29/06/2010, 00:31 | #61 |
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El jardin Perfumado
Escrito aproximadamente entre el año 1410 y el 1434 por el Jeque Al-Nafzawi "Has de saber, ¡oh!, Visir (¡la misericordia de Dios sea contigo!), que si deseas experimentar una cópula agradable, que proporcione igual satisfacción y placer ambas partes, es necesario retozar con la mujer y excitarla mediante mordiscos, besos y caricias. Vuélcala sobre el lecho, unas veces sobre su espalda, otras sobre su vientre, hasta que veas que ha llegado el momento del placer. Excítala besando sus mejillas, chupando sus labios y mordisqueando sus senos. Besa su ombligo y sus muslos y apoya una mano provocativa sobre el pubis. Muerde sus brazos y no olvides ninguna parte de su cuerpo. Tómala estrechamente hasta que ella sienta tu amor, luego suspira y entrelaza tus piernas y brazos con los suyos. Cuando veas los labios de una mujer temblar y enrojecerse, y languidecer sus ojos y hacerse sus suspiros más profundos, sabrás que desea copular. Éste es el momento para situarse entre sus muslos y penetrarla. Si has seguido mis consejos, ambos disfrutaréis de una noche encantadora que dejará un recuerdo delicioso. Por tanto, hombres, cuando hayáis conducido a la mujer a la condición favorable, introducid vuestro miembro, y si entonces os preocupáis por moveros de la manera adecuada, ella experimentará un placer que colmará todos sus deseos. No abandonéis todavía su pecho. Dejad que vuestros labios vaguen por sus mejillas y vuestra espada repose en su vaina. Tratad ardientemente de excitar su sexo y así vuestro trabajo será dignamente coronado. Si gracias al favor del Todopoderoso, lográis el éxito, tened cuidado de no retirar vuestro miembro. Permitidle que permanezca y apure la copa del placer. Prestad atención y escuchad los suspiros y quejas y murmullos de la mujer, puesto que ellos atestiguarán la violencia del placer que le habéis procurado. Alguien ha dicho: Si deseas copular, coloca a la mujer sobre el suelo, abrázala estrechamente y pon tus labios sobre los suyos. Luego apriétala, chúpala, muérdela; besa su cuello, sus senos, su vientre y sus flancos; estrújala contra ti hasta que el deseo la debilite y, al verla en este estado, introduce tu miembro. Si obras de este modo, vuestro goce será simultáneo, y ése es el secreto del placer. Pero si olvidas este plan, la mujer no satisfará su deseo ni obtendrá goce alguno. Y cuando el cese del goce ponga fin a vuestros juegos amorosos, no os levantéis bruscamente. Retirad vuestro miembro con circunspección, y permaneced con ella yaciendo sobre vuestro costado derecho en este lecho de placer. De este modo, todo saldrá bien, y no seréis como aquellos que montan a una mujer como lo haría un mulo, sin conceder atención a los principios del arte, retirándose y alejándose tan pronto como han eyaculado. Evitad un método tan burdo, que priva a la mujer de todo placer. Para resumir, incumbe al conocedor de la cópula no omitir ninguna de mis recomendaciones, puesto que de su observancia depende la felicidad de la mujer. No bebas agua de lluvia inmediatamente después del amor. Es aconsejable descansar después del amor y no practicar ejercicios violentos. Si deseas repetir el acto, perfúmate con dulces aromas y luego acércate a la mujer y alcanzarás un resultado feliz." Amaos los unos sobre los otros. Woody Allen
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09/10/2010, 21:38 | #62 |
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Los viajes de Dorian: Mi primera vez
Los relatos siguientes son reales y constituyen la narración de mis experiencias trans. Están escritos por mí en un foro de contactos transexuales, bajo el nick de Dorian. Como comenté en mi presentación, me hubiera gustado poder adoptar el mismo nombre de usuario, pero ya estaba cogido. En fín, espero que os gusten: http://www.taiakashemales.com/cgi-bin/yabb/YaBB.pl?num=1258933103/14#14 (es posible que necesitéis registraros para poder leerlo allí.) Hola a tod@s. Me llamo Dorian y soy nuevo en el foro. Pese a ello y con el permiso de los administradores del mismo, desearía poder compartir con vosotros mi primera experiencia en este mundo. Nunca antes había tenido ninguna experiencia homosexual de ningún tipo; sólo había estado con chicas. Pero hacía tiempo que venía fantaseando con la idea de estar con una trans y, después de un par de intentos fallidos, al final lo he hecho. Fue hace muy pocos días. Antes de tomar una decisión sobre con quién quería "estrenarme", llamé por teléfono a las que más me gustaban. Quería, más que nada, oír su voz; saber si me parecían simpáticas, por dónde atendían (si se trataba de un apartamento privado o un piso de trans), conocer las tarifas, y tal... Era una primera toma de contacto. Al final, la escogida fue Rafaely Dubenstay que, actualmente, se encuentra en mi ciudad. La había visto en vídeos por internet y siempre me ha parecido una de las más sexies. No había relatos sobre ella en el foro pero, a pesar de todo, decidí intentarlo. Acto I: Rafaely Cuando la llamé, Rafaelly me había comentado que atendía por la zona de Sagrada Família, en un piso particular. Así que me dirigí hacia allí y la llamé al móvil. Me dió su dirección, y me dijo que necesitaba unos diez minutos para arreglarse y que ella me llamaría para darme el piso. Y así lo hizo. Subí por el ascensor hecho un manojo de nervios y llamé al timbre. Al momento, escuché el ruido de unos tacones, acercándose. Entonces la puerta se abrió ... fugazmente, vi su cara y no pude dejar de exclamar, todavía en el rellano: - "¡Qué guapa!". Sobrepasaba todas mis expectativas. Tenía ante mí una de las mujeres más guapas que he visto en mi vida. Ella sonrió y me recibió con un piquito en los labios. Iba en ropa interior, con un conjunto que resaltaba su espléndida figura. Entonces, me cogió de la mano y me llevó a la habitación. La habitación era muy pequeña y no tenía espejos. Sí que había un televisor en el que ponían una película de shemales. Rafaely me preguntó si quería tomar algo: le pedí un refresco y ella fue a buscarlo. Cuando volvió, le comenté que era mi primera vez con una trans y que, por este motivo, prefería probar media hora y, si me gustaba, volver otro día. Ella accedió y me invitó a desnudarme. Empezamos a besarnos. Ella se movía muy despacio, como una serpiente. La besé en los labios, en el cuello, en el lóbulo de la oreja, en los pechos (tiene unos pechos preciosos)... Ella también a mí. Mientras lo hacía, no dejaba de acariciarme, como para tranquilizarme. Después de estar así un rato, se despojó de la parte de abajo y me mostró su sexo. Todavía no estaba del todo erecto pero, pese a todo, tenía un tamaño considerable; mucho mayor que la mía. Debo decir que no experimenté ninguna sensación de rechazo al ver sus genitales masculinos. De hecho, casi instintivamente, alargué mi mano y le acaricié. También le dije que no creía que éso me fuera a entrar a mí. Rafaelly cogió sendos preservativos, uno para mí y otro para ella, y volvió a besarme. Antes de que me diera cuenta, deslizó su lengua por mi cuello, bajó por entre mis abdominales en un movimiento zigzagueante y comenzó a hacerme una felación. Yo cogí sus manos y las puse sobre mi pecho, para que ella pudiera acariciarme el tórax. Al cabo de un rato, y no recuerdo muy bien a santo de qué, me miró a los ojos y me dijo: - "¿Sabes qué? Me encanta que me la coman." Me sorprendí a mí mismo cuando le respondí que si quería ponerse de pie para que pudiera hacerle el sexo oral de rodillas, a lo que ella accedió. Recuerdo que pensé "Dios mío, qué estoy haciendo". Pero ya no había marcha atrás. Primero, besé su polla que ya se había hecho mayor. Luego, le acaricié la punta con mi lengua y, a continuación, de forma y manera inexpertas, comencé a hacerle el francés; intentando mantener en lo posible el contacto visual y acariciando con mis manos el perineo y la cara interior de sus ingles. Después de un rato en esta postura, la tomé de la mano y la invité a sentarse sobre mí para que pudiera follarme la boca. Creo que éso la cogió desprevenida, cosa que diría que la excitó. Casi no me cabía en la boca. Empezó a metérmela cada vez más, en un intento de hacerme una GP, pero yo me ahogaba. Así que cambiamos a un 69. Luego se incorporó y me puso a cuatro. Con cara inocente, me dijo que estuviera tranquilo, que no tuviera miedo, que ella no iba a hacer nada que yo no quisiera pero que, si me dejaba, que no iba a perder la oportunidad. Mientras lo decía, deslizaba su miembro por entre mis nalgas, como si estuviera follándome; cosa que me puso a mil. Y la dejé hacer. Me dolía. Ella trataba de penetrarme despacio, pero me hacía daño. Estábamos muy quietos y yo notaba los movimientos de su pelvis que trataba de entrar en mí. No pude reprimir algún leve gemido de dolor mientras lo hacía. Empezó a besarme suavemente en el hombro,de manera muy cariñosa, mientras me embestía con sumo cuidado. Instintivamente, giré mi cabeza para comerle la boca. Yo estaba a cuatro y ella también, encima de mí. Y allí estábamos los dos, inmóviles, como dos animales. De repente, dejé de sentir sus besos y experimenté una sensación distinta. Miré por el rabillo del ojo y... no me lo podía creer, ¡me estaba marcando con sus dientes mientras trataba de montarme, como si fuera su presa! Sin duda, ésta ha sido la escena más erótica de toda mi vida. Como me seguía doliendo, cambiamos de postura y empezó a follarme de lado; bueno, a intentarlo. Pasé mi brazo por detrás de su cabeza para poder besarla mientras lo hacía. El tiempo se acababa, así que me masturbé mientras ella me besaba, esta vez, de manera muy apasionada. Cuando me levanté, ella me dijo: "Estás bueno, tío". No sé si lo dijo de veras, pero lo cierto es que oírselo decir a ella me puso el ego por las nubes. Como no había podido penetrarme, quedé en volver a verla, con la promesa de quedarme más tiempo. Me di una ducha y nos despedimos hasta la próxima. Acto II: Más Rafaely. Cinco días más tarde, la volví a llamar. Esta vez me llevó a otra habitación mucho más amplia, si bien tampoco tenía espejos. Me comentó que había llegado una compañera suya que estaba trabajando en la otra habitación y me preguntó qué quería tomar. Le pagué lo acordado y fue a buscar mi refresco. Estuvimos charlando un rato y me pidió que me desnudara. Le dije que tenía unos pechos preciosos y me pidió que se los comiera. Le pregunté si quería que le hiciera el francés sin y me respondió con seguridad: "Sí, quiero". Comencé de manera tímida, con besos y caricias; pero no tuve el menor atisbo de duda. En seguida la noté más cachonda, más cañera que la otra vez. Se puso de pie para que se la comiera mientras me acariciaba el pelo y me decía que estaba muy guapo. Después de ésto, volvió a mí, comenzó a meterme mano y, casi sin darme tiempo a reaccionar, cogió mis manos con las suyas y empezó a hacerme un francés; esta vez al natural. Yo estaba de rodillas sobre la cama y ella también, pero con sus manos entrelazadas sobre las mías. En silencio, sólo se oían los sonidos y chuperreteos de su boca. Estuvo un rato así y, cuando yo noté que se encendía la luz ámbar y traté de escabullirme, cogió mis manos con más fuerza y me dijo: - "Tú no te mueves de aquí". Así que me rendí y la dejé hacer, tratando de no correrme. Acto seguido me tomó, me tumbó sobre la cama y comenzó a follarme la boca en diferentes ángulos. Cuando le pareció suficiente, me pidió que me tumbara sobre mi pecho; y yo la obedecí. Entonces empezó a hacerme un beso negro para lubricarme. Hecho ésto, comenzó a penetrarme con sus dedos mientras besaba mi espalda, y me pidió que me relajara. Yo estaba tumbado en la cama, sobre mi pecho, con las piernas estiradas. Le pregunté si tenía que hacer algo y me dijo que no. En cuatro o cinco embestidas logró penetrarme. Sentí como si me rebentaran por dentro. Sus movimientos eran lentos, pero firmes y profundos. No pude evitar exhalar un gemido cada mez más fuerte a cada una de sus sacudidas, mientras ella me susurraba al oído y mordisqueaba el lóbulo de mi oreja. Traté de zafarme en vano, como víctima de un espasmo. Entonces ella murmuró en voz baja: "Y te estoy follando muy despacio". Y me dejé caer a su merced mientras ella seguía y seguía... No podía parar de gemir. De aquellos momentos, recuerdo ver sus manos. Recuerdo cómo me aferré a ellas, en un intento desesperado de encontrar algo de ternura, un gesto para conmigo. Pero ese día Rafaely no estaba tan complaciente. Más al contrario, puso su muñeca en mi boca y me dijo: "Muerde, si quieres" (lo dijo en portugués, pero la entendí). Entonces le dije: "Haz lo que quieras conmigo, Rafaelly". Yo sólo quería que ella me besara como la otra vez... Cuando estuvo satisfecha, paró y me pidió que le hiciera el beso negro. Supongo que de manera torpe, pero lo hice. También le introduje mi dedo meñique en su ano y comencé a describir movimientos circulares con él. Después, cambiamos y Rafaely me ordenó que me sentara encima de ella. Al principio me dolió un poco, pero se me pasó en seguida. Para entonces, yo ya tenía una única obsesión. No quería ser un polvo más; necesitaba que aquel polvo también la marcara a ella como lo estaba haciendo conmigo. Traté de apretar mi esfínter mientras botaba sobre ella, para ver si lograba que se corriera. Ella me dijo: "Estás botando tú". Y yo respondí algo así como: "No.. importa... Puedo aguantar.... Quiero que te lo... uhh.. pases bien... Quiero ... que te acuerdes... de mí". Entonces ella me soltó un pollazo que me hizo... uhh... callar. Fue como un latigazo, como un acto reflejo. Es la única vez que me penetró con cierta violencia o brusquedad. A continuación me pidió que me echara hacia atrás. Ahí pierdo un poco la noción del tiempo. Creo recordar que entonces tomó mis piernas y las puso sobre sus hombros. Noté cómo me penetraba más profundamente y se lo dije, con voz entrecortada: "Ahora sí que la siento muy dentro de mí". A lo que ella respondió: "¿Qué sientes?" Yo guardé silencio por pudor. No quería pronunciar esa palabra. Pero ella me inquirió, insistente, en tono imperativo: "¿Qué es lo que sientes?", repitió. Mientras lo decía, apretó con fuerza para obligarme: "Tu polla... Siento.. tu polla... dentro de mí". Entonces bajó mis piernas y me folló un rato en estilo misionero mientras me besaba. Complacida, me dejó y empezó a hacerme una felación. Fue entonces cuando me di cuenta de que me encontraba al borde de la cama y eché mi cabeza hacia atrás, extendiendo los brazos, mientras ella lo hacía; como si volara. Tenía casi medio cuerpo fuera. Nos incorporamos. Rafaely se sentó en la almohada y me pidió que se la chupara un rato. Bastante domesticado, me tumbé y traté de darle placer, mientras ella me miraba atentamente. Parecía disfrutar con la situación y sus ojos ahora parecían refulgir con cierto aire maligno. Pero seguía estando preciosa. Finalmente, me masturbé sobre su cara. Cuando me corrí, se apartó de un gesto y recogió mi semen con su mano. Inmediatamente, le limpié la mano y se la besé. Después, estuvimos un rato hablando. Me comentó que en breve se marcharía a Valencia. Luego me duché y nos despedimos. Me pareció una chica muy amable y simpática. Me alegro de haber conocido a esta preciosidad. Sin embargo, debo reconocer que me queda cierto sabor amargo. ¡Me hubiera gustado tanto que ella se corriera conmigo! No lo conseguí. Pero bueno, la próxima vez lo haré mejor. Rafaely, ¡cuídate mucho! Espero poder volver a verte pronto. Por siempre tuyo, Dorian. P.D.: Adjunto link de este pibón: http://www.taiakashemales.com/modelos/espana/rafaely_dubenstay.shtml For you my loba'
Última edición por Lautreamont; 09/10/2010 a las 21:56. |
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18/12/2010, 14:24 | #63 |
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Quiereme Asi......
