Violeta C

Si, bebe tequila
Me confieso

Simon

Es en respuesta a una consulta que se me hizo en privado. Me pidió la respuesta por privado pero he decidido hacerlo en mi moñografía porque lo tengo superado y para mi salud mental es malo esconder cosas y llevar dobles vidas. Que me perdone el forero en cuestión.

En primer lugar el enrasar a la gente con depresiones, que yo no he tenido nunca gracias a Dios, me parece poco acertado porque cada persona es un mundo lo que vale para uno no vale para otro. No es como tomarse una aspirina así que es un terreno resbaladizo.

Yo he tenido contacto con la psiquiatría porque en momentos de la vida tampoco ha sido fácil y nunca se puede despreciar a quien te puede ayudar a orientarte. Encontrar el Norte.

Mi padre nos abandonó en mi adolescencia, no tengo hermanos, y se fugó al extranjero llevándose lo poco que quedaba y dejándonos llenos de deudas muy cuantiosas. Luego le entró el chucho y llamo para que lo fuera a buscar, y eso hice por deseo de mi madre. Destrocé la recepción de un hotel de Perpinya. De joven digamos que yo era más bien explosivo.

Mi primo, que además de primo éramos muy amigos, nos llevábamos un mes y además íbamos juntos al colegio se mató delante de mí en un accidente de esquí. Yo de joven era monitor, estoy titulado, y le estaba dando clase. Se reventó la cabeza contra una piedra y literalmente se me murió en los brazos temblando como una hoja.

Mi padre lleva treinta años muerto pero mi madre hace dos tuvo un derrame cerebral en el que se le murió todo el lóbulo frontal del cerebro y ni siquiera me conoce. La tengo internada en una institución porque según los neurólogos es imposible cuidarla en casa. Tiene ahora noventa y cinco años. Y opino que siguen siendo personas, enfermas pero personas. Las deshumanizas y no me parece correcto.

De pequeño tuve bastantes problemas porque en plena dictadura, no se los años que tendrás tú, mi religión no era la correcta para el régimen y eso me costó bofetadas e insultos por parte de curas y profesores. Al final hice como mi madre que se hizo católica para poderse casar con mi padre y quitarse problemas.
Yo terminé por bautizarme, primera comunión y confirmación todo la misma mañana. La familia de mi madre no es española.

De hecho me tuve que ir a trabajar fuera de España porque aquí después de lo de mi padre me era muy difícil encontrar trabajo a mi nivel de estudios, soy abogado, hablo seis idiomas y tengo un master en la universidad King`s College de Cambridge. Pues ni así.

Eso ha afectado mucho a mis relaciones personales, claro. Eres de ninguna parte y de todas. Claro que mi etnia históricamente ya es así…

Siento el tocho pero tengo que explicar antecedentes o no sirve para nada.

Estoy de acuerdo en que aprender a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas ayuda mucho pero para mí el tema de la felicidad es otro, yo no, yo no soy feliz. Es verdad que a ratos si lo eres pero es circunstancial, intentar la felicidad con estado de vida me parece imposible, moriríamos de una sobredosis de endorfinas o algo así.

En cuanto a las profesionales, creo que lo de los detallitos lo dije yo, si te sentó mal perdona, es eso, profesionales y creo que está bien que lo sean. Ni más ni menos.
El implicarse emocionalmente y buscar en las profesionales cosas que no tocan me parece un error. El mismo bienestar y paz deberíamos buscarlo en amateurs, en gente que no se gane la vida, honradamente por supuesto, porque cuando hay dinero de por medio y eres emocionalmente vulnerable hay peligro de ser manipulado.

En cuanto a los Estoicos, disiento de manera meridiana. No eres una piedra y las cosas te tienen que afectar para que conserves tu humanidad. Los Estoicos me parecen una pandilla de egoístas, ególatras y porque no decirlo pederastas.

Según terminas tu post te importa poco o nada lo que le pase al resto de la humanidad, el sol y a las galaxias, y a los huevos. No me parece correcto y además no me parece posible.
Estamos hechos para que las cosas nos afecten y si te pueden afectar las cosas buenas es que también estás listo para que te afecten las cosas no tan buenas o malas directamente. Lo que hay es que aprender a procesarlas que reconozco que a veces no es fácil.

La felicidad si no es compartida no es felicidad, es un refugio.

Aramis 43

Despues de leer tu aportación, he hecho un repaso a mi vida.
A veces, te ayuda a seguir viviendo.

Gracias!

Simon

VIVA LO NOVIOS

Estoy en casa después de cenar haciendo ver que miro la tele cuando lo que estoy es a punto de empezar a babear entre ronquido y ronquido. Es ese momento dulce en que la realidad y lo onírico se mezclan con la banda sonora de la tv de fondo. Ya la pongo de manera culpable bajita para que haga su efecto.

El teléfono que lo tengo a un palmo de la cabeza me vuelve al mundo de los vivos de manera abrupta y desagradable, deberían inventar algo al respecto, si, ya sé que se puede bajar el volumen pero entonces no te despiertas. Le doy un manotazo, lo cojo del revés, le doy la vuelta y trato de entender lo que está pasando.

.- ¡Si! ¡Diguiii!

.- ¡Hola mi hermano! ¿Te desperté? Jajajajajaja

.- ¡Joder! ¿Eres tu Rodo, sabes qué hora es? Yo no.

