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02/11/2008, 23:37 | #3 |
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madre mía! jajaja x cierto! estuve buscando lo que me comentó de la casa del Conde Drácula... pero no ha habido forma de encontrarlo! ¿sería mucho pedir que lo pusiera aquí?
1 besazo |
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03/11/2008, 11:04 | #5 |
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historia
Una vez una lumi me invitó a un polvo. Fue en un club, hace ya unos 5 años, cuando estaba en pleno apogeo puteril. Ahora ya no ejerzo con tanta asiduidad pues vivo en pareja y no puedo escabullirme tan facilmente. Iba yo por una carretera oscura cuando se me antojó parar a tomarme unas fantas o algo en un clus de mala muerte. Entré y estaba todo lleno de lumis (4 o 5 que el bar no es tan grande) y ningún cliente. Decidí sentarme en una esquina que habia un taburete vacio. De repente salió del baño una rusina pequeñina y se vino directa a mi, lógico pues le habia quitado el sitio. Total que empezamos a hablar y como media hora despues le digo que si es que no está trabajando a lo que me responde que si, pero que conmigo estaba teniendo una buena conversación (y cuidao que la niña llevaba menos de un mes en España). Al final "la convenzo" y nos subimos al cuarto. Creo que recordar que el primer polvo estuvo bastante bien, nos quedamos echados, nos echamos un cigarro y me dice ella "espera". Se levanta, se pone algo por encima, coge algo de su bolso y sale de la habitación. asi me quedé, en la cama to corato y con el cigarro en la mano. Total que vuelve al ratino y me dice "nos podemos quedar otro rato", no pregunté mas. El segundo polvo fue de los que crean afición, al menos ella "alunizó" como dos o tres veces. Cuando terminé, ella fue el último, nos quedamos rendidos en la cama, cuando me quise dar cuenta ella estaba llorando y me dijo que cuando se fue habia ido a "pagar" otra media hora de su bolsillo por que le habia gustado y queria estar un rato mas conmigo. Como es de suponer repetí mas veces con ella, siempre pagando yo aunque la "media hora"fuera de casi una. Llegué a estar con ella de vacaciones una semana por el Sur y lo pasamos genial. Luego ella se cambió de sitio y hace poco me enteré que se casó con un médico gaditano o algo asi. |
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03/11/2008, 11:36 | #6 | ||
Forero Bloqueado
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Cita:
y dices que se llamaba? no tendrás su phone a mano que la semana que viene voy a Cái? |
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05/11/2008, 04:26 | #8 | |
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Cita:
Desgraciadamente??? Creo que deberías alegrarte de que al final le fueran bien las cosas, era un mujer que te tenía cariño y se portó muy bien contigo. |
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15/02/2009, 11:02 | #9 | |
Forero Bloqueado
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Error.....
