Sursum Corda

Mireia – Española – Trabajadora sexual

Llamé a Miriam en el Petit Plaer, estaba cerca y pasé por allí. Es un piso muy agradable.

ASí LO VIVIÓ

Sursum Corda - ¿Arriba los corazones?

Edad/atractivo: Madurito no muy complicado y limpito.

CON LA SEÑORITA

Nombre "artístico": Miriam
Nacionalidad: (u origen probable) Española con raíces latinas.
Edad: (aparente y/o anunciada) Diría unos 26.
Descripción física: (¿fotos reales/retocadas?)
Es ella, con una piel canela (casi mulatita), de talla mediana (1m 65), cuerpo tremendamente cuidado por el deporte, piernas firmes, pechos naturales pequeños, sexo rasurado. Sin piercing y con algún tatuaje chiquitín. Su cara es agradable, con carnosos y sensuales labios y un pelo rizado negro que le cae sobre los ojos marrones.

Valoración física de la chica: Precioso cuerpo. Cara agradable. Fácil y cercana en el trato.
Vestimenta: Un vestido elástico negro, ajustado y muy cortito (dejaba pasar el aire por abajo). Tacones y lencería negra.
Fumadora: No lo creo.

CONTACTO

Teléfono: 938494895 o bien 627896558
Web/Anuncio: El Petit Plaer en SMB
Dirección: (¿se aparca fácil?) En Canovelles (cercano a Granollers), entre la ronda y el tren. Aparqué al lado sin problemas.
Horario: Anuncian de 11 a 20h30.

LUGAR DE ENCUENTRO

Ambientación/decoración:Espejos oscuros y lacados brillantes.

Es una casa individual adosada construida en 2009 en medio de una zona residencial.

En el segundo piso está la habitación esquinera donde me recibió. Es nueva, amplia y luminosa, decorada con tonos rojos en dos paredes y blancos en otras dos. Las cortinas grises tapan dos ventanales.

Dispone de hilo musical y aire acondicionado. La luz que dan una lámpara de pie y una sobre la mesilla es algo cruda (a mí parecer). En el centro hay una amplia cama con una mesilla negra en un lateral, un sofá en una esquina y una cómoda grande bajo un cuadro de Audrey Hepburn.

El cuarto de baño, muy amplio e impecable, tiene una bañera amplia en la cual caben dos para la ducha, con una mampara de cristal abatible.

Valoración: Impecable, todo limpio y nuevo.

JUEGOS

Fecha de la experiencia:16 de abril de 2013.
Pacto: En ese día eran 100 Euros por una hora con dos servicios (oferta puntual en el hilo de Petit Plaer).
Otras tarifas ofertadas: Desde 60/30 a lo que quieras (ver el hilo).
Duración real del juego: Una hora en la habitación más duchas. Sin prisas.
Besos dulces/ besos apasionados? Picos, besos sin lengua (no se sentía cómoda con ello).
Francés/garganta profunda? (sin/con protección) Francés sin hasta el final (casi siempre con mano).
Cunnilingus? Tras sus directivas de lo que yo hacía mal, me dijo que lo hice mejor y que le gustó.
Puerta trasera?Lo ignoro.
Algún extra ? Pedí una Coca-Cola.

¿Y CÓMO FUE?

El paseíllo

Llamé a Miriam y me dijo que podía pasar porque habría un buen plantel para elegir. Cuando llegué me llevaron a la habitación y me presentaron a Nora, Vicky y Mireia.

Con ninguna intercambié más de dos palabras. Elegí Mireia por su físico y sus servicios.

Vente conmigo, chaval

Vamos para la ducha entre bromas. Miriam se sorprende, pero me dice que le gusta el buen humor.

En la ducha, algo por higiene, pero sobre todo por vicio, meto mano un poco y doy algún beso prohibido, ya que el protocolo dice que hay que esperar al enjuague bucal. Brindo por ella, pues, con el líquido verde, y vamos al lío.

Hay algún beso, pero noto sus reticencias ante los besos apasionados con lengua. Desciendo hacia sus pechos y veo que se deja hacer. Llego a su sexo y me va guiando, diciéndome lo que hago mal y guiando para que lo haga mejor (lo cual se agradece porque el saber no ocupa lugar). Con espasmos, rigideces y locuras agradece mis cuidados (y el orgasmo “se non è vero, è ben trovato”).:silvido:

Me toca mi turno y se lanza a por mi realidad perpendicular que devora con fruición. Lo hace muy bien y le aviso de que, si sigue así, se lo agradeceré con espasmos, rigideces y pirotecnias. Ella me replica que bueno, que he pagado por dos servicios, con lo cual se aplica más aún y me deja rendido.

