Sursum Corda

Victoria Colombiana – ¡A sus órdenes!

-Y no me vengas a decir ahora que mando y que no te dejo hacer nada.
-Es que…
-Es que NADA.

Vale, me callo. Pero ella no para de mandar en todo el encuentro, cortándome cualquier iniciativa o cualquier mínimo intento de cambiar su rígido guion, llegando a lo grotesco al gritarme, con los ojos inyectados en sangre:

-Quiero tu leche. ¡TE ORDENO QUE TE CORRAS AHORA!



CLIENTE ACONGOJADO : Yo mismo. De foros no hablé y de nicks, menos aún.

ELLA

Nombre "artístico": Victoria
Origen: Colombiana
Edad: 35 anunciados; son posibles.

Valoración de cuerpo:

Es alta (1m68 más tacones) e imponente, con anchas caderas y potente pecho. Las fotos son reales, pero con los retoques suficientes para que desaparezcan del todo las cartucheras y estrías de los glúteos, así como la rotundidad de sus muslos.

Su pecho es operado, con tacto duro y poca piel sobre el implante. Su cintura es estrecha y sin grasa. Con una toalla anudada bajo el pecho estaba bastante atractiva, como en alguna de sus mejores fotos con un vestido suelto.

Su sexo estaba afeitado y rascaba, pero no me atreví a quejarme (no fuera a ser que se cabreara).




Valoración de cara: Atractiva,con ojos marrones, pelo oscuro en media melena y boca de labios finos.
Valoración de carácter:. Correcta por teléfono, pero como un sargento con mala leche en vivo, cortante y rígida.
Vestimenta: Creo que llevaba lencería conjuntada, pero en seguida fue al baño y volvió con una toalla.
Fumadora: No sé.

CONTACTO

Teléfono: 688347575
Web/Anuncio: http://www.slumi.com/victoria-un-lujo-de-mujer-quedaras-encantado-con-su-sensualidad-id-3aazj
Dirección: Diputació – Padilla, al lado de Glòries. Imposible aparcar salvo en parking.
Horario: De 11 a 20

LUGAR DE ENCUENTRO

Ambientación/decoración:

El edificio es del 1933 con piedra de talla, portal amplio y ascensor de época.
El piso, de muy altos techos y de un blanco clínico poco acogedor.
La habitación, a la derecha, es también blanca y algo desangelada. La colcha, cortinas, cojines y alfombra en el suelo son de un rojo intenso. El único mobiliario que recuerdo es la mesita sobre la que esperaban unos condones.
El cuarto de baño, algo vetusto y mohoso, tiene azulejos blancos. La bañera es correcta, aunque la cortina de tejido merecería una renovación.

Valoración: Correcto, pero poco acogedor, aunque en peores plazas hemos toreado.

JUEGOS

Fecha de la vivencia: Finales de octubre de este mismo año
Pacto: 100/h
Otras tarifas ofertadas: 60/media.
Duración real del encuentro: 55 min de portal a portal con dos duchas.
Besos /morreos? Furtivo contacto labial, pero eso no es lo que yo llamaría un beso. En algún momento me recriminó la humedad de mis labios, que se volvieron secos, antes de desistir de buscar cualquier beso.
Lenguas gálicas/garganta profunda? Su felación, inicialmente a pito descubierto, fue rica, cálida y de muy buen tono. Más tarde, tras un enfundado inesperado, pensé que no hay nada que simbolice mejor la decadencia que un condón sobre un pene arrugado.
Cunnilingus? Busqué su sexo, lo encontré y me apretó violentamente la cabeza contra su pubis hirsuto. Viví su explosión como una liberación (porque poco más y me ahogo). A pesar de sentirme como macho de mantis religiosa, me excité con ella.
Misionero? Me mandó que la follara y ME ORDENÓ que me corriera y que le diera toda mi leche. Como el insecto, no pude evitar obedecer y le entregué mi esencia.
Deja acabar en su boca? Hubo triste simulacro de francés completo.
Sexo anal? Anuncia que sí.
Permite segunda vuelta? Muy profesional, me preguntó si uno o dos, para organizarse el trabajo.
Sado erótico, arnés, fetichismo de pies, facesitting, fisting…? No me va nada de eso, pero lo propone y se la veía comodísima en ese papel de mando.

VENGA,CUENTA…

Buscando en Slumi, vi su anuncio que hablaba de “dulce personalidad, seducción y placer” y su perfil de mujer madurita, que prometía placeres compartidos. Encontré sus fotos en webs de categoría (girlsbcn, photoescort…) y pensé que eran fotos reales y que había actualizado recientemente su tarifa.