Hace ya unos años, cuando todavia se tenia que controlar donde se llamaba y lo que uno preguntaba, me dio una noche en una disco una moza un telefono,al cual llame un viernes por la mañana y muy cordialmente me facilitaron una direccion y un piso, ni corto ni perezoso me presento un edificio antiguo pero bien cuidado en la calle Rosello muy cerca de Diagonal por su norte, entro en el portal y no me di cuenta escalera "a" escalera "b" subo al piso en cuestion y llamo, me habre una rubia de infarto en arbornoz "no me estraña" y se creda en la apertura de la puerta con lo cual la intencion propia de crerer entrar da un poco de confucion a mi y a la rubia, ella me da paso aunque un poco estrañada cierra la puerta tras de mi, y me pregunta que deseaba husted, yo pense que debia ser el rool de esta chica y sin pensar demasiado le dije: "debora vuestro cuerpo y llevaros al septimo cielo" me dio una bofetada que sono en toda Barcelona, y me quejo pero porque ???, le explico mira yo he llamado por telefono me han dado esta direccion y aqui estoy tu me recibes en arbornoz, lo siento pero no entiendo el bofeton, ella me aclara lo de que en el portal hay escalera "a" y "b" con lo cual digo, lo siento ruego sepas disculpar mi error. y con el gesto de marchar, a lo que ella respondio. "bueno ya que estas aqui, agamos como si no te hubieses equivocado de escalera" luego pude saber que impresionante rubia era profecional pero estaba en su domicilio particular donde no ejercia, pues trabajaba en una famosa casa situada por encima de Sants, "Violant de Hungria" de este error surgio una amistad que duro un par de años, luego ella marcho de barcelona y estubimos en contacto por telefono un año aprox, luego perdi la pista. ""me gustaria volver a saber de ella, y por supuesto estar con ella"" aunque el bofeton todavia me duele. "me provoco una lesion en el oido interno" |
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15/02/2009, 11:11 | #10 |
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historas de la puta mili (putera)
cuando frecuentaba el Riviera, en sus buenos tiempos, hara unos 4 años, al salir e ir a por el coche (lo solia dejar en la calle de atrás) me encuentro la calle cortada por la poli porque se habian cargado un tio :712estaba en el suelo aunque no pude verlo), después me enteré por la prensa de que era colombiano, ya podeis imaginar por donde van los tiros :710nunca mejor dicho). Total que no podia coger el coche hasta que viniera el juez de guardia y levantara el cadaver, con lo que me volvi padentro para pasar el rato... In dreams I walk with you
In dreams I talk to you In dreams you're mine all the time We're together in dreams, in dreams------Blue Velvet - David Lynch - 1986 |
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15/02/2009, 13:18 | #11 |
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Loch Ness y Big Ben
Durante dos años, de 1982 a 1984, solía ir los sábados y los domingos a la discoteca por la tarde, antes de ir al Loch Ness o al Big Ben, los dos bares de putas ubicados casi al final de las Ramblas, bajando a la derecha, al lado del sex shop con peep show. Por entonces, el sex shop estaba justo en la acera de enfrente, de nombre Xanadú, junto al restaurante Cosmos. Los sábados acudía al Planeta 2001, en la calle Consejo de Ciento, muy cerca de la esquina con el paseo Sant Joan, donde estaba ubicada la famosa Scala, el restaurante-espectáculo, donde actuaban vedettes de revista, que abrió a principios de los setenta, y sufrió un atentado terrorista con cócteles molotov en 1978. En el incendio murieron 4 empleados. Se reconstruyó en los ochenta y aguantó unos diez años, antes de convertirse en bingo, y desaparecer. Los domingos iba a Camelot, una disco situada en la ronda de San Pedro, y en la que a la entrada, a mano izquierda, había una armadura completa, con yelmo y todo. Y al bajar las escaleras, te encontrabas con la guardarropía. Había una pista de baile a la izquierda y otra a la derecha, con música diferente. Me gustaba salir el primero a bailar, solo, agitando suavemente mi pelo largo, ligeramente por encima de los hombros, mientras aún sonaba la música preliminar, poco antes de que se escucharan los famosos primeros compases de "la dolce vita", momento en el que ya se apuntaban al baile unos cuantos más... Me sentía con confianza, sin esa ansiedad por saber si