EL PANELLET ÚNICO DE PODER



Un Panellet para dominarlos a todos,
un Panellet para encontrarlos,
un Panellet para traerlos a todos
y atarlos en El Gran Hilo de los Panellets



El Panellet ha cambiado,
lo siento en la textura,
lo siento en el sabor,
lo huelo en el mazapán sin patata.

Mucho de lo que alguna vez fue,
se ha perdido,
porque ahora no hay nadie que recuerde la receta original.

Comenzó con la fragua de los primeros Panellets.

Tres fueron entregados a los ODF,
imparciales, los más sabios y justos,
de todos los seres del foro.



Siete, para las Srts. Foreras,
grandes amantes y cortesanas
de los salones de la lujuria.



Y nueve, nueva Panellets fueron
regalados a la raza de los Foreros,
que por encima de todo,
desean el placer.



Porque dentro de éstos Panellets,
estaba ligada la batata y la almendra del Condis,
para mezclarla con el azúcar robado de los bares,
que los iba a emulsionar.

Pero todos fueron engañados,
porque se hizo otro Panellet.
En lo profundo del Horno de Grasa,
en la bandeja de los mil rastros,
el Señor Oscuro Condis horneó un Panellet Maestro,
y en éste Panellet vertió su vanidad, su ignorancia,
y su voluntad de ser exclusivo.

Un Panellet para gobernarlos a todos.



Uno a uno, los habitantes libres de SMB,
cayeron ante el poder del Panellet,
pero hubo algunos que resistieron.

Una última alianza entre Foreras y Foreros,
marchó contra los Panellets del Condis y,
en las mismas laderas del Horno de Grasa,
lucharon por la libertad de las recetas de los Panellets.

La victoria estaba cerca,
pero el poder del Panellet no podía deshacerse.

Fue en ese momento,
cuando toda esperanza se había desvanecido,
que El Maltés, hijo de Kailash,
tomó la receta origina de su padre.

Condis, enemigos de las recetas populares,
fue derrotado.

El Panellet Único pasó a El Maltés,
quien tuvo ésta única oportunidad
de destruir el Panellet Maligno para siempre,
pero los corazones de los Foreros son débiles.
Y el Panellet Único tiene voluntad propia.
Traicionó a El Maltés hasta su Bloqueo Indefinido.

Y se olvidaron ingredientes que no debían haberse olvidado.
La receta original se convirtió en leyenda.
La leyenda en mito.
Y durante 2500 años,
El Panellet desapareció de todo conocimiento.

Hasta que cuando llegó la oportunidad,
atrapó a otro portador.
Llegó hasta la criatura The Dandy,
quién se lo llevo a las profundidades del Sónar.
Y allí lo consumió.

El Panellet le dio a The Dandy
una larga vida forera antinatural.

Durante 500 años envenenó su cocina,
y en la oscuridad del Celler de Can Roca esperó.

Los Panellets del Condis regresaron a las mesas de las familias,
creció el rumor de que no llevaban ni patata ni boniato,
susurros de que si comías uno,
El Panellet del Poder percibía que había llegado su momento.

Abandonó a The Dandy,
Pero luego sucedió algo que el Panellet no pretendía.

Fue recogido por la criatura más improbable e imaginable,
un Vasco, de Bilbo, de Euskal Herria.



Porque pronto llegará el momento en que los Vascos
darán forma a los Panellets de todos.

EL PANELLET ÚNICO DE PODER



Un Panellet para dominarlos a todos,
un Panellet para encontrarlos,
un Panellet para traerlos a todos
y atarlos en El Gran Hilo de los Panellets



El Panellet ha cambiado,
lo siento en la textura,
lo siento en el sabor,
lo huelo en el mazapán sin patata.

Mucho de lo que alguna vez fue,
se ha perdido,
porque ahora no hay nadie que recuerde la receta original.

Comenzó con la fragua de los primeros Panellets.

Tres fueron entregados a los ODF,
imparciales, los más sabios y justos,
de todos los seres del foro.



Siete, para las Srts. Foreras,
grandes amantes y cortesanas
de los salones de la lujuria.



Y nueve, nueva Panellets fueron
regalados a la raza de los Foreros,
que por encima de todo,
desean el placer.



Porque dentro de éstos Panellets,
estaba ligada la batata y la almendra del Condis,
para mezclarla con el azúcar robado de los bares,
que los iba a emulsionar.

Pero todos fueron engañados,
porque se hizo otro Panellet.
En lo profundo del Horno de Grasa,
en la bandeja de los mil rastros,
el Señor Oscuro Condis horneó un Panellet Maestro,
y en éste Panellet vertió su vanidad, su ignorancia,
y su voluntad de ser exclusivo.

Un Panellet para gobernarlos a todos.



Uno a uno, los habitantes libres de SMB,
cayeron ante el poder del Panellet,
pero hubo algunos que resistieron.

Una última alianza entre Foreras y Foreros,
marchó contra los Panellets del Condis y,
en las mismas laderas del Horno de Grasa,
lucharon por la libertad de las recetas de los Panellets.

La victoria estaba cerca,
pero el poder del Panellet no podía deshacerse.

Fue en ese momento,
cuando toda esperanza se había desvanecido,
que El Maltés, hijo de Kailash,
tomó la receta origina de su padre.

Condis, enemigos de las recetas populares,
fue derrotado.

El Panellet Único pasó a El Maltés,
quien tuvo ésta única oportunidad
de destruir el Panellet Maligno para siempre,
pero los corazones de los Foreros son débiles.
Y el Panellet Único tiene voluntad propia.
Traicionó a El Maltés hasta su Bloqueo Indefinido.

Y se olvidaron ingredientes que no debían haberse olvidado.
La receta original se convirtió en leyenda.
La leyenda en mito.
Y durante 2500 años,
El Panellet desapareció de todo conocimiento.

Hasta que cuando llegó la oportunidad,
atrapó a otro portador.
Llegó hasta la criatura The Dandy,
quién se lo llevo a las profundidades del Sónar.
Y allí lo consumió.

El Panellet le dio a The Dandy
una larga vida forera antinatural.

Durante 500 años envenenó su cocina,
y en la oscuridad del Celler de Can Roca esperó.

Los Panellets del Condis regresaron a las mesas de las familias,
creció el rumor de que no llevaban ni patata ni boniato,
susurros de que si comías uno,
El Panellet del Poder percibía que había llegado su momento.

Abandonó a The Dandy,
Pero luego sucedió algo que el Panellet no pretendía.

Fue recogido por la criatura más improbable e imaginable,
un Vasco, de Bilbo, de Euskal Herria.



Porque pronto llegará el momento en que los Vascos
darán forma a los Panellets de todos.