Gertrude

Acaricio su espalda tras el segundo asalto y, de repente, todo da un vuelco. Yo vuelvo a ser el Romita real. No hay sonrisas de George Clooney. No hay vientre musculado ni cuerpo de dos metros. Y me siento mal. Muy mal. Sucio. Sé que todo está sucediendo en mi cabeza y, aún así, me maldigo por estar cosificando así a esta mujer. Me avergüenza estar tratándola como a un objeto adquirido para mi uso y disfrute. Y sin embargo, ahí estoy, acariciándola...

Se gira Gertrude y me mira extrañada. Y descubro que la irrupción del realismo no me afecta solo a mí. Veo y acaricio las patas de gallo de sus ojos. Me fijo en sus senos, y en su caída, menos tensa de lo que pensaba. Más acorde con su edad. Mi mano recorre su muslo, y se detiene en sus estrías. Y su vientre no es una tabla, ni mucho menos. Y al incorporarse un poco dibuja incluso un leve pliegue.

Y sin embargo, me parece mucho más bella que antes. Estoy atontado contemplándola. Y ella reacciona. Y me pregunta: "¿Estás bien? ¿Te pasa algo?"...

Y como es un sueño, me lanzo... Y le pido perdón. Por el trato que le he dado. Por no pensar en ella como en una persona sino como en un objeto. Por juzgarla únicamente a partir de la dureza de sus senos, la sensualidad de sus labios o la tersura de sus piernas. Por no haberme interesado ni lo más mínimo por ella como mujer. Por pensar que es un juguete en mis manos. Y me cuesta mirarla a la cara. Y me cuesta aguantar las lágrimas, porque me siento mal, porque me siento un deshecho humano.

Y me toma del mentón y me obliga a mirarla. Y con una tristeza infinita me dice que no me preocupe. Que es su trabajo. Que está acostumbrada. Que yo he pagado precisamente por eso, y que lo que ella quiere es que yo lo pase bien. Y sus palabras se instalan como un peso en mis entrañas y logran el efecto contrario al pretendido. Y me siento aún peor. Y le digo que lo siento, pero que no puedo seguir. Y hago el intento de bajar de la cama y salir de allí...

Pero me agarra de la muñeca. Se lleva el índice a los labios y me dice con su gesto que me calle. Y me besa. Y me acaricia suavemente la cara. Y se despega de mis labios, apoya su cabeza contra mi hombro y me abraza. Y acto seguido me empuja con mucho tacto para que vuelva a tumbarme. Se sienta a horcajadas sobre mi cintura, se estira sobre mi pecho y me susurra al oído. "No soy un objeto", me dice. "Déjame hacer", me dice. "Yo también sé disfrutar de mi trabajo", me dice.

Me mordisquea el lóbulo. Recorre con la punta de sus dedos el perfil de mi cara. Bambolea sus caderas sobre mi sexo. Sigue paseando sus manos por el resto de mi cuerpo. Se yergue, rodea mis pezones y acaricia mi vientre laxo. Retrepa por mi torso. Se apoltrona sobre mi pecho. Me toma con sus manos por la nuca y me obliga a mirarla fijamente a los ojos. Y veo ahora a una mujer nueva, a una mujer real, que es en verdad una mezcla de todas las mujeres reales que he conocido. Y sigue trepando. Y ofrece su pubis a mi boca. Y un impulso me impele a devorarlo. A besarlo. A lamerlo. A aspirarlo. Se entrega ella con una bacanal de contoneos. Y empiezo a disfrutar ahora del sexo sin sentirme sucio. Y descubro que todo lo vivido hasta ahora no era más que un sueño. Otro sueño.

Y mi nueva erección es en realidad la primera. Y ella, que lo nota, despega su sexo de mis labios, desciende poco a poco por mi cuerpo, y se acopla a mí con una ternura exquisita. Y una vez me tiene dentro, vuelve a mirarme. Y a besarme.

Entonces cierra los ojos. Y empieza el baile. Y yo la abrazo y la dejo hacer. Y acompasándome a su manera de hacer las cosas, descubro que el verdadero disfrute empieza donde empieza el suyo. Y juntos gozamos. Y a mis caricias, ahora sí, corrresponde ella con otras igualmente intensas. Y nos corremos. Cada uno a su ritmo. Cada uno en su momento. Porque esto es un sueño basado en hechos reales. Y la realidad, a veces, es mucho más bella que las ensoñaciones.

