quedé quieto un momento. -Tranquilo, puedes correrte, quiero sentirlo... Como si estuviera viendo la meta de una maratón hice un último esfuerzo para embestir a toda velocidad hasta que, con los sentidos nublados, me dejé caer sobre su cuerpo. Me quedé mirando al techo, fumando. -¿En qué piensas? -En muchas cosas a la vez y nada en concreto. -¿Te ha gustado? -¿Sabes que podemos meternos en un lío? Me sacas 12 años, esto es delito... -Y si mi marido se entera nos mata a los dos... ¿Te ha gustado o no? -La primera vez no la olvidas, sea buena o no. |
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06/11/2008, 16:21 | #26 |
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Unas amigas de la Uni y yo
Esto sucedió hace unos 3 años cuando todavía estaba en la Universidad. Ahi conocí a Merari, una chica lesbiana con la que hice muy buena amistad desde el principio pues nuestras "peculiaridades" nos unían. Un par de fines de semana después de comenzado el curso salimos en grupo a uno de los mejores lugares de ambiente en ese tiempo en la ciudad "El Penélope". Una de las amigas de Merari era Liz, con quien tuve un muy buen rollo desde el inicio. Pasaron los dias de escuela y un viernes Merari me invitó a una pequeña reunión en su piso para el día siguiente, evidentemente acepté. Ese día llegué a eso de las 9 de la noche a su casa, pasé, nos tomamos un par de copas y al poco tiempo sonó el timbre, entonces fue cuando ví entrar a Liz por la puerta. Estábamos las tres sentadas en el suelo charlando de cualquier cosa, cuando a Liz se le ocurrió la idea de jugar "el juego de la botella"(si, esa que hacéis girar una botella) Comenzamos primero con preguntas "light", pasamos después al reto de LIZ de plantarme un beso; así lo cumplió...un beso largo y apasionado que me puso a 100. Fue tan intenso que Merari aprovechó la situación y se colocó detrás de Liz, rodeándola con sus brazos por la cintura y asi comenzó a besar su cuello. En un momento las tres nos detuvimos, nos miramos y sonreimos picarescamente. Lentamente puse mis manos bajo la blusa de Liz, acariciando su abdomen suave y poco a poco subiendo hacia sus pechos, mientras ella metía sus manos bajo mi falda. Eun momento dado, Liz dio media vuelta y se fundió en otro beso, esta vez con Merari, cosa que aproveché para desabotonar sus vaqueros e irlos bajando poco a poco. Comenzamos las tres a quitarnos la ropa mutuamente hasta quedar completamente desnudas y ahi fue cuando por comodidad decidimos irnos a la habitación. Liz y Merari se tumbaron sobre la cama y siguieron besándose y acariciándose, mientras yo las comía alternadamente a cada una. De pronto se incorporaron y me tumbaron a mi de espaldas, así Merari y yo nos comenzamos a besar y Liz me comia de una forma fantástica, como pocas. Liz se detuvo y le dijo a Merari que quería ser penetrada por mi, asi que se colocó sobre mi y comenzó a moverse de una forma muy especial, subía y bajaba la cadera e inclinaba el cuerpo para lamer mis pezones. No había notado que Merari había salido de la habitación hasta que volvió con un arnés puesto (sí de esos que tienen un consolador integrado) y la cosa era bastante grande y gruesa... y ella dijo la frase "Ahora te toca a ti Shirley" Me coloqué en cuatro patas y ella detrás de mi y comenzó a penetrarme poco a poco, hasta el momento era lo más grande queme había entrado así que al principio fue algo doloroso, pero comenzó a ser placentero y poco a poco fue incrementando el ritmo, sus embestidas me daban cada vez más placer, mientras yo comía un poco a Liz para no dejarla fuera del juego. Después de algunos minutos así, decidimos invertir papeles y dejamos a Liz enmedio, yo me coloqué detrás de ella penetrándola mientras ella comía un poco a Merari. Los gemidos de placer de las tres denotaban el nivel de excitación que teníamos, pero de pornto escuché un gemido muy grande de parte de Liz, además de una leve sacudida en su cuerpo. Yo aun asi seguí, estaba a punto de llegar al clímax y un par de segundos después lo conseguí, con una intensidad que no habia sentido nunca. Las tres terminamos rendidas tiradas en la cama acariciándonos, mirándonos con unos ojos de satisfacción y complicidad que nos acompañarían durante bastante tiempo. Siento que haya sido un poco largo, pero tiene bastantes detalles que no podían ser omitidos. De todos modos, espero que les haya gustado. "La hembra suprema, es un hombre" Dr. Gregory House
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07/11/2008, 19:38 | #28 |
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Carla
