Aramis 43

Yo siempre he observado que la cuenta se la dan al que la pide. Ya sea hombre o mujer.
Por lo menos en mi terruño.

david_75bcn

el famoso "patriarcado" yo creci en un matriarcadome parto de risa cuando voy con mi madre a un bar o terraza,y pedimos un cafe con leche y una medianala mediana me la ponen a mi,y yo les digo no es para ellaya sea camarero o camarera
por razones que no vienen al casotengo los sentidos superdesarrolladosy no soy chafarderopero te sientas en una terraza y flipas de lo que se escucha!!!!!!!!!!
en mi "mierda" de barrio no me conoceny piensan que mi madre es mi mujer(se conserva muy bien) y me rompo la caja de reircuando vamos mis padres y yo a comer o lo que sea,soy el clon de mi padre cuando era joven,y le dicen este si que es tuyo!!!!!!!!
perdon por el rollo!!!!!!!
coño, aqui somos angelit@s comparado con lo que hay en el mundo real!!!!!!!!
tienes razon maestrayo me resetee con 22 años

follandopagando

¡Hola buenas!

Yo me opere del frenillo, a los 16 o por ahí... En mi caso, me lo recomendo la doctora, de que eso había que cortarlo y a mí me tiraba y era una jodienda para las pajas. Por cierto, fue en la clínica Teknon de BCN y me tocaron dos enfermeras bastante buenorras con un médico. Siempre las recuerdo a las enfermeras, jaja.

Salu2.

Lara È

Entonces ke les den un cursillo a los camareros algo más actualizado a los tiempos, estoy con Aramis,, yo siempre que pido la cuenta, me la dan a mi

Y normalmente soy de las que pago y/o no dejo pagar, ni aunque lo intenten a escondidas

En mis terruños también

Pues date otra vueltecita de reseteo y déjame pagar agusto el café que tomemos coño, disfruta que son dos días

Lara È

Confieso!! que me apetece cómo nunca,, comer torrijas

Sin cocina la verdad, que no sé cómo me las voy a apañar ,, pero por mis Santos collons, las voy a hacer

Ya os subiré unas fotiquis y el que quiera, probarlas ya sabe dónde hacerme la cata

Por cierto, las hago en almíbar de miel

Vamos!! pá recuperarnos hasta los deos!!

Que tengáis una buena mañanita

Simon

La mia esta a disposición con la sola condición que yo también quiero.

Lara È

La tuya también está almibarada?

Yo también te pongo una condición, si te la empiezas a comer, cometela entera

Simon

Oye, que uno es un señor y cuando se empieza a comer algo se termina salvo que antes terminen conmigo.
Almibarada no lo sé, no me llego.

Sper

limon

Puede haber excepciones, aunque en términos generales se cumple la regla del conjunto de la naturaleza. La hembra elige lo que le parece más robusto y mejor de lo que se exhibe. No copula con un macho cualquiera. Debe asegurar las mejores crías y las mejores condiciones para estas.

La competición de las hembras jóvenes por los machos alfa es obvia y dura. Del mismo modo, los machos compiten entre ellos por las hembras alfa y beta para que prevalezca su propia genética. El gen egoísta.

Con el paso de los años estos comportamientos pueden variar en función de las experiencias vividas y de la cultura ambiente. Pero la genética sigue aún presente.

¡C'est l'amour!

*****

Lara È

En mi pucherito

No me cabe la menor duda y puedo dar de de ello, eres un caballero que se viste por los pies, hasta dónde yo conozco claro,

Y también doy fe, que lo que te empiezas a comer, te lo acabas

Lo del almibarado es lo que no tengo clarinete

Yo no sé la tuya, no puedo dar fe, pero te aseguro que con mi torrija,, me pringo tó los deos

Luego toca...

Joee chácho!! Eso! tú a ponerme los dientes largos

Claro!! como tienes fogones en ná las preparas

No, tengo algo con mejor base y más opciones que eso

Ya verás, ya verás las mías

Y te voy a decir una cosita...

Las verás y no las catarás!!!

La natuealza es sabía, el león es rey,, porque la leona es la que levanta el rabo

Simon

Cranston

Confieso que siempre me había considerado una persona de centro- izquierda defensor a ultranza de la Sanidad y la Educación pública , así como de la libertad de cada persona de hacer lo que quisiera con su vida.