iba a ligar o no, que nunca se me dió bien. Porque sabía que luego, a las diez de la noche, iba a encontrarme con Manoli, una puta vasca que trabajaba en el Loch Ness, y que alternaba con Rosa, en el Big Ben... Loch Ness y Big Ben 1977-1991 Es el periodo durante el que estuvieron abiertos estos famosos bares de putas al final de las Ramblas de Barcelona. Posteriormente, he estado en muchos lupanares y locales de masaje: Tuset, Lison, Nuovo Price, Broncesol, pub 240, Escorts en Rouge, la Vie en Rose... antes de recalar de forma obsesiva en Enrique Granados 66. Pero ya forman parte de la historia puteril reciente, porque buena parte de ellos siguen en activo, algunos con mucha antigüedad. Tras unos inicios pre y post servicio militar (en el cuartel del Goloso, en Madrid), en la zona del barrio chino, principalmente en la calle Robador, San José Oriol y San Olegario, me llamaba la atención, a poco de la entrada en la década de los 80, el hecho de que se agolpasen tantos tíos allá abajo, en las Ramblas, la mayoría al otro lado de la estrecha vía para los coches, hombres solos, fumando la mayoría, mirando la finca de enfrente, como esperando algo, o a alguien. Tardé una temporada en darme cuenta de que por allí también habían putas. ¿Pero dónde?, porque no se veía ninguna en la calle haciendo la carrera... Hasta que ví una que salía acompañada por un cliente de uno de los bares, y entraba en un portal justo en medio de los dos. Luego, salía otra, del otro bar, y entraba en el mismo portal. Claro, era el meublé, común para los dos. En el Loch Ness conocí a la Hippy, en 1982, una chica rubia de veinte años, de pelo rizado, y ojos azules como el cielo despejado, que me dejó hipnotizado con su mirada, y su sonrisa. Era una drogadicta ya entonces de pico en vena, y murió de sobredosis a los dos años. En el Big Ben estaba Rosa, una chica de 19 años muy simpática y alegre, con las pupilas dilatadas a menudo, que me pidió el primer día que me la follé, aparte de las dos mil y la cama, un billete de mil, para esnifar coca, delante de mis narices. Poco tardaría en pasarse también al caballo... Manoli, en el Loch Ness, que siempre se sentaba en el primer sofá, a la entrada del bar a la izquierda, me tuvo dos años enganchado a ella, hasta que se me ocurrió soltarle la gilipollez de decirle que la quería, que estaba enamorado de ella, y ella me contestó que le daban asco los hombres que se enamoraban de mujeres de ese ambiente. La patada en los huevos fué tal, que estuve más de un año guardando abstinencia y castidad, encomendado al misticismo de las lecciones de yoga de Ramiro Calle, que por entonces se coleccionaban en fascículos. Cuatro libracos repletos de asanas y formas de cultivar la mente mediante el desapego. Que no consiguieron otra cosa que hacerme volver de nuevo a esos bares de putas aún con más ganas que antes... Manoli era una mujer de 27 años, y que había trabajado anteriormente en el pub 240, de la calle Aribau, con el mismo número (y que aún sigue funcionando, desde 1973). Era bastante alta, casi 1.70, de pelo largo y casi rubio, con un fino vestido midi, hasta las pantorrillas. Muy voluptuosa, con muchas curvas: grandes y firmes pechos, y un buen culo. Al contrario que Rosa, una chica delgada y jovial, ocho años menor, que empezó esnifando coca, y siguió chutándose heroína. Seis años más tarde de esa época la ví, más delgada aún y algo demacrada, con el pelo muy corto, cerca de mi casa. Me dijo que trabajaba en el top less Miami, en un sótano, chapado hace mucho tiempo. Manoli siempre tenía la misma técnica: Se quitaba el vestido, las bragas... Y se quedaba sólo con el sostén puesto, de color beige usualmente. Primero, me proporcionaba una sensual y suave mamada, muy ensalibada, mientras me ponía cardíaco observando la parte de sus espléndidos globos que se atisbaba por el escote del sujetador. Luego, se lo quitaba, y colocaba mi polla tiesa entre sus tetorras, haciéndome una cubana espectacular. Subía a continuación un poco más, para colocarme las tetas en la cara, donde me atracaba de chuparle glotonamente sus pezones, magreando sus manjares... Y, finalmente, me cabalgaba. Y podía verla reflejada en el espejo lateral, incluso en el del techo a veces, porque el meublé adosado era de mucho lujo. Aunque las habitaciones había que pagarlas a la mitad del precio del polvo. Que entonces salía por dos o