Mr Heisenberg

CLIENTE
Edad del cliente: 30
Te diste a conocer como Forero de SMB? (sí/no) Sí.
Con tu nick? (sí/no) No.

CHICA 1
Nombre "artístico": Emily
Nacionalidad: (u origen probable) Catalana
Edad: (aparente y/o anunciada) 20-25 aprox.
Fotos falsas o retocadas?: fotos 200% reales, ganan en persona
Valoración de Cara: Muy guapa 9/10.
Valoración de Cuerpo: Delgada, rubia, cuerpo de teen 10/10 todo natural.
Valoración de Carácter: Simpática como ella sola, agradable en todo momento y muy atenta.
Vestimenta: Ropa interior
Fumadora: si.

CHICA 2
Nombre "artístico": Idaira
Nacionalidad: (u origen probable) Catalana
Edad: (aparente y/o anunciada) 20-25 aprox.
Fotos falsas o retocadas?: fotos 200% reales, ganan en persona
Valoración de Cara: Muy guapa 9/10.
Valoración de Cuerpo: Morenaza, cuerpo teen con curvas perfectas 10/10 todo natural.
Valoración de Carácter: Simpatica como ella sola, agradable en todo momento y muy atenta.
Vestimenta: Ropa interior
Fumadora: si.

CONTACTO
Teléfono: 631265874\632223680
Web: Su pagina
Dirección: (¿se aparca fácil?) Barcelona Centre: Transporte publico plaza cataluña, aparcar algo dificil por esa zona, es mejor usar transporte publico
Horario: lunes a viernes de 11 a 19;30

LUGAR DE ENCUENTRO

Piso totalmente remodelado, están aun instalándose como quien dice. Ducha amplia para disfrutar de ella los 3

SERVICIO
Fecha de la experiencia: esta tarde 20/07/2015
Tarifa contratada: 1 hora 180€ de delicioso lesbico.
Otras tarifas ofertadas: 1/2h 80€ 1h 120€ DUPLEX PAGA UNA FOLLA DOS
LESBICO REAL 1/2h 140€ 1h 180€
Duración real del servicio: hora minuto arriba minuto abajo, no habían relojes de por medio.
Besos/morreos? de calidad.
Francés/garganta profunda? (sin/con protección) Francés con. Ese a dos bocas es algo que no se olvida fácilmente.
Cunnilingus? Si, con ambas, totalmente increíble.
Sexo anal? No se dio, preguntar a ellas.
Deja acabar en su boca/cara? No preguntado.

Relato del encuentro:

Llego a su piso a la hora acordada, en la puerta me espera Idaira dos besos y me acompaña hasta el interior, en la habitación nos espera Emily, dos besitos y presentaciones de rigor, vaso de agua para pelear con el calor de la calle y nos vamos a la ducha, primero entramos Idaira y un servidor, pero en seguida se une a la fiesta Emily, dentro de la ducha puedo disfrutar de ambos cuerpos para mi sólito mientras nos enjabonamos los 3 mutuamente. Limpitos nos vamos a la cama. Besos entre los 3, :iconsex missionary::iconsexdogg ystyle: un poco variado, y de calidad. Solo se que repetiré seguro, una de las mayores sorpresas que me he llevado por estos lares.

Lo peor: No poder permitirme el ir con ellas cada día

Lo Mejor: entregadas 100% tener una pedazo rubia y una morenaza para mi sólito. Se nota que lo disfrutan, la complicidad entre ellas.

Imágenes Adjuntas

Dr. Loomis

Más fotos de la pareja.

Emily:





Idaira:

Imágenes Adjuntas

Sursum Corda

Emily e Idaira – Dos más uno no son tres

Son jóvenes, atractivas y desenvueltas. Prometen el cielo y las estrellas a precio de saldo, porque uno puede disfrutar con dos muchachas pagando a penas por una. Pero “ese cielo azul que todos vemos, ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande que no sea verdad tanta belleza!”


