trotaconventos

Hola compis, no sabía si titular este hilo Los felices sesentas, los locos sesentas, El club de los sesentones ... En cualquier caso, la idea es ofrecer un espacio para los que hemos pasado la frontera de los sesenta, o los que estáis rondando esa cifra --digamos, más o menos los que nacimos en la década de los sesenta (de ahí el doble sentido de "los sesentas") para compartir nuestras vivencias, recuerdos, sensaciones, perspectivas en relación con el sexo de pago o con el sexo en general.

¿Cómo han cambiado vuestros gustos, vuestras prácticas, vuestras actitudes sobre el sexo respecto a cuando erais más jóvenes? ¿Cómo ha cambiado el mundo del sexo de pago desde que os iniciasteis como clientes? ¿Qué habéis ganado, qué habéis perdido, qué habéis aprendido en todos estos años?

Si hicisteis la EGB, el BUP o el COU, si fuisteis a la mili, si vivisteis la transición, el destape y la movida como adolescentes, si os pajeasteis con los primeros desnudos de Interviu, este hilo es para vosotros, o sea, para nosotros.

Y ya que he creado el hilo, me toca aportar el primer comentario. Empecé en el sexo de pago siendo veinteañero, a mediados de los años ochenta. No había internet ni ordenadores personales, ni teléfonos móviles, y los anuncios de sexo había que buscarlos en la sección de RELAX (sí, así se llamaba) en La Vanguardia y demás periódicos, entre los anuncios de compra y venta de pisos y las ofertas de trabajos. Había que llamar por teléfono, con lo que los tímidos lo pasábamos mal; yo casi siempre llamaba desde una cabina (sí, había cabinas telefónicas por las calles). O pasarse por la zona universitaria (¡los atascos que se formaban allí por las noches!) o Pedralbes, o las Ramblas-Barrio Chino, o la zona alrededor del Parc de la Ciutadella, o la autovía de Casteldefells. Como veinteañero recién iniciado, la cosa tenía para mí un morbo y un atractivo muy emocionantes. Diría que ahora, cuarenta años después, ya casi no siento ese morbo ni esa emoción que sentía entonces cuando salía por la noche en busca de sexo; mis encuentros sexuales tienen menos sensación de aventura, ya no me pongo nervioso, todo es mucho menos intenso; mis citas son mucho más largas, mucho más cómodas, casi siempre en mi casa, con comida, bebida y música de fondo. Pero el deseo sigue ahí; uno todavía se deja atrapar por el encanto de la seducción; la compañía y el contacto íntimo todavía excitan e ilusionan. Todo se vuelve más suave, más calmado, pero el corazón aún se alborota. Parafraseando una canción de Joaquín Sabina, "en la frontera de los sesenta" (él decía de los treinta ...) "quema menos el amor, pero aún calienta" ...

trotaconventos

Venga, compis, no me seáis tímidos, que yo sé que "semos" muchos los sesentones en este foro y seguro que todos tenemos un montón de batallitas que contar y muchas lecciones que impartir.

¿Cómo han ido evolucionando vuestras andanzas en el sexo de pago a través de las décadas? Durante mi primera época, allá por lo años ochenta, yo recurría sobre todo a las lumis de la calle, preferentemente para recibir mamadas rapiditas en el coche. Poco a poco empecé a ir a pisos, casi siempre para encuentros de media hora o cuarenta minutos, rutina que mantuve durante unos treinta años. En épocas más recientes, poco antes de la pandemia, empecé a regalarme citas más largas (primero de una hora o dos, luego de dos o tres y más recientemente de medio día o a veces de día entero, o de una noche) y con frecuencia en mi propia casa. Hacerlo en casa y sin prisas ha conllevado un aumento brutal en la calidad de mis encuentros, lástima que solo me lo he empezado a poder permitir en los últimos tiempos y mi decreciente virilidad no me dejará disfrutarlo durante muchos años más. Pero más vale tarde que nunca.