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20/06/2011, 03:13 | #64 | |
Forero Bloqueado
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Vagina
Me encantan los coños. Jugosos, carnosos, sabrosos. Son la mejor degustación que puede tener un hombre en su paladar. Cada uno tiene su sabor, parecido pero distinto, característico de cada mujer, único, como la dueña que uno puede llegar a conocer. Recuerdo muchos coños, de hecho los recuerdo todos. Cierro los ojos y sus aromas me vienen a la cabeza. Fragancia embriagadora que me traslada a noches de pasión y perversión que me hacen suspirar debido a la nostalgia. Todos son especiales, todos pertenecen a un momento único e irrepetible debido a que ya ha pasado, y aún habiendo catado unos cuantos uno no puede dejar de desear de nuevos. Pese a ello, siempre habrá uno que puedo catalogar como el coño por excelencia, la vagina perfecta. Su color era ideal, rosada sin una tonalidad excesiva, ni demasiada estrecha ni demasiada ancha, con el tamaño adecuado, y con un jugo dulce y adictivo que casi era imposible de dejar de degustar. Sí, lo admito, me encanta comer coños. Se llamaba Jessi, la vagina no, sino su dueña, y la conocí en un bar del centro el pasado verano. Estaba deprimido y se acercó a mí para ver que me pasaba. Bebía y bebía para olvidar y encontrar una historia que narrar en el din-a4 del ordenador. No encontraba nada y después de auto compadecerme me besó para llevarme a su casa. No sé cómo llegué a situarme frente a tal perfección, solo recuerdo estar enfrente de sus labios inferiores, admirándolos, cautivado por su forma y su fisionomía, colocado por su perfecto olor y viendo como sus flujos empapaban la cama esperando a no ser desperdiciados. “Hazla disfrutar” sonó de más arriba, y sin pensarlo dos veces la besé mientras mi lengua recorría su interior. Se arqueaba, jadeaba, parecía disfrutar y no quería que parase. No lo hice. Fue un beso largo, intenso, hasta que después de un tiempo que no calculé su parte más íntima explosionó en mi órgano bucal empapando mi barba. Exhausto, mojado, marcado con su olor. Fue mi dueña por unas horas, la perversión y la depravación nos acompañaron en nuestra intimidad, pecando y condenándome al infierno de por vida. Valdrá la pena estar entre llamas. Su textura era suave aparte de húmeda, me apasionaba, era un sin parar de deseo, de anhelo de una polla en su interior aunque se hubiera satisfecho tres veces. La lujuria en forma de obertura. Querría volver a encontrarla. Pactaría con el diablo condenándome al instante a acompañar a Lucifer en sus quehaceres diarios realizados entre calor y llamas, y es que si la perfección existe estoy seguro que tiene forma de mujer, o al menos de una parte de ella, la vagina de Jessi. Última edición por kepaa; 20/06/2011 a las 03:27. |
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21/12/2012, 16:43 | #65 |
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Las aventuras y desventuras de Elgrancarlini
Esperando mi turno. Hace cinco años atrás, era un domingo por la noche, estábamos un amigo y yo en una disco, arrastrando nuestros cuerpos ya que llevábamos 2 días sin dormir, y ya no había droga que nos pudiese hacer revivir, apoyados en la barra sin poder dar un paso de baile ni bien ni mal, mi amigo marcho al lavabo y al regresar me dijo: > AMIGO: oye vamos a tu casa? > YO: para que. > AMIGO: vamos a tu casa a follar con una tía. > YO: no puedo yo me voy a ir a dormir que maña a las 8 de la mañana tengo que entregar el coche al mecánico, porque no te la llevas a la playa a follar? > AMIGO: pero no ves que esta lloviendo, va por favor que follaremos los dos. > YO: los dos a la vez? > AMIGO: no, primero yo y luego tu. > YO: no se yo, mañana tengo... > AMIGO: va si, nos hemos de ir sin que se entere el novio para que no nos siga. > YO: no jodas que hemos de despistar al novio. > AMIGO: si pero es tonto tu tranquilo. Salimos los tres de la disco, ella no estaba nada mal, 10 años mayor que nosotros, pero tenia un cuerpo muy follable, cogimos el coche y durante el corto trayecto yo miraba continuamente por el retrovisor para comprobar que no nos seguía nadie. Al llegar a casa, mi amigo y ella se metieron en mi habitación, yo me quede esperando mi turno sentado en el sofá viendo la tele, al cuarto de hora salio ella de la habitación y se sentó conmigo en el sofá, me subió la camiseta y comenzó a chupar los pezones, bajo con su lengua por mi pancita hasta mi bragueta y comenzó a chupar mi polla, de pronto, oímos un SSSS SSSS SSSS que nos interrumpió, miramos y vimos la cabeza de mi amigo que asomaba por la puerta del pasillo y decía: > AMIGO: que yo todavía no he terminado. Ella se levantó del sofá y fue hacia mi habitación con mi querido amigo y yo me quede sentado pensando lo carbón que era mi amigo y en las babas de el que me iban a tocar comer, me quede recaliente y esperando otra vez mi turno. lo siguiente que recuerdo fue que me desperté por la luz del sol que daba en mi cara, pegue un salto y exclame me cago en dios que me he quedado dormido y son las 9 de la mañana, me fui hacia mi habitación y los vi durmiendo en mi cama y les grite: > YO: me cago en la puta, levantaros, que llego tarde, venga a la puta calle, que encima me habéis quemado el parquet con los cigarros, que me he quedado dormido y no me habéis despertado. > AMIGO: lo siento yo yo yo. > YO: tu lo que eres un carbón nunca mas te hago caso carbón a la puta calle q llego tarde. Los tres nos fuimos cada uno por su lado. Pasaron unos meses y en un Pub me encuentro con ella y le digo: > YO: hola te acuerdas de mí. > ELLA: no. > YO: no te acuerdas que estuviste en mi casa follando con mi amigo tal. > ELLA: pues no la verdad. > YO: no? pues si que folla mal mi amigo, a mi no me obviarías tan fácilmente. > ELLA: quieres que nos vallamos? > YO: si, si no tienes un novio que nos siga, JA JA JA. > ELLA: no, vámonos. Salimos del Pub, en medio de la calle entre dos coches aparcados, ella me tiro sobre uno de los autos y empezó a comer mi boca, pasaba sus lengua por mis labios y volvía a meterla chupando mi lengua y mordiéndola, no se en que momento ella bajo los pantalones, se arrodillo y puso mi polla sobre su cara, se la refregaba como jabón, hasta que sentí su lengua húmeda sobre mi cabecita y comenzó a chuparme la polla, nos subimos al coche y mientras manejaba ella seguía con mi pija en su boca, al llegar a casa, la tire sobre la mesa, arranque sus bragas y puse toda su concha en mi cara, sentía toda esa calentura y mi pija por estallar, así estuvimos un buen rato chupándonos, sentía su lengua en mi culo y sus dedos queriéndome penetrar, sus lamidas me calentaban aun mas. es una chica guapísima, de muy buenas tetas y con unas ganas tremendas de follar pues estuvimos mas de 10 horas de sexo desenfrenado y ella pedía mas y mas, en una de esas ella me pide que pellizcara sus pezones, yo se los mordía pero quería mas entonces le puse dos pinzas de tender la ropa en cada pezón y otro en su clítoris mientras mi lengua la chupaba y la violaba, ella largo toda su lechita en mi boca y me pidió que la besara. Así hemos quedado, no nos buscamos, pero si nos encontramos repetimos. Polvo que no se da, polvo que se pierde para siempre. Última edición por elgrancarlini; 11/01/2013 a las 14:25. Movido por Lextor; 23/12/2012 at 15:47 desde Relatos Calientes "amor, erotismo, sexo, y pornos" |
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03/01/2013, 00:59 | #66 |
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Las aventuras y desventuras de Elgrancarlini
EL POLLON TORCIDO Os contare porque durante una temporadita mis amigos y amigas me llamaron POLLON TORCIDO, hola pollon torcido, que pasa pollon torcido, donde vamos pollon torcido, la familla que cogí me sirvió para que alguna que otra amiga quisiese descubrir el pollon torcido jejeje. Un jueves estaba mi mejor amigo en mi casa, y este se iba a una fiesta de 4 días, que yo no podía asistir, al despedirse en un possit y me dejo escrito su nuevo numero de teléfono móvil. Yo ese día salí por la noche a tomar unas copas, y en el Pub conocí a la cuñada de un conocido camello del local, estuvimos ablando nos caímos bien, y decidimos irnos juntos a mi casa, ella me siguió con su auto, al llegar a mi casa nos empecemos a conocer físicamente, en la habitación nos comíamos la boca, nos arranquemos la ropa el uno al otro, le pase mi lengua por sus labios vaginales, acariciaba su clítoris, y notaba sus jugos vaginales en mi boca, como yo no tomo coca, me puso la punta de mi polla del polvo blanco, y se lo comía como si fuese el último caramelo del mundo, también unto mi culo de polvo blanco y lo chupo y rechupo, le metí mi polla y practiquemos las posturas mas morbosas, yo estaba tumbado boca arriba y ella botaba sobre mi como una loca, comenzó a clavar sus uñas en mis hombros y se oía el chof chof al meter y sacar mi polla dentro de ella, tenia mi cara frente a la de ella y veía que sus ojos sobresalían mucho y se ponían blancos, mientras me decía, tu me ayudaras a cumplir mis fantasías, y se oía el chof chof chof mas rápido, y yo le dije que si, que quieres hacer, y me soltó, follarte en el cementerio, toma ahí me cague de miedo, le dije búscate a otro, y seguí metiendo y sacando mi polla dentro de su vagina, hasta que estuvo chorreando sus jugos, llena de gozo y de placer, quedo tan satisfecha que al marcharse me pidió el numero de teléfono y yo tumbado en la cama le dicte mi numero de TLF fijo, que tengo contestador, y ella cogió un posit y se lo apunto, mientras yo me quede pensando en lo del cementerio y en que bien que no se hubiese quedado a dormir conmigo, por que yo no hubiese podido pegar ojo. El mismo sábado tenia gravado en el contestador del TLF fijo dos mensajes calientes que decían AAA AAA quiero que me folle tu pollon torcido AAA AAA estoy calentísima quiero que me folles AAA, yo no le di demasiada importancia, hasta que a la semana siguiente, veo a mi mejor amigo, y me dice, mira tío que mensajes tengo grabados del fin de semana pasado mientras estaba en la fiesta, y me han dicho que te pregunte a ti, los escucho y eran mensajes idénticos que los que yo había recibido AAA quiero tu pollon torcido AAA y otra vez tu pollon torcido y le pregunto quien los ha escuchado, y me dice todo el mundo que estaba en la fiesta, y dije yo joder, la tía que me folle el otro día apunto mi teléfono en el mismo posit que me dejaste tu, tu numero de móvil nuevo, nos miramos y JAJAJA nos partíamos de la risa, con la chica volví a quedar unas cuantas veces mas en mi casa y no en el cementerio hasta que un día se presento en mi casa a las 3 de la madrugada y no la deje subir, porque tenia que trabajar, y por lo visto se mosqueo y a mi me quedo el mote de POLLON TORCIDO. Polvo que no se da, polvo que se pierde para siempre. Última edición por elgrancarlini; 11/01/2013 a las 14:38. |
