Ets petit, menut i negre
Camacurt i eixelebrat
Per volar et van concebre
I del cel ja formes part.
Incansable viatger
Nit i dia amunt i avall,
És per a tu el terra sobrer,
Allà dalt ens fas el ball.
Mil contrades visitades
A quants llocs no hauràs volat
Tot movent les teves ales
I no t’hauràs aturat ?
I tan sols fent la niuada
Et detures un instant.
Car és cosa molt preuada
Tenir cura dels infants.
De vegades hi ha persones
Que bé semblen falcillots:
Van i venen com les ones
I no troben el seu lloc.
Són com ànimes en pena
A la cerca de consol.
Son vaixells que ningú mena
I no adreça vers cap port.
Jo mateix, perdut l’oremus
Necessito un timoner.
Si ets amb mi, jo res no temo
Ja mai més cap por tindré.
De què em val la llibertat
De volar ben lluny i lliure
Si no et tinc al meu costat
No tinc pas raó de viure.
Massa lluny o massa a prop
No sé pas encara on pares;
Mentrestant, el falcillot
Vola lluny, batent ses ales.

Dedicat a tots aquells periodistes que no poden gaudir del dret a la lliberta d'expressió.


Una volta vaig conèixer
Un bell ocell engabiat.
I per ell tan sols van créixer
Aquest versos dedicats.

De plomatge acolorit,
Nascut per a la llibertat,
Va buscant-li algun sentit
Al fet de restar tancat.

El seu cant podrà ser trist
Però és molt maco d’escoltar.
El seu cant no és impedit
Per les tanques de metall.

Tot sentint-lo m’imagino
Com hauria de sonar
Tot això que ara us explico
Si estigués en llibertat ?

Però, ai carai ¡, la vida injusta
No li deixa pas volar.
I nosaltres, toquem fusta ¡
Perquè res pugui aturar
El vol lliure de la pensa
El parlar amb sinceritat.

Mentrestant, el nostre ocell
Tan petit, senzill i tendre
Prova de fer-nos saber
Que existeix i té consciència.

Quan tu no hi ets, tot és no res,
quan tu no hi ets, ja tot em manca,
quan ja has vingut, la fosca és blanca,
quan ets present, res m' és defès.
La teva presència, brollador vital
de les meves idees, coneixement
en la meva ignorància, enginy mental
del cervell i la pensa, que altrament
estarien ben orfes. Sols un lament
allà emmig de la fosca. T'està buscant
però tu no repons.Està amatent
a la teva resposta, però dir-t'ho no gosa.
És esclau de la vergonya, presoner esfereït.
I les roses en la nit, amb fiblades doloroses
li turmenten l'esperit.

Mis dos ojos han leído
un lamento apasionado
es un canto muy sentido,
es un texto mesurado.
Tu pequeña confesión
es pasión que te condena.
Un tesoro de un amor
ignorado que envenena
una mísera esperanza
que no alivia ya tu pena
que no oye tu añoranza
que no lee tu poema.
Nada dicen cuatro líneas
para el ciego que no vé
para un alma que no crea
y no cree en tu querer.
Quiera Dios que quiera
verlo. Quiera el Diablo
que ella mire. Quiera
el hado que esto lea
y que cambie si es posible.

Felicitat podria ser allò
tan difícil que no pot ser .
És més aviat, diria jo
com estel ben fugisser.
Tot corrent per la carena
sembla un isard empaitat
per un munt de llops de mena
ben ferotges i afamats.
Bé l'encalça la memòria
mes no l'atrapen les nostres mans
Un petit instant de glòria
en tros d'ambre congelat.
Felicitat podria ser tant
com tenir el que vull tenir
com gaudir dels teus encants
com per tu tan sols glatir.
Perquè fuges tan depressa ?
Perquè estàs tan lluny de mi ?
Ja no sento la teva fressa
i no puc pas assolir
la muntanya assolellada
on no es troba mai la nit.

Hijo de la luz y de la sombra

( Hijo de la sombra )

Eres la noche, esposa: la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.

Forjado por el día, mi corazón que quema
lleva su gran pisada del sol adonde quieres,
con un sólido impulso, con una luz suprema,
cumbre de las montañas y los atardeceres.

Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoge,
incendia mi osamenta con un escalofrío.

El aire de la noche desordena tus pechos,
y desordena y vuelca los cuerpos con su choque.
Como una tempestad de enloquecidos lechos,
eclipsa las parejas, las hace un solo bloque.

La noche se ha encendido como una sorda hoguera
de llamas minerales y oscuras embestidas.
Y alrededor la sombra late como si fuera
las almas de los pozos y el vino difundidas.

Ya la sombra es el nido cerrado, incandescente,
la visible ceguera puesta sobre quien ama;
ya provoca el abrazo cerrado, ciegamente,
ya recoge en sus cuevas cuanto la luz derrama.

La sombra pide, exige seres que se entrelacen,
besos que la constelen de relámpagos largos,
bocas embravecidas, batidas, que atenacen,
arrullos que hagan música de sus mudos letargos.

Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta,
tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida.
Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta,
con todo el firmamento, la tierra estremecida.

El hijo está en la sombra que acumula luceros,
amor, tuétano, luna, claras oscuridades.
Brota de sus perezas y de sus agujeros,
y de sus solitarias y apagadas ciudades.

El hijo está en la sombra: de la sombra ha surtido,
y a su origen infunden los astros una siembra,
un zumo lácteo, un flujo de cálido latido,
que ha de obligar sus huesos al sueño y a la hembra.

Moviendo está la sombra sus fuerzas siderales,
tendiendo está la sombra su constelada umbría,
volcando las parejas y haciéndolas nupciales.
Tú eres la noche, esposa. Yo soy el mediodía.

