piojoverde

Aunque cuento con muchas experiencias en este mundo de dominas y sumisos, es la primera vez que me animo a contar una de ellas en un foro. Perdonadme pues, si no lo hago todo lo bien que se espera.

Como bien decís no es fácil encontrar una ama o sumisa, que aunque no este en esto por vocación, al menos se entregue en las sesiones y no se limite a pajearte o a recibir cuatro azotes y cobrarte la pasta. La experiencia que os cuento es todo lo contrario.

Me llamo la atención el relato de Nacho Vermell sobre Vanesa. Parecía que había encontrado una Ama verdaderamente implicada en su trabajo. No pretendo elaborar un formulario, pues ya esta elaborada en la sección de Chicas de < 100, sino contar aqui mi experiencia y animar el hilo...

Me fue fácil contactar con ella y concerté una cita par el pasado viernes 14 de junio.

Os dejo el link de su página web donde también esta su teléfono:

http://sensacionesbdsm.blogspot.com.es/p/vanessa.html

Sara ......... 631296785
Vanessa ... 629431934

Me recibió en su apartamento privado en la zona de Berlín/Nicaragua. Tal como habíamos acordado, me recibo vestida para la ocasión: zapatos de tacón, medias negras, vestido de látex ceñido al cuerpo y guantes. Me impresiono, pues es bastante alta, más encima de esos tacones; de complexión robusta y formas realzadas por su ajustado vestido; melena oscura, correctamente maquillada y unos pechos que sobresalían de sus escote, de los que no pude apartar la mirada.

Yo había hablado con ella un servicio de sado erótico, de “promoción” de 80 €. Antes de nada, correcta y amablemente, me enseño la sala, me pregunto por mis fantasías, aunque me dijo que ella actuaba libremente, y acordamos una palabra de seguridad.

La sala esta dividida en dos partes, una con argollas en la pared, potro y otros “juguetes”, y otra con una cama con cintas a las que atar a los sumisos. Cuando vi la cama, mi imaginación voló, y le pedí por favor que me atara en la cama.

Después del aseo, me mando arrodillarme, se sentó en la cama, y me ordeno que le besara los pies mientras le sacaba los zapatos. Así, mientras me iba calentando, mi lengua recorría sus pies y tobillos. Ella, con el otro pie, me iba masajeando la polla. El roce del nylon de sus medias con mi cuerpo me estaba gustando. Esto duro varios minutos, hasta que mi polla estuvo bien tiesa.

Con los ojos vendados me ato a la cama. A partir de ese momento, las sensaciones de placer y dolor se mezclaron con locura: tan pronto notaba mi polla en su boca, como notaba su dientes mordiendo con fuerza mis pezones; o sentía sus pechos masajear mi cuerpo, mientras sus manos apretaban con fuerza mis huevos; o notaba sus labios rozar los míos, a la vez que sus dedos me pellizcaban.

Estaba llegando al éxtasis, cuando me saco la venda. Estaba de rodillas encima de la cama, con mi cabeza entre sus piernas y su coño a escasos centímetros de mi cara. Solo llevaba las medias. Me ordeno que le lamiera el coño, mientras ella se iba masturbando y acariciándose los pezones. Yo estaba inmóvil en la cama, con la polla tiesa y a punto de correrme, y ella arrodillada encima mío, casi asfixiándome, mientras le lamia el sexo. Si no bastaba con esto, tenia un pequeño látigo, con el que con cierto ritmo me iba fustigando.

Cuando vio que yo estaba casi en el final, se giro y sin apartar su coño de mi boca, casi en un 69 perfecto, me empezó a chupar de nuevo la polla hasta que me corrí.

Fue una sensación que hacia muchos meses que no había sentido, y creo que tardare en olvidar. Se me erizan los pezones cada vez que lo recuerdo

Al acabar, ya los dos mucho más relajados, estuvimos charlando un rato. De conversación animada, simpática y atenta. Un cielo de “ama” . Estuvimos mucho más de una hora. Lo mejor: la implicación suya dese el principio hasta el final; lo peor, que con los tiempos que corren, aunque la tarifa no es excesivamente cara, uno no siempre se lo puede permitir, aunque vale la pena poder estar de nuevo con este pedazo de mujer. Altamente recomendable