curioso55

Hola a tod@s:

Os propongo iniciar un hílo donde expliquemos situaciones cómicas,
divertidos o morbosas, reales, vividas por nosot@s o por alguien de nuestra
confianza. No es cuestión de ridiculizar ni faltar al respeto a nadie, pero
si de reinos un rato de aquellas situaciones ridículas, comprometidas o
morbosas que nunca hemos explicado

Empiezo yo mismo con una experiencia que la dividiré en dos partes para no hacerme muy pesado ya que es un poco larga per o cierta.

La experiencia mas morbosa que he vivido en mi vida

Esta experiencia os puedo asegurar que es verídica, ya que me sucedió a mi hace más o menos unos 12 años.

Por aquella época por motivos que no vienen al caso me inicie en los chats . Tuve la suerte de conocer a muchas mujeres en la red y nos lo pasábamos muy bien. Yo solo buscaba romper un poco la soledad sin ir mas lejos. Un día me abrió una ventana una chica y empezamos a chatear y congeniamos bastante. Poco a poco las conversaciones fueron subiendo de tono y empezó a mandarme fotografías cada vez mas atrevidas. Realmente era una chica guapa pero sin ser nada del otro mundo. Después de varios meses de chateo y de ir incrementando nuestro deseo para conocernos, me propuso encontrarnos un largo fin de semana en Madrid, ya que ella vivía en el sur de España y yo vivo en Barcelona. Yo acepté sin ningún reparo ya que tenía muchas ganas de conocerla y había despertado un gran fuego interior.

Nos encontramos en el aeropuerto de Madrid. A medida que me acercaba a ella veía a una mujercita tímida, frágil y un pelin vergonzosa , jajaja que equivocado estaba.
Durante el trayecto en taxi del aeropuerto hasta el Hotel, charlamos sobre que al fin no conocíamos en persona, etc etc. Una vez en la habitación ella seguía muy modosita y tímida. Me acerque a ella por detrás y la abrace dándole un beso en la nuca. Creo que eso fue el detonante que despertó al volcán que llevaba dentro. Se giró, rodeo mi cuello con sus brazos y me beso intensamente mientras su lengua se movía frenéticamente dentro de mi boca. Ufff empezamos bien pensé yo. Pobre de mí, no sabía lo que me esperaba. Después de besarnos y rozarnos tímidamente, ella propuso ir a comer para conocernos mejor. Ella llevaba un vestido chaqueta cortito pero nada exagerado ni provocativo, o esto es lo que yo pensaba, lo que no sabía eran las dotes que esa mujer tenía para trasformar esta vestimenta en un arma sexual. Salimos de la habitación llamamos al ascensor para dirigirnos a un restaurante cercano. Nuestra habitación estaba en el 4 piso. Cuando entramos el ascensor estaba vacío. Solo cerrarse las puertas volvió a besarme ardientemente a todo esto que al llegar al 3 piso el ascensor se detuvo y antes de que se abrieran las puertas ya estábamos en plan respetable. Hasta aquí todo parecía normal, no era la primera vez que lo hacia y trae mucho morbo. En la 3 planta entraron tres personas y nos desplazamos a la parte trasera del ascensor para dar cabida a los nuevos pasajeros. Que me iba a pensar yo, que justo cerrarse las puertas cogería una de mis manos y la dirigiría a una de sus nalgas mientras me miraba con aquella carita inocente y de sonreía como si no estuviera pasando nada. Reconozco que no perdí el tiempo y acaricie su culito a través del vestido. Estaba un poco fuera de juego. La combinación de timidez, atrevimiento en publico y la calentura que me iba subiendo me tenía completamente fuera de juego. Cuando salimos del Hotel yo le sonreí y le dije, “Uff. Que pasada no” a lo que me contesto. “Tenemos todo el fin de semana por delante”. Os juro que no era consciente del contenido de esta palabras. Llegamos al restaurante, nos trajeron la carta e hicimos nuestro pedido mientras charlábamos de nuestras preferencias gastronómicas. Mientras esperábamos que nos trajeran el primer plato ella no dejaba de jugar con su boca. “ahora saco la lengua y me mojo los labios, ahora me muerdo un labio, ahora poso un dedo por ellos, ufff me estaba poniendo a mil, y al mismo tiempo no dejaba de mirar si alguien se había fijado en su juego. Cuando nos retiraron el primer plato, ella se escuso diciendo que tenia que ir al servicio. No lo encontré fuera de lo normal, Muchas mujeres lo hacen. Mi sorpresa fue cuando volvió y discretamente me introduce en el bolsillo de mi chaqueta sus braguitas mientras me susurra al oído, ¿Me las guardas? Es que tengo calor. Joder, meto la mano en el bolsillo y realmente eran sus braguitas. A todo esto que sin dejar de mirarme como si no hubiera roto un plato se volvió a sentar y comió el segundo plato como si nada. Os juro que no recuerdo que comí. Solo pensaba en que yo tenía sus braguitas en mi bolsillo y que ella estaba allí delante de mí, jugando despiadadamente conmigo.
En el momento de salir del restaurante, mientras le estaba ayudando a ponerse su chaquetilla, me dice. Tócame el culo y dime si ahora te gusta mas que antes. Note lo mismo que antes ya que un tanga no se nota mucho cuando se lleva puesto o no, pero el simple hecho de saber que no llevaba nada debajo si que me producía mucho morbo y una erección que tuve que disimular metiéndome la mano en el bolsillo hasta que no fue tan evidente. Justo en el momento de salir del restaurante se volvió a excusar ya que tenía que volver al baño. Volvió con la chaqueta abrochada y se había puesto un pañuelo al cuello. Era otoño y refrescaba por lo que no lo encontré raro.
Volvimos al hotel agarrados por la cintura y besándonos en cada semáforo. Entramos en el ascensor y justo cerrarse las puertas se abre la chaquetilla mostrándome dos preciosos pecho con unas aureolas rosadas y unos pezones pequeñitos pero bien erectos. Me quede parado como un zombi sin reaccionar. Se acerco a mi y me beso en los labios mientras me preguntaba. “te ha gustado la sorpresa” Pero esto no era nada comparado con lo que me iba a esperar al día siguiente. Entramos en la habitación y no salimos hasta el día siguiente para desayunar, nos saltamos la cena, jajaja
Sigo mañana, ¿vale? es muy tarde