Aramis 43

Pero eso es de tráfico.

La policia local es diferente, no? admito que no domino el tema.

A mi todos los uniformes me dan miedo.

Xasel

Ya sabemos que el sentido común es el menos común de los sentidos...

Y si a eso le añades el uniforme...

Simon

Es en general, un poli por ser poli tiene razón sin entrar en derecho penal que es otro rollo.
En principio tienes las de perder.

Baja_19632

Un tonto amb uniforme es multiplica per 10
PD vaig a veure el play off d'ascens a segona A, l'any que ve derbi Sabadell - Espanyol, el Girona estará a primera

Sper

Aramis 43

Sort!

Baja_19632

Gràcies Aramis

Aramis 43

Enhorabona!

Ha anat justet eh!

Baja_19632

Gràcies Aramis, quin patiment, prórroga I pasem al ultim penal, uuuuuuuff quins nervis, el dijous tornaré a patir

Sper

pichita

Gran Maackay.Gran equip.Dijous per la Cultural.Vinga a per totes!

limon

Ahir, a la terrassa del cafè, veig passar A. Feia temps. Miro de passar desapercebut. Però em veu. Va amb la seva doneta. Criatures inseparables, enganxats sempre com si fossin siamesos. Cop a la meva esquena. La pandèmia. Maniobra de colzes. Riu. Aquelles ulleres, aquelles dents maltractades. Bla bla bla. Ho sap tot i no calla. ¡Però és que ho sap tot de tot! Una hora de rellotge. ¡Quina maaandra!

Manduca69

Buenos días a todos!!!! Estais preparados para otro confinamiento???? Creo que volveremos a tenerlo en breve...

Emma Dulce

Seguramente , pero que crees que cerraran Barcelona y la area metropolitana , Cataluña entera o toda España??

aver los acontecimientos

Abeja Maya

son dos semanas , máximo tres creo

En lo cual es obligatorio no quitarse la mascareta, pero tampoco es obligatorio quedarse en casa si hay motivos por el cual salir ejemplo TRABAJAR .

Claro que si no hay motivos para salir de casa es mejor quedarse dentro.

Donde esta fuerte el tema del virus por lo que yo veo es en aragón (Zaragoza), lleida.

mi humilde opinión y cada quien con sus responsabilidades y necesidades.

Baja_134832

Tengo una historia que contar y no sabía dónde ubicarla. Al final he pensado que aquí: porque esto es como mi segunda casa, porque esto es un cajón de sastre y porque la gente que pasa por aquí ya está acostumbrada a mis rollos y no le va a venir de uno más…

Lo que tengo que contar hace referencia a las experiencias. He leído infinidad de veces que, por norma general, los foreros que solo escriben expes positivas no son ni muy bienvenidos ni resultan de confianza. Yo soy uno de ellos. Porque desde que me di de alta en el foro, y esto es así aunque nadie se lo crea, solo he tenido experiencias positivas en mis citas.

Pero… no siempre fue así. Antes de dar vida a Romita, y antes de entrar en una etapa en la que única y exclusivamente reclamaba masajes eróticos (etapa que voy medio superando), acudí dos o tres veces a un servicio de escort.


Aquí, Romita Sr. rodeado de algunas de sus criaturas...

Confieso que en ninguna ocasión salí plenamente satisfecho, aunque bien es cierto que fue casi siempre por mi culpa. Pero confieso también que, una vez, la experiencia fue un completo desastre, y yo no tuve nada que ver. Si me lo permitís, aquí va el relato de mi experiencia negativa…

No la publico en ningún hilo de expes porque aunque recuerdo el nombre de la profesional, no sé ni si sigue ejerciendo…

Día laborable. De repente, se produce una concatenación de sucesos que redunda en la siguiente situación: tengo fiesta, estoy completamente solo y puedo realizar una escapada con toda la libertad del mundo durante la mañana. Ha sido algo repentino.