.- Son las cinco en La Habana…

.- Aquí las doce joder… y además pareces radio reloj.

.- Bueno…ya está, es que necesito hablar contigo.

.- Pues te va a costar una pasta la llamada.

.- No taaanto, te estoy llamando por el guatsap.

.- En fin, ¿Qué pasa?

.- ¡Vengo a vivir a Barcelona!

Pego un salto en el sofá y me despierto de golpe, apago la tv

.- ¡¿Que dices que qué?!

.- Pues eso, que me caso y vengo a vivir a Barcelona.

.- ¡Qué bien! Naha, ha, ha…¿Es broma no?

.- No hermano, me caso con Diego que es cubano pero vive en Costa Rica y tiene la nacionalidad española. Hace muchos años que está viviendo fuera de Cuba.

.- A ver… por partes, tú estás viviendo con Manolito hace como veinte años, ¿no? ¿Y Manolito qué?

.- ¿Qué pasa con Manolito? Él está bien…

.- Joder tío, o me lo explicas mejor o me voy a dormir.

.- Que no… a ver, lo de Manolito se acabó porque él no puede salir de la isla y Diego me dará la residencia en España y en pocos años la nacionalidad.

.- Lo que te va a dar el tal Diego es por otro sitio sino lo ha hecho ya.

.- Bueno Simón esto es nuestra intimida

.- Si, si perdona. Y cuando el juez diga “puedes besar a la novia, ¿Qué? Jajajajaja

.- Si, bueno sigual

.- Vaaaale, y vais a venir a Barcelona
.
.- Si porque Diego tiene una casa en Centro Habana que vendía por 350.000$ pero con la depreciación de todo aquí la vende por 50.000$ y con eso hemos pensado que podemos comprar un bar pequeñito o algo así para ganarnos la vida.

.- Que no sea muy pequeñito que te lo bebes…

.- Eso será cuando tengamos todos los papeles, nos hayamos casado y vendido la casa.

.- A ver Rodo, en serio, en mi casa siempre tendrás un sitio más grande o más pequeño pero en la calle no te quedarás tirado, pero tu marido, jajajaja, que se busque la vida que aquí las cosas funcionan diferente y si quieres una cerveza tienes que pagarla. A todo eso, ¿por qué no vais a Costa Rica si el tal Diego vive ahí? O a Estados Unidos con Idalmis y compañía…

.- Bueno…es que no puede volver porque hizo un negocio que no fue muy bien para sus socios y si vuelve lo matan. Y los EU a mí nunca me han gustado.

.- ¡Ya! Una perla de marido, vaya. Con lo bien que estabas con Manolito…

.- Si Simón, pero es que aquí nos estamos muriendo de hambre, no hay de nada, ni comida, ni medicamentos, cortan el agua, han vuelto los apagones diarios que se queda toda La Habana sin luz…un desastre, no funciona nada. Esto está en candela y se cae, cualquier día hay una revolución contra la revolución y no quiero estar aquí. Además, desde fuera les podré mandar algo de dinero a mis padres y ayudarlos en divisa.

.- Entiendo, ¿necesitas algo?

.- ¡Si!, que cuando vengamos nos vengas a buscar al aeropuerto de Madrid.

.- ¿Ein?

.- ¡Es que nos han dicho que tenéis un tren que va a 300km por hora y nos queremos montar!

.- Que no es una atracción de feria Rodo…en fin, me voy a la cama y cuando haya novedades me lo dices. Mientras que te monte Diego. ¡Jajajajaja!

Y me voy a la cama más contento que unas pascuas porque uno de mis mejores amigos va a vivir en Barcelona. A ver qué tal el marido.

Simon

QUIEN RÍE EL ÚLTIMO

Llevaba una vida de socio en l’Ateneu Barcelonés ( https://www.ateneubcn.org/ ), se consideraba una persona culta, y lo era, gracias a lo cual podía participar en las tertulias sesudas que se organizaban, más o menos espontáneamente, y en debates más institucionalizados en los que ya jugaba un papel honorífico formando parte de un consejo “sénior” con función de árbitros.

Estaba orgulloso de formar parte de la institución porque nunca había sido económicamente pudiente, cosa que si eran la mayoría de socios, y cincuenta años atrás le costó un poco la aceptación pues se necesitaba, y se seguía necesitando, que por lo menos dos socios de virtudes literarias reconocidas te avalasen.

Casi cada tarde desde que se jubiló, después de comer en casa, vivía con su hermana y su cuñado, hacia una pequeña siesta según él y excesiva por sus ronquidos según los demás. Luego se arreglaba un poquito, se estiraba el chaleco, ponía en su sitio la corbata un poco raída, se embutía con un poco de dificultad dentro de la americana, había ido echando algo de barriguita, el abrigo y a la calle.

Girando a izquierda y derecha alternativamente en cada esquina del eixample se plantaba en la parte alta de Rambla Catalunya. Siempre evitaba la Diagonal porque le traía malos recuerdos, trabajaba en una librería y en un momento de su ya madurez quiso independizarse y abrió la suya propia en la acera de mar de la Diagonal cuando aún era Avda. del Generalísimo Franco.
Entre que él no era bueno para administrar un negocio y que se significó con contenidos catalanistas tuvo que cerrar por derribo lleno de deudas que tardó años en poder pagar.

