Petrov

Bona tarda

Caballodetroya

GUARDO

Tengo caricias dulces y aladas,
guardo pasión contenida y expectante,
tengo horas y siglos de besos,
guardo miradas de ida y regreso.

Soy como la espuma del mar,
que busca la arena y se estremece,
para al final desaparecer en ella,
para dejar de ser y renacer tantas veces.

Guardo la plenitud del sol,
tengo el misterio de la noche,
la calma de las montañas quietas,
poseo la fuerza del mar y existo.

Soy como la arcilla esperando sus manos,
mi piel se eriza cuando lo presiente,
mis labios fantasean con el sabor de sus besos,
mis sentidos se agitan al recordar su aroma.

¿Cómo poder decirle, que lo espero con ansias?
¿Cómo expresarme y lograr que él me entienda?
¿Cómo traspasar las distancias y llegar junto a él?
¿Como atrapar su alma y lograr que me añore?


Lottie

sanabres

SEGÚN LOS GOBERNANTES EL PUEBLO ES ESTUPIDO....



En una de sus reuniones, Stalin (dictador soviético (ruso) y un gran "asesino") solicitó que le trajeran una gallina.. La agarró fuerte con una mano y con la otra empezó a desplumarla.
La gallina desesperada por el dolor, intentó fugarse, pero no pudo.
Así logró quitarle todas las plumas.. y les dijo a sus ayudantes: “Ahora observen lo que va a suceder"
Puso a la gallina en el piso y se alejó de ella un poco y agarró en su mano un puñado de trigo mientras sus colaboradores observaban asombrados cómo la gallina, asustada, y dolorida sangrando, corría detrás de Stalin mientras este le iba tirando puños de trigo y daba vueltas en la sala.
La gallina lo perseguía por todos lados.
Entonces, Stalin miró a sus ayudantes, quienes estaban totalmente sorprendidos y les dijo :
" Así de fácil se gobierna a los estúpidos
¿ Vieron cómo me persiguió la gallina a pesar del dolor
que le causé?
Así son la mayoría de los Pueblos siguen a sus gobernantes
a sus políticos a pesar del dolor que les causan por el simple hecho de recibir un regalo barato, una promesa estúpida o
algo de comida para uno o dos días”
Los idiotas viven siempre persiguiendo una Utopía ....
Mael

Caballodetroya

LA ESTACIÓN DE LLUVIAS

Es un día de lluvia en Nepal
y en el antiguo hotel donde me alojo
veo a través de los cristales olvidados
un gran rosal de rosas blancas que se elevan
hasta el viejo balcón que es mi palacio abierto
hacia la luz del sol y las gentes de los patios.

De entre los muros húmedos y grises de letargo,
cansados de pobreza y rotos por el tiempo,
surge la flor vibrante, ligera y ofrecida
mientras se embebe de lluvia su imagen luminosa
que me absorbe la vista, el pensamiento entero
y aun todos los sentidos escapan de mi cuerpo.

Cae la lluvia, cae y cae,
arreciando el tambor improvisado
del mensaje disuelto de los cielos
que en su volcado amor besan la tierra
en miríadas de besos que resuenan
en cada gota que muere contra el suelo.

Sobre los tejados, dormidos en metales oxidados
que remiendan las tejas del pasado,
vierten las aguas sus incontables trazos
en un sinfín de líneas danzando en las canales
que esparcen sus dibujos al fondo de los patios.

Y la flor, blanca como su pureza,
se inclina agradecida con el peso
que llena la vasija de sus pétalos:
Grácil adoración que pende sobre el viento
por tanta vida libre derramada.
Pero... ¿a quién le interesan estas cosas
cuanto tantos trabajan por lo muerto?


Amado Lumbela

sanabres

GINEBRA

Como ginebra es el sabor de tus besos
ardientes, húmedos, que queman de pasión,
besar tus labios… es sublime embeleso
sentir tus besos… es, enloquecer de amor.

Bebo el residuo del nectar de la ginebra
aun siento el dulce sabor de cálidos besos,
humedezco mis labios, al recordar como besas
y siento cómo me acaricias en tu embeleso.

¡Oh, mujer!
¡Que sabor exquisito tienen tus besos!
el sabor a ginebra, está en mí impregnado,
me siento preso… cuando tú me besas
que me gustaría vivir… en tu alma enjaulado.

Te siento en el aire, en las nubes, en el cielo
pretendo sentirte, aunque no estés a mi lado,
solo que me beses… es lo que pretendo
y sentirme tu preso… cuando me hayas besado.




jorgeluisotero

Caballodetroya

ANDAMOS NUESTRO ALIENTO

Llévate ya mi cuerpo
por la playa inmensa de la noche,
empapado de luna
y borracho de brisa.

Que beba de las copas
donde el amor fulgura,
breve como los siglos,
en ateridos diamantes
que se apagan
sin un beso.