Como otras veces pagué mi entrada regateándole a Lorenzo unos euros con buen humor y bajé las escaleras. Mientras bajaba oí la música que da inicio al show de las stripers y en lugar de pasar por la barra para pedir la consumición a la que ma daba derecho la entrada busqué acomodo cerca del escenario, sentándome en la primera fila. Salió a escena la primera, una chica rumana grande y preciosa, agitanada, que se movía bien pero que de profesional de un escenario nada de nada; en el segundo numerito, que es en el que se quitan la ropa, se mostró un poco más segura probablemente pensando que a la vista de sus encantos haría mella en el personal. Yo seguía allí impertérrito y sonriente, esperando tranquilamente el fin del show pues era tan solo el primero de cuatro o cinco y disfrutando con lo azarada que poco a poco se iba poniendo la chica. Cuando finalmente se libró del tanga me lo arrojó a la cara con cara de mal genio; al acabar, entre los aplausos, me levanté y se lo devolví con la mejor de mis sonrisas mientras evaluaba la posibilidad de invitarla a tomar una copa. Sentandome de nuevo desestimé tal posibilidad, ¡leñe, que son 60€ ! Antes de que empezara el segundo show me giré con la intención de levantarme para ir a la barra; el gesto fue brusco e inesperado, por lo que una chica más bien menuda que venía a hacer las veces de camarera tropezó conmigo. Entre sonrisas le pedí lo que quería y como me dijo que ella lo traería volví a sentarme. Pero como el segundo show no tenía pinta de ser mejor que el primero me levanté de nuevo y fui hacia la barra. Por allí apareció la rumana , todavía enfadada diciendome :"tu me vas a invitar a una copa tu". Yo cogí mi cubata , entregué mi entrada y pregunté por los precios de las invitaciones a las chicas con lo que averigué que oscilaban entre 40 y 80. Volví a mi primera fila para disfrutar, esta vez si, con el show de Jana. Varios años yendo a mr Dolar cuando volvía a Barcelona por Navidad y ella siempre con el mismo show y la música de "el guardaespaldas" pero siempre fresca y profesional, atractiva hasta imponer. Cuando acabó temía que fuera la ultima como de costumbre. Me giré lentamente; justo detrás de mi estaba Carla, la que se había ofrecido a traerme la copa. Me sonrió y yo aproveché para preguntar ¿tu no bailas? Así iniciamos una conversación en la que era fácil descubrir por su acento que era argentina. Me embrujó, probablemente se lo había propuesto. No recuerdo ya la película de los hechos. Solamente que ella cumplió la condición que le puse para invitarla a la copa, que se quitara el tanga y me lo diera. No podía irme de allí sin un tanga después de que me tiraran uno a la cara. Mi mano recorriendo la suavidad y firmeza de sus nalgas al amparo de la oscuridad y protegidos por la barra donde nos habiamos acodado; la conversación, cálida y sinuosa, su boca grande y de labios que prometen besos enormes, la humedad al acabar de recorrer su trasero. No intentó pedir una segunda copa. Habiendo iniciado ya el besuqueo y muy calientes los dos, fuimos directamente a uno de los reservados que hay a la derecha de las escaleras. Yo no tuve ni tiempo de calibrar el coste de la operación; me encontré con una botella de champán malísimo y una hembra cariñosísima, pegadiza y hábil, sentada con una de mis piernas entre las suyas, besándonos con verdadera pasión. Ella me había dicho que llevaba una semana en Barcelona pero el local y sus oportunidades lo conocía bien porque cambiamos de reservado y despúes de desnudarme me estiró sobre un diván y pidiendome perdón mientras a la vez me besaba se introdujo mi poya. "Estoy operada, no temás" me decía; "Perdón, perdoname, te dejaré ver el test del sida, esto no lo hice nunca, lo necesitaba" No recuerdo muchos más detalles de aquel primer encuentro. Sin entender mucho todo lo que había pasado volvía poco a poco en mi. Oí la voz de Lorenzo "Señores vamos a cerrar, llevan ustedes dos horas casi..." Carla había desaparecido y yo me vestí lentamente. Sintiendo que no iba a volver adopté un aire de profesional de la noche y salí. Lorenzo me ofreció un cigarrillo y me comentó que era una chica que no llevaba mucho tiempo...Ella apareció por otra puerta, con un vestido diferente, radiante y sonriente, dispuesta para irse. Yo la abordé en la calle y ella me dió dos besos en las mejillas, despacio , para dar tiempo a que yo cogiera el papelito que disimuladamente me ponía en la mano.En él estaba su numero de teléfono. Última edición por Ahram; 07/11/2008 a las 19:40. |
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11/11/2008, 17:34 | #29 |
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Fue un domingo extraño. Estaba despierto a las siete y media de la mañana, solo en mi piso compartido y sin resaca. Unos mejillones en mal estado se habian cruzado en mis planes, y lo que esperaba que fuera una noche loca había acabado llevando a mi amiga en coche a casa de sus padres (de donde seguramente no saldria en todo el dia, en concreto del wc).
