Nunca me he callado una expe porque fuera mala o regular.

Solo he dejado de contar expes repetidas con la misma profesional porque aportaba poco. Si voy veinte veces con una (que se supone que me trata bien, porque si no, no volvería), no creo que sea adecuado contar lo mismo veinte veces.

En ocasiones, la vivencia ha desbordado lo puramente mercantil y no me ha parecido adecuado contarlo. Así que sí que me he dejado en el tintero expes muy buenas.

-Jodé- dirá alguno - ¿y por qué son todas buenas entonces?

Pues en primer lugar diré que no todas son buenas. Si uno lee con cuidado, verá que hay cuatro o cinco que cualquiera calificaría de mala. Es más, yo mismo digo que ha sido una mala experiencia que me podía haber ahorrado.

Por otra parte,eso de que sólo escribo expes buenas es una leyenda urbana que van alimentando unos y creyendo otros. De hecho, me da igual lo que digan, porque lo importante para mí es ser honesto conmigo mismo. Es cierto, sin embargo, que me sorprende que, cuando una experiencia es claramente negativa, nadie comente, pero que, cuando es positiva, digan eso de "buuuuf, más de lo mismo".

Yo escribo las cosas cómo las vivo. Soy optimista, me suelo quedar más con lo bueno que con lo malo, pero si no me he sentido bien, lo digo.

Pero hay una diferencia fundamental: intento ser justo en mis valoraciones y analizar por qué una experiencia no me ha llenado del todo.

No es lo mismo una chica inexperta que lo hace lo mejor que sabe (pero que sabe poquito), que una profesional de vuelta de todo que hace un servicio mecánico (en el que me siento fuera de lugar), un choque de caracteres o una mujer que va por la pasta descaradamente, tratándome como un monedero con patas.

Todos esos aspectos salen en la expe, pero no puedo tratar de la misma forma a la que pone toda su voluntad o a la que me va a chupar la sangre.

Lo que no me parece justo es machacar a una profesional porque hay un aspecto que no va del todo bien, mientras que el resto funciona. Por ejemplo, si me pide al principio que le invite a una copa, que le pague esto, que le pague lo otro (un comportamiento que odio), lo corto y paso página. Luego, en el lío puede ser estupenda.

Contaré lo uno (esa avidez monetaria que me hizo sentir mal) y lo otro (que después fue estupendo). Pero no dejaré que todo, todo sea negativo.

Lo digo, porque a veces uno ve que alguna cosa no ha ido bien y, a partir de allí, la chica (que era un bombón) se transforma, para algún contador de expes cabreado, en un troll. El piso es un tugurio. La chica es desagradable...

Las profesionales, más receptivas a veces y con menos "a priori" me han dicho en ocasiones que se veía que la expe no era buena, pero que lo había explicado tal y como sucedió.

Venga, ahora ya pueden decir lo que sea sobre mis expes.