Me recibe con dos besos distantes con volteo rápido de mejilla, no fuera a ser que yo buscara beso frontal.

Pactamos tiempo, me envía a la ducha y observa que me lavo bien. Luego se refresca ella y regresa a la habitación:

-Túmbate en la cama boca arriba.
-Pero es que…
-Que te tumbes, que estás tenso –me dice, elevando el tono.

Intento incorporarme y besar, pero me empuja hacia la cama con un gesto de “estate quieto y déjame hacer”.

Me tumbo, pasivo, en plan estrella de mar y ella atrapa el micrófono, con una felación de muy buen tono. De sensualidad no hay nada en el aire, pero la mamada es buenísima. Lo es tanto que se me cae una lagrimita de gozo y ella lanza un “puajjjj” antes de enfundarme. Protesto porque no es lo mismo y pido cambio de actividad.

-Cómeme – me ordena- Pero no me pellizques el pecho ni me muerdas ni me aprietes el culo.

Y, tras una aproximación algo timorata (acongojado ante tanta exigencia, cuando no he hecho hasta el momento nada malo), voy a por ella y noto su cuerpo tensarse en espasmos, con su mano apretando mi cogote, mientras su voz sigue imperiosa:

-Sigue, sigue. No se te ocurra parar. Así, así.

Por suerte, se corre, me suelta y puedo respirar, ufff, antes de escucharla de nuevo en acción:

-Pon una pierna aquí y la otra acá. Ven aquí y fóllame.
-Pero…
-Que me folles, te digo.

Obedezco pues, entrando a satisfacerla e intento buscar en un beso algo de sensualidad. Victoria me rechaza, empuja mis hombros y, con vehemencia, insiste, mirándome con salvaje ansia:

-Que me folles. TE ORDENO que te corras ahora y me des toda tu leche. TE LO ORDENO

Yo me quedo callado y pienso en disfrutar lo que pueda, viviendo el orgasmo como una liberación y pensando “Coño, de la que me he librado”.

Victoria sigue con el imperativo: “Ponte aquí, relájate, estate quieto”, ante lo cual me da ataque de risa y le digo que a mí no me va este rollo de sumiso y que a ella le gusta demasiado mandar.

Intenta dulcificar el discurso y cambia el “quédate quieto” por el “quédate quieto, cariño, que ahora te doy un masaje”.

Declino la oferta y me enfila un condón en el mustio pene, urgiéndome a espabilarme para el segundo. Pero sin ninguna sensualidad y con el quitamiedos, la excitación está lejos.

“Tú lo que necesitas es una buena chupada”. Es imposible entenderse, estamos en longitudes de onda diferentes, pero he de reconocer que lo hace bien y, pensando en otros momentos más sensuales, me vengo arriba.

-¿Lo ves? Decías que no tenías sensibilidad ... y se te ha puesto como el palo mayor de un barco velero, estandarte de la turgencia vigorosa, admiración del lumerío, honra y prez de la virilidad triunfante. [Esto no lo dice, sino que lo añado yo, para dar un toque poético-jocoso a un relato con poca gracia].

Intento abreviar con una pajuela, pero me vengo abajo al escucharla de nuevo: “Córrete, Sí, ahora, te vas a correr ahora y me vas a dar toda tu leche”.

-Yo sé mantenerla dura (me dice, pero escucho “no sabes ni masturbarte”). Túmbate y déjate hacer, que, si no, no vas a poder.

Durante un instante, con un poco de imaginación, entro un poco el juego (mirada sensual, caricia suave y beso sin ascos) y consigo excitarme. Me masturbo para acabar rápido y, como ella lo propone así, pido sus labios para acabar en fuego de artificio.

Cuando estoy a punto, mi pene choca con sus labios cerrados y salpico barbilla, cuello y pecho. Yo me quedo con un orgasmo a medias y ella sale disparada hinchando los carrillos como si hubiera recibido la visita de la central lechera asturiana. Es un simulacro de francés completo, que me ha cortado en lo mejor de la corrida.

Me visto en silencio y con un “buenas noches” marcho rápidamente de allá.


Valoración de la implicación: A su modo (servicio de dominación y acojone), que no es el mío.

Valoración final: (lo mejor/lo peor)

¿Lo mejor? Que me he dado cuenta de que la dominación (al menos hecha así, sin gracia y a contrapelo) no es lo mío.
¿En lo malo? Es como hacérselo con un sargento que te quiera hacer saber lo que es la disciplina.
¿En lo pintoresco? Nunca me habían gritado eso de “Te ordeno que te corras”


Nota: Las imágenes han sido eliminadas por petición formal de la persona retratada en ellas.