En pijama, me preparaba algo de comer porque tanto trajín me habia dado hambre, cuando escuché abrirse la puerta. Me di la vuelta y mi compañera de piso asomó por la cocina. -Creía que este finde no se quedaba nadie aparte de mí- le dije -Al final me liaron para ir a una fiesta.... Huele bien, que haces? -Té y un par de bikinis, quieres uno? -Síiiii, me muero de hambre. Entré en el comedor con la bandeja de desayuno y la vi tumbada en el sofá quitandose los zapatos. Era menuda y con la piel tan morena que en verano podria pasar por mulata. -No me extraña que te duelan los pies con esos zapatos- observé. -Para lucir hay que sufrir- me contestó mientras cogía medio bikini y le daba un mordisco. Me levanté, fui a mi habitación y volví con un bote de gel. -Anda ven, te daré un repasillo en los pies- dije mientras acercaba un puf para sentarme a su lado. Empezé con el pie izquierdo, masajeando del talón hacia arriba. -Que rico... ¿Dónde has aprendido? -El dolor de pies me viene de familia, como lo de ser pobres.... Seguro que también te duelen las pantorrillas. -Me he pasado casi toda la noche en pie -Si te pones algo más corto te hago el servicio completo- dije con media sonrisa -Me quitaré los pantalones. No llevo tanga, así que no creo que veas mucho más que cuando me viste en bañador en la playa. Se bajó los pantalones dejando al descubierto unas caderas redondeadas y unas braguitas moradas. Se tumbó boca abajo apoyando la cabeza en el brazo del sofá. Seguí un rato más con los pies, para poco a poco subir por las pantorrillas y liberar tensiones. Al rato subí por los muslos, cosa que no la molestaba o eso dejó entender al dejar escapar un gruñidito y separar las piernas un poco más de lo debido. Al rato habia levantado ligeramente el culo, con lo que alguno de mis pases rozaban una entrepierna que se empezaba a calentar bastante. Cuando me quise dar cuenta una mano le daba un relajante masaje en el chochito mientras la otra le dejaba al descubierto la espalda, y descubrí con alegrïa que no llevaba nada más que la camiseta. Me subí a horcajadas, aparté su cabello y le di un mordisco suave en la nuca, ella correspondió con un gemido y un mohín de rendición, la besé en el cuello. -Deja que me levante- dijo Me senté el el sofá y una alegre erección me asomaba por el pantalón del pijama. Se intentó poner encima mio pero la agarré con firmeza y la tumbé boca arriba en mi regazo. La miré a los ojos, baje la vista y confirmé lo que siempre habia sospechado: unos pechos pequeñitos pero muy bien hechos, con unos pezones oscuros, color café con leche. Le acaricié el costado suavemente hasta llegar a las caderas, ahí di un giro en el rumbo y metí la mano bajo sus braguitas -que ya tenian una mancha de humedad visible, comprobando con satisfacción que su esteticién era de las que cuando hacia las ingles no olvidaba los "bigotes". Metí un dedo con cuidado, lo mojé y me lo llevé a la boca. Se levantó de un golpe y se puso encima mio, empezamos a besarnos, mis labios no dejaban de hacer un puente aéreo entre su boca y sus pezones. -¿Quieres que vaya a buscar condones? -Ya tengo un par en el bolso- me dijo mientras se bajaba las bragas. Escondió mi polla un rato en su boca antes de ponerme la goma y empezar a cabalgarme suave, como al trote. La tenia agarrada por las caderas y con disimulo me acerqué manualmente a la puerta de atrás. Empezé rozando con la yema de los dedos y cuando noté que ese masaje también funcionaba metí la punta. Dió un respingo y lo aparté. -Perdona, no queria meterme donde no me llaman... -No es que no me guste... A veces me he metido un dedo por ahí, pero nada más. -¿Nada más? -No, pero notarme llena por delante y tu dedo por detrás puede estar bien ,no? -Eso lo dejaré a tu opinión Me moje el dedo en la boca y le acaricié el "tercer ojo" por fuera. Lo moje en la suya y al tiempo que subia y bajaba empecé a entrar lentamente. Pronto tenia dos apéndices perdidos en su entrepierna y el ritmo habia subido al límite de mi resistencia cardíaca. -Para un momento, me vas a matar -Tú también me estas matando -me dijo con la voz entrecortada- Quiero que me lo hagas. -¿El qué? -El culo. Se puso a cuatro patas en el sofá, bajó los hombros y se estiró como un gato cuando se levanta de la siesta. Cuando vi separarse los cachetes no pude evitar abalanzarme y darle unos lametones. Gemía de placer y decidí seguir un rato con el beso negro mientras le metia un par de dedos en la rajita. -¿Estas preparada? Si te duele avisame y paro. Apoyé el capullo en la entrada sin hacer fuerza y lo deslizé arriba y abajo un rato. Después entré suavemente hasta que desapareció la punta. La dejé un rato y poco a poco empezé a bombear a ritmo lento. El dolor sordo del principio dejó paso al placer y cada vez me dejaba entrar más. -Vas a hacer que me corra- le dije -Yo también me voy a correr, no pares. Un escalofrio me recorrió el espinazo mientras notaba como vaciaba en el condón. La saqué con delicadeza y me senté a su lado mientras le hacia un nudo a la goma. -¿Te ha gustado? -No ha estado mal para ser la primera vez. Miré el envoltorio del condón sobre la mesa. -Así que eres tú quien me manga condones del armario del baño!! Se rió y me besó en la mejilla. Todos los hombres matan lo que aman, pero no todos deben morir por ello.