Confieso que esta izquierda actual radical, intransigente y cuya única meta es prohibir, prohibir y prohibir no me representa.

Confieso que esta derecha casposa , rancia y tan alejada de la moderna derecha europea tampoco me pone nada.

Confieso que cada dia que pasa estoy más convencido que mis votos en blanco en estos años es la mejor opción con mucha diferencia.

Saludos a tod@s

Ainhoa Borrell

Confieso que con tanta Torrija me está dando un antojo....

Ayer tarde estuve en el Cap, hace días que tengo nauseas y ahora antojo, hay madre

limon

Como que a veces hay que actualizarse o reinventarse total o parcialmente, vamos a proceder. No se puede ser menos. Ni más.

Confieso:

Que siempre salgo a la calle vestido con ropa de calle.

*****

ReKant

Confieso que:

ME CAGO EN TU PUTA ESTAMPA COVID

Lara È

Mi pucherito es una pecera?

Alfarero

Confieso que cada vez que lo hago la cago.... jajajaja pero hoy puede ser una gran tarde!!!!

Veremos que pasa

limon

CLIENTE

Nombre: María.
Edad de la cliente: 49.
Te diste a conocer como forera: No.

CHICO

Nombre "artístico": Limón.
Nacionalidad: Español.
Edad: alrededor de los 60. Aparenta menos.
Fotos: reales.
Descripción de la cara: cabello gris algo húmedo de la ducha reciente, piel rasurada del rostro, ojos expresivos, entre pícaros y dulces. Parece serio. No es una belleza, pero resulta atractivo.
Descripción de cuerpo: 1'80 aproximadamente. Bien proporcionado. No presenta la barriguita del hombre maduro, aunque no me hubiera importado. Se conserva bien, musculatura ligeramente perfilada aunque se nota que no es un hombre de gimnasio. Bien.
Descripción del carácter: en todo momento agradable y educado. Es un hombre de gran naturalidad. Simpático sin resultar meloso. Tranquilo.
Vestimenta: vestía una bonita camisa blanca impoluta. Pantalón gris impecable. Zapatos negros cómodos y de calidad (me fijo mucho en esos detalles). Cinturón oscuro, sin ser negro.

CONTACTO

Teléfono: el anunciado.
Dirección: te la da cuando contactas.
Horario: no hubo problema con el horario. Alrededor de las siete de la tarde.

LUGAR DE ENCUENTRO

Ambientación/decoración. Piso en zona tranquila, sin portero. Me conduce a un salón amplio y cálido con un sofá muy cómodo de cuero marrón. Dos butacas tapizadas en algodón azul marino igualmente cómodas y de buena textura. Una alfombra persa de grandes dimensiones en tonos azules, pardos y rojos. Preside el salón una chimenea de tamaño medio. No la tenía encendida aunque me lo propuso. Pocos muebles. Estantes con abundantes libros. La luz procedía de dos lámparas de pie a los lados de las butacas. Las otras permanecían apagadas. Algunas pinturas en las paredes. En un rincón un gran globo terráqueo en el que podían verse varias rutas comerciales por mar. Parecía un mapa de época. Me entretuve mirándolo y haciéndolo rodar, distraída.

RELATO DEL ENCUENTRO

Tan solo había utilizado los servicios de compañía masculina en dos ocasiones. Por razones distintas, en ambas tuve una experiencia que no me satisfizo en absoluto. No tenía pensando repetir. Pero me llamó la atención el anuncio y su breve contenido. Sin ostentaciones ni palabrería.

Lo primero que me sorprendió fue su voz al teléfono: grave, muy masculina, tranquila. Concretamos fácilmente dia y hora. Lo que en principio habían de ser sesenta minutos se convirtieron en casi dos horas, una parte de las cuales las dedicamos a charlar. Me dejó bien claro desde el inicio que debía ser yo quien llevara buena parte de la iniciativa y que no me contuviera a la hora de pedir o sugerir cualquier cosa que pudiera apetecerme y sobre todo que me desenvolviera con la máxima naturalidad posible.