Me pongo muy nervioso. Porque yo, normalmente, planeo con mucha antelación mis escapadas. No es el caso. Son más o menos las 9 de la mañana. Entro en SMB, aunque no soy forero registrado, y busco a alguna profesional con la que ya he estado. Busco masajista, porque es lo que más me gusta. Todos los pilotos apagados, ni una sola luz verde. Aún así, envío algún Whatsapp (no llamo por lo intempestivo de la hora), cruzando los dedos para obtener una pronta respuesta. Espero un rato, y nada. No puedo esperar más.



Me voy a Nuevoloquo. Hago lo mismo y nada. Buscando y rebuscando, doy con una chica que atiende desde bien temprano. Es una mujer cubana, mulata (de jovencito me volvían loco, y pienso que por fin podré hacer realidad un sueño), pero no es masajista y atiende en una zona alejada del centro. Pero estoy tan desesperado porque no responde nadie, que también le envío Whatsapp. Y me responde de inmediato. En su mensaje, mucho “amor” y mucho “cariño”, algo que normalmente me hace sospechar, pero voy tan desesperado, que tiro para adelante.

Me da las señas y quedamos en una hora. Tengo apenas 20 minutos en coche, así que me regalo una buena ducha y me acicalo como hay que acicalarse. Estoy de los nervios.

La cosa empieza a fallar nada más llegar a la zona de autos. Ese barrio es el infierno del automovilista. No hay sitio para aparcar y, además, no hay ni un solo párking de pago en kilómetros a la redonda. Encima, la calle donde la chica tiene el piso está en obras, con una valla al principio del tramo. Después de dar cincuenta millones de vueltas y cuando apenas faltan dos minutos para la hora, estoy empapado en sudor y en pleno ataque de nervios.

En una de las vueltas que estoy dando, paso de nuevo por el tramo de la calle y hay un obrero al lado de la valla. Veo que a lo largo de la calle, a pesar de las obras, hay algún coche aparcado. Me paro y le pregunto: “oye, mira, es que tengo que hacer una visita en esta calle, será solo un rato, no encuentro sitio, y veo que ahora mismo no estáis trabajando con maquinaria…” “Pasa, pasa…”, me dice. “Sin problema, déjalo el rato que quieras, que hasta la tarde no nos vamos a poner…”



Joder, veo el cielo abierto. No acabo de fiarme, y como me casquen una multa o se me lleve el coche la grúa, me voy a meter en un problema de tres pares… Me santiguo, aparco, llamo a la chica (Dulce, se hacía llamar) y espero a que me conteste para que me dé la dirección exacta.

Me contesta rápido, con un tono de voz diría que desganado. Me dice el número de escalera y el piso. Cuando llego se me cae el alma al suelo. El bloque está destartalado. Da puro miedo.

Me abre. Subo. El piso, por dentro, no está tan mal. Pero sí muy desordenado… Me conduce a la habitación. Sospecho que vive aquí. Hay un gato rondando por el pasillo, pero ella ni se inmuta.

Entramos en la habitación. Imagino que lleva muy poco tiempo atendiendo aquí, y que ese piso no se ha utilizado jamás para estos servicios, porque parece el dormitorio de una adolescente. Solo falta un póster de Pablo Alborán. La cama es pequeña. No es individual, pero casi. Está cubierta por un edredón infantil de Ikea. La decoración es abigarrada. Una cómoda, un butacón que vivió tiempos mejores, un espejo redondo sobre una especie de escritorio, un perchero… Ropa por todas partes… Un completo desorden, vamos.



Dulce. Así se hace llamar la chica. Todavía no la he lamido, pero de buenas a primeras de dulce solo tiene el nombre, porque es seca como ella sola. No se parece mucho físicamente a las fotos que he visto hace un rato en el anuncio, aunque es ella, más que nada por un tatu inconfundible. Pero han pasado unos cuantos años… De veintilargos, como anuncia, nada de nada. Más bien treintaymuchos… Pero yo soy un pardillo todavía, físicamente me atrae bastante y, para qué me voy a engañar, no tengo lo que hay que tener para decirle que no me interesa y salir de ahí poniendo pies en polvorosa.