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2 foreros han dado SmilePoints a elgrancarlini por este mensaje
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Cloe-X (07/01/2013), Uma BBW/XXXL (03/01/2013) |
22/01/2013, 06:45 | #67 |
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Las aventuras y desventuras de Elgrancarlini
Gracias Tundra Quiero agradecer a Tundra, todo lo que me ha dado en estos 9 años, de convivencia que llevamos, la compañía que me hace, la comunicación que existe entre los dos, ya que con las miradas nos comprendemos, también palabras, no ordenes, ni gritos, razona mas que muchas personas, le agradezco su lealtad, su nobleza, e inteligencia, y sobretodo le agradezco que me haya conseguido tantos ligues, mujeres que nunca se fijarían en mi, al ir yo acompañado de Tundra, me han parado por la calle, y comenzado a preguntar cosas sobre la perra, muchísimas conversaciones que comenzaban a sin, acababan entre las sabanas de mi cama, la perra es un imán con las mujeres, ella las atrae, y yo me encargo de conducirlas hasta mi cama, es como el cebo, que pones en el anzuelo de la caña de pescar, tal y como os lo relato, sucedieron las cosas. Un domingo a las 6 de la mañana regreso yo a casa solo, con los remordimientos de conciencia, de que tantas horas de fiesta, para nada, no haber conseguido nada positivo con ninguna mujer, en casa me espera Tundra, fiestas al vernos, decido no dormir, y aprovechar el día de fiesta, en la limpieza del hogar, ir a comprar, preparar 5 bocadillos que luego congelo, para llevar al trabajo, me dan las 12 de la mañana , sol radiante ideal para ir a pasear, bajamos de casa, cogemos el coche, y le pregunto a Tundra, playa o montaña, y creo entender que me dice playa, ya que era semana santa, y no esta de gente masificada, aparcamos el coche, y comenzamos a andar, perro que encontraba perro con el que jugaba, a rato decidimos parar en un chiringuito y tomar algo, para ella agua, y yo una cerveza, nos sentemos en una mesa, bueno yo en la silla y ella debajo la mesa. Dos mesas mas allá, se encontraba una chica sentada al sol, leyendo un libro, levantó la mirada y exclamó:- oh!!! Que perra tan bonita, como se llama?, que edad tiene? de que raza es? Yo iba respondiendo sus preguntas, la perra se acercó a ella, mientras la chica empezó a acariciar yo observaba su linda figura, tenia un cuerpo de maravilla, unas tetas enormes que resaltaban en su camiseta blanca, sus cabellos caían sin orden sobre su largo cuello, sus manos acariciaban a Tundra con tanta suavidad que yo pensaba (no podrá tocarme a mi, en vez de la perra), ya le estaba cogiendo celos a Tundra. Mientras mis pensamientos de lujuria con el ese cuello, esas manos y esas tetas, le pregunté si podía sentarme en su mesa, y fue afirmativa la respuesta, al estar cerca de ella, comencé a sentir calor, no se si era por el sol, o es que ella desprendía ese calor, mientras seguíamos hablando, mis pensamientos eran cada vez mas calenturientos, imaginaba como apartaba las sillas, le arrancaba la ropa, y allí en cima la mesa, la follaba, yo cuanto mas hablábamos, mas me estaba excitando, no podía dejar aquella conversación formal, que comenzó con el tema de Tundra, y ya iba por temas laborables siguiese sin pasar nada, y pensando, que le digo, como se lo digo, y si me manda a la mierda, pero me ha dicho que me podía sentar con ella, no tengo nada que perder, y si dice que si, ya podía sentir el olor de su sexo, cosa que me ponía recaliente, ya no podía aguantar mas, que le solté la frase clara y sencilla, te quieres venir a mi casa, me contestó, para que, (joder no me había dicho que no), entonces fue cuando yo le dije, para follarnos lo dos, y me contestó, y donde vives, entonces yo ya le dije, vivo a 5 KM, tengo el coche aparcado aquí al lado, vamos y cuando tu quieras yo te traigo, y no dijo que no, me dijo que estaba de acuerdo en todo, los 3 cogimos el coche. El viaje fue algo incómodo, hablamos poco, pero yo note que ella se desprendió los tres botones de la camiseta, y que el borde de su falda le llegaba por encima de sus muslos. Si pensaba que su cuello, manos y tetas eran increíblemente sexy, sus piernas me mataron de calentura, sus muslos bien formados, sus pantorrillas duras. Cada tanto echaba una mirada y en esas veo que con sus manos acariciaba sus muslos abriéndolos y cerrándolos su mirada fija en la carretera, pero sus manos iban y venían por esos muslos, unas de sus manos entro a la entrepierna y no salio mas, Dios!!! Me volvía loco, y sus labios mojados, me imaginaba sus pezones, sus dedos mojados, por suerte el viaje era corto y llegamos a casa. A penas entramos al ascensor le subí la camiseta, y mi cara se enterró en esas dos tetas, que eran enormes, suaves, duras, metí mi lengua por la rayita y la iba mojando, baje el sostén y puse todo su pezón rosado entre mis labios y empecé a succionarlo como un bebe con mucho hambre, iba de un lado al otro. Ella sostenía mi cabeza para que no se me escapara nada, sentía como me la enterraba más y me gritaba que la mordiera, y me pedía más. Al llegar al piso yo quería taparla, pero ella no me dejo, salimos del ascensor así yo con mi cabeza entre sus tetazas caminando, al llegar al piso, ella desesperada-mente bajo hasta mi entrepiernas y me saco el pantalón, busco mi polla y empezó a pasársela por la cara como si fuera una esponja facial, debo decir que mi polla ya estaba algo mojada de la excitación, sentía sus labios por la cabeza, por los lados, hasta que la vi como se la trago entera, toda mi polla en su boca, y ella me miraba, movía su cabeza, sentía como su lengua jugaba con mi polla dentro de su boca, de los costados le caía la saliva que iban a sus tetas, se saco mi polla, dejo caer toda su saliva y puso mi polla entre ellas, con cada mano a un lado las junto y empezó a moverse, sentí mi polla dura entre esas tetas, iba y venia eran como un chochito mojado, que placer, cada vez se movía mas, sus labios chupaban la cabecita, al rato ella pedía que le acabara, que le diera toda mi lechita, saque mi polla y la tome con mis manos y empecé a moverla, ella seguía tocándose las tetas, los pezones, pasaba su lengua hasta que me salto un chorrazo de leche y cayo directo en esas dos bellezas, ella seguía chupándolas, se tragaba mi lechita, puse mi polla en su boca para que la limpiara, sentir su lengua, y mi polla dentro de su boca hizo que pusiera dura de nuevo, no paraba de chupármela, era una perra chupándome, se levanto y me llevo hasta la cama, me tiro, nos terminamos de desnudar y ella puso toda su concha en mi cara y me aplasto la cara, se movía fuerte, y me gritaba que se la violara, que se la chupara mas, chúpala mas perro, mas, mas, asiii siii, estaba desenfrenada, cada vez que me la quitaba para respirar me pegaba un empujón y me decía chico malo, chúpala. Su culo iba y venia por mi cara, sus piernas apretándome la cara, la cabeza, ya empecé a sentir que su cuerpo temblaba y sus gemidos eran mas fuertes, su concha mas mojada, su clítoris mas duro, y sentí en mi boca un chorro de su sexo, y ella entre gemidos me pedía que se lo diera, dámelo dámelo desgraciado decía, me levanto y empezó a lamer mi cara como una perra con hambre, metió su lengua en mi boca, buscando y luego me dio una bofetada cuando te diga que me lo des me lo das y siguió lamiéndome Mi polla estallaba!!!! esta mujer era una tipa con cojones, entonces la lleve contra la pared, le abrí las piernas, y así le metí toda mi polla, empecé a moverme en su concha cada vez con mas fuerza, ella gritaba, mis manos en sus tetas y yo moviéndome todo lo que podía, con fuerza, ella pedía mas, mis bolas golpeaban contra ella, abrí sus nalgas y vi un culito todo mojado y dilatado, como ella pedía mas saque mi polla y le dije ahí te va mas, y mi cabeza mojada y llena de su lechita entro como algo apretadita al principio, pero su culito dilató mas, y empecé a moverme mas rápido, sus gemidos eran mas fuertes yo sentía que mi leche iba a salir y así fue mi polla estallo en su culo y sentí como su culo temblaba, saque lentamente mi polla destrozada, ella me miro y dijo: y que te vas a quedar así? chúpamelo y dámelo yo obedecí, empecé a chuparme mi lechita, la junte en mi boca y luego la bese, ella metió toda su boca en la mía y me succiono toda mi leche. Mi polla se durmió por un buen rato, pero esta mujer seguía enardecida, y me pidió un consolador, como le dije que no tenia, se levantó fue a la cocina, y vino con un pepino a la habitación y le enfundó un preservativo, y con una mirada perversa me dijo, prepárate que ahora te voy a follar yo, me indicó que me pusiese a 4 patas, y comenzó a pasarme la lengua por el agujerito del culo, hasta que exclamó, ya esta el nene preparadito para que mami lo folle, yo con voz temblorosa le dije que siiiiii, entonces ella cogió la verdura y poquito a poquito me la fue metiendo por el culo, yo pensaba que aquello me iba a doler, pero grande fue mi sorpresa que no me dolía, es mas un extraño placer recorría mi cuerpo, lo metió y saco varias veces, hasta que me dijo ahora follame a mi con el pepino, se puso a 4 patas y mientras yo le metía la polla por su chochito, me dijo ahora el pepino, le escupí en el agujerito y comencé a meterle y sacarle el pepino del culito, a sin estuvimos un buen rato hasta que por cuarta o quita vez me corrí, nos tumbemos en la cama nos fumemos unos pitillos y me pidió que la llevase al pueblo de al lado, y yo a sin lo hice, nos hemos cruzado por la calle y hemos coincidido en algún pub, pero siempre la he visto acompañada de otro hombre, y solo nos hemos mirado y saludado. Polvo que no se da, polvo que se pierde para siempre. |
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18/12/2013, 09:46 | #68 |
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Hola a todos.