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10/12/2008, 21:07 | #30 |
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Txordis
Lo has vuelto a hacer. Vuelves a mi. Impregnas mi casa de tu esencia. Huele a tu figura. Triunfal me has besado, como el primer día, pegándonte a mi cuerpo casi traspasándolo. Vibrar sólo tocándote. Sin más, te siento dentro de mi. Te mueves, me absorves, latimos y me siento princesa, me siento mar, me siento ola entre tus brazos. Pero vuelve el calor y me agachó a beber de ti mientras mis rizos se pierden entre tus dedos. LLegué, tú conmigo y no hago más que mirarte. Me enseñas, lato, te miro, suspiro,.... te miro, lato y sigo contigo. Sientes la marcha, lo sé, te sigo, te beso, me enciendo, te excito y cuando te tengo en mi boca te miro, te quiero conmigo. Ya se que deseo, me lo enseñastes tú... |
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10/12/2008, 21:08 | #31 |
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Sexualmente...tocar el cielo!
Podría decir que he disfrutado siempre, siempre me has hecho perder el control, aumentar mis pulsaciones, enloquecer y desearte más, cada vez más... Contigo siempre acabo sorprendida y caliente hasta el climax total. Lo has conseguido de nuevo, de esa manera tan sabrosa y morbosa de mirarme, de desearme, de conectarte conmigo... Mientras lo hacías, noté como mi sexo se encendia, me mirabas, me rozabas con la punta de tus dedos y rodeabas mis pechos mientras me decías lo que ibas a hacer conmigo, lo que no podías permitir perderte... Te miraba, quieta, caliente, deseosa, excitada, con un hormigueo en el cuerpo tan presente que no me dejaba articular palabra, estaba vendida! Me limité a dejarte hacer, a gozar de nuestra química sexual a esperar que me comieras, que me lamieras, que me besaras y durante la espera más te deseaba. Me echo hacia atrás, te dejo que vengas, que hagas conmigo lo que quieras, estoy llegando al orgasmo sin tenerte del todo cerca mío y pienso lo que me espera, lo bien que me vas a dar placer, me dejo enloquecer 4 veces hasta que pienso en todo lo que yo puedo darte y me dedico a tí...Ha llegado el momento de darte lo que tanto me gusta hacerte y vuelve la química, el deseo y las ganas de seguir conectada a tu sexo mental y finalmente sentirte dentro de mi. Absolutamente excepcional. Eso es lo que me das |
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10/12/2008, 21:09 | #32 |
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Pacto
Te veo por primera vez y tiemblan tus manos y quiero pensar que es por mi. Te hablo mirándote a los ojos y escuchas el calor que desprendo, lo recibes , noto que te envuelve... La poca distancia que nos separa se repite en mi cabeza y mi mano se vuelve guía y me muestra lo que deseo. Te rozo la rodilla, me muestras tu morbosa timidez. Se acaba nuestro tiempo y la despedida me sabe a poco. Quedamos. Llegas a mi casa y me doy prisa en besarte los labios y se me antoja lamerte. Me espero, me gusta regocijarme en tu pícara timidez y llenarme de tus ganas. Hablamos, nos deseamos y me adentro en tu boca. Tus labios me encienden. Me echo hacia atrás y noto fluir por mi vagina, ardo, tengo prisa. Te frotas contra mí y no puedo dejar de pensar y decirte, - te la quiero comer!-. Me arrodillo y tu polla desaparece entre mis labios mientras palpita y acelero el ritmo. Jadeas, respiras rápido y fuerte y me excito sobremanera y no puedo decidirme, no sé que parte de mi desea más ser penetrada. – Quiero follarte-, me dices. Uff, te doy la espalda y te miro mientras me abro las nalgas. – Dame fuerte!-. La pared se vuelve nada contra tus embestidas, mi cuerpo se envidia, te quiere por todos lados. Me follas. Mi boca se hace agua y me pide a gritos tu final. Abres los ojos, los fijas. Te follo con mi boca y te pierdes dentro de mi. El sabor amargo de tu final no quiero compartirlo y desfallezco a tu lado. Me llenas de caricias, saboreas el amargo de mis labios y mi pelo se vuelve algodón entre tus dedos. No hay “pacto”. Te deseo de nuevo. |
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10/12/2008, 21:10 | #33 |
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Sexo joven