Que recorra las calles
de la ciudad tomada
por un vino exultante
de sexo y agonía...
y se adentre por los ojos
y se hospede en las risas
y se hunda en el vello
electrizado
de los que se desnudan
y arden como torres en guerra
sobre la revuelta espuma
a la deriva
de una cama...
o de los que a ciegas
se aniquilan
en la hoguera fugaz
de cualquier rincón
de sórdida negrura...
o de maleza.

Llévate ya mi carne
y repártela entre los labios
de la madre que amamanta
y el amante que se hunde
vertiginosamente
en el bosque enloquecido
del orgasmo.

Mi aliento...
entre el pecho que se afana
por el aire imposible de la vida...
desgarrado por la enfermedad
o la metralla...
y el que estrena su pureza
con una bocanada fácil
de luz matinal
y de esperanza.

Arrebátame las manos, pelos, pies
uñas, boca,
huesos,
sangre y corazón...
y teje con ellos la urdimbre
de peces y animales,
piedras, árboles,
flores y suspiros,
lágrimas nuevas,
viejas,
infinitas...
para colmar de nuevo
eternamente
el mar total
—definitivo
y único...—
de tu Nombre
y de tu Cuerpo.


Miguel Luna

sanabres

Pintar

Esteban Mario Couceyro

Caballodetroya

AMANECER FRENTE AL MAR DE MÁRMARA

Sé que mi corazón alguna tarde
recordará estas aguas quietísimas
del Mar de Mármara y este liviano
encantamiento azul
del cielo que las sueña. Sé muy bien
que mi corazón alguna tarde,
en el jardín, quizá, ya del crepúsculo
buscará este frescor, estos reflejos
del lento amanecer que ven mis ojos.
El mar, el Mar de Mármara,
con buques para siempre varados
en sus aguas, con buques que renuncian
a cualquier travesía,
quietos también sobre las aguas quietas.
Los pájaros escriben con sus vuelos
en la celeste página de la mañana
el salmo que recito de verdad y belleza.
Esta visión, esta emoción
viaja ya por el tiempo hasta ese día,
para dejar temblando su milagro.
Entonces, me acordaré de hoy.


José Lupiáñez

sanabres

Las fotografías



Las fotos que hoy te haces
guárdalas muy bien guardadas,
mítalas de vez en cuando,
y verás que a pesar
de las huellas inevitables,
las risas de la infancia
en la luz de la mirada,
refleja la ilusión
por un futuro, que no sería
nada sin las alegrías vividas.

Házte fotografías para no olvidar,
que una vez fuiste niña, házte
fotografías que te consuelen
durante las horas vacías,
que los demás sepan, que todos
tuvimos alguna vez quince
años y un día.





argantonio

Caballodetroya

EL LARGO ÁNGELUS

Aquí aguardo sentado
cerca del sol, sin prisa,
contra el muro de luz
que es parte de mi casa.
Aguardo a que termine
lo terminable un día;
mi sombrero me cubre,
apenas si levanto los ojos
hacia el cielo:
prefiero la victoria mil veces
de la cabeza baja,
y el corazón quebrado
en un sinfín de partes.

El tiempo
como incienso de gloria,
reclamará a mi alma nuevamente,
sin saber que por siempre
fueron los miembros torpes,
inútiles al mundo
y a la vida ordinaria,
inútiles a la extraña pobreza
de la gente.

Mejor aguardo aquí
(así os digo),
en esta esquina blanca de mi casa.
Seguid vosotros adelante,
el alma está vencida
para sufrir por íntimos caminos.
Yo he de llorar esta victoria solo.
Seguid vosotros adelante
y que vuestra canción
no turbe mi descanso.

Ahora, todo de amor,
de odio a un mismo tiempo,
seguiré sin moverme en mi triunfo,
libre de la sonrisa,
del suspiro de gracia,
lejano del elogio del hombre,
de la dicha y el goce
que aprisionan.

He de seguir aquí,
herida abierta,
que no sabe otro mundo
que su dolor continuo.
He de seguir aquí,
otoño que no acaba, pálido fuego,
árbol siempre llorando
sus hojas amarillas.

No miréis hacia mí
la puerta está cerrada. Dejadme
en mi silencio por los siglos,
amigo de mí mismo,
aislado de vosotros,
como barca perdida
en mitad de los mares.

A pesar del amor,
del odio incluso,
no acariciéis la frente,
dejadme adormecido
junto al muro olvidado
de mi casa.
Yo soñaré mejor
que el campo está tranquilo,
que no vendrá la sombra
prontamente,
que los días son largos
y hay luz hasta muy tarde...


José Lupiáñez

sanabres

INVIERNO

Horas frías y tristes y extrañas
cobijadas de blancas tempestades
cofre abierto de pálidas nostalgias
de caminos y largas soledades
remembranzas de distantes navidades.