CLIENTE

Edad del cliente: Cincuentena
Te diste a conocer como Forero de SMB? (sí/no) Dije que en el foro las vi.
Con tu nick? (sí/no) No, solo un nombre de pega para que me apuntaran


CHICA

Nombre "artístico": Emily e Idaira. Son dos, pero solo trabajan juntas.
Nacionalidad: (u origen probable). Emily es catalana; Idaira anuncia que es canaria (y no entré a discutírselo)
Edad: (aparente y/o anunciada)Anuncian 19 y 21, sin especificar quién tiene qué edad. Digamos que sobre la veintena corta deben estar. Son lo suficientemente jóvenes para que uno piense que podrían ser universitarias.
Fotos falsas o retocadas?: Las fotos son de ellas, aunque no sean fotos de calidad. Emily (rubia) aparece con un conjunto rojo; Idaira (morena) lleva lencería negra.

Valoración de Cara:

Emily: Guapa, con ojos verdes, rubia de melena corta y aspecto algo cumbayá, con brackets arriba y abajo, pizpireta y sonriente.

Idaira: Guapa, con aspecto más latino, melena lisa negra, ojos almendrados y labios carnosos.

Valoración de Cuerpo:

Emily: Muy delgada, sin un gramo de grasa, pero con pechitos adolescentes, culo redondo y sexo depilado que, visto desde atrás, parece un pastelito. Sería el prototipo de teen, que muchos buscan.

Idaira: Delgada, pero con curvitas, piel suave con algún tatuaje y pechos moderados. Atractiva.

Valoración de Carácter:

Emily : Es la “public relations” desenvuelta, simpática y “buenrollista”.

Idaira: Parecía más modosita y, al tiempo, más sensual y cercana, pero, al final, yendo “per feina” fue la que más cortes me dio.

Vestimenta: Ambas en lencería mínima y tacones.

Fumadora: Emily, sí. Idaira lo dejó hace poco. Me lo dijeron ellas. Si no, no lo habría notado.

CONTACTO

Teléfono: 688301572
Web/Anuncio: Yo las vi en este foro: Emily y Idaira en SMB. Trasteando vi algún anuncio en la red.
Dirección: (¿se aparca fácil?) Inicialmente hacían salidas, luego buscaron un piso en la Bordeta. Hacia allí iba a ir, cuando me avisaron que, por un problema con el agua, recibían por un día en “La casita amarilla” en la calle Padua. Aparcar fuera de parking es una utopía.
Horario: De 11 a 19. Tuve que buscar el día para poder quedar en ese horario.

LUGAR DE ENCUENTRO

Aquí hay todo el detalle del lugar: www.casitaamarilla.com

Ambientación/decoración: Son habitaciones por horas que ellas habían alquilado para el día.

La encargada abre la puerta tras observar por la video-mirilla y te lleva delante de la habitación. Luego ellas avisan para que salgas sin encontrarte con nadie.

La habitación era bastante amplia y luminosa, con amplia cama y un sofá de dos plazas. Resultaba algo impersonal si no fuera porque ellas habían extendido todo tipo de abalorios por todas partes (ropa, bolsos, móviles, condones, tabaco, caramelos…).

El cuarto de baño, con amplia cabina de ducha, es correcto, amplio y bastante aséptico.

Valoración: Correcto, aunque no me guste el principio de los hoteles por horas. Es discreto, si bien la habitación resulta algo impersonal.

SERVICIO

Fecha de la experiencia: El 4 de septiembre de 2015, último día de trabajo para ellas (por el momento, ya que marcharon de vacaciones, aunque volverán).
Tarifa contratada: Pagué 130 Euros, puesto que era lo que anunciaban, pero de lésbico no vi nada.
Otras tarifas ofertadas: Dúplex 120/h y 80/media; lésbico real 130/h y 90/media.
Duración real del servicio: Unos 40 minutos desde que entré hasta que salí. Quitando 20 min de ducha, fueron apenas 20 min de sexo. Uno se siente muy gilipollas cuando le pasa eso.
Besos/morreos? Morreos con ganas en los primeros minutos de sexo. En la segunda vuelta, querían que acabara lo antes posible y no se prodigaron mucho.
Francés/garganta profunda? (sin/con protección) Francés con preservativo. Muy bueno, aunque breve.
Cunnilingus? Lo intenté con las dos y no creo que ninguna lo disfrutara realmente.
Sexo anal? Para nada
Deja acabar en su boca/cara? Está claro que no.
Permiten un segundo servicio? Técnicamente diría que sí lo permiten, puesto que me corrí dos veces. Pero fue a regañadientes y con tantas condiciones que lo ponen a uno incómodo. En realidad, si quieres penetrar a las dos, piden suplemento.