Su cuñado lo ayudo de manera pasiva, tenía tres hijos aún adolescentes y económicamente no podía echarle una mano, acogiéndolo en casa y dándole un dormitorio y un plato en la mesa amén de cosas como la ropa limpia y planchada.
Él siempre ayudó en lo que pudo pero eso le impedía renovar su armario ropero a la velocidad adecuada. Eso sí, siempre se preocupaba de llevar los zapatos limpios, la hebilla del cinturón en su sitio y trataba de mancharse lo mínimo posible.
Hasta la edad de la jubilación encontró trabajo en otra librería en Passeig de Gracia cerca de la calle Caspe. Era el encargado.

Cuando aún tenía su propia librería con un nombre muy catalán y muy mediterráneo un verano se enamoró locamente de una señora, los dos ya eran cincuentones, que conoció durante unos días que pasó en casa de unos amigos que lo invitaban cada año en la Plana de Vic. Se hicieron amigos, tenían inquietudes comunes, a los dos les gustaba Wagner, eso une mucho, y tenían amor por la literatura.

De vuelta a Barcelona se vieron durante unos meses hasta que él tuvo la decisión y las fuerzas como para pedirle la mano a su amada. Lo hizo en una horchatería que había en la plaça Universitat, le pareció romántico.
Fue rechazado de plano seguramente de la peor manera. Con cariño y comprensión, supuestamente, pero con firmeza. Seguramente hubiera sido más fácil si lo hubiera mandado a paseo.

Él no se recobró nunca del golpe y así como antes de “ella” nunca había amado a nadie y aprovechando que l’Ateneu estaba en el carrer Canuda cuando sentía la llamada de la naturaleza, lo llamaba él, tenía cerca y barata la solución, después de “ella” volvió a sus antiguas rutinas. Jamás hubo otra mujer en su vida.

Muchos días se quedaba a cenar en el propio Ateneu, hay un menú baratito para socios, porque pensaba que así ayudaba un poco en casa de su hermana a la que le ahorraba su cena, porque con frecuencia acababa cenando con algún amigo viejo fósil como él y también porque le gustaba volver andando ya de noche por la Plaça Catalunya y toda la Rambla Catalunya que con los años había ido cambiando la cara.
Ahora había muchos turistas y a pesar de su amor eterno frustrado décadas atrás no podía dejar de admirar a todas aquellas chicas rubias, jóvenes y vitales que gozaban descubriendo las maravillas de la vida.

A él no lo miraba nadie, no era más que un viejo de ochenta años al que esquivar para no tirarlo al suelo.

Cuando iba mejor de dinero, cuando la naturaleza había llamado poco aquel mes, se sentaba en una terraza y se pedía una horchata que tenía prohibida por el médico y por su hermana. La alargaba para tener platea sobre la juventud nórdica e infelizmente siempre terminaba con el recuerdo de la quinta del biberón, estuvo en la batalla del Ebre, y en su amada a la cual no había visto nunca más, pero sin olvidarla.

Los meses que iba más justo suprimía la terraza y la horchata y se sentaba en un banco de los que hay en los costados de la acera central de la Rambla Catalunya y miraba como si estuviera en el teatro.

Cuando se le hacía tarde andaba el trecho que tenía hasta casa y entraba intentando no hacer ruido, pasaba por el lavabo, se metía en su habitación, se ponía el pijama y la bata, colgaba cuidadosamente la ropa y limpiaba los zapatos y aún le daba tiempo para leer un poquito antes de apagar la luz.

Simon

A RAS DE SUELO

La capacidad psicomotriz gruesa se tiene o no se tiene, eso viene de fábrica con cada persona o no. Si no es lo tuyo puedes trabajarlo y mejorar dentro de unos límites, más no. Señor Padre, no.

Señor Padre en pleno franquismo había pasado por un Opel, un Alfa Romeo con el que tuvo una desavenencia sobre cómo funciona una caja de cambios y se lo cargó, luego un BMW 2002 TII que le venía grande y consiguió volcarlo con toda la familia dentro lo que provocó huesos rotos pero no pasó de ahí y ahora se había comprado un Chevrolet Corvair modelo que más tarde tendría el dudoso honor de ser declarado el coche de producción más peligroso, por inestable, de la historia.

Lo que no se podía negar es que era grande y potente para la época de posguerra, del Seat Seiscientos y el Citroën 4/4 que prácticamente era de cartón. A Señor Padre ya le gustaba, tenía una cierta necesidad de reafirmación que es una de esas cosas que los psiquis sacan petróleo.

Señora Madre disfrutaba malévolamente exagerando los peligros a gritos, indicándole todo lo que en su opinión hacía mal y exagerando con la cabeza las inercias que provocaba Señor Padre en las frenadas, acelerones y curvas. Algunas veces conseguía sacarlo de sus casillas.

Por lo que se veía Señor Padre también se reafirmaba comiendo, cualquier excusa era buena para entrar en un restaurante y comer todo aquello que es agresivo, especialmente caza guisada con chocolate, canelones y cosas así.

Había institucionalizado unas rutinas que había que seguir si o si, quien paga manda, que consistía en que un día a la semana debían ir con Señora Madre a comer al Restaurante Reno en la parte alta de la calle Tuset Street de Barcelona. Obviamente le hacían reverencias porque eran comidas de aperitivos, tres platos, postres, café, copa y puro de los buenos.

Señora Madre cigarrillos rubios ingleses.

