sanabres

Mujer frente al espejo


Desvaida en sí misma
Con retazos de indulgencia
Amargos sabores de lo desvivido
Desaparecidas las alas
Yace .. .
Cual no nato en entraña
Defendiéndose de su interior ataque...
Se desvanece...
Iridiscente..

En la malograda copia
De la imagen inanimada
De la nota incomprendida
Del arpegio de fracasos...
De la tristeza oprimida..
La despedida incompleta
con sollozo contenido...
El adiós desdibujado
entre brumas sin silueta...
El silencio precipitándose
en el abrazo sin brazos...
Sayaka

Caballodetroya

VIOLONCELOS

Violentos son los celos cautivos del son del violoncelo.
Qué cielos se derrumban o se escuchan
desde la voz de sus senos?
Qué veo cuando veo hacia las celdas?
Sus sueños sueltos y serenos?
O al final de esa oscuridad pétrea,
oír llorar una luz llena,
poseer el porvenir de cera,
que no se vacía,
sino en la víspera de esta visión de ciegos.



André Domingues

sanabres

LIGEREZA (poema corto)

Búscame
donde se hospeda el agua más ligera,
más liviana,
donde descansa el viento,
donde no hay movimiento
búscame.

Bambú

sanabres

Realidad

es tan extraño, como la realidad dibuja tan exquisitamente perfecto, lo que mi mente creaba al imaginarte,! Al pensarte! Ni en sueños hubiese imaginado crearte tan exacta, tan perfecta.

Emiliano Conejero

Caballodetroya

CÓMO QUISIERA SER NIÑO

¡Cómo quisiera ser niño
para jugar todo el tiempo
al balero, a las canicas
o con esos lindos carros
que eran hechos de madera!

Subirme a la bicicleta
y andar todo el día en la calle
soñando que era una moto
y jugar las carreritas.

Salirme con el balón
a jugar a la pelota
sentirme un Maradona,
Hugo Sánchez o Pelé.

Sólo pensar en jugar
y unas cuantas travesuras,
jugar a los policías
y ladrones,
escondidas o encantados.

No tener preocupaciones,
jamás tener tensiones
y el mayor problema
era tener unos pesos
para comprar caramelos
o el dulce que me agradara.

Hacerme el enfermo
para no ir a la escuela,
soportar esos caldos
y el jarabe que me daban...

pero en fin ya no se puede;
sólo me queda el recuerdo
de todo lo que hacía
cuando era un gran chiquillo.

Sólo me queda admirar
y ver a esos niños jugar
en el parque, en las calles,
que tienen el alma pura,
pues es el alma de niño
y nunca se debe olvidar.



Julio Domínguez Zamora

sanabres

Heridas

luis chacoa

sanabres

OBRERO

Suda mi corazón un rojo flujo,
que al cerebro me sube y lo alimenta.
Es, mi falso rubí de pobre lujo,
y como un retronar que me atormenta.

¿Quién me compra la joya de mi vida
que con manos de artífice labré?
¿Quién alquila la copa donde guardo
este amargo sudor para beber?

De mis entrañas brotan manantiales
que riegan mi sembrado empobrecido,
que invadido de arena y pedregales
hace pudrir el grano enmohecido.

Desde la noche de los tiempos vivo.
Desde la aurora de los tiempos, muero.
Del sudor de mi cuerpo soy cautivo,
y con ese sudor, yo me libero.

De un gran árbol, quisiera ser la sombra.
Quisiera ser, su savia. Ser su fruto.
Yo a sus pies, sería la verde alfombra,
que acogiese, al hambriento y al enjuto.

Pero yo, poco valgo en esta vida.
Soy carne de cañón. Un pobre obrero.
Motor de vida con sangre fundida,
que sabe solo ser, un jornalero.