tres mil pesetas. Era una época en la que se podía follar a pelo, sin demasiado temor. Todavía... Pero entonces, en 1986, la droga ya hacía estragos entre las putas. Era habitual ver alguna tumbada en el sofá, que no había quien la despertase, totalmente p'allá, que hasta el jefe tenía que intervenir para echarla del local. Lo que pasa es que eran precisamente ellas, las putas, quienes convertían su negocio en algo boyante, que le reportaba pingües beneficios, porque siempre había mucha gente, sobre todo en las barras. Afortunadamente, se podía sentar uno en el sofá, si quería (prohibido en los inicios del bar), para tomar el cubata, o invitar a alguna lumi (sin comisión por la bebida). Y si no te apetecía follar con ninguna, pues te ibas para casa sin problema. Nadie te obligaba a nada, eso era lo bueno. Era casi como estar de ligue en la discoteca. Pero al revés, porque eran ellas las que intentaban seducirte para llevarte a la cama. Aunque el polvo costaba tres mil pelas en el 86. Ya no había que salir a la calle con la puta, que todo el mundo te viera. Un pasillo interior conectaba entonces los dos bares con las escaleras que daban acceso al meublé. La droga, el sida, y sobretodo la proximidad de las Olimpiadas de Barcelona en 1992, fué lo que llevó al cierre de los dos bares a poco de comenzar la década de los 90 |
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16/02/2009, 11:31 | #12 | |
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Manoli!!!!!!!!!!!!!!
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Tocando el tema de Manoli un servidor tambien fue fan de ella y todavia lo soy. Si te interesa verla al cerrar el Loch Ness tuvo que cambiar de sitio y se fue al Filmax sito en calle Robador, aunque hayan pasado practicamente 20 años sigue tan buena como antes. Precios son 60 media hora y 100 la hora aunque siempre se puede hablar en cuanto al numero de polvetes lo normal es lo que puedas durar. Su telefono si quieres llamarla es el 662566857. atentamente un saludo.:sm092::sm092::00ct15300: Última edición por Puturrudefoie; 16/02/2009 a las 18:20. Razón: hipermegacuote |
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16/02/2009, 17:31 | #13 | |
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Cita:
Aparte, como creo que ya te dije, pienso que no hablamos de la misma Manoli. Era vasca, y no vivía en Barcelona ciudad en aquel tiempo. Si se trata de la misma, y tú también la conociste entonces, sólo dime: ¿en qué parte de la provincia de Barcelona vivía Manoli en aquel tiempo?. No me pareció que fuera una puta vocacional, y dudo que trabaje en la calle Robador. Estamos hablando de los detritos del barrio chino, ¿no?... De todas formas, creo que un día de estos me pasaré por allí, aunque sólo sea por curiosidad... |
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17/02/2009, 20:41 | #14 | |
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Que yo sepa sigue viviendo en el mismo sitio Alella en el Maresme. 170 cm altura pecho 95EE unas curvas para perderse. Ademas la tecnica que describes para quitarse la ropa es exactamente la misma que entonces. Ademas llevo una temporada intentando que habra un hilo en nuestro querido foro, quiza tenga exito dentro de unos días cuando tenga tiempo de verla-:PLAY::PLAY::PLAY: Última edición por Puturrudefoie; 17/02/2009 a las 21:01. Razón: Arreglar cuote mal aplicado. A ver si nos fijamos un poquito. |
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18/02/2009, 13:32 | #15 |
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No me hagais llorar
Compañero Morbosox, me has hecho saltar las lagrimas de alegria al recordar esos tiempos de "novatillos" al final de las Ramblas. Recuerdo que por aquel entonces tenia un cliente en la C/Avinyo al que visitaba cada semana y sobre la 1 del mediodia era obligado tomarse una cerveza en cualquiera de los dos bares citados. Mis recuerdos se basan en "la pitelitos" que no se si la recordais, cuando tenia pasta invitaba a los amigos a una de aquellas botellitas de cava. Quiero agradeceros a ambos el refrescar la mente y recordar aquellos tiempos, ni mejores ni peores que los de ahora, simplemente distintos pero gratos de recordar. Salut |
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18/02/2009, 15:22 | #16 |
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Joder todavia me acuerdo.