Hay algo de conversación. Le menciono que la he visto en un foro y me replica que no quiere aparecer en ninguno, con sobradas razones con las que me intenta convencer de que no diga nada de ella. (Y, si lo cuento, soy un mal bicho).

No hay manera


Queda tiempo y tengo una mujer preciosa al lado. Intento besarla y me dice que no se morrea, porque al cabo del día mezclaría las babas de ocho tíos. (Vaya, me siento eslabón de cadena. Lo entiendo, pero no hace falta que me lo digan con tal crudeza).

Beso sus pechos y me dice que voy muy lento, que casi hago cosquillas. Llevo la mano a su sexo y me pide que no meta dedos (cosa que no llego a hacer) ni lo coma (porque ya lo hicimos antes). Decididamente, hoy no estoy hábil.

Le pregunto qué le gusta en el sexo y me dice que ya va servida de largo con lo que hemos hecho. Y me arrugo pensando que el segundo servicio por el que he pagado será un trabajo penoso para ella.

Pregunto con la mejor intención qué puedo hacer y dónde puedo tocar porque la verdad es que no lo veo claro y me siento mal amante y peor putero.

Ante las opciones, me tumbo boca arriba para dejarme hacer, pido que me haga francés. La guío para tener la impresión de una sensualidad deseada, me excito y pido traje de lluvia.

Es curioso esto del deseo. Me basta pensar en tal cosa para tener una erección, pero allí, con una mujer de bandera al lado me cuesta. Me veo enfundado, pero al mismo tiempo escrutado. (“Esa erección no se te va a mantener”- creo leerle en esa mirada). Le pido que me cabalgue y me dice que mejor misionero, porque no tengo consistencia en el amor.

Tiene toda la razón: no me excito y la penetración es imposible.

Ella se aplica de nuevo con la felación, pero recuerdo aquello de “tú has pagado por dos” y me doy cuenta de que ella hace un trabajo y que yo, además, se lo estoy poniendo difícil.

Al final, le digo que ya es la hora y que da igual.

Tras la ducha nos vestimos y me vuelve a dar sus miles de razones para no estar presente en un foro, para que nadie sepa de su existencia, para llevar una vida discreta sin que se hable de ella…



¿Recomendable? Si buscas una profesional que hace lo suyo, que insiste para que disfrutes y con un cuerpo de escándalo, seguramente sí.

Si buscas la ilusión fugitiva de que, entre esas cuatro paredes, tú eres alguien importante para ella en ese momento y que hay placer en disfrutar el sexo de forma compartida… no sería mi elección.

Valoración de la implicación: Buscó excitarme y no paró de intentarlo, a pesar de que yo no respondía. No puedo juzgar sobre todas sus aptitudes amatorias.

Valoración final: (lo mejor/lo peor)

Mireia tiene un cuerpo precioso y unos labios anchos sensuales para volverte loco. No paró de intentarlo, aunque yo no respondiera a lo que ella proponía.

El local y el trato de Miriam son estupendos, discretos y acogedores.

No hubo conexión en el plano sexual. Me encontré con la dura realidad del sexo de pago vivido como un trabajo que una hace sin disfrutar (al menos con el lado sensual).

Me encontré con muchas barreras que me coartaron y me faltó ese plus de sensualidad o, mejor aún, con ese abandono absoluto que hace que un excelente servicio transcienda.

Puede que esté demasiado mal acostumbrado o puede que haya encontrado buenas actrices en mi camino luminoso. ¿Quién sabe?

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No te comas el coco, nosotros siempre damos placer a las lumis, pero no es un placer inmediato, es un placer diferido, diferido hasta el final del día cuando cuentan el dinero que han ganado con nosotros !

Sursum Corda

No temas, que no me como el coco.

No soy iluso en esto. Las profesionales con las que estoy están conmigo por dinero.

Si me hacen sentir bien, doy mi dinero por bien empleado. Si son realmente buenas y hacen vivir a cada uno algo especial, me alegro de que les vaya bien y ganen numerario.

Ahora bien, tras haber entregado el dinero, a veces, durante el tiempo del encuentro, algunas mujeres le hacen sentir a uno el amante deseado y único que quieren tener en ese momento. A veces se recrea una sensualidad absoluta y uno no ve pasar el tiempo porque todo se encadena de forma totalmente natural.

Como he tenido suerte de vivir lo estupendo y lo menos exaltante, valoro más aún aquellos momentos.

En todo caso, no sentí que hubiera esa conexión con Mireia, pero mi relato no es sino una experiencia puntual; otro lo contará diferente porque su vivencia, mejor o peor, será distinta.