Es uno de esos días en que he dicho que SI sintiendo que me equivoco. Nunca lo hago. En estos casos prefiero quedarme con la duda. Esta vez después de mucho insistir y ver que no desiste, quedamos. Mi primera conversación fue fría y directa. Así fue él. Ese día ya le puse automáticamente mi primera excusa, una cita. Dos días después lo volvió a intentar. Me invento otra excusa más invitándole a esperar a la semana siguiente. - Se cansará- pensé. Grabo su teléfono con la seguridad de no cogerlo más. El miércoles me llama un núm. fijo. Lo cojo tranquilamente y escucho su voz. -Noooooooooo!!- me digo. Me pregunta si por fín podrá ser y lo aplazo dos días más. Me pide concretemos sitio y hora y finalmente accedo. A estas alturas no se decir NO. Le confirmo el punto de encuentro y la hora con la esperanza de que pasen los días y se arrepienta o a mi me salga una excusa demasiado buena. Llega el día e intento citarme con otro. Este otro me confirma a última hora y decido descartarlo y tirarme a la piscina. La voz de aquel hombre me resultaba entrada en años, en unos cuantos. No es que importase demasiado pero en estos casos más me pregunto como serán.. Preparada. Me llama. Le digo el portal y el piso. Suena el timbre, suspiro antes de abrir la puerta, retoque de rizos y alehop! Caballero de 63 años, atractivo, mirada lasciva y morbosa, hombre sutil. Se sienta. Afirma que le gustan las chicas como yo y me pregunta que tengo pensado hacer con él. Su seguridad al mirarme y desearme me activan y noto el primer cosquilleo. Se acerca a mi y me pide permiso para besarme. Le noto activo y eso en cierto modo me sorprende en un hombre de su edad. Me besa, juega con mis labios, introduce su lengua y hace que yo juegue con la suya. Noto su firmeza al tocarme y al besarme. Cierro los ojos y consigo viajar a esos besos apasionados que tanto me gustan. Huele y sabe bien. Me desnuda de cintura para bajo y esta vez pasa a mordisquear mis labios rosaditos. Mi cuerpo se tensa y su lengua pasa a formar parte de mi humedad. Me gusta observarle mientras lo hace, me sorprende y excita tanta acción. Quiere observarme tumbada mientras se desnuda con rapidez. Le espero tumbada con una mano en mis pezones duros y la otra mojada de su saliba en mi clítoris. Se arrodilla a la altura de mi cabeza y me deja su polla a la altura de mi boca mientras se incorpora y me abre de piernas. Se centra en mi y yo en él. Me desconcentra su laboriosa lengua. Me coge de la cabeza y acompaña el ritmo mientras le miro a los ojos. En un momento me tiene boca abajo y contra las cuerdas. Me penetra fuertemente mientras una mano me apreta el culo. Arqueo mi espalda para sentirle mejor y de pronto me sorprende con una postura muy profunda. Entre jadeos se sorprende corriéndose mientras totalmente vendida le ofrecía mi culo. Ya libre, deja su cuerpo sobre el mío. Respira hondo y me dice: - Gracias.-. Gracias a ti por sorprenderme. Me encanta haberme equivocado contigo jovenzuelo |
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10/12/2008, 21:10 | #34 |
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¿Existe inolvidable?
Utilizamos esa palabra que contiene mucha trascendencia pero...¿¿existe algo mejor para definir algo especial e importante??. Hay opiniones que se consiguen por votaciones, encuestas y cosas del estilo, pero... cuando hablamos de algo concreto y personal, simplemente depende de nuestra libre y única opinión...la válida. Fué inolvidable!. Has sido la mejor combinación de sensaciones unidas que he sentido jamás. Como me deseaste al poco de vernos. Se te iban las manos... Me encantaron tus labios, tus besos,tus manos me tocaban tan bien, me lamías tan bien...mmm! Cuando te tenía detrás mío... mirarte mientras me lo hacias y como tocabas mi cuerpo... Me sentí la mujer más sexy, bella y con el mejor cuerpo del mundo.. me sentí deseada al máximo, mimada, respetada, fui reina!. Eso te hace ahora diferente a mis ojos, porque es lo que yo me he sentido, diferente junto a tí. Tal y cómo lo vivistes y lo sentistes me lo transmitistes... Me encantó verte desearme, notar tus manos, tus besos y tus caricias. Un simple gesto me encendía, me enternecía... Es como cuando NO quieres que una serie o película se acabé y...-continuará... Te he deseado cada minuto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada, cada gesto...en todo momento. Me he sentido recogida en tus brazos, reposada, excitada, afortunada e increiblemente satisfecha. Te guardo en una caja redonda azul múltiples sensaciones que tragistes y me distes... son tuyas, ¿me las prestastes?. Si algun día las vuelves a necesitar prometo regalártelas de nuevo. Aún siguen latentes! Besos y abrazos eternos contra tu cuerpo. |
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10/12/2008, 21:11 | #35 |
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Mi Gurú............... g u