Y por el azar os acordais mde las redadas que hacia la Policia Armada vamos los grises? Hoy en día ya no saben hacer redadas como aquellas ,verdaderamente antologicas!!!!!!!!!!!!!! Recuerdo una que hicieron en el año 72 que llenaron practicamente los calabozos de todas las comiserias de Bcn. Verdaderamente fueron a saco y con la mala leche que gastaba esa gente imaginaros. |
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18/02/2009, 17:07 | #17 | ||
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Manoli
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Cita:
A mí también se me han saltado las lágrimas esta mañana, cuando he echado un vistazo en el Foro, antes de ir a trabajar y he visto tu mensaje. Cuando he visto escrito el nombre de Alella... un escalofrío de emoción en todo el cuerpo, la piel de gallina, y las tetillas de punta. Me he pasado todo el día en Babia, pensando en ella... Todo mi reconocimiento ante tí. Y pensar que me tomabas el pelo, que se trataba de una broma, que simplemente querías que conociera a una Manoli cualquiera, la que tú conoces... Pero no, amigo, se trata de ELLA, sí. No pueden ser tantas casualidades. Con la localidad de Alella me has dado de lleno... Nunca pensé que seguiría ejerciendo la prostitución después de tantos años. Y menos en la calle Robador. ¿Cómo está Manoli?, ¿se la ve contenta, bien?. Es que me parece una situación algo triste... Ella me decía que pensaba dejar el ambiente, montar un negocio.. Es la prostituta más importante que he conocido en mi vida, la que más he frecuentado, más de cien veces, seguida muy de cerca ya por la actual. Ahora, la pregunta es: ¿vale la pena volver a verla?. Yo le llegué a tener un cariño muy profundo a Manoli. Hasta que pudo más mi orgullo herido, cuando me sentí despreciado por ella, que mis deseos de continuar frecuentándola... La última vez que la ví ella tenía 30 años, yo 27. Si la viese ahora, ¿qué pasaría?. Es como verse en el espejo, girar la cabeza, y volverse a mirar... pero con 23 años más encima. ¿Has estado viendo a Manoli durante todos estos años?. ¿Solo como cliente?. Cuéntame qué ha sido de ella. Me encantará que me cuentes lo que sepas, o lo que puedas. Un saludo muy afectuoso. |
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15/06/2009, 17:44 | #18 |
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Mi primera vez
En el año 1977, yo tenía 19 años. Hacía poco tiempo que había muerto Franco. Y era una edad ideal para disfrutar de la vida. Creo que nací en la mejor época que se puede nacer; los de mi quinta coincidirán conmigo... Y heme aquí en un bar de putas de la calle Robador, dispuesto a estrenarme por primera vez, acompañado de un compañero de trabajo, avezado en estos menesteres. El bar tiene una puerta que da a Robador y otra a San José Oriol, la calle con la que hace esquina. Hay gente de lo más variopinta pululando alrededor: putas viejas malencaradas, tíos maduros con aire ausente, algún que otro marinero... Y también alguna lumi (entonces nadie conocía esta palabra) joven y de buen ver, como la que está de espaldas a nosotros, hablando con un hombre. -Mira, mira -me dice mi compi - Vaya culete que tiene, ¿eh? En efecto, está bastante buena. Luce unos shorts que marcan sus nalgas. Luce bonitas piernas. Y lleva un top ajustado que sugiere unos pechos menudos. Su pelo es corto, moreno y liso. Tiene unos 25 años, no es demasiado guapa. Pero para el primer polvo es más que aceptable. -¿Te gusta?. Dile algo... -Estoy cagao... -¿Quieres que hable por tí?... Oye, perdona -le dice a la chica, ahora que el hombre se ha ido- Este chico... es que es un poco tímido. Pero quiere subir contigo. ¿Cuánto es? -Seiscientas