Furbi ya nació raro A su madre le tuvieron que hacer un gran corte para que pudieran salir sus enormes orejas Y nació con tanto pelo que en su primer lavado ya tuvieron que poner champú Y daba miedo con sus ojos tan abiertos

Furbi creció en un ambiente apacible. Una familia respetuosa, un entorno agradable. Y a pesar de la crueldad de los niños del colegio, Furbi demostró desde su más tierna infancia unas nobles cualidades: una bondad infinita y una paciencia extrema

Era un alumno aplicado, pero no el mejor. Era respetuoso con los maestros, pero no un pelota. Su actitud siempre se dirigió hacia el correcto comportamiento, pero siempre pasando desapercibido. No fuera que, además de su singular físico, se añadiera una singular personalidad.

Con su aspecto, era difícil que Furbi ligara Y a pesar de que las chicas lo apreciaran por su buen talante, ni locas se acostarían con él Y no tanto por su fachada, ya que más de una sentía cierto morbo por Furbi No lo hacían por vergüenza. ¿Qué iba a pensar el instituto de aquella chica que se fuera a la cama con Furbi? Quedaría apartada completamente de la vida social del insti

Así que Furbi pasó su adolescencia matándose a pajas y soñando con una chica completamente depilada que quisiera estar con él

Recién cumplidos los 18, se fue con unos amigos a una fiesta en Foroville. El gran solar donde se celebraba la fiesta estaba lleno hasta los topes. El grupo “Gatos descarriados” tocaba con más voluntad que acierto ritmos llenos de vitalidad. La juventud vibraba con la fiesta. Pero Furbi quedó paralizado por unos minutos

Allí, en la barra, estaba ELLA Sola. Mirando distraídamente el festival. Con una preciosa sonrisa. A Furbi le pareció la mujer más hermosa que nunca había visto En un instante sus miradas se cruzaron. Los dos se contemplaron mutuamente. En aquel momento, un intenso voltaje se entrelazó

Furbi se acercó tímidamente, como la costumbre le había enseñado, pero con la seguridad interior de que esta vez no sería rechazado Se presentó a la chica y ella le respondió:

“Yo soy Furbia, y me parece que somos dos almas gemelas”

Al final de la noche, alejados del gentío, se desnudaron en medio del bosque y perdieron la virginidad con todo el pelo enredado Aquello sería el inicio de un amor sin fin

Furbi y Furbia se casaron, fueron a vivir a Foroville y tuvieron varios Furbitos, todos ellos peluditos, con ojos vivarachos y enormes y puntiagudas orejas

Para ganarse la vida, Furbi aprovechó su máxima cualidad: su carácter extremadamente discreto. Y si en algún oficio la discreción tiene que ser máxima, es en la de detective. Y, además, ¿quién va a pensar que un individuo con su raro aspecto y su mirada tierna encubre a un sagaz investigador?

Y así fue avanzando en su profesión. Y como en Foroville cada vez había más trabajo, acabó fundando la empresa “Furbi detectives”, que alcanzó un gran éxito

Furbi amaba locamente a Furbia Pero en Furbi siempre quedaba el interrogante de “cómo debe ser follar con una mujer sin pelo” Así que un día fue a Barnaville y contrató a una dama de compañía. Y lo pasó realmente bien Y esta vez no tuvo que estar 5 minutos desenmarañando el pelo enredado A Furbi le pareció agradable y pensó que lo repetiría de forma intermitente

En estos últimos meses Furbi anda muy preocupado Furbia ha tenido que desplazarse a Madville, donde su anciana madre está sufriendo una larga y penosa enfermedad Como sus hijos ya estudian en la universidad, la casa se le cae encima ante tanta soledad Ha tomado una suite en el Sensual Palace donde se siente más acompañado por los huéspedes. Pero está pasando un mal momento con su negocio La delincuencia en Foroville está aumentando sin control y él no acierta a poner remedio.