Uff, este tema es hasta cansador. Yo intento dejar todo lo más claro posible para que las preguntas sean las justas al llamar. En el anuncio lo dejo todo muy claro pero aún así llaman y hacen preguntas que están respondidas en el anuncio o en el blog. A veces ni me Dan ganas de explicar en el anuncio, total se que van a llamar a preguntar lo mismo. Una cosa es que un cliente quiera hacer una fantasía que no aparece en el anuncio, así no tengo problemas en explicar todo al detalle para saber que es lo que el cliente busca y saber si lo podremos hacer.
Pero los que escriben para preguntar tarifas, o si hago griego, francés natural etc cuando en el anuncio ya lo pone sinceramente eso ya cansa. Lean chicos.

Me parece estupendo el contraste de pareceres, de hecho es la gracia y la razón de ser de cualquier foro que se precie. También soy de la opinión, como tú mismo comentas en otro hilo, que si se hace con educación y respeto, lo que se consigue es enriquecer el debate.

Sin embargo, pienso que rebatir una propuesta, una opinión, y a quien coincide con ella, echando mano de beldades tales como "pagafantas" "planchabragas" o "flanders", y esgrimiendo como único argumento que "las profesionales ya están de vuelta de todo y saben sobradamente cómo lidiar con estas situaciones", más que enriquecer, empobrece e incluso puede molestar. Pero igual soy yo, que me la cojo con papel de fumar. Como dice Lara È, con buen criterio, tal vez sea un moñas irredento.

Lo que pasa es que sé positivamente que la cosa no funciona siempre así. Que hay profesionales que lo pasan mal, que se angustian. Que viven algunas de estas situaciones como un acoso. Que en realidad es lo que es, por mucho que queramos pasar una pátina de ninguneo y menosprecio sobre el tema. Y lo sé positivamente porque me lo han contado directamente. Y porque he sido testigo de bajas temporales en el blog por no poder soportar la presión a la que alguna profesional se ha sentido sometida. Porque la necesidad provocada por la situación que vivimos ha provocado que estas actitudes se multipliquen al tiempo que empeoraban los flujos de trabajo. Y a lo mejor yo no debería empatizar como lo hago, porque a fin de cuentas no es mi problema, y debería dedicarme a escribir chascarrillos y a tildar a quienes ven esto como un problema de aduladores, palmeros, pagafantas, planchabragas o interesados en conseguir pingües beneficios adoptando una actitud condescendiente con las TS. Igual sería más feliz.

Pero no puedo evitarlo. Trabajé muchos años de cara al público, y me encantaba, porque en la mayoría de los casos la relación era excelente. Pero cuando se producía un desencuentro, lo pasaba mal. Muy mal. Y me afectaba. Y traslado ese malestar a un trabajo como es el sexual e imagino que la sensación se amplifica en progresión geométrica. Y me da rabia porque creo que todo debería ser mucho más sencillo y agradable si se aplicaran siempre ciertas normas de decoro y educación.

El foro es el que es y los hilos no pertenecen a nadie, de manera que pueden maniobrar y navegar por las rutas más insospechadas y alejadas del propósito original. Ha pasado siempre y seguirá pasando, es ley de foro. Yo mismo me he comportado así en infinidad de ocasiones. Podemos elucubrar tanto como queráis sobre las acepciones de "planchabragas" y lo gracioso y ocurrente que es el vocablo.

Pero la realidad está ahí. Y hay profesionales que, nos guste o no, nos importe o nos la sude, lo pasan mal. Muy mal. Fatal. Pero sí, me hace mucha gracia que me llamen "planchabragas", y hasta estoy encantado de apoderarme del palabro para que me abandere. Me resulta hilarante. Me troncho. Jajá.

Lo que pasa es que sé positivamente que la cosa no funciona siempre así. Que hay profesionales que lo pasan mal, que se angustian. Que viven algunas de estas situaciones como un acoso. Que en realidad es lo que es, por mucho que queramos pasar una pátina de ninguneo y menosprecio sobre el tema. Y lo sé positivamente porque me lo han contado directamente. Y porque he sido testigo de bajas temporales en el blog por no poder soportar la presión a la que alguna profesional se ha sentido sometida. Porque la necesidad provocada por la situación que vivimos ha provocado que estas actitudes se multipliquen al tiempo que empeoraban los flujos de trabajo. Y a lo mejor yo no debería empatizar como lo hago, porque a fin de cuentas no es mi problema, y debería dedicarme a escribir chascarrillos y a tildar a quienes ven esto como un problema de aduladores, palmeros, pagafantas, planchabragas o interesados en conseguir pingües beneficios adoptando una actitud condescendiente con las TS. Igual sería más feliz.

La verdad es que no habria imaginado que hubiera profesionales que vivieran la situación a la que te refieres con esa angustia, francamente.

Si es así, y no lo pongo en duda, tomo buena nota.

Saludos.

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