Me pide que le pague y le digo el servicio que quiero (de los dos o tres que ofertaba). Hace que sí con la cabeza pero me da que no me ha prestado mucha atención. Guarda el dinero e intenta quitarme el jersey. Le digo que primero quiero ducharme.

“Cómo quieras”, o algo así me dice. Como si fuera algo sumamente extraño, lo que le estaba pidiendo… Me da una toalla que allá por el Mundial del Naranjito debió ser de algún color identificable, y me acompaña a un lavabo con un embaldosado que ni en una peli de Almodóvar. Hago de tripas corazón y me ducho como puedo. Al menos la ducha está limpia.

Una vez duchado, me acompaña de vuelta a la habitación. Lleva Dulce un vestido de esos tan ajustados que pienso que, como se le escape al quitárselo, igual me salta un ojo del latigazo que va a pegar.



No me pide que la desnude ni nada por el estilo. De hecho, me deja de pie al lado de la cama, aparta el edredón de un tirón, se quita el vestido (con mucha traza, todo hay que decirlo), se despoja de la ropa interior y se me planta delante como dios la trajo al mundo.

Reconozco que me quedo atontado con sus senos. Son de tamaño medio, pero lucen unas aureolas gigantescas y unos pezones que son en realidad armas arrojadizas. “Puedes tocarlas, mi amol”, dice con un tono similar al “Su tabaco, gracias”, que mana del altavoz de las máquinas expendedoras de cigarrillos. Ya veo que ella no le va a poner mucha pasión al asunto, pero no sé, esas tetas me están volviendo loco, y me lanzo desesperadamente.

Se las sobo, se las como y ella, al cabo de un rato, se arrodilla en el suelo y se mete mi cosilla en la boca. Inicia una felación exenta de cualquier atisbo de erotismo o ganas de agradar. Sin embargo, como tiene unos labios gruesos y muy apetecibles (en honor a la verdad), yo cierro los ojos y, como imaginación no me falta, imagino que Dulce se lo está pasando en grande, como si chupara un Calippo.



Yo estoy acostumbrado a los masajes y, en caso de haber francés, siempre es el colofón de la visita. Esto de empezar de buenas a primeras con la succión es nuevo para mí, y noto que me voy a correr en cuestión de segundos, así que le pido que pare. Me estiro en la cama y ella hace lo propio. Como soy un pipiolo educado, le pregunto si le importa que yo le practique un cuni. Me dice que por supuesto.

Se patiabre y allá que me lanzo. Dulce es una muchacha limpia, eso es así. Y, de entrada, el manjar que pruebo me parece exquisito. Me pongo manos a la obra con fruición, hundiendo la cabeza en su sexo, y aferrándome con las manos a sus muslos. No noto ningún tipo de reacción, y aquello está relativamente húmedo. Vamos, que no es un manglar… No, si ya sé yo que no soy un experto en estas lides…

Al cabo de un rato levanto la cabeza y la veo mirando al techo. Quiero parar, porque de repente me ha venido un olor raro. Además, ella tiene la misma cara que cuando entré. Su rostro es de una impavidez acojonante. Parece despistada, me mira al notar que he parado y entonces me dice algo así como “sigue, mi amol, no pares!!”. Con el entusiasmo con el que una candidata al Oscar a mejor actriz aplaude a su rival cuando es su nombre el que pronuncian tras rasgar el sobre… “Es igual, mejor lo hacemos ya, ¿vale?” yo siempre educado y preguntándolo todo, que a veces hasta debo parecer tonto…

“Como tu quieras, amol”. Y se levanta, se va a la mesilla, saca una caja de preservativos, rasga uno y me lo lanza. Yo, obediente, me lo pongo, y entonces ella va y se pone de rodillas sobre el colchón, ofreciéndome directamente un cuatro patas.



En ese momento no caí, pero a posteriori todo me quedó meridianamente claro. A Dulce yo no le gusté lo más mínimo. Y, ya que teníamos que follar, prefirió ponerse así para no verme la cara. Vamos, como que dos y dos son cuatro…

Total, que como ya estoy en faena, y me empieza a dar todo lo mismo, pues me coloco detrás de ella y empiezo a empujar. Al principio ella adorna la escena con los típicos “sí mi amol”, “uh!, qué bien mi amol” y frases por el estilo, todas ellas pronunciadas de esa forma alegre y vivaracha que recibes, por ejemplo, cuando das parte a tu compañía de seguros por un accidente de tráfico.