Los fines de semana yendo y viniendo de donde fuera siempre lograban pasar por un restaurante en Ripoll y comía hasta reventar y su capacidad de beber era inferior a sus ganas, con lo que casi siempre salía tocado con el riesgo de volcar coches.

En el restaurante tenían un perro lobo que siempre intentaba atacar a Señor Padre. Nunca me ha gustado la gente que no les gusta a los perros. Desconfío.

Lo único acertado es que a medida que él iba ganando volumen comiendo los coches también crecían para compensar y no entorpecer el volante con la barriga.

De vuelta a Barcelona por la noche era im-pres-cin-di-ble parar a cenar en Tona, en un sitio que se llamaba Els cuatre camins. Era uno de esos sitios que sabes que se come bien porque fuera siempre hay aparcados varios camiones. Siempre cenaba lo mismo, había algo de obsesivo que con los años lo llevaría a la fosa.

Empezaba con una sopa de pan con huevo y cosas que a mí me recordaba la “sopa tibia de albóndigas jibaras con telarañas” que preparaba la cocinera con obesidad mórbida de Señora Abuela. Después un plato de pescado del estilo cocochas de bacalao al pil pil y luego como “plat de résistance” alguna carne con cocciones insanas. Postre, etc… todo bien regado con lo que hiciera falta. Por suerte o por desgracia en aquella época no existían los radares, solo los militares pero no estaban para eso en principio ni los controles de alcoholemia.

¿Y mientras el niño qué?

Pues como era aún pequeñito se estiraba tan largo como era en la parte de atrás, pero no encima del asiento, se estiraba en el suelo, en el hueco que quedaba entre los asientos delanteros y los de atrás.

Allí se sentía más seguro, no le decían nada porque pensaban que dormía, podía aislarse de Señor Padre y de Señora Madre que no le interesaban en absoluto y menos su guerra permanente de baja intensidad con picos de algún grito. Podía imaginar desde su mente infantil que él conducía el coche, sabía o intuía que lo haría mejor que Señor Padre y que si Señora Madre fuera su mujer la mandaría a la mierda.

Fantaseaba con que conducía lejos, muy lejos, donde nadie le obligaba a cosas que no tenía ganas de hacer, y así, oyendo el ronronear de los seis cilindros colocados en posición central trasera por encima de las eternas discusiones que se producían en primera clase se quedaba dormido y a salvo.

Simon

Simon

LA CRUZ

Las tres de la mañana y como siga mirando el techo voy a empezar a hablar solo. En realidad llevo rato hablando solo, o conmigo mismo que es igual pero no es lo mismo. Uno llega a encrucijadas en la vida que le quitan el sueño, depende de lo que decida y como lo gestione el resto de su vida será de una manera o de otra, o…vete a saber cuántas posibilidades hay. Hay “n” posibilidades pero me faltan datos para despejar la ecuación.

¿Cuánto es “n”?

Me levanto, me voy al sofá enciendo la luz y en vez de mirar el techo, miro la pared. Es igual que el techo pero en pared. Me siento estúpido y enciendo la tv para que por lo menos algo se mueva y pueda hacer ver para mí mismo que miro algo. Hay un tío que vende una maquina casi tan estúpida como él que se supone que pagando una cantidad ridícula cocinarás de tres estrellas Michelin automáticamente. Me lo miro “n” tiempo como una vaca viendo pasar los trenes. Ni siquiera estoy seguro de tener la legua dentro o fuera. No lo fuerzo no sea que me la trague.

Por un momento estoy tentado de hacerme una manola a ver si me relaja pero pienso que ya no tengo edad para eso y que además lo que tengo que hacer es afrontar las cosas.

En realidad el planteo no es complicado, tengo a Anna, llevamos años que sí que no y cada vez que intento coger el toro por los cuernos ella hace una finta. Lo difícil de gestionar es que hace unos pocos años ella hizo un movimiento de aproximación que como llevaba asociado un bodorrio en algún momento a mí me entró el chucho e hice una maniobra cobarde evitando la embestida. Ahora me daban mí propia medicina y como más cucharas tragaba más me picaba el tema.
Lo chungo es que por la forma de ser de ella no tenía por qué ser necesariamente intencionado, claro que era una mujer y las posibilidades de manipulación eran altas. Ellas siempre van un paso por delante, o varios. Si son de otra especie es una especie más lista. En cuanto a sexo tendía a mojigata hasta que se le encendía el motor y entonces el cuerpo muy bonito que tenía hacía cosas estupendas. Muy responsable ella y complicada de sacar del tiesto. Yo era más veleta y me daba yuyu que no nos entendieramos en el día a día.

Luego estaba Mireia, pedazo de tía, físico francamente espectacular, metro ochenta, rubia, pelo rizado ojos verdes, todo muy bien puesto… pero como una cabrita del monte. Te quiere mucho, muchísimo, para nada tiene un alto grado de responsabilidad pero cuando está de buenas no hay nadie como ella en todos los sentidos. Física y emocionalmente es una máquina, hasta aquí estupendo, lo malo, o no, es que quiere seguir viviendo sola. No quiere una relación abierta, quiere cada uno en su casa y las camas de los dos.
A estas alturas de la película no sé si quiero seguir viviendo solo, esa es otra, nos hacemos mayores y hay cosas que se ven diferentes que veinte o treinta años antes.

