Hondo

Evilasin

jordibarna

Monogotas

jordibarna

Hondo

Evilasin

Caballodetroya

Bruna Gatinha

Buenas noches!!!

ELeGant

Bribol

Eduardo Galeano- Las estrellas.

Las estrellas
Y ellas, ¿nos espían? Esos fulgores de la noche, ¿son ojos que noche a noche nos miran?
¿O son bocas? ¿Bocas abiertas por el asombro, que tiemblan de miedo? Los astrónomos no se atreven a decirlo, pero las más recientes investigaciones han probado que las estrellas están cada vez más atónitas y tembleques. Van del estupor al pánico: ellas no consiguen entender cómo sigue dando vueltas, todavía vivo, este mundo nuestro, tan fervorosamente dedicado a su propia aniquilación, donde no hay nada más rentable que el crimen ni nada más exitoso que la estupidez, y se estremecen de susto, porque han visto que ya andamos invadiendo otros astros del cielo.
La invasión.

Hondo

Caballodetroya

ELeGant

jordibarna

Evilasin

Hondo

Bribol

Eduardo Galeano El jugador.

Aquel no era un domingo cualquiera del año 67. Era un domingo de clásico. El club Santa Fé definía el campeonato contra el Millonarios, y toda la ciudad de Bogotá estaba en las tribunas del estadio. Fuera del estadio, no había nadie que no fuera paralítico o ciego.
Ya el partido estaba terminando en empate, cuando en el minuto 88 un delantero del Santafé, Omar Lorenzo Devanni, cayó en el área, y el árbitro pitó penal. Devanni se levantó, perplejo: aquello era un error, nadie lo había tocado, él había caído porque había tropezado.
Los jugadores del Santafé llevaron a Devanni en andas hasta el tiro penal. Entre los tres palos, palos de horca, el arquero aguardaba la ejecución. El estadio rugía, se venía abajo.
Y entonces Devanni colocó la pelota sobre el punto blanco, tomó impulso y con todas sus fuerzas disparó muy afuera, bien lejos.

Emece50

Evilasin