II

( Hijo de la luz )

Tú eres el alba, esposa: la principal penumbra,
recibes entornadas las horas de tu frente.
Decidido al fulgor, pero entornado, alumbra
tu cuerpo. Tus entrañas forjan el sol naciente.

Centro de claridades, la gran hora te espera
en el umbral de un fuego que al fuego mismo abrasa:
te espero yo, inclinado como el trigo a la era,
colocando en el centro de la luz nuestra casa.

La noche desprendida de los pozos oscuros,
se sumerge en los pozos donde ha echado raíces.
Y tú te abres al parto luminoso, entre muros
que se rasgan contigo como pétreas matrices.

La gran hora del parto, la más rotunda hora:
estallan los relojes sintiendo tu alarido,
se abren todas las puertas del mundo, de la aurora,
y el sol nace en tu vientre, donde encontró su nido.

El hijo fue primero sombra y ropa cosida
por tu corazón hondo desde tus hondas manos.
Con sombras y con ropas anticipó su vida,
con sombras y con ropas de gérmenes humanos.

Las sombras y las ropas sin población, desiertas,
se han poblado de un niño sonoro, un movimiento,
que en nuestra casa pone de par en par las puertas,
Y ocupa en ella a gritos el luminoso asiento.

¡Ay, la vida: qué hermoso penar tan moribundo!
Sombras y ropas trajo la del hijo que nombras.
Sombras y ropas llevan los hombres por el mundo.
Y todos dejan siempre sombras: ropas y sombras.

Hijo del alba eres, hijo del mediodía.
Y ha de quedar de ti luces en todo impuestas,
mientras tu madre y yo vamos a la agonía,
dormidos y despiertos con el amor a cuestas.

Hablo, y el corazón me sale en el aliento.
Si no hablara lo mucho que quiero me ahogaría.
Con espliego y resinas perfumo tu aposento.
Tú eres el alba, esposa. Yo soy el mediodía.

III

( Hijo de la luz y la sombra )

Tejidos en el alba, grabados, dos panales
no pueden detener la miel en los pezones.
Tus pechos en el alba: maternos manantiales,
luchan y se atropellan con blancas efusiones.

Se han desbordado, esposa, lunarmente tus venas,
hasta inundar la casa que tu sabor rezuma.
Y es como si brotaras de un pueblo de colmenas,
tú toda una colmena de leche con espuma.

Es como si tu sangre fuera dulzura toda,
laboriosas abejas filtradas por tus poros.
Oigo un clamor de leche, de inundación, de boda
junto a ti, recorrida por caudales sonoros.

Caudalosa mujer: en tu vientre me entierro.
Tu caudaloso vientre será mi sepultura.
Si quemaran mis huesos con la llama del hierro,
verían que grabada llevo allí tu figura.

Para siempre fundidos en el hijo quedamos:
fundidos como anhelan nuestras ansias voraces:
en un ramo de tiempo, de sangre, los dos ramos,
en un haz de caricias, de pelo, los dos haces.

Los muertos, con un fuego congelado que abrasa,
laten junto a los vivos de una manera terca.
Viene a ocupar el hijo los campos y la casa
que tú y yo abandonamos quedándonos muy cerca.

Haremos de este hijo generador sustento,
y hará de nuestra carne materia decisiva
donde asienten su alma, las manos y el aliento,
las hélices circulen, la agricultura viva.

Él hará que esta vida no caiga derribada,
pedazo desprendido de nuestros dos pedazos,
que de nuestras dos bocas hará una sola espada
y dos brazos eternos de nuestros cuatro brazos.

No te quiero en ti sola: te quiero en tu ascendencia
y en cuanto de tu vientre descenderá mañana.
Porque la especie humana me han dado por herencia,
la familia del hijo será la especie humana.

Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos,
seguiremos besándonos en el hijo profundo.
Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos,
se besan los primeros pobladores del mundo.

Asi Eres Tú

Dueles, dañas, hieres, destrozas
revientas, destruyes, lastimas
deterioras, lesionas, estropeas
perjudicas, afliges, abates.

Deshaces, mortificas, atormentas
torturas, quebrantas, entristeces
amargas, apenas, arruinas
devastas, descorazonas, pulverizas


Desbaratas, arrollas, rompes
aniquilas, exterminas, masacras
derribas, vulneras, golpeas
agredes, atacas y finalmente matas.

Nuestros días van pasando
como ríos hacia el mar.
Y la vida voy soñando,
pues vivir no vivo ya.
¿Y cómo debo llamar
al faltar tu compañía ?
¿quién conmigo podrá estar
para hacer la noche día ?
El tormento de mis días
no parece nunca acabar;
no encontrar rumbo ni guía
no saber con quién hablar.
Con la brújula extraviada,
sin principio ni final,
ya perdida la mirada
voy al destino fatal.
Pues yo nada puedo ser
si me falta tu presencia.
A nadie puedo querer,
ya robada la inocencia
de tu encanto sin igual,
de tu risa juguetona.
La perfecta humanidad,
el amor hecho persona.
Por tus ojos sólo veo
más no quiero ya mirar,
pues ya sólo en ti yo creo
¿a quién más puedo adorar ?
Tal vez duermo, quizás sueño,
no querría despertar.
Oro, plata, todo empeño,
pues nada puede pagar
el calor de tu presencia,
la alegría que me das,
tus caricias y tus besos,
el placer de disfrutar
juntos, dos, en compañía.
Más te quiero, vida mía,
más te quiero, de verdad.
Sólo pienso, noche y día,
en poder contigo estar.