O sea, tú te vas de lumis, vale. Llamas a la xurri, jiji-jaja, cuanto es, qué me harás, por dónde te la meteré, dónde estás, tienes cambio de 20, voy pallá, etc, etc... Vas ahí enfilao tan campante, prometiéndotelas muy felices, con el bolsillo lleno de pasta, la xurra en posición de salida y atusánd