Bolívar Delgado Arce

Caballodetroya

DESDE LA TORRE GÁLATA

Contempla allá esa luz
que hacia el poniente es sangre.
Esa luz que parece inventarse la ciudad
en sus atardeceres. Distinta cada día,
contémplala desde aquí y mira cómo asciende
desde la urbe que la sueña,
mientras se van haciendo eternos los perfiles
de cúpulas y de minaretes.
Quisiera el alma retener para siempre
este latido vivo que llega de la entraña
de la ciudad, este pálpito,
este rumor infinito de voces
que se mezclan y se contradicen.
Azota el viento el rostro y guarda el ojo
su lágrima penúltima
para gozar la acuosa imagen del milagro.
Por el Cuerno de Oro van mis sueños
que solté desde aquí, desde la Torre Gálata,
como un puñado de palomas.


José Lupiáñez

sanabres

Delfines

delfines en oceano
azul que emocion
cuando saltan
en argollas

multitudes
aclaman
virtudes
por piruetas
altleticas

uno a uno
van saltando
,girando
sonriendo
en cada
circulo

que extraordiario
claman la gente
por la dulsura
al frotar del
agua cristalina

que deleite
es el sonido
de sus cantos
armonioso

en gala
de fineza
por sus
proezas

delfin
de comienzo
a fin por
esta ternura

multicolores
es lo
que se ve
en ente
viaje de calidad
al mirar
mas alla de la realidad
del vivir admirando
estos bellos seres
juguetones de mil
emociones de estos bellos delfines.

ama a los animales cuidalos

@_Poetadelamor

Caballodetroya

LA DESPEDIDA

Aquí en lo oscuro
quedo pulsando mi dulcémele,
mientras veo que te alejas
feliz, contra la línea del horizonte.
Mueves el cuerpo al son de mis acordes,
cada vez más distante, más cómplice,
y un ritmo de secreto te hace tan diminuto.
sí, te alejas de esta pequeña hoguera
que hemos prendido juntos,
y en la alcoba, se extingue la ardentía,
como hermoso extinguirse era bajo tu cuerpo.
Hay un sol tibio que camina delante,
y una brisa en el rostro de quien amé;
mis besos lleva en él como prendidos,
hoy que se aleja,
feliz, contra la línea del horizonte.


José Lupiáñez

sanabres

EMBOTELLADOS

Puedes embotellar
tus sentimientos
todo lo que quieras,
Pero un día la botella
se romperá y te quedarás
solo con los fragmentos.
Porque los sentimientos
que no se comparten,
perecen.

blackswansaray

Petrov

Bona tarda

Caballodetroya

PULSO EN VUELO

Para Margarita

De la niñez al suelo
pulsé leve en tu pecho,
en pausa breve tu vida visité,
flor en vuelo hacia el amor...

Me colmaste de amargura,
pago el peso pesado
de ese profundo suelo que
con mi amor yo besé.

—Qué cargado de amargura
por esa huella tan dura
al pisarme con tus pies...

Qué peso denso y pesado
me dejaste con el beso
al recorrerme la piel.

Qué vuelo breve y pesado
el de la flor al suelo
en su caída a besar.

Qué beso frío besado
el de tu labio olvidado
que se olvida de querer.

En el tuétano de tu entraña
vive el frío mas frío
en donde muere yerto
el niño que nunca será bebé.

La fría angustia tan fría
de tí, tan fría mujer,
da parto a la flor muerta
donde murió mi niñez.


José Emilio Madrazo Vicéns

sanabres

Los tiranos

asi he de temer a los tiranos
con pasamontañas y tuberculos en la mano
recontando las siluetas que dejan los tiburones
intentando restar importancia
a los estragos que dicta el corazon
Vaya desdicha¡ Oh tiranos que todo lo pueden¡
dictando leyes que nunca se cumpliran
soltando discursos que nunca se oiran
disfrutando de la comida por doquier
y aun en instancias sempiternas
adjudicar mas veneno a sus adversarios
de lo que ellos pueden pasar a traves
de la garganta

FrankCostello

Caballodetroya

REMANSO

El hombre pasa.

Su palabra queda templando
un instante sobre el agua,
un instante,
después es una lágrima.

Un instante nada más,
un instante sobre el agua.

El hombre pasa.

El sol es alto en sus pupilas
y el viento robusto
en su mirada.

¿No escuchas el incesante batir
de unas olas en su sangre?
¿El canto transitorio de las aves
surcando la memoria?
¿El reproche de unas huellas,
el antiguo rencor de sus pisadas?

El hombre pasa.

El sol se apaga
dejando un remanso de sombras
en sus labios,
y no hay sueños,
ni mundos que pueda redimir,
ni credos que lo salven.

Tan sólo hay una herida
que sangra en su costado,
y sus palabras,
lágrimas disueltas sobre el agua.


Marco Antonio Madrid

sanabres

Ciclos

Estamos colmados de fervor
en lo que equivale la niñez,
nos vaciamos hasta los huesos
en el circo de la adolescencia
y caminamos por la adultez
muertos de alma, espíritu, y conciencia.

Santiago escobar