Y para completar la cuadratura del círculo tengo a Ida dando vueltas por ahí, mandando wp’s desde las Antillas, ahora le ha entrado el telele y quiere que la invite para quedarse. Por lo que se ve como su hijo ya emigró a los US a través de Méjico ella ha empezado a sentirse envejecer o lo que sea y ya habló con su marido, Marino, para largarse ella también. Creo que le he hablado solo de vacaciones, no de quedarse en Europa. No me fío, he vivido demasiados años en La Habana como para fiarme de la moto que me vende una habanera por mucho amol que haya de por medio. Es irracional pero no me fio, serán años de experiencia.

Bueno, además está Xiao Bo que además de tener un nombre poético que quiere decir “pequeña ola” porque se ve que es lo que sintió su madre en el momento del parto, muchos nombres chinos lo son, no le desagradaría casarse con un occidental, pero claro, a la asiática, tiene que llevar business incluido y no mola.

Luego está una persona que aún no conozco pero que si me pongo en el mercado aparecerá más pronto que tarde. Lo que pasa es que seguramente sería más utilitario que otra cosa y me parece algo triste. Al final hay mucha gente que lo hace y luego se van de señoritas y así logran un estatus quo que se compone de vida de familia por un lado y chicas, chicas, chicas por el otro. Debe salir por un ojo de la cara entre una cosa y otra. Es valorable pero nada más.

Al final lo de siempre, seguir como hasta ahora. Viviendo solo y tranquilo, echándose un cuesco sin que nadie te eche la bronca ni te ponga los pies helados en la espalda a media noche como forma de venganza.
Solo no se está mal, pero nos hacemos mayores. ¿Y luego qué? Hay que joderse, a la más mínima a la residencia cutre. Tengo hijos, pero lo llevo claro si espero algo de ellos. Es cierto que no creo que ellos esperen gran cosa de mí aparte de que tenga la educación de morirme pronto, sin escándalos y con un testamento bien hecho. A favor de ellos, claro. Los cojones.

Al hilo de los deseos filiales se me ocurre que hay una quinta posibilidad. Morirme cuando a mí me dé la gana a poder ser de una manera espectacular y/o heroica, pero para que nos vamos a engañar, soy un cobarde y me aferraré a la vida como una sanguijuela.

En fin, son las cinco de la mañana y me voy a la cama a ver si en el techo se me aparecen las Destiny’s child y me pajeo para poder dormir. Mañana veremos…

Simon

El arte de escribir historias está en saber sacar de lo poco que se ha comprendido de la vida todo lo demás; pero acabada la página se reanuda la vida y uno se da cuenta de que lo que sabía es muy poco.

Italo Calvino

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Siempre se me dieron fatal las mates. Hubiera necesitado un profe como tú para entenderlas.

Me ha gustado. Mucho.

Simon

¿ Seguro ? Te besaría castamente. No tengo claro que sea bueno.

Simon

DIA DE DIFUNTOS

Este año he decidido después de muchas discusiones conmigo mismo que iré al cementerio el día del año que todos van al cementerio y que yo no he ido nunca. De hecho no voy ni ese día ni ningún otro día del año. Solo a los entierros que no me queda más remedio. No es que me impresione pero si un cierto mal rollo y me parece insano en todos los sentidos.

Mis abuelos maternos se murieron con nueve años casi justos de diferencia, primero mi abuelo. Cuando se murió mi abuela llegue antes que los demás al cementerio porque el papelamen iba a mi nombre y así adelantaba tiempo y no los tenía a todos esperando. La función pública ya se sabe…

En fin, que cuando llegué aún estaban “arreglando” el nicho para meter a mi abuela, vi con una cierta impresión, y no soy especialmente emotivo, que los restos de mi abuelo al cabo de nueve años se reducían a algún trocito de hueso y algo de polvo que era difícil identificar que polvo era del abuelo y cuál de los restos de la caja.

Pulvis es et in pulverem reverteris.

Lo que quedaba de mi abuelo al cabo de nueve años cupo en una bolsa blanca de plástico duro del tamaño de las bolsas que lleva la gente para meter las cacas de perro. Igual no es muy romántico pero es lo que se me ocurrió, y eso que mi abuelo me hizo prácticamente de padre.

Luego se fueron muriendo todos por edad menos mi padre que se murió de vicio el primero de todos a una edad que no le tocaba. Tomo nota y me vicio menos que él. Se murió el hermano de mi abuela, el tiet Antoni, el hermano pequeño de mi madre, la hermana de mi madre bien conservada en alcohol como la Reina Madre de Inglaterra y mi madre la última a pesar de ser la hermana mayor.

Yo estaba en esta situación que muchos se encuentran en la que llega un momento que estás en primera fila y no puedes dejar de pensar en algún momento que eres el próximo, que es una idea ilusionante.

El día D cogí la moto para ahorrar colas absurdas y esquivar gitanas con rosas blancas robadas de Mercabarna y con una cierta pereza me fui al cementerio donde está la familia de mi madre y mi madre. Mi padre está en otro cementerio con su familia, cuando se murió mi madre seguí al pie de la letra sus deseos y la enterré lejos de mi padre. Decía que ya lo había aguantado bastante en vida como para soportarlo toda la eternidad. Así se hizo.

El cementerio parecía el campo del Barça en partido de Champions, lleno hasta la bandera que costaba abrirse camino entre gente más o menos seria, alguna poco seria y las plañideras que se ponen en situación ante cualquier contingencia y en esta deciden que tienen que llorar a grito pelado a muertos de hace medio siglo.