Elias Castellano

Caballodetroya

DAME TU MANO

Dormido te quedaste entre mis brazos
mientras yo te besaba.
Debajo de mi cuerpo, tu cuerpo
y junto a tu boca, mi boca.
Tú navegabas entre olas silenciosas,
sereno y suave te alejabas
tal vez para siempre...
Con hambre aún de tus besos,
me acurruqué a tu lado
y te tomé una mano.
Tu mano es cuanto tengo
en esta noche plena de nostalgia.
Brotó el amor, creció, se desparramó.
Acabó el amor y volvió la oscuridad.
Dame tu mano, la noche es
demasiado negra para que no me pierda.
Dame tu mano: es cuanto me queda
de esta farsa.


María Dubón

sanabres

Si preguntan


Raúl Navarro

Caballodetroya

MÁSCARA

Lo era...
Y ni siquiera lo sospeché.
Cuando miraba tu rostro,
arrobado de amor,
no me daba cuenta
de que veía una máscara.
Al descubrir la verdad,
comprendí que tu máscara
estaba colgada en mi mirada.
Todavía no conozco
tu auténtica cara,
panel de rostros desplegados,
territorio restringido,
espejo de mentira.
Lo es...
enigma enmascarado.


María Dubón

sanabres

PRESO DE LOS ELEMENTOS



¡Amor, que me lleva el río!
¡Amor, que me lleva el agua!

Dile a la luna que cuelgue
su candil en esta rama
del árbol de la ribera
de esta corriente tan brava,
para iluminar mi marcha
con su claridad más clara,
antes de que me disuelva
al fondo de la cascada.

¡Amor, que me lleva el viento!
¡Amor, que me arrastra el aire!

Que venga Pan a sonarme
con esa flauta que expande
una dulce melodía,
y que el Céfiro me baile,
mientras se duerme mi rosa
y se evapora mi valle
entre los montes violeta,
bajo el rojo de la tarde.

¡Amor! Que ayer fui tu amor,
y hoy, amor, ya no soy nadie

Elias Castellano

Caballodetroya

YA NO TE TENGO

Estiro los dedos para alcanzarte,
pero ya no puedo ni rozarte.
Tú moras en lugares remotos,
te escapas, me rehuyes.
Eres como una luz sedosa
que nunca puede apresarse.
Tú allí, lejano, inalcanzable.
Y yo siguiendo tu estela en vano.
Todo estuvo en nuestras manos:
el placer, el cariño, la ilusión.
Dos manos entrelazadas.
Dos bocas que se funden.
Dos sueños hechos realidad.
¿Era esto amor?, pregunto.
La soledad no sabe responderme.
La soledad calla y me ignora.
Fuimos tú y yo, partes de un todo.
Sola, sin ti, sin fuerzas ni esperanza
la tristeza me envuelve
como una fría y densa niebla.
Ya no te tengo y me pregunto:
¿Fue amor? ¿El amor es esto?
Un vivir muriendo,
una locura inexplicable,
un desangrarse sin el otro...


María Dubón

sanabres

V I O L E T A (poemas a los nombres)

Violeta tuvo su tempo,
se la ve lozana y bella,
todavía brilla su estrella
mas, se consume a destiempo.
Ya no corre tan aprisa
como es que antaño lo hiciera,
pero sigue siendo fiera
y en su zarpazo es precisa.
Su mirada es fresca brisa
y en su ternura, adorable,
por demás, es muy amable
y hasta diría que sumisa.
No le busques las cosquillas
ni la saques de su entorno,
o sabrás lo que es un horno
que te abrasa las costillas.

El despistao

Caballodetroya

ACELERACIÓN

Recuerda que la amistad
Es como viento tempestuoso;
Es la ventana de la vida,
Y el reloj del tiempo mismo.
Recuerda que la amistad,
Tropieza en lo más mínimo,
Que se eleva al firmamento,
Cuando cansados nos hundimos.
Es una espina dorsal,
Una mano aparente vacía,
Y unos ojos sin mirar.
O una vida sin vida…
Termina sin comenzar,
Comienza sin percatarnos,
Nos duele cuando se va,
Y a lo mejor ni la moramos.