Aunque ya me he presentado en el hilo correspondiente, vuelvo a hacerlo aquí porque aún soy bastante novato. Mi nombre es Sir Robert y soy un forofo de los relatos eróticos, que publico en un blog que no enlazaré porque aunque no gano un duro con él... queda feo (y porque ayer me echaron la bronca por enlazarlo). :silvido: En fin, que llevo años leyendo relatos eróticos en Internet y tengo una extensa colección. De vez en cuando, entonces, si os parece, puedo ir enlazando alguno de esos relatos en el foro para ver si os gustan tanto como a mí. Aquí va el primero: El Vouyeur, de Peli, publicado en la web de relatos de marqueze. Sí, ya sé que se escribe voyeur, ya sé, pero leed, leed, a ver si perdonáis la falta de ortografía al autor. A mí, personalmente, me encantan los relatos de Peli. Un saludo y ya me diréis si os ha gustado. Sir Robert
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11/01/2014, 12:14 | #69 |
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Dapoxetina
Una barra de bar cualquiera, de un día cualquiera a una hora cualquiera. Dos amigos, Juan y José, el primero le dice: - Tengo que contarte algo. Hace unos días fui al urólogo. - Que te ocurre, algo grave? - No, que va, lo que pasa es que me decidí a contarle un problemilla y me dio una solución. Por cierto, va de coña. - Es que tienes un problema de salud, o es algo relacionado con el sexo. - Bueno, soy, mejor dicho era eyaculador precoz. Lo pasaba mal y me dio unas pastillas que tendrías que probar. - Perdona, yo no sufro ese problema, porque tendría que probar? - Estarás toda la tarde dale que te pego… y sin correrte. - Te repito que como no sufro ese problema, no lo necesito, pero… suena bien eso que dices. - A que si? - O sea, a ver si lo entiendo bien. Me tomo esas píldoras y puedo estar todo el tiempo, embistiendo y empujando y cuando me corro?. - Cuando tu quieras. Venga haz una prueba. Yo no te engañaría. Desde que las tomo soy otro. - De acuerdo, dame esas píldoras de la felicidad. José después de leer el prospecto de la medicina, decidió tomar una dosis que el consideró suficiente de dapoxetina y empezó a calibrar las posibilidades de invertir las propiedades que le iba a proporcionar la droga. En primer lugar se puso en contacto con Selenia, una prostituta de lujo, que había visitado en anteriores ocasiones y que lo ponía muy cachondo. Selenia recibía en la parte alta de la ciudad, en un apartamento de lujo, solos los dos, pensó que era lo ideal, para comprobar los beneficios que le había propuesto Juan. Ya se imaginaba, una tarde lujuriosa, exageradamente larga con una relación interminable y donde podría por fin acotar sus fantasías sexuales. Una vez pactada la visita , se presento en casa de Selenia dispuesto a dejarle el coño escocido de tanto frotamiento. La primera parte de la relación transcurrió bajo los niveles normales, besos, caricias, francés, mas caricias, penetración en diferentes posiciones, hasta griego intento, pero, cuando quería correrse, nada, no había manera de eyacular. Su miembro parecía una vara de mimbre, duro, elástico pero incapaz de soltar una sola gota de semen. Selenia, agotada, lo despidió no sin antes recomendarle que buscara remedio en otras latitudes que ella ya no podía mas. José , pensó que si utilizaba otra prostituta, el resultado podía ser el mismo, mentalmente, ya no podía hacer nada mas para que la excitación lo llevara a la eyaculación, tampoco sirvieron de nada las caricias bucales que le propicio Selenia, por lo que pensó en buscar otro tipo de emoción que le permitiera soltar aquel lastre que ya llenaba por completo sus huevos. Empezaba a estar preocupado, pero no desesperado, no sufría de una erección continuada, sino que al dejar a Selenia, su miembro había vuelto a la normalidad, pero a pesar de querer, no había conseguido eyacular. Lamo a la puerta del tercer sexo, emociones fuertes, se dijo asimismo, seguro que me ayudan. Chupó, desesperadamente, la polla de aquella transexual, permitió que lo sodomizara, sentía su polla dentro de su culo virgen, mientras Ania, lo pajeaba, con la mano, su excitación era máxima pero no conseguía eyacular. Penetro a Ania, brutalmente, pero tampoco resulto. José, notaba como desde su cerebro, parecía que un conjunto de cables recorriera su medula espinal y se alojara en el interior de su miembro, como la corriente eléctrica, pero que no se cortaba nunca, el cortocircuito que esperaba no se produjo y la eyaculación tampoco. Ania, la transexual, también lo despidió y le aconsejo la masturbación en la soledad de su casa, tal vez así…. Comenzaba a estar preocupado, su grado de excitación era muy alto, sus huevos a punto de explotar cuando descubrió que pasaba justo por delante de un Sex shop. Sin pensar, entro y se dirigió a los Gloríe Holes, metió su polla en uno de aquellos agujeros y al momento noto como una boca caliente, lamia su sexo. Podía sentir como la saliva de su desconocido o desconocida partenaire, impregnaba el glande, como la succión a la que le sometía parecía arrancarle la vida a través de la punta de su polla, pero por mas que se concentraba no lograba correrse. Por un momento, noto que parecía llegar al punto de no retorno, y justo en ese instante la boca dejo de succionar. Nooooooo, por favor, sigue, grito José. La gente se volvió a mirarle. En el interior de la cabina alguien volvió a coger su miembro, a pajearlo primero, a succionarlo después y como si de una olla exprés se tratara, soltó una explosión que lleno la boca de quien le estaba favoreciendo. Por fin, 4 horas, queriendo correrse y tenia que hacerlo sin poder saber a quien agradecerlo. |
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12/01/2014, 15:03 | #70 | |
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Cita:
guauuuuuuuuuuuuu ahora nos quedamos todos con la intriga de quien estaba al otro lado...hombre? mujer? trans? yo? |
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24/01/2014, 21:22 | #71 |
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Las aventuras y desventuras de Elgrancarlini
Quiero confesar el accidente que sufrió mi polla. Por aquel entonces yo tenia sobre los 20 años, y yo y mi novia ( la mejor que he tenido, por guapa y como persona me hará tilin tilin toda la vida ) regresábamos de pasar el día por la montaña, y lleguemos a casa de mis padres, estos no estaban, y decidimos meternos los dos juntitos en la bañera, nos frotábamos los cuerpos con el agua y jabón, producto del momento, mi polla iba creciendo, y la excitación de los dos aumentaba, con cada gesto, cada roce entre nuestros cuerpos, los dos estábamos de pie, en la bañera, mi polla presionaba su culo, mis manos acariciaban sus tetas, mi boca la besaba, y llego el momento en que ella me susurró que la follara, sin cambiar de posición, mi mano cogió a mi polla, acompañándola hacia su rajita, y con la otra mano yo esperaba la llegada de mi polla, a las puertas de su húmeda rajita, entonces en un momento todo se descontroló, mi polla, con una fuerza sobrehumana resbaló, y la punta de mi polla fue a impactar contra mi dedo gordo de la mano, y yo que por aquel entonces intentaba aprender a tocar la guitarra española, llevaba la uña del dedo larga, y esta, al recibir el impacto de mi preciosa polla, cortó la puntita del capullo de mi polla, y comenzó a brotar mi sangre allí concentrada, al mezclarse la sangre con el agua y jabón, aquello parecía la Matanza de Texas, con el rojo de la sangre y lo aprensivo que soy, no veas el susto que me llevé, entonces comenzó a invadirme la preocupación de como curar tal desperfecto, como parar la hemorragia, y como desinfectar la herida, mi cabeza iba rechazando opciones, como des-infectarla, con alcohol o micro-mina, o ponerle una tirita, mientras mi cabeza iba haciendo su película, cogí papel del WC y conseguí parar la hemorragia, y pude ver que no iba a necesitar puntos, que solo de pensarlo ya me acojoné, y nada, al parar la hemorragia, me tuve que pasar una semana y pico de abstinencia sexual, y de pensamientos, la herida cicatrizó muy bien y no se nota nada, y unas risas que me pegué con mi novia pensando, si hubiese tenido que ir al hospital, como iba a exponer el tema a los médicos, y si me hubiesen tenido que poner puntos, o una venda, con la polla envuelta en un calcetín. A nunca aprendí a tocar la guitarra española. Polvo que no se da, polvo que se pierde para siempre. |
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06/05/2014, 11:14 | #72 |
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Mi cuerpo y unas manos
Mi cuerpo y unas manos La habitación esta a media luz, solo iluminada por unas velas. En el aire se puede percibir un olor a incienso, un olor agradable que me ayuda a relajar mi cuerpo. La temperatura no sabría decir, pero no noto, ni frio, ni calor, noto un poco de humedad pero es una sensación que relaja mi mente y que puedo notar por toda mi piel. Mis oídos deleitados por una música relajante, en la que puedo notar un piano y sonidos sacados de la naturaleza, agua correr, algún pájaro, el aire moviendo las hojas de los arboles. Todos estos sonidos me hacen pensar si ya no estoy en esa habitación y me encuentro ahora en medio de las montañas. Noto la presencia de alguien, como sus manos comienzan a tocarme por los pies, toda mi vida pensando que tenia cosquillas y esos dedos tocando mis pies, resbalando con la ayuda de algún aceite no me hacen cosquillas, más bien me ayudan a que mi mente viaje a esas montañas. Siento esas manos, como suben por mis piernas, como escampan el aceite por mis muslos, mis gemelos. Como suben ejerciendo una presión para después bajar solo acariciando mi piel. Como esos dedos, despiertan el tacto de mis piernas y siento lugares que no recordaba tener. Esas manos que ahora suben a la espalda, siento como esos dedos, se deslizan por mi espalda, llegando desde la nuca hasta donde la espalda pierde su nombre. Siento las yemas clavarse en mi piel, los músculos moverse al son de las manos. No sabría decir en que parte exacta están, pero noto el calor de esas manos. Comienzo a notar que esas manos se dirigen hacia las mías, pasando por todo el hombro, el brazo, las muñecas. Puedo notar que esas manos, quieren despertar mis dedos, puedo notar como acarician mis brazos desde el hombre hasta la punta de los dedos, sin dejar de ejercer esa presión sobre mi piel que me está haciendo viajar a lugares que no sabía que existieran. Esas manos, me indican que abandone la postura de estar mirando hacia el suelo y me dé la vuelta. Aunque esta boca arriba, mis ojos no quieren despertar, no quieren ver la realidad y seguir viendo lo que mi imaginación les envía. Esas manos vuelven a lubricar mi cuerpo, pero comenzando por donde han terminado, esta vez comienzan en mis brazos, calentando los músculos del brazo para llegar a los hombros y seguir por el cuello, noto como esas manos bajan ahora hacia mi pecho, acariciando todo mi tórax completo. Puedo sentir esos dedos acariciando los pezones que rematan mis pechos y como estos reaccionan. Mi mente me nubla y no puedo o no quiero hacer nada contra esta nueva sensación. Esas manos están acariciando y haciendo un masaje en una zona que creía que era tabú para los demás. No nadie iba a tocar. Mi cuerpo está en una estado nuevo, mientras esas manos juegan con mis pechos, toda mi piel se pone en funcionamiento, no se decir que zona en que zona siento algo, ya toda mi piel parece ser tocada a la vez. Pero de repente dejo de sentir esas manos en mis pechos, para pasar ahora a tocar mi sexo, no lo puedo creer, esas manos calientes, suaves, resbaladizas, tocan ahora mis puntos más íntimos, puedo sentir como mi cuerpo se excita, como mi respiración se acelera y mi corazón intenta mandar toda la sangre que puede a cada rincón de mi cuerpo, esas manos ahora están masturbando, haciéndome lo que hasta ahora solo había hecho en la intimidad. Mi cerebro no puede más, mis gemidos se tienen que oír, ya que mi voz no puede parar. Creo que todo mi cuerpo va a explotar cuando siento una corriente eléctrica que atraviesa mi cuerpo, mi cerebro deja de funcionar y mi cuerpo ahora está entre un estado de cansancio y de relajación. Esas manos dejan de tocar mi cuerpo y una sensación de paz, reina ahora en la habitación. Última edición por Kiara Masajista; 06/05/2014 a las 11:56. |
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Baja19822 (06/05/2014), baja22512 (06/05/2014), Ciruja (06/05/2014), Dr. Loomis (06/05/2014), ELeGant (06/05/2014), elgrancarlini (06/05/2014), Rigby (06/05/2014), Sheila Yemmei (06/05/2014) |
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06/05/2014, 21:23 | #73 |
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Me gusta mi fantasia
Tenia una cita con ella.Cuando la puerta se abrió, el lugar estaba en penumbras. Solo se veía luz en una de las habitaciones, camino hacia allí, sabía que élla estaba en el lugar. Mi imaginación empieza a volar. Siempre la había deseado, aunque nunca tengo el valor de tomar la iniciativa. Deseaba tomarla de la mano y llevarla hacia la ducha, enjabonar su cuerpo, besar sus pechos y su sexo. Llevarla hasta la cama y acariciar todo su cuerpo mientras un chorro de aceite se abría paso entre sus nalgas e inundaba su vagina Estaba tumbada en la cama boca abajo, tenía las piernas separadas, mientras yo, arrodillado detrás deslizaba mi mano por sus glúteos y llegaba hasta su hinchada vagina, acariciando su clítoris, notando entre mis dedos esa mezcla de aceite y los fluidos que salían de su interior. Estaba excitadísima, Yo jugaba con la lengua y los dedos masturbándola, mientras ella alzaba sus caderas y se movía gimiendo desesperada, pidiendo más . No paraba de acariciarla y frotar su sexo, la estaba haciendo retorcer de placer mientras ella se aferraba con fuerza al borde de la cama intentando sostenerse, se notaba ya que sus piernas estaban perdiendo fuerza ante aquel embate de excitación al que la estaba llevando. Ella se incorpora para darse vuelta y poner mi cara frente a su pubis obligándome a continuar con el rito, muy obediente seguía chupándo, atrapando el clítoris y haciéndola retorcer de placer una y otra vez, hasta llegar a saciarla. Ella acabo por aflojarse del todo cayendo tendida sobre la cama y yo acabo con el rostro empapado de sus jugos. Me mira y me pide que me levante, lleva sus manos a mi cintura, para terminar de abrir el pantalón y liberar mi miembro que estaba erecto y grueso. Se notaban las venas que parecían querer estallar ante la hábil lengua de ella, que juega con su boca empezando a chupár, entrando y saliendo hábilmente metiéndoselo hasta la profundidad de su garganta, mientras, yo no dejaba de acariciar su rostro. Ella más jugaba con mi miembro chupándolo todo, me estaba enloqueciendo de placer. Continua mientras yo termino por quitarle la blusa y tomar los senos entre mis manos para apretarlos, ella gime mas pidiéndome que la penetre. -Claro que lo haré… ven. . Los pezones erectos se notaban a través de la tela del vestido. No podía dejar de mirar ni un detalle, bajo mi mano para tocarla, lo necesitaba. Suavemente froto el clítoris , estaba completamente mojada, dispuesta para ser penetrada. Ella tuvo un orgasmo intenso mientras yo acallaba su grito con un beso. La levanto y la apoyo nuevamente boca abajo sobre la cama y abro sus glúteos para penetrarla desde atrás. Despacio iba jugando, haciéndola delirar ante cada intento de penetración. Estaba llevándonos a las dos al clímax.. Había gozado con aquella escena imaginaria una y otra vez, respiro profundo, abro la puerta y allá esta ella, bella, segura de si misma, sabiéndose la dueña de mi pensamiento y de mis emociones. Es entonces cuando me doy cuenta que mi fantasía, no dejara de ser eso una fantasía mientras ella quiera que asi sea………. Si tu me dices ven....lo dejo todo
Última edición por Un Pajarito; 06/05/2014 a las 23:31. |
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06/05/2014, 23:21 | #74 | |
Forero Bloqueado
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Nunca la había engañado, ni a ninguna otra, pero estaba tan despechado que sólo quería vengarme. Ella me había dejado. Mi trabajo, las ocupaciones en mi casa, además de esa necesidad de concentrarme en una relación tan tormentosa y en toda esa mierda que disparan las mujeres cuando te quieren fuera de sus vidas, fue lo último que me lanzó a la cara. No era mi primera novia, pero estaba muy enamorado de ella.