ASI FUE Y ASI LO CUENTO

Calentando motores

Viéndolas tan guapetonas, tan jóvenes y prometiéndote el cielo sobre la tierra por 120 leureles, ¿quién no se habría sentido atraído?

Hablé por teléfono con Emily y fue simpática, divertida y un pelín provocadora, lo justo para excitar aún más mis ganas de conocerlas: “Pues claro que es verdad todo lo que decimos y que te lo pasarás de coña, como si fueras un amigo con el que tenemos ganas de sexo”.

El resto de lo que anunciaban (la horita larga, la ninfomanía absoluta, el buen rollo, el vicio entre ellas…) se daba por supuesto, aunque ellas se encargaron de subir el tono poniendo mensajes en su blog. Por ejemplo, con mensajes así:




Fijé el encuentro para tres o cuatro días más tarde y mantuve el contacto por whatsapp, confirmando y reconfirmando para que me esperaran el viernes a la hora pactada.

Llego a las inmediaciones antes de la hora y ya recibo un mensaje diciendo que me están esperando. Pero voy en coche y tengo que aparcar, cosa complicada por allá. Al final voy al parking en la ronda Mitre y me presento a la hora exacta en el hotelito, con la pasta en un bolsillo y un detalle en una mano.

Pregunto por ellas y la encargada me guía a la habitación.

Me sorprende que hay mucha luz, que las dos se pasean en braguitas y que parece que las he pillado como si acabaran de llegar y de desparramar sus cosas por la habitación (o como si se acabara de ir otro cliente algo revoltoso, que también puede ser).

Emily me saluda con dos besitos en la mejilla, mientras que Idaira esboza media sonrisa y acepta un beso en los labios.

Dejo 130 euros sobre una mesita, confirmo que esa era la tarifa y me desvisto para ir a la ducha. Buscan un poco y me dan una toalla limpia, mandándome solo para la ducha, mientras Idaira me vigila desde fuera.

Al salir me dicen que me siente tranquilamente (sobre el WC, puesto que no hay otro sitio), porque ahora se ducharán ellas dos.

En efecto, me siento allá sobre la toalla con una sonrisa congelada en la cara, mientras veo cómo ellas se enjabonan dentro de la pecera, con algunos “ooohhhh, mira qué pechito” y algunos “enséñale la almejita”. A mí en realidad se me hace algo largo y el morbo entre ellas me parece un pelín postizo. Intento no obstante mantener la sonrisa, aunque me cueste, para ver si esto despegará finalmente.

En el (breve) fuego de la acción

Ha pasado casi un cuarto de hora y vamos para la cama, donde me piden que me tumbe boca arriba. Recibo los morreos de Emily y, tras algo de juego, la coloco sobre mi boca para acariciar su sexo con mi lengua. En el sur, instalada entre mis piernas, juguetea Idaira y me hace sentir un calor bienvenido.

Todo va muy deprisa y estoy a punto de explotar, aunque los gemidos de Emily no sean muy creíbles, pero es realmente deseable y la masturbación/felación de Idaira (ya que, en realidad, no sé lo que hace) es arrolladora.

Propongo cambio rápidamente para prolongar algo el instante y ahora es Idaira la que se coloca sobre mi boca, mientras Emily se apresta a prolongar la felación. En ese instante veo que había sido enfundado desde el principio, aunque he de reconocer que las sensaciones son buenas.

Tras algunos movimientos, estoy a punto y pido a Idaira que se coloque a mi lado para ver los progresos de Emily. Son quizás los instantes más calientes, con Emily en una felación arrebatada, mientras Idaira me jalea con un “mira cómo le estás follando la boquita y cómo le gusta”.

La cabalgada de Emily es corta y enérgica, pero me hace perder rápidamente la noción del tiempo en un buen orgasmo.

En realidad, todo dura menos de lo que tardas en leerlo: cuando dos mujeres jóvenes quieren acabar con uno bastan muy pocos minutos para rendir las armas.

Tiempo de descuento

Tras una limpieza somera, sigo excitado y llega el primer corte:

-En el servicio solo entra una penetración. Es que ya tenemos las tarifas muy bajas y, si quieres más, hay suplemento.

-Entonces ¿qué hago?-pregunto, pensando que no llevamos nada de tiempo.

-Puedes jugar un ratito pero sin relación.