Juan José Durán León

sanabres

Cruzando Paris


Tuve la sensación de caminar sobre nubes
flores recién podadas
una voz suave, muy suave
me indicaba el camino de vuelta
sensación de extravío al inicio
luego un largo silencio;
rozando tu mejilla imprudentemente
pensamientos sublimes caían sobre mi,
vaya manera de contar los minutos
intercambiando pañuelos
argamasa de caminos
cruzando Paris para tenerte
entre mis brazos
una vez mas
FrankCostello

sanabres

La imaginación

Dicen que en la vida nada es verdad
ni mentira, que todo es según el color
del cristal con que se mira, y que lo que
no son sueños son pesadillas, y que la
avaricia es no cansarse de tus caricias,
y que hay que casarse y separarse todos
los días, y que hay que hacer gozar y
ser gozado, y que hay que mentir para
no hacer daño.
¿De qué sirver la verdad si no tiene cura
tu enfermedad?
La penitencia la llevamos dentro cuando
rompe el sueño, añorar la juventud es
nadar contra corriente, alégrate si a tus
años aún joven te sientes.
El amor e como una llama incandescente,
a veces parece ahogarse solitaria entre la
gente, pero surge como una brisa caprichosa
que aviva el corazón., hasta borrar el pasado
del presente, sin imaginación no hay sueños
ni siquiera realidad, lo que para ti es belleza
para otros es fealdad, lo que para ti es mal
tiempo, para otros es el tiempo ideal,y soñando
soñando lo que empezó siendo ermita terminó
siendo catedral.
argantonio

sanabres

PRESENCIAS

Están ocultos,
ahí...,
en la oscuridad,
¡este dolor!,
rostros casi humanos,
los ojos,
son fijos,
las fuerzas
se acercan,
y tengo miedo.


Ruido en la cocina,
no son bichos,
lo sé,
son ellos,
"Los Ocultos".

Desde niños
lo hemos vistos,
nadie ha creído,
"Cosas ni niños".
Ahí están,
entre las sombras
de este cuarto,
me miran,
puedo sentir
esas presencias,.

No dicen nada,
sólo miran,
con esa tristeza
del más allá,
con esa soledad
tan infinita,
tan de Ellos,
puedo sentir
esas presencias.

¿Y tú?



Gerardo Barbera

sanabres

Tigre de papel

Estás rondando, fantasma,
con las culpas del ayer,
quiero romper con el pasado,
todo es como debe ser

Los problemas de mañana,
me tren preocupación,
intento mil teorías,
no me hago cargo de hoy

Temo lo desconocido,
no va a dejarme cambiar,
me paro frente a un espejo,
pero me pongo un disfraz

Las dudas juegan con trampas,
te van robando la fe,
enredan los pensamientos,
porque no saben perder

Voy a enfrentar a la bestia,
y se va a desvanecer,
el enemigo está dentro mío,
es un tigre de papel...

Gustavo Gorriarán

sanabres

Libertad Cazada

¿Como es llegar a ser?
O ¿Cómo dejar de comprender?
¿Cuándo yo poder pasear? y simplemente desvanecer
El sueño de la verdad
No me llegan a callar
El dominio de las rustras fue
Como el destierro llego a crecer
Tu arma como la mía
Es para puro placer
Y a eso es lo que más miedo he de tener.

Cuando el miedo sometido por jerarquía y pesebre
Nobleza es la que precede
Miraos y decid que al llegar de las águilas
Y sonar de shofares
La libertad será dada
Así como la de aquel dragón que es el aliado para admirar

Alas enormes de la criatura ancestral
Bestia pasada y en si misma proclamada
Las paredes rasgadas Y su corazón degrada, pues si la verdad fuera sagrada
Ella no sería más que la misma llama.

A.G.

sanabres

La ciudad de la gracia


Los capataces y costaléros cuando
suben al cielo, se asoman a la Campana

Los toreros desde las gradas de la
gloria se asoman a la Maestranza

Los flamencos que alegran el universo
cantan y lloran por Triána

Don Juan anda como
loco en el cielo
sin convento y sin escala

Los Seíses bajan desde el azul
firmamento a bailar ante la Inmaculada

Los poetas apartan las nubes que velan
la Giralda

Y yo en la ciudad del gozo y la pena
en primavera, veo brillar verde la
esperanza.

argantonio