Pasado un mes de mi separación, una noche de viernes me animaron dos amigos a salir a dar una vuelta; sí, esos que no faltan en esas ocasiones en las que sólo bebes hasta perder el sentido y olvidas. Me llevaron a un cabaré de medio pelo. Cuando llegamos, se nos acercaron tres chicas ataviadas con nimias tiras de tela que apenas cubrían sus pudores. Sin pensar en nada, mis penas se escondían bajo aquellas curvas que aturdían mi libido. Empezamos a tomar unos whisky, los cuales se endulzaban con tan linda compañía. Mis amigos pagaron el alterne de las chicas y nuestro alcohol, con tal de verme ebrio y a gusto con la que yo había elegido. ‘Mi chica’ era bonita, pero piensoque le sobraba maquillaje, lo que unido a sus cabellera rubia teñida la convertían en toda una clásica de cabaré. Intentaba hablar con ella, pero la fuerte música y sus constantes besos ávidos de propina lo impedían. Al final me dejé llevar y acaricié sus muslos, sus tetas operadas y su suntuoso culo; justo como me gustan a mí. No tardamos en irnos a un privado, ante la alegría de mis colegas, tanto o más ebrios que yo, quienes bailaban y manoseaban a las otras cabareteras. El servicio sexual, porque eso era lo que yo había contratado, lo ejercía en la misma habitación donde vivía. No era muy ordenada. Vi bolsos colgados y ropa por todos lados. En el espejo de su baño tenía la foto de un niño y una pegatina de Brad Pitt. Generalmente, no entro en esas cosas, pero quizá el exceso de alcohol me llevó a preguntarle por la foto. Me dijo que era su hijo. Lo había tenido a los 16 años. El padre de la criatura huyó apenas supo del embarazo, y ella tuvo que conseguir dinero rápido para sí, para su hijo y para su madre, que cuidaba del niño. Una amiga suya la había traído a ese cabaré. Llevaba ya dos años ganándose la vida a costa de llenarse la barriga de puercas bebidas y de ‘servicios privados’. No sé por qué, pero empezó a caerme bien. Quizá por pena o por mi situación sentimental, hecha añicos, la traté con cariño. Nos acostamos desnudos y nos besamos apasionadamente, como novios. No tuvo apuro alguno en bajar hasta mi pene y hacerme una hermosa felación, muy apretada y muy húmeda. Hacía unos ruidos que me encantaban cuando succionaba mi erecto miembro. A la vez, ‘acariciaba’ mis bolas con sus largas uñas. Recordé a mi novia y lo mucho que le costaba hacer sexo oral, pues no le gustaba a la muy estúpida. Y llegó mi turno: la puse bocarriba en la cama para lamer sus pechos, grandes y blancos, en los que pude ver las marcas de la operación. Nunca antes había gozado de pechos operados, pero me gustó. Después, descendí hasta su entrepierna, mientras a ella le producía un cosquilleo que la hacía reír. Allí sentí un aroma diferente, mezcla quizás del calor del momento y las horas en que ella llevaba trabajando. ¡Pero al carajo! Había pagado buena pasta como para no degustar aquel bombón. Así que seguí lengua a destajo en su clítoris y besando sus labios vaginales. Ella, sin poderlo evitar, se arqueaba entera de tanto placer. Hasta que me puso ‘el forro’ y se la metí hasta el fondo. Me lamía los pezones mientras lo 'hacíamos'. Luego, a lo perro. ¡Qué hermosura de culo! Aún marcas de estrías, era un grandioso culo, duro y suave, en cuyo pude cabalgar a mis anchas. Después de eso, sentí lástima por los chillidos que lanzaba, pero estaba tan metido en mi faena y tan caliente que no paré hasta ametrallarla, agarrándome en sus caderas. Por el momento no podía eyacular, por tanto alcohol que ingerí, pero ‘la mía’ resistió estoica. Pasados unos minutos acabé en forma gloriosa y luego me eché en la cama. Ella se puso a mi lado y así nos quedamos, medio dormidos. Sólo recuerdo que le pregunté si le había dolido y me respondió que sí, pero que le mereció la pena porque los orgasmos que había tenido no los había experimentado antes con nadie, ni siquiera con el papá de su hijo, del que había estado enamorada y del que creía que la satisfacía plenamente en la cama. Por supuesto, no dije nada a ese respecto ni alardeé de macho ibérico… No es ese mi estilo. Al día siguiente desperté, asustado, en su cama. Miré a derecha e izquierda y no estaba. Era mediodía. '¡Mi trabajo!', pensé. Ella ya se había desmaquillado, lo que la hacía más bonita. Me había preparado un copioso desayuno. A la vez que comía y bebía me contó que me quedé dormido e intentó, sin éxito, despertarme, pero después me vio tan plácido que me dejó seguir durmiendo. También me dijo que le conté mi reciente separación y que ella lloraba durante el relato. Al poco, bajó al club, igual tuvo que mentir para esconderme. Estaba con la resaca y quería irme, pero me dijo que si quería quedarme allí, con ella, que no tenía que empezar a trabajar hasta las diez y media de la noche. Me agradó su oferta, así que me eché en su sofá. Ella vio que tenía frío y tiró de manta, se puso junto a mí y me besó dulcemente. Luego, abrazados nos quedamos mucho tiempo... Nos levantamos del sofá a las cuatro. No podía creerme aquella aventura tan loca. Pero me sentía feliz. A ella también la veía feliz. Conversamos sobre sus sueños, su hijo, su ex, mi ex…. Le sugerí que cambiase de trabajo. Le prometí buscarle uno ‘más a su estilo’. No quiso aceptar ninguna propina por sus cuidados conmigo ni por la comida que me sirvió. Su respuesta fue que ya éramos amigos, lo cual no me desagradó. Nos despedimos con un sentido beso y un no menos sentido abrazo… Ya solo en mi casa, estaba como nervioso. No podía dejar de pensar en 'mi' cabaretera, guapa y exuberante’ Me enternecía toda ella. Sin embargo, me evadí y me metí en mi correo para ver los mensajes nuevos. Estaba enfrascado en ello, cuando llamó mi ex novia. Quería conversar, que la perdonara... Pasada una semana de aquella llamada volví con mi novia y a la vez empecé una relación con Sole, que así se llamaba 'mi' cabaretera. Al poco, acabé con mi novia y al mes me casé con Sole. Actualmente tenemos un hijo en común, más su hijo, al que también adoro. Ella trabaja en su propio local de peluquería y belleza para señoras y yo sigo con mis negocios… |
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28/05/2014, 09:28 | #75 |
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Estoy sentado en la barra tomando una copa cuando veo que alguien se pone a mi lado:
—Hola guapo. —me dice una voz femenina al oído algo ronca pero muy sensual. Una mano se posa encima de mi muslo y empieza a acariciarme. Me giro sobre el taburete y veo que la mano pertenece a una mujer bastante atractiva. —Hola guapa. Le miro el generoso escote con descaro. Tiene un buen par de tetas embutidas dentro de una blusa ajustada que le marca los dos pezones con claridad. No lleva sostén. — ¿Estas solo? Ella no deja de sobarme la pierna. Tiene unos labios grandes y sensuales, muy rojos. —Es posible. ¿Por qué? —Porque sería una pena que un chico tan guapo como tú estuviera solo en una noche como esta. Ella se tiene que acercar mucho a mí para poder hacerse oír por encima de la música. Su aliento huele a fresa y es muy cálido. —Bueno, a lo mejor me gusta la soledad y prefiero estar solo —me hice de rogar. Ella me hace morritos sin dejar de tocarme: —Ay, qué mal suena eso, con lo bien que se está en compañía. ¿No te gusta estar con chicas? —Depende de cómo sean esas chicas. —Hmmm… ¿Y qué chicas te gustan a ti? Su mano ya está tocándome la parte interna del muslo, acercándose cada vez más a mi bragueta. —Me gustan las chicas malas. ¿Tú eres mala? Ella me agarra el paquete, se inclina sobre mi cara, acercando su boca a la mía y me dice con voz sensual: —Yo soy muy, muy, muy mala. Yo sonrío con malicia y le dejo que me sobe la polla por encima de la ropa. Llamo a la camarera y pido un par de copas mientras la mujer se pega más a mí. Le miro las piernas: largas y de muslos generosos, saliendo de unos tacones de aguja y acabando en una minifalda de escándalo. Mi polla se endurece y ella lo nota: —¿Cómo te llamas, cielo? —me dice con la boca tan pegada a la oreja que su aliento me humedece el oído. —Julián. —mentí yo— ¿Y tú? —Yo puedo llamarme como tú quieras. —¿Mónica? —Hola Julián, me llamo Mónica ¿Cómo estas? —Hola Mónica —le sigo el juego— muy bien. ¿Y tú? Ella me aprieta el cipote por encima de la bragueta, pega sus tetas contra mi hombro y mete su lengua en mi oreja cuando me susurra: —Yo estoy caliente… Me coge una mano y la mete entre sus piernas, debajo de la minifalda. No lleva bragas y compruebo con agradable sorpresa que no miente. Su coño rasurado está ardiendo. Le beso en la boca, saboreando sus labios rojos y generosos, muy húmedos. Saben a fresa. Ella me aprieta más la mano contra su raja. Noto que se abre con mucha facilidad, permitiendo que mis dedos se cuelen entre los pliegues resbaladizos de su vulva. Ella me muerde el lóbulo de la oreja: —¿Soy lo bastante mala para tí? ¿Te gusto? —Quizás. Ella me hace un mohín, frunciendo esos labios tan carnosos de una manera muy cómica y me suelta la bragueta. Yo también retiro mi mano de su interior. —Eres muy malo, Julián. Sale a la pista de baile y comienza a bailar, exhibiéndose delante de mí, enseñándome su cuerpo, meneando las caderas de forma sensual y haciendo como que me ignora. Mi polla late con rabia entre mis piernas cuando ella se agacha y me ofrece una visión fugaz de su culo, con los labios del chocho asomando levemente por debajo. Un tipo borracho se pone junto a ella y comienza a bailar siguiendo sus movimientos, desnudándola con la mirada e insinuándose. Mónica me mira y pega su trasero contra las piernas del tío para ponerme celoso. Él le agarra las tetas y yo me bajo del taburete. Ella se despega del borracho como puede, gesticulando y sonriendo, intentado que el tipo no se lo tome a mal. Ella viene hacia mi seguida por él, que no deja de tocarle el culo. Aflojándome el nudo de la corbata me acerco y le pongo una mano en el pecho: —Está conmigo. El tío me aparta la mano de un golpe y empieza a protestar, pero se detiene cuando ve la expresión de mi cara. Yo le repito: —Lo siento, amigo, pero ella está conmigo. —y para restarle hierro al asunto añado sonriendo: “Ya la he pagado”. El tipo tarda unos segundos en asimilar la información. Al poco me sonríe y le guiña un ojo a Mónica, que se había puesto detrás de mí. El tío regresa a la pista de baile dando tumbos. Mónica me da las gracias con un beso muy largo. Mi polla está muy tiesa dentro de los pantalones y ella lo nota cuando pega su vientre contra ella. Pago las copas, la agarro de la cintura y le digo: —Vámonos. La llevo hasta un hotel de carretera. Durante el trayecto ella me