Es el día esperado. Me he pedido fiesta en el trabajo para poder disfrutar de tan excitante espera. Me despierto y me asalta una imagen de lo que podría ser nuestro encuentro. Me preparo un café con leche y enciendo el portátil, tengo ganas de recordar sus letras. He amanecido activa y con ganas de su compañía, después de tantos meses de MP´s, mails, sms y llamadas, por fin llegó el gran día. Le recuerdo cercano, sensible, amable, educado, simpático pero ahora necesito más, necesito sus manos y sus labios… su calor. Ha sido un encuentro planeado y deseado por los dos, eso le pone un punto de excitación extra a mi cuerpo. Deambulo por casa obsesionada con el ring de mi teléfono. De repente mi móvil se contagia y vibra como yo. Es él. - Vaya nubes que hay en tu pueblo, ¿no?.- me dice sonriendo. - Pero, ¿Dónde estas?.- le pregunto. Está bajo mi casa, en la hora y el sitio acordado, le doy las señas y en cuestión de segundos lo tengo en el rellano. Antes de abrir, inspiro y me coloco la camiseta, me doy cuenta que se me notan los pezones… Uf Abro la puerta y recibo una sonrisa amplia y limpia, con ápices de timidez pero envuelta en una grandísima persona. Tenemos toda la noche, pretendo tomármelo con mucha calma. Le sirvo algo de beber y empezamos a conocernos visualmente. El habla sin parar y me repito cuando me besará. Tengo ganas de besar esos labios, de sentirme abrazada por sus brazos. No paro de mirarle fijamente y me voy acercando desde el sofá. Cruzo las piernas, las descruzo, tengo calor. Me dan ganas de atacarle por sorpresa cual presa pero intento contener las ganas. Me voy insinuando y va captando las indirectas, mi gato forma parte mi juego de acercamiento sutil. Disfruto y me río mucho escuchándole, sé que el tampoco tiene prisa, pero se repite en mi cabeza el acercamiento. Hasta que no le tenga en mi boca no voy a parar. Le enseño el camino hacia el lavabo y bromea con mi malgasto del agua, sabe lo que viene ahora y yo también. Sale seductor del lavabo, con una sonrisa perenne y los ojos brillantes, yo le esperaba muy cerquita e inmóvil. Se acerca y me rodea la cintura con sus manos, sonríe y me besa. – Cuantas ganas tenía de besarte!- me dice. Me fundo. Me pide de ponernos cómodos y a mi hace ya rato que me sobra su ropa. Le llevo a mi habitación, enciendo unas velas y por turnos nos quitamos la ropa. Me gusta ver como se desnuda a cada pálpito de mi sexo. Me roza con las yemas de sus dedos, roza mi sexo, mis pezones y saboreo cada respiración suya en mi boca. Me arrodillo a degustar su polla, tersa, suave y caliente. Le miro a los ojos mientras me acaricia el pelo conteniendo la fuerza de su excitación. Se agacha a besarme con suma dulzura y me tumba en la cama. Perdemos las manos en nuestros rincones y no dejo de desear el sabor de su miembro. Lo necesito. Le dedico unos intensos minutos de mi boca mientras me acaricia los pechos. Se voltea y me tumba boca arriba y empieza a masajear mi sexo húmedo. Mientras lo hace fija sus ojos en mí, muy cerca, casi rozándonos los labios. Me excito más viendo como él nota mi cuerpo retorcerse. Acompaño su mano y me masturbo mientras sus dedos desaparecen en mi sexo. Chupa mis dedos y yo chupo los suyos mientras mi otra mano se humedece con el líquido de su polla pegada en mi muslo. Entre besos y dedos húmedos me corro mirándole a los ojos y arqueando mi cuerpo hacia su polla despierta. Respiro y me dice .- Quiero follarte-. No hay cosa que más desee en este momento. Se inclina hacia a mi y me penetra con decisión. El primer instante de perderla en mi sexo me hace gemir y a él le paraliza décimas de segundo. Aumenta el ritmo y le acompaño en el baile deseando ese suspiro final. Me avisa de que no puede más, de que está muy caliente y le miro con cara golosa rogándole que se corra para mí. Cogemos aire con la sonrisa tonta contenida mientras continuamos charlando y rozándonos ligeramente. Hablamos de experiencias sexuales, de momentos, del morbo, de los hombres, de las mujeres, del SEXO en mayúsculas, de mis gustos sexuales, etc. De nosotros, de ti y de mí. Me pregunta que me llevó a Madrid esos 4 días y explico el juego que me traía entre manos. Le hablo de mi fascinación por el griego, me escucha con máxima atención y los ojos bien abiertos… Se acerca cual serpiente y me dice – Me has puesto cachondo, la tengo dura otra vez, lo quiero probar-. Antes de que acabara con la frase ya lo tenía sobre mi comiéndome la boca, rozando su sexo con el mío. Se acabaron los preámbulos, quería que me penetrara ya. Me giro y a cuatro patas sobre la cama lo siento detrás de mí acercando su polla mientras le facilito el camino con las manos en mis nalgas. Casi apoyada en la pared noto sus embestidas irregulares pero intensas y mi giro a deleitarme de su cara de excitación. Se pierde completamente detrás de mí hasta que explota separando con una mano cada nalga. Profundo, profundo. Esta vez desfallecemos uno al lado del otro con sonrisas varias y caricias por doquier. – Me encantas-. Y yo me derrito. Me pego a su pecho y coloco mi cabeza en su regazo, me encanta escucharle tan cerca. - Si esta noche te digo que me pases la escalera no me hagas caso- sonrió. - Yo te doy lo que tú quieras Buenas noches mi dulce Gurú. |
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12/12/2008, 03:41 | #36 |
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¡El vecino "manitas"!.......