Siempre que he tenido que ir entre que voy poco y cuando voy es en “viaje oficial” me cuesta un poco orientarme, tampoco es lo mío, para que nos vamos a engañar. Siempre consigo orientarme cuando veo una higuera muy grande que se ve de lejos y que está casi delante del nicho de marras.
Lo localizo y navego con cierta dificultad entre las plañideras cuando debajo de la higuera veo una señora que… pero claro, no puede ser. Me acerco con un cierto mareo que pienso que me estoy infartando, me mira como me ha mirado siempre y como en trance se me escapa una voz ronca porque no me sale nada más:

.- ¿Pero qué haces aquí?

Hasta en ese momento me doy cuenta de lo idiota de la pregunta.

.- ¿No me vas a dar un beso?

.- ¡Mamá! ¡Estás muerta!

.- Bueno, sí, pensaba que era una obviedad ni que sea la primera vez que vienes.

Mi madre tan cáustica como siempre. Según la familia: seca.

.- ¡No puede ser!

.- ¿Por qué no? Estoy aquí tomando un poco el solecito y que me dé el aire.

.- ¡Pero estás muerta!

.- Eso ya lo has dicho y te repites como siempre desde que eras pequeño.

Y yo convencido que sueño o que alguien me ha drogado o que estoy en coma porque me he dado una leche en moto. Está “entera”, es más no viejecita como cuando se murió, está como cuando tenía cuarenta años de apariencia e incluso de voz.

Me siento en una piedra más o menos grande que se revela como agresora sexual e intenta sodomizarme aprovechando mi propio peso pero estoy tan impresionado que no le presto atención a nada más que a la aparición nada etérea de mi madre muerta hace años debajo de una higuera.

.- ¿Me lo puedes explicar?

.- Si, mira a tu alrededor, ¿tú crees que tantísima gente va el mismo día, y además en festivo, a ver a sus muertos? Pues no, más o menos la mitad están tan muertos como yo, estamos muertos pero, a ver como lo digo…

.- Mamá no te enrolles como siempre por favor.

.- Vale, que mientras nos negamos a morir, como es mi caso genio y figura, o aún hay gente viva que los recuerde como a tus abuelos estamos muertos pero no del todo. ¿Entiendes?

Miro a mí alrededor toda esa gente imposible de distinguir los vivos de los muy muertos pero no lo suficiente y estoy seguro que alucino.

.- Mamá, si todo eso es verdad, ¿podemos hablar un rato?, es que te fuiste tan rápido que quedaron muchas cosas pendientes y me gustaría aprovechar. ¡Estoy muy contento de verte!

.- A ver Simón, que sigo siendo tu madre y veo de sobras que lo que estás es asustado y confundido.

.- ¡Como quieres que esté! ¡Vengo el día de los muertos y te encuentro viva al cabo de los años!

.- No te confundas Simón, no estoy viva.

.- Vale… - ¿Qué voy a decir?-

.- ¿Quieres que mientras hablamos vayamos a ver a los abuelos? Venga vamos, y tú que quieres saber que ahora ya me da todo bastante igual y te cuento lo que quieras.

Y mientras nos abrimos paso entre la gente me voy enterando de cosas que siempre he querido saber pero me quedé con las ganas, empezando por que se casó con mi padre y viceversa. Luego muchas cosas que en vida nunca me atreví a preguntar por temor a que reaccionara mal o por miedo a las respuestas.

Mi madre me avisa que no les haga caso a las plañideras que también están muertas y son unas pesadas, que llevan aquí mucho más tiempo que ella en el cementerio y se pasan el año ensayando por las noches, que es más discreto los lloros para que el gran día, o sea hoy, les salgan bien. Que es por eso que la gente oye cosas en los cementerios cuando están cerrados por la noche. Que no son gatos, que son ellas.

Los abuelos están como siempre, él me abraza y me besa y ella me acaricia la cara y también me besa. Estoy muy contento de verlos y de que ellos estén contentos de verme a mí. Mi abuelo me pregunta por los árboles de sus montañas y por los animales y mi abuela se cansa enseguida y se pone a hacer calceta.

.- ¿Y la tieta, está por aquí? ¿Y el tiet Antoni?

.- Bueno… mi hermana tuvo que morirse para reconocer su lesbianismo y dejar el alcohol y el tabaco, aquí ha conocido a una señora que se murió en el siglo XIX, ¿pero que se conserva muy bien, eh? Supongo que estará con ella dándose una vuelta por el cementerio. Le diré que has preguntado por ella.

Y toda la familia se ríe menos yo.

.- No, si yo no…

.- No te preocupes que tenemos prohibido salir del recinto. ¿Te da miedo?

.- Miedo no, es que era, o es, muy pesada.

.- El tiet Antoni ha conocido a mucha gente, claro que lleva más tiempo aquí, pero es que siempre ha sido muy sociable, y el tiet Francesc se aburre porque le gusta mucho leer y aquí no tiene nada más que las lápidas. ¡Se las sabe todas de memoria! – Percibo un punto de orgullo de hermana mayor-

A mi madre siempre le cayó mal su hermana y bien su tío y su hermano.

.- Ahora ya está, ya has venido y puedes venir cada año, seguro que tienes muchas cosas que hacer y ya nos iremos viendo. Me voy debajo de mi higuera, que a la sombra se está muy bien y te espero el año que viene. Y a ver si traes unas flores o algo, que parece que te sobren brazos.