Una vez pasados los prolegómenos, le pedí que se pusiera en pie. Desabroché uno a uno los botones de su camisa y la dejé caer sobre la alfombra. Aspiré su aroma: olía a jabón mezclado con un leve perfume. Él hizo lo mismo con la mía, sin prisa, y la tendió sobre la suya. Me abrazó con suavidad y depositó unos besos casi imperceptibles en mi cuello, bajo los pendientes y a lo largo de los hombros. Quise desprenderme del sujetardor pero lo impidió cogiendo mis manos y haciéndolo él mismo.

Me abrazó con más fuerza y nos mantuvimos así tal vez un minuto, en silencio, y ahí fue cuando supe que todo iba a ir bien.

Me apetecía desabrocharle también el pantalón. Es algo que me gusta hacerle a un hombre. La erección era evidente y en cuanto la tuve frente a mí la introduje en mi boca e inicié una felación lenta, cuidadosa. Así me la pidió. No sólo era él quién se excitaba con el vaivén. También era excitante para mí. Gemía y respiraba hondo. Hasta que me contuvo. Acarició mi cabello, me alzó, me desnudó totalmente y me pidió que me tumbara sobre la alfombra. Fue entonces cuando junto a mí acarició largamente con sus manos y su boca mi pecho, mi cuerpo. Bajó sin prisa hasta mi sexo y estuvo ahí hasta que no pude contener los espasmos. Tuve que pedirle que se detuviera.

Un par de minutos más tarde, con la naturalidad de un viejo amante abrió mis piernas y apuntó entonces su erección y me miró. Afirmé. Y me penetró. Despacio, muy despacio. En todo momento me miró a los ojos, me besó, me acarició y pude oir su respirar, su jadeo confundido con el mío. Quiso interrumpir, contenerse. No, no, ahora no. Sigue, por favor. Y se derramó y yo agradecí su clímax tanto como el mío. Era el contenido exacto de ese hombre, su masculinidad seminal. Un honor, un placer esa descarga de su musculatura entera, resuelta en mis entrañas.

Me besó y me besó hasta que cedimos y seguimos abrazados muchos minutos, en silencio, acariciando él mi cabello desde la sien, como una niña, incorporado sobre su antebrazo y observándome con el rostro ligeramente sudado. Una sonrisa en sus labios.

Me invitó a seguir la sesión. Le dije que no, que quería recordarla exactamente así. Sin más. Tan solo aquel salón, las confidencias, la proximidad, el afecto, la sencillez. Todo.

Valoración: excelente, aunque me he dejado algunos detalles agradables en el tintero.

Nota: mientras él pedía un taxi, dejé 150 euros en la repisa de la chimenea. Al salir y mientras me acompañaba a la puerta, me devolvió uno de los billetes. Insistí pero solo me sonrió y negó. Y un último beso selló mis labios.

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limon

Confieso que:

Ayer, me sorprendió leer la expe de María con el compañero y forero Limón. Lo conozco y me extraña que dada la amistad que nos une nunca me haya hablado de esta nueva actividad a la que se dedica. Hemos conversado a menudo y sé que es hombre discreto pero no hasta el punto de no confiarme este, llamémosle secreto.

Así es que cogí el teléfono y lo llamé. Después del habitual intercambio de actualizaciones le pregunté directamente por el asunto en cuestión. Me respondió que ahora que se había jubilado disponía de mucho tiempo y que había decidido parcelarlo y dedicar una parte de él a procurar el bien de los demás. Tenía esa necesidad y que esta era una forma como otra de hacerlo, una vez descartadas otras opciones y la participación en cualquier ONG de las que abundan en Barcelona. Estaba convencido de que había mujeres que pasaban por momentos de sensualidad muy precaria y además que no solo las había entre las mujeres solteras sino también y muy a menudo entre las casadas. Mujeres de una cierta edad, habitualmente. Para él, contribuir a su bienestar emocional y erótico era un placer y colmaba ese deseo suyo de procurar el bien al prójimo.

Le pregunté que si se trataba de algo altruista, por qué cobraba. A lo que me respondió que para ellas no es exactamente lo mismo. Pagan por un servicio y eso las hace sentir mejor. Lo contrario puede tener otros matices que no quiso aclararme. Algún día me lo explicará tomando uno de esos cafés que compartimos.

Bien, pues he pensado que para los que estéis en edad de jubilación, aquí tenéis una opción más para vuestro tiempo liberado.

Yo creo que voy a pensármelo.

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