y la cama... Mi amigo me hace un gesto requiriendo mi conformidad. Yo asiento con la cabeza. Y ella me dice: -Vamos, rey... Nos dirigimos al meublé cercano, subimos por unas viejas escaleras. Ella va delante mío, moviendo sugestivamente su culo. Trago saliva, y me entran ganas de salir corriendo en busca de mi madre. Pero termino de subir el tramo de escaleras, pago a un viejo cien pesetas por la cama, y entramos en un cuartucho maloliente y destartalado... Estoy muy nervioso, el corazón acelerado. Me desnudo con torpeza. Y, cuando la veo a ella desnuda, y acaricio sus tetas, me parece una sensación más curiosa que erotizante, porque estoy totalmente flaccido. Ella magrea cansinamente mi salchichita, pero en vano. Me la meneo yo con inquietud. Y, cuando ella ve que se me pone algo morcillona, se atiza un sipiajo en la mano para lubricar su chocho. Me impacta tanto eso que ha hecho, negativamente, que vuelve mi salchicha a ser salchichita de nuevo. No hay nada que hacer... -Claro, os ponéis a beber cerveza y más cerveza, y luego no se os levanta -dice ella, sin entender yo de lo que está hablando. ¡Si sólo he tomado una! En la siguiente ocasión, también me acompañó mi compi. Esta vez pasamos al lado de una puta, en la calle de José Oriol. Yo sabía que estaba ahí, pero ni siquiera me había parado a mirarla. Sólo me dije ¡¡¡ahora!!!, y la abordé de inmediato, queriendo vencer de un golpe mi timidez... Y ya arriba, en la habitación, me di cuenta de con quién estaba: una tía gorda con barriga y, sin embargo, casi carente de pechos. Otro fracaso... A la tercera fué la vencida. Esta vez, en la misma calle, ya sin mi colega, me fijé en una tía, que lucía un buen par de perolas, exhuberante y sonriente, que ya me estaba observando de lejos, antes de acercarme a ella. Ya hubo buen feeling de entrada. Y con esta hembra eché mi auténtico buen primer polvo, descubriendo las curvas de una mujer cabalgándome, bamboleando las tetas ante mi cara, ofreciéndome sus manjares para disfrutar... |
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17/06/2009, 20:10 | #19 |
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La música disco de los 80 y las lumis
Para mí la mejor época de la música disco fué la de la década de los 80. Era la de mi plena juventud, la de mis veintipocos años. Tiempo de baile en Camelot y Planeta 2001. Y, paralelamente, tiempo de las prostitutas que me marcaron mucho entonces: Rosa, en el Big Ben, y Manoli, en el Loch Ness, con quienes iba alternando, y repetí muchas veces, y casi en exclusiva, entre 1982 y 1985; con Rosa más de cuarenta veces, y con Manoli más de cien. Por ejemplo, el sábado acudía a Planeta 2001. Y en cuanto ponían la música ambiental un poco más marcada de ritmo, yo ya salía a la pista a bailar, solo. Me gustaba bailar solo, como flotando, sintiéndome el centro de atención, agitando un poco el pelo, justo por encima de los hombros, abundante y ondulado. Que todavía conservo en su totalidad, aunque hoy corto, y con bastantes canas ya... Cuando sonaban estos compases, "la dolce vita" de Ryan Paris, ya entraban a bailar más jovenes en la pista... Luego, a las diez de la noche, después de la discoteca, tocaba visita al Big Ben, a por Rosa. O al Loch Ness. Y allí estaba Manoli, sentada en el sofá, conversando con alguna compañera. O sola. Tenía la buena suerte de encontrarla siempre disponible, como si me estuviera esperando, ... El domingo, acudía a Camelot, en la Ronda de san Pedro, curiosamente justo al lado del Olimpia, el conocido piso de relax que suelo frecuentar actualmente, y que fué hasta hace no muchos años una disco gay (Salvation). Esa disco tenía, como Camelot, dos pistas, con música diferente