Pero, de repente, noto que Dulce se calla. Se apoya en los codos y esconde la cabeza. Y aprieta el culo. En ese momento noto que me voy a ir, pero como aún falta una media hora para acabar el tiempo, pues decido salirme. ¡Maldita la hora!

De entrada, ella se empieza a balancear adelante y atrás, todavía de rodillas, y a cagarse en mis muelas, con palabras educadas, eso sí. “Pero por qué, mi amol, que hases, por qué te vas…”. Me dice que estaba a punto de correrse, que la he dejado con la miel en los labios. Yo alucino pepinillos, evidentemente, porque entre su silencio y su postura yo pensaba que le estaba rezando a algún dios y pidiéndole por favorcito que yo desapareciera de su vida lo antes posible… Pero, mira por dónde, resulta que Dulce estaba a punto de correrse. Joer, si ya digo yo que soy un desastre para interpretar las señales que provienen del sexo contrario…

La verdad es que Dulce, después de abroncarme, está como temblequeando, y esa sensación la conozco bien, porque alguna vez me ha pasado. Eso de estar a punto de explotar y tener que parar de pronto por la razón que sea. Me siento fatal, pero el malestar dura poco porque lo que acontece a continuación dibuja un paisaje totalmente nuevo.

De repente, Dulce baja la vista hacia mi miembro, dibuja una mueca sorprendida con su rostro (todo lo sorprendida que puede parecer una persona con un rango de expresión tan variado como el de Terminator) y dice: “Ups, me vino”.



No sé de qué me habla, así que yo también bajo la vista y a punto estoy de proferir un grito. El condón que cubre a mi herramientilla esta empapado con un coágulo de sangre de aspecto gelatinoso… En ese preciso instante recuerdo el olor extraño que empecé a sentir mientras recorría con mi lengua la hucha del pecado, y me viene una arcada…

“Si te da asco no lo hacemos más, mi amol, si no te importa”, me suelta. Y, ni corta ni perezosa, y sin mostrarse azorada ni tan siquiera un poquito, me quita el condón, coge una toallita, y me limpia a mí y se limpia a ella.

Tira la toallita en una papelera que había bajo el escritorio, y me dice si quiere que acabe haciéndome una paja. “Va, y te corres en mis tetas”, o algo así me soltó.

La verdad es que yo seguía trempado, cosa que, a toro pasado, me sorprende en grado sumo. Total, que me cogió la verga y empezó a agitarla con el mismo énfasis y la mismo pasión que había mostrado durante toda la cita (me recordó al abuelito de Heidi ordeñando a las cabras). Pero yo había ido allí a lo que había ido, y ya no podía salir sin descargar. Desvié la vista porque la verdad es que su mueca aburrida me desmotivaba y justo en ese momento… ¡zas, el gato de antes se sube a la cama, se pone a pasear tan ricamente, se para en el centro y comienza a lamer una manchita húmeda que había quedado justo donde minutos antes yo estuve practicando espeleología!

Yo ya ni me molesto en comentar nada, porque lo que único que quiero es correrme a toda ostia y salir de allí cagando leches. Así que cierro los ojos, imagino que en lugar de Dulce la que le está dando al manubrio es Bella (nombre inventado) y, al cabo de unos minutos, esparzo mi semilla por sus tetas. Sé que fue sobre sus tetas porque en ese momento sí abrí los ojos. Por la cara que puso, deduzco que le maravilló la escena. O a lo mejor le produjo arcadas. O quizá ni se enteró de que me estaba corriendo. No sé, la expresión fue tan potente que todavía estoy hecho un mar de dudas…

Le di las gracias por todo (yo soy así). Me vestí a toda ostia (pasé de ducharme, lo admito). Salí a la calle y, por suerte, el coche seguía allí. Volé hasta casa, puse en marcha el ordenador, entré en el foro y abrí el blog de una forera que por aquél entonces me ponía a mil (todavía me pone, porque todavía está). Me saqué el cimbrelillo y admito que me hice una paja descomunal imaginando, ahora sí, su expresión amable. Tan solo eso. Me supo a gloria.