enseña las tetas a petición mía, permitiéndome que le pellizque los pezones. Los tiene muy gordos. También me enseña el coño y cuando nos detenemos en un semáforo ella me muestra el color rojo intenso del interior de su almeja, abriéndosela tirando de los labios menores. Mónica es bastante guarra. Al llegar al parking del hotel ella me pregunta: —Julián, cielo ¿podrías prestarme algo para la máquina de condones? Era una pregunta en clave: en realidad me estaba pidiendo la pasta. —¿Cuánto necesitas? —Depende… ¿Cuánto tiempo estaremos, cielo? —su voz, dulce y sensual chorrea de sus labios como si fuese miel. —Había pensado en pasar el resto de la noche… y quizás parte del día siguiente. ¿Puede ser? Ella me sonríe con picardía y me dice que no hay ningún problema, siempre que tenga el dinero. Me dice una cantidad bastante elevada y yo hago amago de dársela allí mismo pero ella me aconseja que espere a entrar a la habitación. Una vez dentro me pide que deje el dinero para los condones sobre la mesita. Así lo hago. Antes de cogerlo me dice: —Pero a lo mejor quieres hacerlo sin condón… En ese caso necesitaré comprar pañuelos. Le digo que me apetece hacerlo sin condón y dejo sobre la mesilla el precio de los pañuelos. Mónica usa una marca de pañuelos muy cara. Ella se guarda el dinero, nos desnudamos y entramos al baño. Allí nos duchamos juntos. Ella me limpia la polla y el culo con jabón y luego hace lo mismo con su coño y con su culo. Yo me lo paso bomba mirando su cuerpazo desnudo. Está muy maciza, con unas caderas generosas y unos pechos muy firmes. Salimos de la ducha y ella me seca con una toalla, poniendo especial interés en no frotarme la polla o las pelotas para no correrme antes de tiempo. Cuando termina me tumbo en la cama bocarriba y ella, antes de entrar me pregunta: —¿Luz encendida o apagada? —Encendida. Ella sube a la cama, me agarra la polla y se la mete en la boca, chupándome el cipote como si fuese un caramelo. Con la otra mano me acaricia los huevos. —¿Te gusta, cielo? —Hmmmm… sí… Ella sonríe, restregándose mi verga por las mejillas sonrosadas: —Tienes un polla muy hermosa… —acto seguido se la traga hasta el fondo, dejando que mis testículos se agolpen en su barbilla. Levanta la cabeza muy despacio y con la boca llena de babas me dice: —Agárrame del pelo, machote. Yo le obedezco y le cojo de los pelos con las dos manos, acompañando el movimiento de su cabeza. Ella se lo traga todo muy despacio, desde la punta hasta la base, respirando lentamente por la nariz. El aire que expulsa arde sobre el tronco de mi polla. Entre gemidos le digo: —M… Me gustaría comerte el coño. Ella no dice nada, pero gira su cuerpo sin sacarse la polla de la boca y coloca las piernas a ambos lados de mi cabeza, poniendo su coño a un palmo de mi cara para que hagamos un sesenta y nueve. Yo le abro el chocho y meto mi lengua dentro, repasándole una y otra vez la carne sonrosada del interior, que está muy caliente. El coño de Mónica tiene muchos pliegues y protuberancias que en ese momento están muy resbaladizos. También tiene el orificio de la vagina dilatado y la pepita asoma bastante fuera de la capucha. Su coño chorrea. —¿Estás cachonda? Ella sigue chupándome la polla sin decir nada, pero su chocho está muy mojado y resbaladizo. Seguimos en esa postura un rato hasta que le pido follarla a cuatro patas. Ella se pone en posición, yo le agarro de las caderas y le froto la polla por la raja un rato antes de empujarla dentro. Su vagina se traga mi rabo entero, resbalando sin encontrar apenas resistencia. Ella gime. Su interior se adapta a mi verga como un guante. Un guante ardiente y húmedo, resbaladizo y palpitante. Mónica tiene un culo fantástico y no me resisto a azotarlo. Ella da un gritito y con voz juguetona protesta: —Oye, ten cuidado… — ¿Qué? ¿Acaso no lo he pagado? —Vale… pero sin pasarte… Yo le sigo follando por detrás y dándole cachetes un buen rato hasta que se me antoja meterle un dedo en el culo. Ella se deja. Eso me pone muy cachondo y acelero el ritmo, metiéndole el dedo entero. Ella vuelve a gemir. Mis huevos chocan una y otra vez contra su coño cada vez que mi verga, engrasada con los jugos de Mónica, se hunde en su vagina hasta el fondo. Le toco el interior del ojete con mi dedo, lo saco y me lo chupo, probando el sabor de su ano. —Mónica… Quiero hacértelo por el culo… Ella no me contesta, pero se baja de la cama, abre su bolso y extrae un tubo de vaselina. —Túmbate —me pide. Yo le obedezco y ella me unta la polla con una generosa cantidad. Me repasa el pijo suavemente, extendiendo la grasa por todo el tronco y el carajo con parsimonia, girando la muñeca y pasándome el pulgar por todo el cipote en círculos. Casi me corro en su mano. Luego ella se vuelve a echar otro pegote en la mano y se la pasa por el culo, engrasándose el ojete a conciencia y dilatándolo con sus propios dedos. Cuando cree que está lista se pone en cuclillas sobre mi verga. Me pone una mano en el vientre para apoyarse y con la otra me agarra la polla. Mónica se deja caer sobre mi rabo con suavidad. Primero la punta se aplasta en su culo, apenas entrando un poco. Ella se levanta y vuelve a caer, repitiendo la operación una y otra vez, introduciéndose poco a poco mi verga dentro del agujero. Cuando le entra la cabeza el resto se desliza con suavidad. Durante toda la operación el coño de Mónica no ha dejado de sudar fluidos. —Jodeeeeeeeeeeeer… —gimo. El ojete de Mónica es una verdadera delicia. Sus paredes cálidas me estrujan la polla en toda su extensión, especialmente en el glande, dándome un placer enorme. El aire, cuando sale de su culo taponado, hace un ruido muy característico. Mónica sube y baja en cuclillas, dejando todo el peso muerto de su cuerpo sobre mis muslos cuando llega hasta abajo. En ese momento noto su culo prieto rozándome los cojones. Yo levanto las manos y le agarro las tetas con pasión, apretándole los gordos pezones. Ella sube y baja muy despacio, dejando una pátina de grasa brillante a lo largo de mi rabo tieso y lleno de venas. Su coño, expuesto en toda su gloria en esa posición, está muy rojo, con los labios salidos y el clítoris erecto. Lo tiene todo empapado. Suelto una de sus tetas y se lo acaricio. En seguida ella pone una mano sobre la mía y me indica ella misma qué lugares y de qué manera he de tocárselo, ayudándola a masturbarse mientras se empala mi polla en el culo. Yo le vuelvo a preguntar: —¿Estas cachonda, nena? Por respuesta ella se muerde el labio inferior, respirando muy fuerte y acelerando el ritmo. Los golpes de su culo contra mis huevos amenazan con provocarme un orgasmo. Ya estoy casi a punto. —Mónica… en tu boca… ya… Ella se aparta obediente de encima y se tumba en la cama. Yo me pongo de rodillas a horcajadas sobre ella, apuntando con mi polla a su cara. Ella levanta la cabeza y me lame el cipote grasiento y colorado recién salido de su ano. En ese momento me doy cuenta de que es la primera vez que alguien me la chupa después de haberle dado por el culo. Yo le agarro del pelo y empujo para que me la chupe. Ella abre la boca y se mete el glande, muy rojo y viscoso entre los labios, chupándolo y relamiéndome la punta. Por los ruidos que me llegan por detrás sé que ella se está masturbando con fuerza. Le vuelvo a preguntar: —¿Te gusta, eh?... —hago una pausa— ¿Te gusta mamar pollas recién enculadas, puta? Ella jadea y se mete mi polla hasta la garganta, aspirando con fuerza, haciéndome el vacio dentro de su boca y estrujándome los cojones con una mano. Me corro dentro con una serie de descargas interminables, llenándole la boca de semen que se le desborda por los lados. Me tumbo sobre ella y le beso la boca, limpiándole la cara con la lengua; le beso el cuello, los hombros y los pechos. Bajo por el vientre y mi lengua se une a sus dedos dentro de su coño, ayudándola a masturbarse. Ella me agarra del pelo y se retuerce de placer sobre la cama, gimiendo y jadeando, abriendo y cerrando los muslos. Yo le meto la mano entre ellos y vuelvo a perforarle el culo con dos dedos sin dejar de lamerle el coño. —Vamos Mónica… córrete en mi cara… te he pagado, puta… hazlo, córrete… Ella me empuja la cabeza con una mano contra su coño, eleva las caderas y lanza una serie de gritos entre cortados con mi lengua metida en la vagina. Siento los espasmos de su orgasmo en mi boca, sus músculos se contraen una y otra vez y su vientre vibra sin cesar. Ella deja escapar un gemido muy largo y se queda jadeando sobre la cama con los muslos muy apretados… —Federico —me dice de repente— a las putas no se les pregunta si están cachondas. Es de tontos. —Lo siento Mari, no volverá a ocurrir… pero es qué te miraba y te veía tan mojada que... ¡uf! —Ya veo… —ella se acerca, me abraza y me besa con ternura—estuviste fantástico allí dentro, con el tipo ese. Mi caballero andante… —¡Bah! No tiene importancia, cualquier otro hubiera hecho lo mismo. —Oye, tenemos que repetir este juego más veces antes de que se acaben las vacaciones. Es una lástima que tengamos que usar dinero del Monopoly, eso le resta credibilidad. Pero lo demás está genial ¿eh? —Por supuesto. ¿Cuándo podremos volver a dejar a los niños con tus padres? —¿Los míos? ¿Y los tuyos? ¿Joder, Fede, por qué siempre tienen que ser los míos? —Coño, Maricarmen, no empecemos. Ya sabes que los niños se llevan mejor con tus padres y allí tienen más espacio y… Ella me pone una mano en los labios. Sus dedos huelen a sexo. —Mira… mejor lo hablamos luego ¿vale?... —Vale… Ella se levanta para ir al baño. Desde allí, la voz cargada de sensualidad de mi esposa flota hasta la cama: —Oye… aún quedan bastantes horas… pagaste para una noche y parte de un día ¿recuerdas… Julián? —Me parece una gran idea... Mónica. |
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9 foreros han dado SmilePoints a ELeGant por este mensaje
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baja22512 (28/05/2014), baja22513 (31/05/2014), Coquito (28/05/2014), Didí Massage (03/06/2014), Dr. Loomis (28/05/2014), Juan Sweet (28/05/2014), Rigby (28/05/2014), Sursum Corda (04/06/2014), TuPlacer (28/05/2014) |
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03/06/2014, 15:15 | #76 |
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Sueño tantas noches con estar entre sus brazos… Imagino como sería estar bajo las sábanas con él, sentir su calor… totalmente desnudos… su respiración cerca de mi… sentir que está ahí y que nunca se va a mover… que me protege… que se olvida de todo y solo está conmigo, en esa cama, en ese momento y en ese lugar… no hay nada más, solo ese mundo creado para los dos.