Se va y se sienta en una posición sospechosamente igual a cuando la he visto por primera vez.

Mi madre siempre ha tenido tendencia a organizar la vida de los demás y por lo que veo la muerte también.

Salgo mirando con ojos distintos esa amalgama de vivos y muy muertos pero no del todo, en cuanto subo a la moto y me da el aire voy recobrando una posición mental de una cierta, ¿normalidad?, y me voy directo a casa a meterme en la cama que me parece que me está entrando un ataque de fiebre de caballo. Estoy contento de haber ido pero esperaba otra cosa más…no sé, menos.

No quiero morirme.

Simon

Es que hoy me han puesto las vacunas

Simon

Violeta C

Que malo eres... nos has echo usar el traductor

Simon

CARESTÍA TOTAL

Silencio. Es festivo y suficientemente pronto para que los vecinos y la calle estén dormidos pero tarde como para que ya sea de día. Todo esto lo sabe sin mover un parpado ni darse la vuelta en la cama. Percibe la luz a través de las la piel de los parpados y no oye ningún ruido.

Es una jodienda porque tiene una necesidad ineludible de ir al baño para las cosas que uno va al baño. La noche fue excesivamente movida y ya vamos teniendo una edad. Demasiada juerga, comer panellets insanos de baja calidad de esos que regalan en restaurantes insanos de baja calidad y alcohol de alta graduación de calidad parecida en cantidades poco razonables.

Los intestinos reclaman atención de manera sonora y se le escapa aquello que en su juventud llamaban el grito libertario de la mierda oprimida con el peligro que no se quede solo en el grito.

Horror. Se levanta de manera poco atlética y resacosa y anda con un cierto dolor donde la espalda pierde su nombre. Pisa un tornillo y jura en arameo contra los fabricantes de la cama pierde tornillos mientras repta hasta el lavabo... Ni enciende la luz, se sienta en el trono amigo que lo acoge con regularidad de manera confortable y sorprendentemente lo nota más grande de lo habitual, más frío t más duro. Sobretodo más duro. Bueno, se acomoda y de poco se cae dentro del sifón con peligro de ahogo.

Se levanta tan rápido como puede medio por la resaca, medio por el tamaño desproporcionado de la taza del sanitario y medio por la oscuridad, son tres medios, y enciende la luz tan pronto da con el interruptor. Se observa en el espejo y ve inmediatamente un hilillo de sangre ya reseca que parece haber fluido del ombligo. Lo mira con preocupación pero no parece grave.

Se da la vuelta para examinar los desperfectos del casi accidente en plenas cagaleras y, ¡por Dios!, ¡no tiene culo! Experimenta una ligera erección porque le viene a la mente la última china que visitó pero en seguida olvida el culo plano de la china y se preocupa del suyo. No es plano, es inexistente. Una superficie plana con un agujero en el centro.
Medio se marea, se viste a todo lo que da y se va corriendo, mal, al Hospital Clinic, a Urgencias.

.- Hombre señor Simón, cuanto tiempo, ¿Qué le sucede?

.- Queheperdidoelculo – susurra él –

.- Es usted algo raro Simón, veamos el historial…

Y la enfermera de escote reventón, que merecería unas atenciones pero cada vez que la ve no está en condiciones, consulta el ordenador.

.- ¡Ah sí! Ahí lo tenemos, la última vez perdió usted un huevo, ¿Se acuerda?

.- ¡Pues como no me voy a acordar! Fue un episodio desagradable, lo encontré en casa de una…ejem, amiga que lo había pisado al salir de la cama. Y ya que estamos ¿puedo ver al médico?

.- Pues si él le quiere ver si, es que la última vez estuvo usted un poco difícil. Había perdido el huevo y se pasó la visita imitando el acento argentino del doctor cuando él es chileno. Y claro…

El clavel reventón levanta toda aquella abundancia y se va por el pasillo seguida por Simón, y con la certeza de ser observada menea el culo con alegría. Simón experimenta otro amago de erección pero es solo momentáneo.

.- ¡Buen díaaa Martes señor Simón, placer de verlo de nuevo. ¿Perdió ora vez un hueevo?

.- No (cabreo por el cachondeo). Mire me he levantado esta mañana…

Y le explica al médico todo lo sucedido con el máximo detalle, por orden y tomándoselo muy en serio. Le va l culo.

.- ¿Quiere que le ponga una próootesis? Ahora hacen una muy bonita, mejor que su culo original tanto en forma como al taaacto.

.- Oiga doctor, yo no me cachondeo y usted tampoco, ¿vale?

.- Esta bien Simón, ¿ayer en algún momento notó como si tuviera un ataque de apendicitis, con un dolor intenso y focalizado, y que al rato desapareció?

.- Pues mire, sí. Ahora que lo dice estaba en la terraza de un bar y en el ir y venir del baño me cruce con un tipo que parecía Mortadelo pero en bajito y ahí empezó todo.

.- ¿Lo tocó?

.- Oiga que yo no voy tocando a la gente y más si es un tío feo que me cruzo en los lavabos. Un poco de seriedad.

.- ¡No, no, él a usted!

.- Oiga que yo no me dejo…bueno está bien, jugare si quiere, creo que al cruzarnos me dio con algo en el estómago.

.- ¡Pues es ahí donde debe usted buscar su cuuulo! Perdón es la costumbre, su culo. Es que a la gente le gusta el acento argentino. Da nivel, sabe… Y hablando de saber, ¿usted sabe cómo está construido un culo?