Le doy las gracias por su realismo y su comprensión. Me ducho, me visto, y en un suspiro estoy de vuelta en el vagón-sofá. Y oigo a mis hijos que me llaman. "Papa, a comer!!!" Y me invade un alud de sentimientos encontrados...

Romita, día 15 de confinamiento
Ayer fue un día intenso en el plano emocional.

Me sentí mal por una forera en particular. Triste, mejor dicho. Odio las discusiones.
Y sin darme cuenta, se me fue instalando un peso en el estómago por este y otros motivos personales. Y hoy me he levantado con muy mal cuerpo.

No quiero que sea un lunes de mierda, pero tiene mala pinta. Y encima Aston sufre una pérdida. Y veo los ánimos alicaídos en mucha gente. Aquí y en mi círculo. Espero que la cosa mejore. Porque hoy me ha quedado una entrada de diario de puta pena.

Pero como dice Petrov, hay que ser optimistas. Y quiero que me invada el buen rollo de Medio Siglo. Y la tenacidad de Ptha. Y el sosiego de Xasel. Y el buen rollo de todos los foreros y todas las foreras que pasan por aquí para ver el panorama desde un prisma distinto.

Sí, el día 16 va a acabar mucho mejor de cómo ha empezado. Lo sé. Mucha fuerza, gente!! Ya va quedando menos...

Se ha hecho viral este tema y actuación de Los Secretos: Pero a tu lado

Si esta canción ya era vuestra, ahora la habéis convertido en un himno de esperanza. Para nosotros es un orgullo que la obra de Enrique sea utilizada en diferentes campañas de motivación en esta situación tan extraña para todos. En nuestro deseo de seguir a vuestro lado, hoy rescatamos este video de 2017 con el que queremos aplaudir a todos los niños, a toda una generación que harán nuestro mundo mejor.

#yomequedoencasa

https://www.facebook.com/lossecretos/videos/234531304400757/

Se ha hecho viral este tema y actuación de Los Secretos: Pero a tu lado
Si esta canción ya era vuestra, ahora la habéis convertido en un himno de esperanza. Para nosotros es un orgullo que la obra de Enrique sea utilizada en diferentes campañas de motivación en esta situación tan extraña para todos. En nuestro deseo de seguir a vuestro lado, hoy rescatamos este video de 2017 con el que queremos aplaudir a todos los niños, a toda una generación que harán nuestro mundo mejor.

Romita, día 15 de confinamiento
Ayer fue un día intenso en el plano emocional.

Me sentí mal por una forera en particular. Triste, mejor dicho. Odio las discusiones.
Y sin darme cuenta, se me fue instalando un peso en el estómago por este y otros motivos personales. Y hoy me he levantado con muy mal cuerpo.

No quiero que sea un lunes de mierda, pero tiene mala pinta. Y encima Aston sufre una pérdida. Y veo los ánimos alicaídos en mucha gente. Aquí y en mi círculo. Espero que la cosa mejore. Porque hoy me ha quedado una entrada de diario de puta pena.

Pero como dice Petrov, hay que ser optimistas. Y quiero que me invada el buen rollo de Medio Siglo. Y la tenacidad de Ptha. Y el sosiego de Xasel. Y el buen rollo de todos los foreros y todas las foreras que pasan por aquí para ver el panorama desde un prisma distinto.

Sí, el día 16 va a acabar mucho mejor de cómo ha empezado. Lo sé. Mucha fuerza, gente!! Ya va quedando menos...

Algo interesante es que unos de los días tuvimos una reunión del Departamento usando Zoom (magnífico), pero fue una reunión informal, un “cookie/breakfast time”, donde desde diversas partes del mundo nos vimos y hablamos mientras “compartíamos” galletas o en el caso de algunos, desayuno. Fue muy bueno como grupo. Lo mismo he estado haciendo con los de casa y mis 2 hijos que viven aparte. Gracias a la tecnología.

Gran tema que tambien sale en la gran peli española del 2000 "bailame el agua" que me encanto...

https://www.youtube.com/watch?v=Qw0YbnNAqYA

Justamente hice lo mismo y también a través e Zoom con un grupo de trabajao, pero en este caso compartimos birras..., cada cual la que quería/tenía. Yo fue con una Desperados y su toque de Tequila...

no tenías otra si lo lees rápido parece Desesperados