La sonrisa se me queda congelada e intento poner buena cara, pero no puedo evitar la sensación de ser un “monedero con patas”. A partir de ahí los despropósitos se encadenan:

Estoy comiendo a Idaira y Emily, totalmente ajena, me pregunta si puede fumar mientras tanto. Yo le pido que no lo haga, pero tengo la impresión de que sobro en esa habitación, que Emily se aburre y que Idaira, mientras le estoy haciendo un cunni, repasa la lista de la compra.


No hay ninguna empatía y veo que no conseguiré ni siquiera que aquello sea agradable para Idaira. Lo intento pues con Emily y ahora siento que la cama es inmensa y que en una esquina lejana queda Idaira, totalmente ajena al juego.

Veo que el cunni tampoco será glorioso con Emily y voy a besar a Idaira, que me responde:

-Ay, no, no. No puedes besarme si acabas de comerle el coño a Emily.

Entiendo sus reticencias, pero me hace sentir sucio y rechazado, más aún cuando Idaira, con falso morbo, me insiste:

-Quiero que te corras. Venga, córrete ya.

Es más una exigencia que un juego y, dado que no veo cómo mejorar ambiente, me masturbo con fiereza para acabar lo antes posible, mientras las dos me jalean, más aliviadas que excitadas por mi segunda explosión.

Como un resorte, ambas se levantan de la cama y van a la ducha. Desde allí me llama Idaira y comparto una ducha higiénica y breve. Luego Idaira tiene frío y se pone una camiseta en la que no hay nada escrito, pero en la que yo leo “Game Over”.

Emily pasa luego a la ducha, mientras yo me visto pensando en que todo ha ido muy rápido. Estoy vestido, miro que han pasado escasamente 40 minutos desde que llamé abajo y pregunto si es lo normal:

-Claro-dice Idaira-, son dos servicios. Si duras menos, se acaba antes. Es que, claro, con una tarifa tan baja, no pretenderás que…

Yo no sé qué pretendo, pero, encima, me hacen sentir gilipollas por haberme corrido tan rápido.

Salgo a la calle, llueve y me mojo. Desde luego, habría imaginado otro escenario para un día radiante. En fin, otra vez será.


Valoración de la implicación: Durante un ratito, fue buena implición (aún con limitaciones). Pero me sentí bastante defraudado por todo el resto.

Valoración final: (lo mejor/lo peor)

Lo mejor: Son guapas, jóvenes y puedes pensar que estás con dos por 120 Euros (aunque yo pagué 130 y hubo poquito tiempo de sexo). Tienen un punto amateur que puede atraer a más de uno, si bien yo habría preferido mil veces algo de profesionalidad y una coordinación en el trío, que nunca se dio.

Lo peor: Sentirse el puto cliente al que, con dos meneítos de culo, ellas piensan tener contento. Esa sensación de que “por ese precio, me estaban haciendo un favor”. El racaneo del tiempo es inaceptable y las condiciones que se iban añadiendo según se desarrollaba el en encuentro me acabaron por hastiar.

A fin de cuentas: Tienen mucho que aprender en el aspecto sexual para transformar un simulacro de trío en una relación en la que las tres personas disfrutan y se sienten bien (o, al menos, el cliente tiene la impresión de que esto es así, que es lo que cuenta al final).

He vivido muchos tríos en mi vida en los que había una sincronización y una coreografía en la que no había ni un solo tiempo muerto. En este caso, puedo decir que, con 20 minutos apenas de sexo, casi se me hizo largo.

El trío es un ejercicio complicado, porque hay un exceso de estímulos y cuesta concentrarse. Pero, en realidad, eso es lo que hace su atractivo, ya que el sexo lo desborda a uno y siente el vértigo de perder el control. La presencia de dos suma en lugar de restar.

Con Emily e Idaira hubo tiempos muertos, descoordinación e, incluso, mal rollo (aunque yo pusiera buena cara). Es lástima porque son jóvenes, guapas y, por momentos, simpáticas. Si hubieran jugado el juego, les habría echado cuatro polvos. O, al menos, habrían sido dos, pero me habría separado contento de su lado. Pero, las cosas como son: con ellas “dos más uno no fueron tres”.

¿Recomendable? Pues si uno quiere pasar un ratito (corto) con jovencitas de buen ver, sabiendo y sintiendo que todo esto es por dinero y que hay muchas limitaciones, puede que sea recomendable.

En mi caso, diría que me sentí menospreciado como cliente y como persona. Así fue y así lo cuento.

Imágenes Adjuntas