En cuanto a mi rendimiento sexual y los cambios en mis preferencias ahora que estoy a las puertas de la ancianidad, puedo decir que aún funciono, aunque me cuesta más excitarme, necesito más tiempo, más ayuda, y un ambiente de calma y tranquilidad. Ah, y desde luego necesito establecer una conexión emocional con mi pareja du jour. Por lo demás, como a estas alturas de mi vida ya he realizado la mayoría de mis fantasías y he probado casi todo lo que alguna vez he querido probar, he vuelto a lo básico y ahora me limito sobre todo al sexo oral en todas sus variantes, posturas y estilos, y a la penetración en misionero y de lado, en cucharita; me gusta la cercanía física que esas posturas permiten, y lo apropiadas que son para dar besos, caricias y abrazos; son posturas muy proclives al cariño y la ternura que son la marca de la casa. Cada vez me cuesta más correrme, la mayoría de las veces ni lo consigo, pero no es algo que me obsesione, y como se suele decir, prefiero disfrutar del trayecto en vez de obsesionarme con llegar al destino.

Vale, gente, ya os he explicado más cosas de las que seguramente queríais saber. Ahora os toca a vosotros, si os apetece. Empujad el andador o la sillita de ruedas hasta la mesa del ordenador, tomaros las pastillas, poneos las gafas de cerca y hala, a escribir!

Alma Blue

Falta foto

dracblaucat

No puedo aportar porque soy de otra edad pero me parece interesante el hilo y tus experiencias mucho anteriores a SMB

Por mi parte comentar que de adolescente (o antes) leía con curiosidad los anuncios de “relax” y “contactos” de El Periódico. Había cosas que no sabía qué significaban, y lo leía a escondidas. Por cierto que nunca supe ver la diferencia entre “relax” y “contactos”. Algunos anuncios eran soeces y vulgares, otros misteriosos, y otros más confiables. Ultracortos, teléfono y escasísimas palabras. Creo que si hubiera tenido edad de usar esos servicios, no me hubiera atrevido a ir.
Luego recuerdo la mala fama del Riviera y Saratoga. Ahí no hubiera ido ni antes ni ahora si existieran ni harto de vino. Creo que por culpa de esos locales, aún en el imaginario popular, persiste el concepto de prostitución＝explotación y mafias, y de cliente baboso sin escrúpulos

Suerte que las cosas han cambiado para bien y hoy en día esos ambientes sórdidos han ido a menos, y la prostitución libre y democrática ha ganado protagonismo (independientes, pisos de teens...)

Creo que si hubiera vivido esa época hubiera sido cliente de la Sra Rius

trotaconventos

Es verdad, se me había olvidado la sección de "Contactos" ... En cuanto a la Sra. Rius, por supuesto, toda una institución del mundillo lumeril de Barcelona durante décadas. Yo llamé por teléfono en dos ocasiones, y en ambos casos me atendieron muy mal; la primera vez hablé con la propia Sra. Rius y fue muy condescendiente, la segunda vez no sé con quién hablé pero fue impaciente y muy poco amable, se me quitaron las ganas de seguir intentándolo. Una pena, porque sobre el papel parecía un sitio muy indicado para mis gustos.

Trauet

Yo fuí cliente unas cuantas veces de la Sra. Rius y realmente era una "situación" divertida y misteriosa a la vez. Tenía dos pisos contiguos (o quizás más en la misma escalera). Te recibía (muy maquillada y elegante) en el piso donde presuntamente vivía ella, que tenia toda la pinta de "hogar" y antes de proceder a la cita con la lumi escogida (siempre sin fotos ni otro conocimiento); tenías que confiar en su criterio, para lo cual te sentaba en una salita muy acogedora con fotos de Marilyn Monroe y otras heroínas del sexo y, después de repasarte de arriba a abajo, iniciaba una conversación que podía durar largo tiempo dependiendo del cliente y de ella misma.

Una vez te daba el "aprobado" y conociendo tus gustos, te recomendaba a la pupila más adecuada y, según disponibilidad, acudía al momento o te citaba para otra ocasión. A mi me recordaba una "Teresina" (recordais la serie de La Cubana.?).

En general, las chicas que tenía en nómina eran muy competentes y la Sra. acertaba con tus gustos. Cuando llegaba la interfecta, te llevaba al piso de al lado y llevabas a cabo el asunto en una habitación discreta y muy confortable.

Siempre me pareció que te prodigaba una atención muy diferente a los pisos al uso.

Ass Licking

Quan el temps... Quan el temps...

M'has fet tornar any endarrere. (La Vanguardia, Les Rambles, El Barrio Chino, les cabines telefòniques...). Però també el sexe sense preservatiu i l'inici de la SIDA...

Quan tingui un poc més de temps, contaré el meu.

Però tampoc estic d'acord amb tot, respecte al dia d'avui.