Hace algún tiempo se mudaron al piso de enfrente una pareja de unos cuarenta años, Luis y Mari; son personas agradables y buenos vecinos. El tiene negocio propio por lo que pasa la mayor parte del día en él. Ella está algo entradita en carnes, sus pechos tienen un buen tamaño, algo caídos, natural después de haber criado a dos hijos. Al poco de haberse instalado los invitamos a cenar una noche; comimos, bebimos y charlamos hasta ya bien entrada la madrugada; el comentó la de detalles que aún le quedaban por colocar en la casa y el poco tiempo que disponía para ello; yo como buen vecino me ofrecí a echar una mano, tenía las tardes libres y como mi mujer trabaja a jornada completa me aburría un poco. La tarde siguiente me dispuse a cumplir mi ofrecimiento, llamé a su puerta y abrió Mari, - Hola Carlos - dijo sonriente, - aquí me tienes a tu servicio - contesté yo. Me explicó que lo que más falta le hacía era montar una librería para empezar a vaciar cajas y yo presto me dispuse a la tarea. Mientras colocaba tornillos y tablas ella se dispuso a quitar del suelo unas marcas que habían dejado los de la mudanza, se colocó a cuatro patas y con un barreño lleno de agua comenzó a frotarlas. Llevaba puesta unas mallas ajustadas y una camiseta vieja con el cuello muy cedido por el paso del tiempo, no tenía el sujetador puesto, supongo que por comodidad, y por la abertura dejaba entrever sus pechos colgando y meneándose violentamente; no pude evitar fijarme en ellos, mi polla se endurecía con cada vaivén, se volvió y ahora su gran culo se meneaba frente a mi, mi imaginación se disparó pensando en mi polla entrando entre aquellas nalgas acolchadas, mi bulto iba a reventar, tenía que salir de allí como fuera, - perdona Mari, tengo que ir al baño -, - claro, ya sabes donde está, no -. De espaldas a ella me dirigí rápidamente hasta el baño, al cerrar la puerta algo cayó al suelo, era su sujetador, lo recogí y olí su aroma, aquel olor me terminó de poner a cien, saque mi polla y comencé a masturbarme mientras con mi otra mano refregaba su íntimo olor por mi cara, y al momento - AHHHHHH -, instintivamente bajé mi otra mano hasta mi polla intentando evitar que mi semen se esparciera por todo el baño, pero lo único que conseguí es llenar su sujetador además de la pared y el suelo. - ¿Carlos, estás bien? -, - si, si -, respondí nervioso, cogí papel higiénico y limpié como pude su prenda y las manchas de la pared y el suelo, volví al salón terminé el trabajo y me fui a casa. Por la noche vino Luis a casa a darme las gracias y a pedirme que si podía hacerle otro favorcito más (la verdad es que es un poco carota el tío), el grifo del fregadero no se lo habían instalado y el no tenía ni idea de cómo hacerlo. Al día siguiente cogí mis herramientas y me dispuse a realizar el favorcito, llamé a la puerta y pareció Mari, hoy estaba más arreglada, llevaba un vestido corto de florecitas muy vaporoso, - pasa vecino - dijo ella, sonriendo de nuevo, pasamos a la cocina y me eché en el suelo para poder trabajar bajo el fregadero, ella cogió una escalera pequeña y se puso a limpiar los mueble frente a mi, cuando levanté la cabeza un nuevo espectáculo se presentó ante mis ojos, su corto vestido dejaba al aire sus piernas y sus bragas de color visón, tan ajustadas que se distinguían perfectamente los labios de su gordo coño, de nuevo mi imaginación y mi polla empezaban a dispararse pero de momento ella se dio la vuelta se agachó y dijo -¿qué mirabas tan atentamente, eh?, -¿ qué? -, intenté hacerme el nuevo, - ¿quieres mis braguitas para hacerte otra paja o prefieres mi sujetador?-, -¿De qué estás hablando? - repliqué mientras me levantaba. - Deberías ser más cuidadoso chico, no sólo manchaste mi sujetador sino que además dejaste parte de tu leche sobre el lavabo - No sabía que decir, estaba paralizado y mudo, sentía como me salían los colores y el calor inundaba mi cuerpo y entonces ocurrió lo que menos podía imaginarme, ella cogió mi mano, la acerco a uno de sus pechos y dijo - No prefieres la carne a la tela -, su otra mano se acercó hasta mi polla y la apretó con fuerza - porque yo si la prefiero - apostilló. No dude ni un segundo más, desabroché su vestido mientras pellizcaba sus pezones, lo dejé caer al suelo y su figura como recién sacada de un cuadro de Velázquez se presentó ante mi, sus pezones eran grandes y negros, acerqué mi boca hacia ellos y los lamí con suavidad, ella agarró mi cabeza, pasé a mordisquearlos mientras mi mano se introducía bajo sus bragas y buscaba su raja, mi dedo rebusco entre aquella maraña de