Me pegué una ducha reparadora y me juré a mí mismo que nunca más iba a pasar hambre… digo… que nunca más iba a pasar por algo similar. Y por eso, desde entonces, procuro ir sobre seguro.

Sin embargo, habrá quien siga creyendo que no puede ser que todas mis citas me vayan bien… Me la pela

Aramis 43

Qui no té feina el gat pentina

Parece ser que hay alguien aburrido que se dedica a cotillear lo que hacen los demás.
Tiene cojones la cosa.

Nada tiene que ver con el foro, (o sí, vete a saber si no escribe y solo mira )
El hecho es que se me ha pedido por un conciudadano de mi población, que quite una imágen que ayer aporté en este hilo.
Una gilipollez, porque no era una foto que yo hubiese hecho, era una imágen que corre por la red a vista de todo el mundo.
Pero ya que se me ha pedido educadamente y por favor, así lo he hecho.

Bueno... ha de ser muy triste tener que chivarse de lo que ni le va ni le viene. Una pena de vida. Muy triste la verdad.

Y como supongo que seguirá leyendo, aunque no tenga huevos de hacerlo a la cara, me tomo la licencia de dirigirle unas palabras.

Aviam tortell! El que jo faci o amb qui em surti dels pebrots anar al llit es cosa meva. A ningú he de donar explicacions.
Me la pela el que penseu tu i els ganduls que en vers de pencar os dediqueu a xafardejar el que fan els altres.
Imbécil!

Alé, ja está. Me he quedao a gusto.
Como si a mi me importara algo la vida de los demás. Que los zurzan!

La cosa a venido a cuento al comentar con un funcionario (el rango me lo reservo) sobre la multa que ayer me metieron. Y que yo pretendía al considerar que era injusta y con abuso de autoridad que se anulara. Hecho que no ha prosperado.
Mi sopresa ha sido al comentarme que le había llegado el aviso de que una imágen atentaba al honor de la población.
Mis ojos claro como naranjas.
- Pero que dices?
Na... hemos estado hablando un buen rato y al final me ha pedido amablememte que la retire.
En fin...
Es un pequeño comentario que no tiene mucho más recorrido, pero solo lo he puesto para que comprovemos hasta donde llega la estupidez humana.

En cuanto a la multa, he estado pensado a fondo y he tomado la decisión de recurirla hasta donde haga falta.
Me cueste lo que me cueste. Ya es cuestión de principios.
Para mi es injusta, por lo tanto hasta el final!

Y ahora para el lector anónimo y desconocido le dedico un video. Con dos cojones!
Así ya tendrá tema para chivarse y cotillear con las beatas del pueblo.

medved69

o yo tengo problemas de comprensión lectora, que va a ser que no, o algo no me cuadra..te pide alguien que quites algo del foro, y lo haces con una diplomacia exquisita..pero en ese caso es evidente que conoce el foro, esto es como casos conocidos de encuentros del foro en quedadas oficiales, y tú qué haces aquí, pues lo mismo que tú., y unas risas y unas cervezas...espero que grifols arranque de una puta vez..por gráfico se debería ir a 40 en unos meses, pero la gente prefiere casinos...

Liptor 2.0

Yo cambiaría el titulo del hilo a "diario de un confinamiento y vuelta a la fase 2"

Como molan los chicharros... quien va a comprar Grifols teniendo Sabadell, deoleo, día...y ya lo de Hertz es otro nivel....ains se me caen los lagrimones recordando la seda de Barcelona cuando iba al Pryca...

Ptha

Pues nada, ya puedes revisiones la película de don erre que erre que algunos no habrán oído ni mencionar, pero hace gala de la cabezonería española, donde los más orgullosos en lugar de decir un simple no, te sueltan un" si por mis cojones"