Desesperado, el Jefe mira el reloj, y temiendo ya que su secretario no llegaría a tiempo con
la carpeta de informaciones cruciales para la reunión de directorio que estaba dando inicio,
toma el móvil y llama al irresponsable:

- 'HOOLA!'
pero atiende una voz de nene... bajito... casi un susurro...
- 'Hola... tu papá está?'
- 'Tá...' – responde susurrando.
- 'Puedo hablar con él?'
- 'No.' – le contesta bien bajito.

Medio descorazonado, el jefe trata de hablar con un adulto:
- 'Bien y tu mama?... Está por ahí?'
- 'Tá.' – Responde susurrando
- 'Ella puede hablar conmigo?'
- 'No... ma tá ocupada.'
- 'Hay alguien más ahí contigo?'
- 'Tí...' - susurra.
- 'Quién?'
- 'La politía...'
Sorprendido, el jefe continúa:
- 'Qué está haciendo la policía allí?
- 'Tán convetando co’mi papi, co’mi mami y co’m bombelo'...
En esto oye un gran ruido del otro lado de la línea... el jefe pregunta asustado:
- '¡¡¿ Que ruido es ese?!!'
- 'É’ licópito'
- 'UN HELICÓPTERO.. . AHH?!!!'
- '...tí... y co’muto teñore politía.'
- '¡¡¡VIRGEN SANTA!!! QUÉ ESTÁ PASANDO AHÍ?!!!' – El jefe pregunta desesperado. ..
...la vocecita susurra con una risita maliciosa..:
-...me’tan bucando.'

El verano pasado, cuando la podadora de jardin estaba rota y no se presentaría el jardinero,
Sara insinuó a su marido Juan que tenía que arreglarlo.
Sin embargo, por alguna razón el marido no quería hacerlo.

Finalmente Sara pensó en una forma inteligente de hacer que su marido lo haga.
Cuando llegó a su casa Juan ese día,
encontró a Sara sentada en la hierba alta afanosamente recortándola con unas pequeñas tijeras.

El la miró en silencio por un corto tiempo luego entró en la casa y Sara pensó que no había fracasado en llamar la atención de su marido.
Pero él a los pocos segundos volvió a salir y le entregó un par de cepillo de dientes diciendo:
"Cuando termines de cortar el césped, también podrías barrer las aceras.