Siento que estás despierto, noto tu respiración a mi lado, tu mano se mueve y comienza a acariciarme, lo tienes fácil, no hay ropa, solo piel, una piel sedienta de ti, de tu cuerpo… de tus manos… de tu boca… de tu sexo… Te deslizas bajo las sábanas, primero solo tu mano, estoy de espaldas a ti, recorres mi columna, notas como se eriza mi vello, pero trato de no moverme, quiero seguirte sintiendo, muy despacio subes hasta mis hombros y los rozas con la yema de tus dedos, tiras de mi y consigues que me ponga sobre la cama, tumbada completamente, dejada a tu merced, no tengo voluntad cuando vuelas sobre mi ser. Sigues con el tibio paseo de tus manos sobre mi cuerpo, ahora tocas mi cuello y vas deslizándote sobre mis pechos… has conseguido que mis pezones estén erectos, erguidos, duros… no pueden resistirse a la suavidad de tus manos… el juego continúa, yo no me muevo, solo siento, solo te dejo hacer. Continuas tu descenso, en mi estómago siento unas ligeras cosquillas que me hacen sonreír, te detienes para contemplar esa sonrisa que has provocado, me miras con ternura y con deseo a la vez, esa mirada que siempre me deja sin palabras, no puedo evitarlo, cierro los ojos cuando siento que tu mano ha descendido aún más, ha pasado de largo mi sexo, se ha detenido por el interior de mis muslos, juegas con ellos, me haces sufrir porque yo estoy deseando sentir esa mano cálida en mi intimidad, en ese rincón que es solo mío y, a la vez, solo para ti. Siento como vas subiendo por mis muslos, me estremezco solo de pensar que harán tus manos sobre mí… Siento algo fuerte en mi pecho, es el deseo que no me deja ni respirar, deseo que provocas con tan solo rozar mi sexo, rápida, fugazmente, como si no quisieras tocarlo, juegas con la minúscula línea de vello que corona mi sexo, sientes el calor que desprende, hueles su humedad, no puedo controlar lo que me haces sentir. Me acomodo frente a ti, poniendo mi pierna sobre tu espalda… abriendo la otra sobre la cama… quiero que disfrutes viendo mi sexo abierto para ti… que lo admires… que lo desees como yo deseo esos dedos que juegan ágiles pero a la vez lentos sobre él… los dedos que recorren lentamente mi sexo hasta mis labios, abriéndolos… deslizándose suavemente por ellos, solo acariciando con la yema de los dedos… primero descendiendo para después ascender hasta mi clítoris en un ligero roce, leve pero profundo… intenso… repites ese movimiento una y otra vez mientras me escuchas suspirar… gemir… abandonarme al placer. No resisto esa calma y tú lo sabes… sabes que quiero algo más, que deseo algo más, que lo necesito y muy lentamente siento como tu dedo índice va entrando en mi cuerpo a la vez que noto tu respiración cerca de mi sexo… sí… tu boca está muy cerca… la deseo, deseo sentir tu lengua lamiendo toda mi intimidad… chupas mis labios, los muerdes con ternura, los saboreas, los abres, te metes dentro de ellos… sabes cuanto me estás haciendo disfrutar y eso te gusta… clavas tu mirada en mis ojos, mientras aceleras el ritmo de tu lengua… has introducido un dedo más en mi abertura… lo mueves rítmicamente, entra y sale sin prisa pero sin pausa… tu mano está envuelta por los líquidos que emanan de mi interior… sientes que estoy a punto de estallar, mis piernas tiemblan… mi espalda se arquea… ha llegado el momento final. Quedo exhausta sobre la cama, comienzo a reaccionar, me doy cuenta de la triste realidad… no estás a mi lado, tus labios no me han besado, tus manos no me han tocado… han sido mis manos las que han recorrido mi cuerpo, soñando contigo… recordando tus palabras… palabras que me llevan a tu lado. A pesar de la lejanía y de la distancia… te siento más cerca que nunca y duermo… quiero dormir para retenerte en mi memoria… para quedarme a tu lado… para que sigas amándome a través de mis manos. |
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7 foreros han dado SmilePoints a Sheila Yemmei por este mensaje
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baja22512 (04/06/2014), Didí Massage (03/06/2014), Diesel (09/06/2014), Dr. Loomis (03/06/2014), GironiTrempat (07/06/2014), Sursum Corda (04/06/2014), Un Pajarito (03/06/2014) |
03/04/2015, 16:58 | #77 |
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No se si es un relato erotico , pero no encontré otro sitio donde ponerlo y me apetecía hacerlo.
"Cuando me dirigí al Club, no llevaba mas intención que la de encontrar a Johana. La conocí en su casa, hacia un par de días y le prometí que iría a tomar una copa y a saludarla. Cierto que le pregunte por sus compañeras y que tenia interés en conocerlas. No obstante, tome el propósito de no subir con ninguna, y a ella ya le había dejado claro que tampoco, pues en su piso eran 50 euros y en el club, 70, la media hora. Aparque el coche y en el recorrido entre el parquing y la entrada, encontré a una rubia que terminaba a la par una conversación telefónica y un pitillo. Alta, vestida con un traje azul clarito que dejaba un hombro al descubierto, tenia una muy buena figura. Me saludo descaradamente diciéndome algo asi como: -Vaya ya se quien me va a dar calor esta noche! Pero como yo iba a lo que iba, le rodee la cintura con un brazo y la salude diciéndole un.. -Nos vemos dentro. Franquear la puerta del club y verla a ella, fue como si el tiempo se ralentizara. Sentada en la barra, y de espaldas a mi, sin duda, tenia un halo que la envolvía, eche un barrido rápido y no vi nada parecido, nadie tan atractivo. Llevaba una chaqueta azul marino, pelo negro media melena y por un lado dejaba entrever unas generosas piernas cruzadas. No se volvió a ver quien entraba. A su derecha y con un par de taburetes de por medio, estaba Johana, que me reconoció enseguida. Mi primera intención, fue sentarme al lado del bombón que acaba de ver pero, ella, Johana, me pidió que me sentara a su lado. Entre ella y yo quedaba un solo taburete… Estuve charlando con Johana, una conversación intrascendente, hasta que me dijo con un criterio que no esperaba: - Te dejo, porque sino, no se te acercaran otras chicas y quizás quieres conocerlas. Cambie rápidamente de taburete, acercándome a Ella, al tiempo que pedía un cerveza: -Si, si, un quinto esta bien, sin vaso por favor. De repente, y antes de que pudiera hacer un movimiento, a mi derecha apareció el privón de la entrada, que se interesaba por mi. Fui lo mas cortes que pude y le dije que no buscaba otra cosa que tomar una cerveza y saludar a Johana. Me dejo libre y me acerque a mi “presa”. -¿Qué haces?, la interrogue de forma torpe. - Ya ves, jugando al Saga, me dijo, y en la pantalla de su móvil, observe el ya famoso juego de frutas o formas parecidas. Al momento la pantalla cambio y aparecieron un montón de nombres y ella pulsaba la parte superior de forma insistente y reiterativa. De nuevo torpemente, volví a preguntar: -¿Qué haces?, -Estoy enviando invitaciones a mis amigos para que me den “vidas”. Entonces y solo entonces, pude ver su cara…. Que preciosidad!!!!, desprendía un olor corporal que aun hoy no he sido capaz de eliminar de mis registros. Sus ojos, claros, su boca apetitosa, unos hoyuelos que se le formaban al hablar y al reír. Seguimos charlando, me presente y le di un beso en cada mejilla. -Iulia y soy rumana. Se presento ella, me conto sus cosas al tiempo que se quitaba la chaqueta y dejaba a la vista un vestido con motivos atigrados, de cuello barco, observando los tirantes de unos sujetadores que tenían el placer de estar en contacto permanente con su glándulas mamarias. -Me invitas a una copa?, pregunto como quien cumple parte de su trabajo - Pero si estas tomado una, le dije y yo también. Ella bebía una especie de licor café en un vaso de chupito y que me había dado antes a probar. - Preferiría invertir el dinero en conocerte mejor, que no en una copa - Pues elije, ya, me dijo de forma directa. Sorprendido, le dije que me parecía ir muy deprisa, ponerme en tal tesitura, a lo que respondió: -Para que andar con rodeos, me gustan las cosas claras y directas. -Pues elijo la segunda opción, vamos. -Aceptas que te la chupe con condón? -Si claro, y besas,? le pregunte - No, cariño, solo picos, por aquí pasa mucha gente y debo mirar por mi salud. -Vas a aceptar subir con un tipo como yo? Si esperaba sorprenderla, nada mas lejos de la realidad, con un dominio total de la situación , me dijo: -Dame el dinero, para pedir la llave de la habitación. En las escaleras, le toque el culo- es lo que se hace no?- Me esperaba media hora con una chica preciosa, simpática y directa. La habitación tenia una percha tras la puerta, un bidet estratégicamente situado, una cama, un lavamanos y un mueble auxiliar donde dejar enseres. Me desnude mientras la observaba a ella. Se quito los zapatos y se despojo del atigrado vestido….. guauuuuuuuu, sujetador negro que duro unos segundos, dejando al aire unas tetas, preciosas, de medida y tacto excepcionales, y al momento sus braguitas negras dejaron al descubierto un pubis perfectamente depilado y un sexo de muñeca. Se volvió, para dirigirse al bidet y su culo…. era perfecto. Me aproxime mientras se lavaba el xirri y por debajo de su axilas acaricie sus pechos… Uffff. -Ahora tu, me dijo mientras se secaba con papel. - Lávame tu, le sugerí. Una vez relucientes, de la parte de abajo, la ayude a poner una sabana desechable sobre la cama. Empecé mi guerra particular con los besos, pero solo encontraba sus labios y la boca cerrada. -Estas pensando en lo que te dije abajo, necesito besos. -Se rio, y me dijo: -Déjame hacer a mi. Abrió un preservativo y con la boca lo deslizo en mi pene sin ninguna dificultad. Empezó un francés, profundo, primero suave de ritmo, pero que incremento al observar como crecía mi miembro en su boca. Aparte su cabello, para ver mejor esa carita de ángel, en plena acción. Me pregunto porque no había aceptado la compañía de la otra chica, la rubia, le dije que me intereso mas ella desde el primer momento y me confeso que había estado pendiente de mi conversación con ella, a pesar de estar jugando. Luego le dedique yo atenciones a su anatomía, una delicia besar sus pechos, con esas aureolas rosadas, y le pedí autorización para visitar sus intimidades. Situado entre sus muslos, podía ver su cara, sus tetas, todo su cuerpo que empezaba a jadear. Bajó una mano con la que mantener mi cabeza en la posición que mas le gustaba y la otra la desplazo hasta la parte superior de su pubis donde son sus dedos me ayudaba a darle y darse placer. Follamos en dos posiciones, misionero y A4. Cuando salí, quería correrme encima de ella, pero protesto: - No, porque no tengo donde ducharme luego. - Entonces le pedí que me terminara ella con la mano hasta un orgasmo intenso y placentero. 24 años tiene la criatura. Charlamos un momento, poco, ya era la hora, nos lavamos otra vez y nos vestimos, en silencio. No quiero marcharme sin volver a verla. Me prometió que volverá en verano, pero yo no quiero esperar tanto." Nota Cualquier parecido con la ficción, es pura coincidencia, se trata de un relato real y reciente. |
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Alessia_ (03/04/2015), Axelross (07/04/2015), Baja_61983 (04/04/2015), Birrus (04/04/2015), Calamar (10/04/2015), Diesel (07/04/2015), Dr. Loomis (04/04/2015), Neo222 (04/04/2015), paulmoreno (03/04/2015), Sursum Corda (09/04/2015), Vicky Roxxx (09/04/2015) |
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09/04/2015, 15:39 | #78 |
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Siempre me han gustado los masajes corporales. Me encanta tumbarme sobre la camilla y dejar mi cuerpo laxo, abandonándome a los sensuales placeres de unas manos recorriendo tu cuerpo, relajándolo, tonificándolo.