pelos y por fin, -Ohhhh -, se introdujo en aquel lecho calentito, noté como se había humedecido ya, baje sus bragas hasta las rodillas y proseguí mi tarea metiendo un segundo, tercero, cuarto dedo, aquello no era una raja, era una cueva, la palma de mi mano entraba y salía de él con suma facilidad ayudada por sus fluidos que aumentaban cada vez más, -Ahh, ahhh, ahh … -, sus gemidos llenaban la cocina; hábilmente desabrochó mi pantalón y magreaba mi pene erecto deseoso de penetrar su maduro coño -Ahhhhhhhh - llegó al orgasmo. Se agachó, sacó mi polla y comenzó a mamarla succionando con fuerza durante unos segundos, cuando se la sacó chorreaba de su saliva, se inclinó un poco sobre mi, la metió entre sus grandes y colgones pechos e inició un masajeo entre ellos, mi polla iba a reventar. - ¡Ven aquí! -, la levanté, coloqué una de sus piernas sobre la escalera, agarré mi porra y son una dura embestida se la introduje en su coño, -UHHH- volvió a gemir, yo empujaba con fuerza, dentro fuera, dentro fuera, era como meterla en un inmenso túnel, pero la postura no me convencía, chocaba contra sus grandes muslos en cada embestida, -¡Date la vuelta!-, como había imaginado su culo era grande y acolchado, ahora si mi polla entraba hasta el fondo, en cada empujón sus nalgas vibraban como si de gelatina se tratara, -Ahh, Ahh , Ahhhhhhhh-, un segundo orgasmo, estaba lanzada y yo aún no me había calentado. Seguí empujando con fuerza pero pensé que la falta de presión de su inmenso coño sobre mi pene iba a alargar la cosa demasiado. Separé un poco sus nalgas y aprecié su ojete que extrañamente parecía bastante pequeño, ella estaba excitadísima por lo que me decidí a actuar sobre él, chupé mi dedo índice y comencé a acariciar su ano suavemente, puse mi mano sobre su espalda y la empujé hacia abajo para que su culo sobresaliera un poco más, sus pechos se posaron sobre la fría piedra de la encimera -ohhhh-, exclamó ella. Entonces me decidí a pasar a la acción - Quiero darte por el culo - me enseñaron a pedir permiso siempre antes de hacer algo, - Si, Si, hazme lo que quieras pero no pares -, saqué mi chorreante polla e intenté introducirla en su ano -Ag, Ag - se quejó, aquella tarea se presentaba complicada, - espera - cogí una botella de aceite de oliva que estaba sobre la encimera, separé un poco su ojete y deje caer un chorrito sobre él, lo mismo hice sobre mi pene y lo froté, volví a intentarlo y esta vez si, despacio y con fuerza mi pene poco a poco se introdujo en su interior, esto era otra cosa, aquel agujerito casi estrangulaba mi polla, que entraba y salía con cierta fluidez gracias a aquel maravilloso líquido. Ella comenzó de nuevo a gemir -Ahh, dame, dame más - estaba resultando una excelente anfitriona, aquellas palabras me estaban poniendo a cien, notaba como mis huevos se inflamaban más y más y de repente -AHHHHHHH, AHHH, AHH -, mi leche explosionó en su interior, caí sobre ella exhausto. Al sacar mi resbalosa polla de su culo, broto de su interior mi leche junto a algo de aceite, cogí sus bragas y tras limpiar mi enrojecido pene, limpié su trasero, - creo que vas a tener que hacer una colada de ropa interior -, ella sonrió y me beso. Por la noche bajé a tirar la basura y en la escalera me encontré a Luis -Hola -, - Qué tal vecino, hoy no he podido terminar de instalarte en grifo, pero no te preocupes que mañana ya he quedado con tu mujer en terminar el trabajito -, el iluso me dio las gracias, - No hay de que vecino, no hay de que -. "Ella se acerco y me pidió un cigarrillo, se lo di, y de propina cuatro años de mi vida y un agujero irreparable en el fondo de mi alma".
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12/12/2008, 11:21 | #37 |
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El relato esta bien, pero si publicas la fuente, estaria mejor...
Bueno, ya la pongo yo. http://www.guiacereza.com/comunidad/relatos/visualizar.php?id=1105 |
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12/12/2008, 16:29 | #38 | |
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A eso se le llama estar al loro. Una pregunta, los relatos han de ser de cosecha propia ? Saludos :256: :sacerdote::256: Cuando te encuentres en una encrucijada, pregúntate: ¿Ese camino tiene corazón? Si lo tiene, el camino es bueno; si no, es inútil. Carlos Castaneda dixit
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12/12/2008, 16:43 | #39 | |
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Cita:
Yo opino que si, y si no lo son, que se cite la fuente. |
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