en cada una de ellas, una a cada lado del guardarropía. Allí me comportaba de la misma manera, salía a bailar el primero. Y, como uno de los temas estrella de entonces, el de las toses, jajajj... También se estilaba mucho la música de Culture Club, con su andrógino cantante Boy George, y el tema Karma Chameleon... Hace unos tres meses pasé por el Filmax, bajando por la calle Robador. Era domingo. Algunas putas gordas en la calle, algunas extranjeras, una pareja de Guardias Urbanos apostados en medio de la calle. El Oregón, chapado. Y pocos metros más abajo, cerca de la explanada cercana a la calle San Pablo, el Filmax, con un pequeño cartel luminoso, unas fotos de las caras de unas mujeres en la puerta, que daba la impresión de tratarse de una peluquería femenina. Al pasar, eché un vistazo al local. No está mal, en comparación al resto de tugurios. Ocho o diez mesas, la barra a la izquierda. Parece bastante nuevo. Había una mujer madura, rubia con coleta, que me miró sonriente. No era Manoli, claro, Manoli no trabaja en domingo, ni en sábado tampoco. También me pasé por las Ramblas, al final, poco antes de llegar a las Atarazanas, donde estaba ubicado el Loch Ness. Ahora se llama Pub Literary, algo así, con un aforo de 60 personas. El triple que el Filmax, aproximadamente. Y ví que el diseño del bar sigue siendo muy semejante, con su suave rampa hacia abajo, la valla a la izquierda, y la enorme barra del bar. Y las mismas columnas, aunque sin las espadas y escudos... En el lugar del Big Ben, una cervecería. Y en medio, el Hotel de L’arc, el antiguo meublé. |
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09/07/2009, 23:55 | #20 |
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Historias en el Loch Ness
Recuerdo a una chica de ese pub, el Loch Ness. Se llamaba Isabel, amiga de Rosa, que incluso me propuso hacer un cuadro, un trío, que no llegamos a realizar los tres. Isabel era muy jovencita, tendría 24 o 25 años en 1986. Claro que entonces yo también era muy joven, unos 28 años. Creo que es la lumi más bajita de estatura que he conocido en mi vida. Medía 1.49. La conocí durante la temporada que estaba mosqueado con Manoli, porque me enamoré hasta las trancas de ella, pero Manoli no estaba por la labor de hacerme caso. Cosas de juventud, imagino, y creo que ella hizo bien en disuadirme de hacerme ilusiones, eran otros tiempos... La cosa es que la tal Isabel, además de bajita, era bastante delgadita, aunque con buenas formas. No pesaría mucho más de 40 kilos. Llevaba el pelo corto, con la nuca muy rapada, bastante poco común en aquél tiempo, bastante guapa. Nunca se me olvidará el vestido que llevaba en cierta ocasión, de blanco, que parecía una novia, con un gran lazo a la altura del culo. Estaba tremendamente provocativa... En la habitación, una vez ella se acopló a mí, sentándose encima, me levanté con ella a cuestas, sosteniendo su menudo cuerpo, y contemplándome en el espejo, de pie con ella ensartada, viendo cómo entraba y salía... Estuve dando vueltas por la habitación cargando con ella, follando con ella. De buena gana hubiera salido de la habitación, y hubiera llegado hasta el pub, mostrando a todo el mundo mi trofeo. Pero me conformé con correrme de pie, al lado de la cama. Y echarla en ella a continuación, cual si se tratara de un fardo. -Me siento ridícula... -me dijo. -Pues yo me siento como si fuera Tarzán -respondí... Pasado el tiempo, Isabel me confesó que tenía un problema: Se había quedado embarazada. Por entonces, el aborto no era tan fácil de realizar en España. Había que hacerlo en Londres, y costaba 100.000 pesetas de entonces. Me pidió el dinero. Pero no se lo dí, claro. Y ya no la volví a ver