Aquel lunes, como cada semana, acudí a darme mi masaje semanal, siempre en lunes para relajar mi cuerpo después de las juergas de los fines de semana. La recepcionista, al verme entrar me dijo: “Señorita, lo sentimos mucho pero la masajista se ha puesto enferma y no disponemos de nadie, salvo que quiera que la de el masaje el masajista de la sección masculina” Me quedé unos momentos dudando, pero enseguida respondí que no me importaba que lo que necesitaba era mi masaje semanal. Nunca me había dado un masaje un hombre, solo en el trabajo . En esos sitios existe la separación por sexos, a los hombres les dan masajes los hombres y a las mujeres, las mujeres, supongo que será por el hecho de que el masaje corporal completo, implica quedarte completamente desnuda. Como siempre me acompañaron a la salita de masaje, donde, ya sola, me desnudé, me tumbé en la camilla boca abajo, con la toalla, tapándome de la cintura para abajo. Al momento oí abrirse la puerta y al girar la cabeza vi entrar a uno de los hombres más sexualmente atractivos que había conocido nunca. Alto, moreno, con unos ojos verdes impresionantes y una sonrisa encantadora. Iba completamente vestido de blanco, con una camiseta ajustada que dejaba adivinar un pecho ancho y poderoso, los pantaloncitos cortos que llevaba, igualmente blancos dejaban al descubierto unas piernas fuertes y musculadas, en la entrepierna se veía el bulto de su “paquete”, que, en principio, parecía nada despreciable. Lo más atrayante de él era, como ya he dicho, el magnetismo sexual que se desprendía de todo su cuerpo. Fue tan grande el impacto sexual que me produjo que sentí como mi vagina se hunedecía y contraía, como preparándose para una penetración que ella, antes que yo, deseaba. Al entrar me preguntó: “¿La señora se dará un masaje corporal completo?”, a lo que respondí, con un hilo de voz para no dejar traslucir el deseo que se había apoderado de mi persona, que si. Se acercó a la camilla y con toda naturalidad me quitó la toalla dejándome completamente desnuda. Sentí un escalofrío de deseo recorrer todo mi cuerpo y como aumentaba la humedad entre mis piernas. Comenzó por masajearme la espalda y el cuello con movimientos lentos, pero fuertes, recorriendo cada uno de mis musculos que al paso de sus manos se descontractaban y relajaban. A continuación siguió con los muslos, recorriéndolos de abajo arriba y de arriba abajo. Cuando sus manos se acercaban a mi entrepierna no podía reprimir un estremecimiento de placer y sensualidad, mientras mi vagina seguía desprendiendo jugos, que llegado ese momento, habían empezado a resbalar de mi coño y habían mojado ligeramente la sábana de debajo. “¿Le importaría darse la vuelta, señorita?” Me la di, exponiendo mis pechos y mi pubis desnudo a su mirada. Al darme la vuelta y tumbarme boca arriba, había dejado mis piernas ligeramente entrabiertas, por lo que no podía dejar de ver mi pubis húmedo entre rojo y rosa y abierto como estaba. Con los ojos entrecerrados ví como su mirada se detuvo en mi coño, sintiendo el deseo sexual que le vino y como el bulto de su entrepierna creció ligeramente. Comenzó con mis muslos, igual que antes de arriba abajo y de abajo arriba, pero ahora noté que sus manos se acercaban más que antes a mi entrepierna. Sentía mis jugos vaginales resbalar de mi coño, humedeciéndome el canalillo entre éste y el ano. Era algo que no podía dejar de darse cuenta y por el tamaño que iba adquiriendo su paquete era evidente que se había dado cuenta de mi excitación y deseo. Sus manos cada vez se acercaban más y más a mi entrepierna, hasta que cada vez que subían por mis muslos llegaban a rozar ligeramente mi coño. El deseo que sentía era cada vez mayor, mi vagina estaba empapada y deseaba más con cada roce la penetración. Cuando sus manos rozaron de nuevo mi coño, abrí mis piernas, lo suficiente para hacerle entender que deseaba otra clase de masaje más íntimo y sexual. Se incorporó, dirigiéndose hacia la puerta que cerró con llave y desnudándose al llegar a la camilla, se echó encima mío, penetrándome de un solo golpe al mismo tiempo que su boca buscaba y encontraba la mía y su lengua penetraba hasta el fondo de mi garganta. Mi vagina se cerró al sentir su pene dentro de mí, apretándolo en un movimiento involuntario como para no dejarlo salir. Sentía sus empujones en el fondo de mi coño, dándome un placer intenso, al mismo tiempo que sentía su cuerpo fuerte y musculoso sobre el mío, apretándome los pechos con el suyo y su lengua apresando la mía. Levanté mis piernas, apresando sus nalgas con mis pantorrillas, y su pene penetró más profundamente dentro de mí. La oleadas de placer previas al orgasmo empezaron a recorrer mi cuerpo, hasta que sentí como si todo mi cuerpo estallara mientras mis piernas le empujaban más adentro de mi y mi vagina apresaba su pene como para impedirle salir. Al sentir mi orgasmo sus movimientos se aceleraron haciéndose más rápidos y mas profundos hasta que estalló, a su vez, su orgasmo. Cuando sentí su semen caliente golpeando el fondo de mi coño y las pulsaciones de su pene dentro de mi, me vino un segundo orgasmo, más suave y pequeño que el primero, pero no por ello menos agradable y excitante. Cuando se incorporó, me levanté de la camilla y me dirigí al cuarto de baño para lavarme. Al volver ya no estaba. Me vestí y salí. Ese “masaje” dejó mi cuerpo mucho más relajado y satisfecho que los masajes normales. El amor es emoción, y el sexo, acción whatsapp 631641680
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10/04/2015, 08:58 | #79 |
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Pequeño relato, basado en un hecho real
Ayer.... qué decir, estuve, pero no a la hora habitual a la que suelo pasar, tuve la oportunidad de pasarme a tomar el café vespertino y no matutino. Claro, esas horas son como más concurridas así que una señora muy amable me invitó a pasar por la zona noble del local, y que decir... ya no era por el físico ni por la atracción directa que se pudiera sentir entre ambos, si no por el morbo de la situación, ese lado fetichista que queda en el interior de cada cual y que es tan difícil de explicar...Así pues, y para no aburriros, comentar que mientras yacía con la señora amable en la cama central, escuchaba los jadeos de una pareja/trio que hacían lo propio a escasos centímetros de mi, en un momento dado, me levanté y pedí permiso al que parecía de los tres que llevaba las riendas de la situación para echar una ojeada algo más que morbosa a lo que estaba aconteciendo, reconozco que me quedé un rato como aturdido observando, y no el acto en si, de sobra conocido por todos los que como yo, de la generación ochentera, se han cansado de ver películas porno y revistas tipo private... si no la mujer que en él participaba, me gustó, me quedé observando sus pies y sus piernas y sus manos mientras apretaban la cabeza del afortunado entre las mismas, ella gimiendo y yo casi avergonzado por robar ese instante y grabarlo en mi imaginación. Me encantó, me pareció una mujer monumental a la que con gusto serviría para su placer... en fin, que cosas le pasan a uno para ser un martes... Por cierto, con la señora amable acabé como debía, gracias si me lee por dejarme pasar a la zona noble con ella y darme un placer que seguro no merecía el que suscribe... Salud Sigo buscando...
DICHOSOS LOS NORMALES... ESOS SERES TAN EXTRAÑOS |
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8 foreros han dado SmilePoints a Baja_44453 por este mensaje
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12/04/2015, 23:57 | #80 |
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La historia de una...
Me encanta bailar, la música es droga para mi, para mis sentidos…. Así que ahí estaba, un sábado noche en la disco, con mi novio Adrián y sus amigos, él siempre es muy celoso conmigo, me cela de sus amigos, de su hermano, que también me gusta y él lo sabe, antes de que saliéramos juntos, que nos conociéramos me enrollé con su hermano en su cara, en una disco, pero el tiempo hizo que yo y Adrian nos conociéramos, nos gustáramos y acabáramos saliendo. Era sábado y yo bailaba en la pista, al mi alrededor los amigos y Adrian mirándome con orgullo, yo meneaba mi faldita para un lado y para el otro, sus amigos me sonreían yo los miraba con disimulo. De vez en cuando me acerco a Adri, el sujeta nuestros cubatas uno en cada mano, me gusta bailar sola, y que me mire, me acerco a él y siempre sabe lo que tiene que hacer sube su mano para que yo pueda beber de mi cubata con la cañita, no me gusta tenerlo en la mano, me molesta pa bailar… De repente, mientras bailo, mi mirada se cruza con la de un chico que está en la disco, hace rato que la noto, que guapo es, no puedo evitarlo, me alejo de Adri disimuladamente, no quería que supiera que tengo novio, me hacía gracia que siguiera mirándome… En un momento decido ir al baño, aviso a mi acompañante, paso por el lado del chico, nuestras miradas se cruzan, nos sonreímos, a la salida del baño, ahí está “ande vas chula?”, así hablaba él, rubito, ojos claros, alto, ufff…como está el niño pensé, y yo con novio… “Pues aquí andamos mi alma”, pasé sonriendo por su lado, iba avanzando cuando me agarró por el brazo y me dijo “al menos como te llamas”, y le dije “Marisol”. Seguí mi camino donde me esperaba mi novio y mis guardianes, no me vaya a descarriar, sabían que con alguna copa de más la podía cagar. Cogí mi cubata, me lo acabé rápido y le dije a mi chico “Cari, me voy pa la sala de salsa a ver a mi amiga que trabaja en la barra”, él “vale, no tardes”. Llego a la sala de salsa, a saludar a mi amigui Catalina. Ella me estaba poniendo un cubata cuando a mi lado se pone el rubio y dice, yo te invito, y yo “no tranqui, si ya me invita mi amiga”, miro a Cata, mi amiga, tenía una mirada muy pícara, se acerca a mi oído y me dice, “Y el Adri ande te lo has dejao”, y yo “En la otra sala”, sonríe y me dice “mala….”, y yo “ no es lo que parece”, joer, que rabia, se piensa que soy una fresca… Bailo un rato, se acerca el rubio arrimando cebolleta, yo no pude evitar caer en la tentación y bailamos juntos, frente a frente, bien pegaos, así se baila el rigeton ¿no?, sus labios cerca de los míos, notaba sus intenciones de besarme así que yo ale a beber del cubata… Me voy porque no aguanto a mi amiga, me voy al labavo, esta vez de la sala de salsa, estaba algo mareada, así me mojo la cara y de repente me agarra el rubio, me empotra contra la pared y me mete la lengua en la boca hasta la garganta, yo que soy bien educada no pude evitar no corresponderle, que ganas le tenía. Intento separarme, “no, para…”, pero no quería que parara, que caliente me sentía, me puso la mano debajo de mi falda, me tocó por encima del tanga, y notó con satisfacción que las tenía húmedas, me tenía tó cachonda, le pedí que parara, y viendo que la mano ya iba por debajo del tanguita, me puse firme y quise largarme, pero me agarró con tanta fuerza que no pude, así que le puse la mano en el paquete, y le noté su polla, por encima del pantalón, dura, muy dura…, me safé de él, pero acabó metiéndome dentro de uno de los labavos, yo le pedía que parara, pero no hacía nada, lo veía tan guapo, tan salío… Me levantó el top, no llevaba suje y me empezó a lamer mis pezones, duros por la exitasión, sabía que estaba mal… La tapa del bater estaba bajada y yo sentada encima, me quitó las bragas y empezó a comérmelo, que ganas tenía de algo así, joer que puta soy, pensé…y a él le dije “Yo no pienso chuparte nada, que lo sepas”, el me dijo “no me importa, me gusta comértelo”, así que pensé, bueno, si al le gusta y a mi también pa quitarle eso, y siguió, siguió, hasta que me corrí…él se dio cuenta, y cuándo acabó me dijo “mmm…que bueno”, yo lo miraba sentada en la tapa del bater con las piernas abierta y su cabeza aún entre mis piernas, y mi camiseta encima de las tetas, y pensando “que guapo y que guarro”, de repente me viene a la cabeza Adri, me incorporo, me pongo bien la ropa y le digo, me tengo que ir…quise salir corriendo y el rubio me cierra la puerta y dice “te vas, y no me merezco ni un beso?”, se lo dí y salí del lavabo a toda prisa, en mi camino un amigo de mi chico, sabría lo que pasó?, pasé por su lado, no me dijo nada, pero salió detrás de mi…fui a la otra pista y cojo al Adrí de la cabeza y le digo al oído “vamonos pa tu casa, que en cuanto llegue te voy a arrancar la ropa y te voy a follar, que te tengo muchas ganas”, me sonrió, se despidió de los colegas. De la manos íbamos saliendo por el largo pasillo que lleva a la salida, cuando de cara a nosotros se nos cruza el rubio, pasó por nuestro lado, se giró, yo lo hice también, por la bajini pa que el Adri no se de cuenta, empezamos a subir la escalera hacia la salida y noto el fresco aire de la calle como levantada levemente mi faldita, iba sin el tanga, lo había perdido en el labavo… |
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