.- Hombre, exteriormente si, tampoco es tan complicado…

.- No, no, por dentro, como se sostiene. Me dio usted mismo la pista. A la gente les explicamos que el ombligo es donde el cordón umbilical…pero todo eso ya lo sabe. Pues es mentira, el ombligo lleva interiormente incorporado un tornillo largo que es el que aguanta el culo. Si el tornillo se afloja termina por caerse y como el culo se queda sin asidero se cae por el otro lado.
Vaya usted a su bar de ayer por la noche y pregunte por su cuuuulo.

.- Está bien doctor, pero como haga el ridículo vuelvo y le parto el alma.

Me dirijo a la salida inclinándome de manera exagerada sobre el clavel reventón y voy al bar que está a tres calles. Mierda, está la camarera jovencita de origen asiático. En fin, valor y al toro.

.- Buenos días, mire, estuve ayer por la noche aquí y bueno, es que…es que me paso una cosa que no sé yo si… (Me muero de vergüenza)

La chica suelta una carcajada y habla a grito pelado con una compatriota que está en el almacén en un idioma bárbaro que no entiendo ni una coma.

.- ¡Dice Leila que lo tiene usted debajo de las cajas de Coca-Cola! Que pase usted al almacén y se sirva usted mismo.

Y yo, como si fuera al cadalso, consciente de que todas las camareras asiáticas lo han entendido y me miran desfilo esquivando mesas hasta el almacén que está al fondo del local.

.- Ahí lo tiene, solo tiene que apartar esas cajas vacías y recoger su culo – claramente no puede contener la risa.

.- ¿ha traído usted el tornillo?

.- ¿Pero tu como sabes esas cosas? – digo sorprendido –

.- Bueno, es que el mundo de la hostelería es muy variado. Si no trae el tornillo se lo envuelvo en periódicos y se lo lleva usted a casa. Es que así a pelo me parece una marranada. Le prestaría un tornillo pero así de largo se nos han terminado.

Y me envuelve el culo en periódicos viejos, le pone algo de cinta adhesiva – no se le vaya a caer otra vez - y me manda para la calle. Muerto de vergüenza me voy a casa con el culo debajo del brazo, esperando que nadie conocido me vea y reconozca mi culo en un sitio indebido.

Cuando llegue a casa dedicaré el día al bricolaje de ponerme el culo en su sitio y atornillarlo bien fuerte no se me vaya a perder otra vez.

Ojala nadie haya aprovechado para sodomizarme a distancia.

Simon

ME CORTO LA COLETA

Llevo tiempo dándole vueltas, y como sucede bastante a menudo las cosas acaban cayendo por su propio peso.
Hace ya muchos meses que mis visitas, en realidad ellas a mí, se habían ido espaciando en el tiempo hasta convertirse en anécdotas durante las cuales me sentía cada vez más incómodo.

No es raro, seguramente no he sido un usuario de la prostitución estándar, empecé en “esto” que ya era mayorcito, tendría cuarenta y bastantes años.

Lo de otros países era otra cosa, en La Habana era un follar por follar, raramente he soltado un dólar porque no hacía falta. Les valía el poder estar contigo en tu casa, poderse duchar con agua caliente, la piscina, comer bien tres veces al día y cosas así. Nunca me hice ilusiones de otra cosa porque era lo que era. Cásate conmigo mi amol y llévame contigo a Europa. Y va a ser que no, muy complicado y arriesgado. Luego salen corriendo en cuanto llegan.

En Brasil dos años y dos novias más o menos fijas y formales así que… Y en China lo mismo pero solo con una, así que no tuve esa necesidad que si tuve, por comodidad, cuando volví a Barcelona.

Han sido unos años con altos y bajos en este tema pero la sensación que tengo es que han sido desperdiciados en este sentido. Podía haber empleado mi tiempo con señoras “civiles” que nunca se me han dado mal. Está claro que no estoy en edad de perseguir veinteañeras pero es que de pago tampoco las he buscado nunca, me ha dado reparo, no me parece natural.
Es solo mi sentimiento y mi opinión y no pretendo sentar cátedra.

La cosa es que he llegado un punto de caixa o faixa y no ha hecho falta casi decidir nada porque ha caído por su propio peso. No hago juramentos ni grito “nunca más” a los cuatro vientos porque mi situación de libertad me permite hacer y deshacer sin perjuicio de nadie más que de mí mismo en todo caso. Ya veremos, pero por ahora Simon pasa a la reserva por si alguno no da la talla que me tenga a mí de banquillo para rematar la faena.

He visto una chica nueva en el Nuevoloquo…

Baja_157799

Al leer el título te he imaginado como al cantante de Status Quo

E igual me meto donde no me llaman (igual no, casi seguro) pero antes de retirarte del todo, ¿no te gustaría probar el fascinante mundo del masaje erótico? Igual un cambio de aires...

Medio Siglo

Te entiendo, paso por una situación similar, pero de vez en cuando me daré un capricho y no solo es sexo. Tengo la suerte de que he conocido mujeres, en este foro, con las que me llevo muy bien y claro que tengo sexo con ellas, pero otras cosas también

De todas maneras, espero verte

Simon

Nor... asé el amó es pá los señorito, lo nuetro es foshá

El cantante de Status Quo no la palmo el año pasado o así ?

Pronto, pronto