nunca más... Un año más tarde, en el 87, tras unos meses de "baja sexual" por haber cogido unas purgaciones y una úlcera prepucial, me convencí del obligatorio uso del preservativo. No sólo porque el Sida era ya algo muy popularmente conocido, sino porque en el Loch Ness la droga hacía estragos en esa época... Fué entonces que conocí a Mary Carmen, una yonki, cuando se pagaba 3000 pelas el polvo, aparte las mil aprox. por la habitación. De mi edad aproximadamente, no era nada guapa, tenía muy poco pecho; los dientes, como perlas: escasos. Sólo podía vislumbrar entre su boca entrecerrada dos o tres dientes, o muelas, y de aspecto ennegrecido. Y eso cuando reía a carcajadas, porque era muy consciente de su defecto, y apenas abría la boca; se reía con la boca cerrada... ¿Qué es lo que me atrajo de ella entonces?: sus piernas. Y más concretamente, sus rodillas, esas rótulas tan bien contorneadas, que pocas mujeres pueden presumir de tener. En serio, eran unas rodillas muy atractivas. Tanto es así, que cuando subía a la habitación con ella, como preámbulo, le pedía que cruzase sus piernas, sentada en la cama, mientras yo me la meneaba delante de ella, observándola... Convencí a Mary Carmen un día para pasar la noche en mi casa, por 10.000 pesetas. Ella me dijo que de acuerdo, pero que tendría que pagarle también dos papelinas de caballo que necesitaba comprar en la Plaza Real, a un negro. Acepté distraidamente, y allá que fuimos a por las papelinas... Luego, estuvimos un rato bailando en la disco "Les Enfants" de la calle Guardia, por allí cerca, en el Barrio Chino. La música era estridente, de burdo rock. Ella bailaba abanicándose delante de mí. Y yo me la quedaba mirando. pero sobre todo esas piernas, esas rodillas... Me decía que yo me parecía a Jim Morrison, el cantante de los Doors, su ídolo. Otros me han dicho que me parezco al de Pimpinela, quitándole la barba. En fín, por ahí andamos... Una vez en mi casa, los dos desnudos (era el mes de agosto de 1988), Mary carmen se pegó su correspondiente chute de heroína. Y ya más relajada, puse una peli porno en la que intervenía John Holmes, un famoso actor porno, tan conocido entonces como los actuales Rocco Sifredi o Nacho Vidal, más dedicados hoy a la dirección que a la interpretación... Pero el porno no le interesaba. Así que cambié la cinta de betamax, y le puse una de Jack Nicholson, "El resplandor", que la tenía en propiedad, cuando por entonces no se vendían películas, sólo se alquilaban en el video club. Y si querías comprar, tenías que pagar 12.000 pesetas por una. Como yo pagué entonces por esa película... Una vez acabamos de verla, por una extraña razón, me puse cachondo, muy cachondo. Y Mary carmen me llevó a la cama cogido del rabo. Echamos un buen polvo, nos corrimos los dos. Y otro polvo por la mañana, al despertar, metiéndosela de lado, en estado de duermevela, disfrutando de la curva de sus caderas, de su culo, sin siquiera despertarla, como sólo me he permitido hacer cuando he tenido relación de pareja, en tres ocasiones... Pero entonces fué la primera vez que pasaba la noche con una mujer, con 30 años que yo tenía ya... Llegó la hora de pagar. Y sólo le dí 6.000 pesetas, que sumaban 10.000 con las papelinas. Ella quería que le pagara la droga aparte de las diez mil, 14.000 en total. Pero me negué. Se enfadó y casi se puso a llorar. Al marcharse, me dijo que le debía cuatro mil pesetas. Pero ella fué una de las últimas lumis con las que estuve en Loch Ness. Fueron muy pocas veces las que continué yendo al pub, y no volví a toparme con ella... Última edición por morbosox; 10/07/2009 a las 23:16. Razón: agosto de 1988 |
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